Las cosas con Luis y con Nadia se habían puesto interesantes a medida que pasaban las semanas. Ya teníamos un nivel de confianza bastante elevado y teníamos mucha compenetración. Hacíamos de todo y de vez en cuando Nadia quedaba con alguno de nosotros por separado; pero lo habitual era vernos juntos los 3. Yo había aceptado mi bisexualidad con total naturalidad, me encantaban las mamadas que me hacía Luis y a mi me encantaba también chupársela, que me llenara la boca con su polla y con su leche y hacerle disfrutar. Nadia se ponía muy cachonda viéndonos y cuando nos dedicábamos los dos a follarla le dábamos momentos impagables.
Como de costumbre, una de las tardes quedamos los tres en vernos en casa de Luis, solíamos cambiar de casa a menudo, pero como el hombre es un animal de costumbres la suya era en la que más nos veíamos. Su cama era muy grande y su ducha también, así como el sofá del salón. Así que era habitual elegir ese picadero para nuestras sesiones.
Cuando llegaba al portal, coincidí con Nadia abajo, iba vestida con unos minishorts pegados extremadamente cortos, una camiseta de tirantes y unos playeros deportivos. Me vio llegar desde lejos y me esperó a que me acercara, me saludó desde lejos sacándome la lengua y enseñándome el piercing de su lengua. Ese descaro saludando y la ropa que llevaba ya hicieron que se me pusiera morcillona. Cuando llegué al portal la puerta estaba abierta, me invitó a pasar, entramos en el portal y nos dimos un pico. Me agarró de la mano y fuimos juntos hasta el ascensor.
A Nadia le encantaba provocar y jugar a dejarme con la miel en los labios, mientras esperábamos el ascensor intenté darle un morreo y me esquivó los justo para no poder conseguirlo, pero sacó la lengua levemente y consiguió que la punta de su lengua se rozara durante un instante con la mía. Se rio con maldad y me agarró el paquete con una mano.
-¡Vaya!, veo que no hemos empezado y ya estás a punto eh?
-Sí… y tú has venido hoy con ganas de putearme ¿eh?
-Jajaja sí, tengo ganas de provocarte, ya sabes que me hace gracia
-Ya veo ya… dentro de un rato ya verás como no te ríes tanto
Cuando se abrió la puerta del ascensor pasamos adentro agarrados de la mano, en cuanto se cerró la puerta arrinconé a Nadia contra una de las paredes y me pegué contra ella, frotando mi paquete ya durísimo con su entrepierna.
-¿Y ahora? Aquí ya no tienes escapatoria, ¿qué vas a hacer? -Mientras se lo decía le agarré de las muñecas inmovilizándola y pasándole la punta de la lengua por el cuello muy despacio. Ella sólo pudo soltar un leve gemido y estremecerse. Esos juegos donde el control de la situación iban cambiando de manos me ponen a mil, a ella también y vamos alternando. Levanté un poco su camiseta, dejando el vientre el aire y metí la mano por debajo, subiendo poco a poco hasta las tetas y, como solía ser habitual en ella, vi que no llevaba sujetador, le acaricié uno de los pezones que estaba erizado y duro como el diamante.
-Qué raro para ti no llevar sostén, cómo se nota que te va la marcha jajaja -La volví a tapar pero manteniendo el acorralamiento metí su mano debajo del minishort y descubrí para mi sorpresa que tampoco llevaba bragas, Nadia ya estaba tan cachonda que sólo se dejaba hacer con los ojos cerrados, le froté el coño con uno de mis dedos y aquello estaba mojadísimo.
-¿Has venido también sin bragas? -Dije sacando la mano de su entrepierna
-Sí -Me dijo agarrándome la nuca y susurrando a mi oído- Así va a ser más fácil que me quitéis la ropa para follarme bien follada.
El ascensor se detuvo y se abrió la puerta, salimos al rellano y la puerta de casa de Luis estaba abierta. Entramos dentro y Luis nos esperaba en el recibidor, descalzo, con una camiseta de manga corta y unos pantalones también cortos, cerré la puerta detrás de nosotros y agarré a Nadia de la cintura impidiendo que avanzara, la acerqué contra mi paquete y la frotaba contra su culo, Nadia colaboraba moviéndose de un lado a otro estimulando mi erección:
-¿Sabes Luis? Esta ha venido con tanta gana de guerra que no lleva nada debajo.
-Jajaja, vale, pues vamos para la habitación a ver qué podemos hacer.
Pasamos adentro de la habitación, en cuanto entramos, volví a adoptar la postura de antes, agarré de nuevo a Nadia de la cintura, volví a frotar mi paquete contra su culo mientras le daba besos en el cuello. La zona del cuello para ella era muy delicada, se ponía muy cachonda pero se quedaba anulada por completo, su respiración se aceleraba y se le escapaban jadeos. Luis le dio un morreo y le quitó la camiseta, volvió a besarla mientras le iba amasando las tetas, yo seguía frotándome con ella y decidí bajarle los minishorts. Ella mientras tanto sólo se dejaba hacer.
