Soy Milagros, tengo ahora 41 años, estoy casada hace 14 años, tenemos mellizos de 13 años. Somos un matrimonio liberal, pero hasta cierto punto. Yo soy un hembra de 165 cm, 60 kg de peso. Tengo las tetas pequeñas, mi cuerpo está bien firme ya que práctico natación 3 veces por semana. Después de 2 meses de clases, sobre marketing yo tenía claro que si quería tener alguna posibilidad en la empresa, tendría que usar mis armas de hembra.
El primer cliente que había concertado una cita, era del norte y de allí bajando hasta Madrid. El domingo por la mañana salí de casa con el coche que me había dado la empresa. Desde siempre me gusta conducir con vestidos o faldas, y sin braguitas ni tanga. Me gusta exhibirme y me da mucho morbo cuando adelanto a los camioneros, enseñarles mis piernas y algo más. Llegué a las 7 de la tarde a mi hotel, llamé a mi marido y después me duché. No tenía ganas de cenar, pero si de follar. Cuando estaba saliendo del hotel siento mi móvil, el número no lo conocía. Atendí y pregunté quién era.
-“Hola, soy Teresa, estás en tu hotel?”.
Yo: estoy en la puerta iba a salir a dar una vuelta.
Teresa: quieres que te recoja y salimos a tomar algo. Así mañana ya me conoces y no tendrás tantos nervios.
Yo: vale sí no es molestia.
Teresa: en 10 minutos te recojo.
Teresa era mi primera cliente que tenía que visitar, se presentó enseguida, me dio dos besos y me llevó a su coche. Teresa es una hembra de 1,75, cm 80/kg, muy bien vestida, pelo corto y guapa. Después de contarnos algunas cosas me preguntó dónde quería ir. Yo la miré a los ojos y le dije que había pensado en tomar un par de copas y buscar un macho vencido que me follara.
Teresa: ni se inmutó y me preguntó si me gustan las mujeres.
Yo: si, es como empecé a conocer el sexo, con mis hermanas.
Ella puso su mano en mi muslo izquierdo, fue subiendo hasta mí tanga, yo metí mis manos y me lo quité, ella fue jugando con sus dedos en mi chochete. Hasta que llegamos a la puerta de su casa abrió la puerta del jardín y entramos hasta un garaje. Cuando bajamos del coche me dijo que tenía dos opciones. Solo con ella o su marido también. Le dije que ella decidiera, pero que yo necesitaba sexo.
Entramos en la casa y me llevó a su habitación. Su marido entró mientras nosotras nos besábamos y nos desnudábamos mutuamente, él se acercó a mí por detrás y me quitó la falda, me abrió el culo con sus manos y metió su boca en mi culo y coño. Me tumbaron en la cama, yo le comía la polla y Teresa mi coño y culo. Después Teresa se tumbó yo me puse encima de ella haciendo un 69, su marido metió la polla en mi coño, ella lamía mi clítoris mientras su marido follaba mi chochete, encadené 3 orgasmos seguidos. El sacó la polla de mi coño y la metió en mi culo, me corrí otra vez cuando él llenó mi culo de semen.
Pasé una noche maravillosa.