Primera Bitácora: 15 de Mayo siendo las 04:56 am.
Quizás por mi entereza logré sostener una excelente comunicación con Isabel, parecería ser la dama de honor!! Realmente ella llena muchas expectativas, tan solo escucharla me hace llevar mi barco a estribor…
Tiene en sus palabras un acierto de encanto, es como tú tener un mal día y te llega el mejor consuelo habido, a veces quiero conjugar las emociones que esparce en mi, casi siempre salgo airoso por su sonrisa. Es una sonrisa que se escucha a toda máquina, de extremo a extremo tienes que verla y te sorprenderías de lo efímero de sus risas que se las reserva solo pare ella y a la vez la seriedad conjugadas con sus labios como si fuera su vocación hacerte feliz.
Dios creo yo! Conjunto de mi pues imaginación pues físicamente aún no la he visto, Dios le dio a ella ese don, fascinarte con mirar sus labios al sonreír y eso que ya imagino en persona tener la dicha de tocarlos, en alguna breve oportunidad poder obtener la salvia de su lengua, poder sentir el sabor de sus labios y degustar más su bella y reservada sonrisa.
No cabe duda que su maestría en besar te debe bloquear y accionar el néctar más dulce y alucinante que puede llegar a convertirse en vicios.
Te aseguro que llegas fácil a caer en trance de sus deseos carnales profetizando ser prisionero en su red, siendo insaciable mi sed al tocar tan tiernos labios.
Cada segundo del voice que escuchaba una y otra vez de Isabel imaginaba una noche cargado de sus besos como si fueran spoiler de una serie esperada. El solo llevar la imaginación de besar cada pulgada de ese rostro hermoso y perfecto, ser el dichoso en besar sus piernas, esmerarme en tocar su piel a cuerpo entero, deslizarme a toda lengua por su espalda y sus nalgas, besar lentamente sus muslos y entre piernas hasta convertirme en el único intérprete de su intimidad confinado en su abdomen, su pecho y sus senos hasta lograr llevarla al éxtasis jamás sentido superando el coito deseado.
No sé qué me depara el futuro pero de algo estoy seguro, prefiero intentar tocar mil veces sus besos, su cuerpo; Su alma y no perderme la continuación de algún encuentro.
Ella será ella, pero la locura a desearla ya me está gustando, si mi barco sigue a la deriva será porque lleva hacia ella, aun así…
Prefiero atracar en los arrecifes garbos de su encanto y culminar las noches en sus brazos.
Ella será, playa y encanto dirigiendo mis velas, tomando en control el timón para atracar en su puerto cual entereza va atrayendo mi barco en picada con tal oleada única entre sus mares, su pasión y deseos carnales más no descanso de intentar terminar en los cimientos de su cuerpo encantador para hacerle el amor hasta que pida querer más y más, ella no ha probado mi pasión por el amor, no ha sentido mis más íntimos secretos sagrados y ansiosos pero seguro estoy que los deseará.
La vida en su continuo afán nos trae una nueva oleada cada día más nunca sería un desperdicio conquistar este amor tan reservado y puro solo para aquella que en su integridad se lo merezca.
Fin de bitácora.
Segunda Bitácora: En mi habitación.
Ya en mi habitación, parados al lado de la cama, nos abrazamos y empecé a besarte lentamente, tu cara parte por parte de tu rostro lo besaba, le pasaba la lengua a tus oídos y a tus labios le rozaba mi lengua.
Tú me agarrabas el pene con las manos mientras yo te besaba allí parados, me prendías con furor, pero quería que nos encendiéramos al máximo, te besaba el cuello hasta que te tumbe en la cama.
Me subí encima de ti, continuaba besándote mientras me pajeabas y guiabas el pene rozándote el clítoris, intentaste meterlo en tu vagina, apenas me esforcé un poco hasta meter la cabeza del pene en tu vagina, ahí gemías pero lo saqué y empecé a bajar a tus senos para lamerlos completamente.
Uno a uno los lamía, y les rozaba los dientes, seguía bajando con la lengua hasta tu abdomen, los bese y metí mi lengua en tu ombligo mientras mis manos agarraban tus senos.
Baje las manos y agarre tus muslos para abrir tus piernas y llevar mi lengua hasta tu clítoris, fue ahí cuando empecé a lamerlo lentamente hasta que sentí que mojabas, esa esencia me la lamía por completo, me encantaba sentirte mojada, metía una y otra vez mi lengua en tu vagina, aproveche y metí los dedos mientras besaba tu clítoris.
Luego empecé a besar tus entrepiernas y muslos, voleándote lentamente para continuar besando tus nalgas, allí te puse boca abajo y mientras besaba tus nalgas metía los dedos en tu vagina.
Seguí subiendo para besar tu espalda mientras te rozaba las nalgas con mi pene, en ese momento cuando llegue a tu cuello te rozaba la vagina y el ano con el pene, estabas bien mojada y te empecé a meter el pene lentamente en la vagina.
Te subí un poco las nalgas mientras te penetraba lentamente, hasta que te puse de rodillas para meterlo por completo, arremetía con fuerza el pene entre tus nalgas hacia la vagina mientras te agarraba los senos.
Luego te tumbe y te puse de lado te estire una pierna y la otra la encorve, ahí te rozaba el pene en los labios de tu vagina y entre tu ano y ella lo rozaba, te penetre todo en la vagina y te agarraba la cabeza para besarte mientras te lo metía por completo.
Te puse boca arriba y te rozaba de nuevo el pene en los labios de tu vagina, subí hasta tu boca y me chupabas los testículos mientras una mano tuya me pajeaba, hasta que lo pusiste en tu boca y lo mamabas con locura.
Baje y te lo metí hasta el fondo, te encorve las rodillas para meterlo hasta el fondo.
Mientras te agarraba las piernas hacia arriba te metía el pene una y otra vez, lo sacaba para ver qué tanto lo pedías, me rogabas que no lo sacara y continuaba metiéndolo mientras veía que te corrías.
Lo saqué para acostarme boca arriba y te subiste encima de mí, tú bajabas y chupabas Mi pene y mis testículos, yo te agarraba la cabeza mientras sentía la gloria cada vez que intentabas metértelo hasta el fondo de la boca, lograbas tragar mi pene y me ponías ansioso.
Subiste a besarme con tu boca llena de los fluidos que le sacabas a mi pene y nos besábamos, bajaste y colocaste tu vagina sobre mi pene y te movías hacía delante y hacia atrás, usabas la técnica de brochar el pene excitándome al máximo para ponerlo a babear y con tus manos lo agarrabas para pintar tu clítoris de ese fluido y metértelo en la vagina, ahí te penetraba y lo sacabas una y otra vez.
Mientras te agarraba las nalgas y las apretaba tú te movías más rápido, luego te lo sacaste y me lo chupabas dándole lengua por todas partes.
Te volteaste poniéndome tus nalgas frente a mí y te lo metiste de nuevo agachándote para que yo pudiera ver cómo te entraba mi pene en tu vagina, disfrutaba cada centímetro que entraba viendo tus nalgas y tú vagina tragar mi pene.
En ese momento te subí las nalgas pues estaba por venirme y lo saqué y tú te volteaste para sacarme la leche y echarlo en tu boca, te pedí que le dieras brocha de nuevo y lo hiciste conjuntamente te lo metías y dabas brocha, ahí me vine y te eché toda la leche en los labios de tu vagina, tu seguías dando brocha y metiéndotelo, bajaste y te metiste embarrado de semen el pene en la boca dándole lengua hasta secarlo por completo.
Tercera Bitácora: La dama reaparece. Día 22 Abril, siendo las 7:44 am.
Recostado en mi camerino por costumbre antes de poner pie fuera de la cama, analizo los planes del día, pero algo perturba mis emociones.
Recordé que había soñado con "la dama de honor" siendo un sueño interesante e intenso a la vez que me dejó perplejo ante los sucesos.
Estando yo reparando una madera de la casa que con mis propias manos construí, un semblante se me avecina a espaldas, allí agachado siento el aliento cálido en mi cuello donde recibo un beso.
Con sus manos tibias me cubre los ojos levantándome, dándole la espalda me sigue besando el cuello transmitiéndome de manera no verbal su cálido aliento, emanando cierta tranquilidad en mi afán de vida.
La deseaba tanto que me sentía confuso entre el que hacer día a día o tan solo pensar en ella, me parecía su presencia a ni desear ser nadie más a no querer tener nada más que ese aliento, el mismo que te relaja, ella posee cierta coraza que impide que te aflijas ante el mundo y sus adversidades.
La tomo de la mano y sin medir palabras la llevo dentro de la casa, a partir de entonces me dedico a dirigir la orquesta, colocándola en mi escenario la siento en la cama y le cotejo su cabeza a mi pecho, acariciando su pelo lo beso, coloco mis manos entre sus oídos para subirle la mirada hacia mi, en ese instante mirándonos fijamente aún sin la menor excusa de emitir sonido alguno ni todo de palabras ella se encarga de ir bajando mis pantalones hasta lograr sacar el miembro erguido y dispuesto.
Asoma su rostro tan cerca para darle lengua con tanta lentitud haciéndome logrando que mi pene saque fluidos, los cuales los lame y da gemidos de placer.
Mientras me chupa por completo, es el momento de recostarla en la cama, me le subo y empiezo a tirar poco a poco de su blusa, besando su abdomen y el ombligo, todo parece ir fluyendo en cámara lenta y taciturna.
Me convoco a sus gemidos, ya con los pantalones abajo y el miembro tocando su clítoris, ella lo agarra y lo soba contra su vagina, ante la contienda que ella quería la penetrara y yo que deseaba pasarle la lengua en el clítoris llegue a bajar para comer totalmente su hermosa vagina hasta sentirnos saciados.
Era el momento oportuno de remitir mi pene en su vagina, pero ella se balancea tumbándome boca arriba para subirse y tomar el control, ahí empieza a darse una especie de brochazos no sin antes pajar a chuparlo y extirpar con sus manos hasta la última gota de flujo que me salía.
Ella se mete poco a poco el pene hasta llegar al último pedazo que quedaba al aire, sus gemidos eran la mejor canción escuchada, le encantaba el tamaño y el placer asentado con cierta sensatez.
Tanto arremetió que tuvo un orgasmo tan prolongado y tembloroso, ya a punto de venirme y emitir el enunciado ella bajo y lo metió en su boca chupando hasta el fondo mi pene logrando sacarme todo el semen que podía haber.
Tumbados ella encima de mí nos besamos, acariciamos y fue entonces cuando empezamos a conversar.
Cierre de bitácora.