La tuvimos así un buen rato, yo me ocupaba de su coño masturbándoselo, Luis se ocupaba de sus tetas, se las comía, se las amasaba, le pellizcaba los pezones, a veces le daba morreos y entre él y yo nos alternábamos dándole besos en el cuello y lametones. Ella sólo estaba ahí, quieta, soltando pequeños gemidos de vez en cuando, con las tetas al aire, los pantalones en sus tobillos y cada vez más cachonda. Después de unos minutos magreándola a nuestro gusto decidí que era suficiente, era nuestro turno:
-Nadia, ya estuvo bien, vamos a follarte de una vez, ¿no tenías tanta gana?
-Siii, por favooor… uhhh
-Luis, ya sabes, quiere guerra, así que habrá que hacerle caso ¿no?
Luis supo en seguida por donde iban los tiros, sin dudarlo un momento se bajó los pantalones y agarró a Nadia de la cabeza, empezó a hacerle una mamada espectacular, su postura no parecía demasiado cómoda, de pie, inclinada hacia adelante, pero no dijo absolutamente nada. Yo me bajé también los pantalones y empecé a acariciar con mi capullo la entrada de su coño totalmente empapado, Nadia soltaba pequeños gemidos con la polla de Luis en su boca, al cabo de un minuto más o menos le metí la polla de un golpe y se la dejé ahí, clavada. El gemido que soltó ya fue más contundente:
-¡¡¡Uhhh!!! -Dejó de chupar la polla de Luis y se quedó ahí encorvada hacia delante, Luis no tardó mucho en volver a agarrarla de la cabeza e invitarla a seguir con la maniobra. Yo empecé a bombear y ella volvió a chupar, no sé si estaba muy cómoda, pero ella no decía nada y yo sólo me dediqué a follarla en esa posición, Luis movía sus caderas adelante y atrás follándose la boca de Nadia. Nadia gemía con su boca llena de la polla de Luis.
-¡¡¡Mmmfff!! ¡¡¡mmmm!!! -Como sabíamos que la posición no era del todo buena, intentábamos no ser demasiado bruscos, ella disfrutaba y conseguimos que se corriera un par de veces antes que nosotros. Cuando llegó el turno de Luis nos avisó.
-Uuufff, no aguanto más, me voy a correr… ¡¡Me corrooo!! ¡¡aaahhh!! -Cuando llegó su momento dejé de percutir para facilitar la tarea, Luis tenía a Nadia agarrada por el pelo y, a juzgar por la cara que ponía y sus bufidos, le estaba llenando a Nadia la boca por completo. Al acabar, Luis se echó a un lado y yo aproveché para colocar a Nadia con las manos sobre la cama, quitarle los minishorts de los tobillos y seguir follándola en una posición algo más cómoda.
-Vamos a terminar esto ya, ¿no querías que te follaran bien follada?
-¡¡¡Ummm!!! ¡¡¡Si!!! ¡¡¡sigueee, sigueee!!!
Retomé la operación, Nadia seguía dándome el culo, inclinada hacia adelante con las manos en el colchón y yo aceleré el ritmo, empecé a follármela a un ritmo brutal mientras Luis estaba sentado en una silla mirándonos. A juzgar por sus movimientos y por sus gemidos, Nadia volvió a correrse y con el ritmo que llevaba, yo ya estaba a punto también. Ordené a Nadia ponerse de rodillas y abrir la boca, y cuando se puso ante mí de rodillas, con la lengua afuera con ese piercing que me ponía tan burro y su cara de ansia esperando el regalo, no pude aguantar más y mientras me pajeaba delante de ella salieron borbotones de lefa uno detrás de otro, casi todos dentro de su boca, algunos cerca de la comisura de los labios. Cuando acabé, respiré hondo unos segundos, miré hacia abajo y Nadia me miraba con la boca cerrada, una sonrisa de niña buena y la cara llena de chorretones blancos. Yo le acariciaba la cabeza, Nadia hizo un gesto de tragar y volvió a chuparme la polla lentamente para limpiarme. Cuando acabó se puso de pie:
-Jo-der… Ha sido una de las mejores folladas que me habéis metido
A mi se me escapó una carcajada -Jajaja, bueno, ¿no tenías ganas de que te folláramos bien follada? Pues objetivo conseguido.
Mientras Nadia fue a lavarse al baño, Luis y yo fuimos al salón a tomarnos un par de cervezas en su sofá. Cuando Nadia volvió tenía un gesto radiante en la cara, se le notaba que lo habíamos hecho bien. Se inclinó hacia delante, nos dio un morreo a cada uno y se sentó entre los dos mientras nos acariciaba las pollas con suavidad.
Poco a poco nos fuimos reponiendo, Nadia nos iba acariciando las pollas, intercambiando morreos entre Luis y yo y aquello se fue animando otra vez. Luis fue el primero en levantarse.
-Vamos, seguidme al cuarto otra vez -Nadia y yo obedecimos, fuimos los 3 desnudos hacia la habitación y nos pusimos Luis y yo en frente de Nadia, esta nos agarró ambas pollas a la vez y se dedicó a intercambiar morreos durante unos segundos.
Luis tomó la iniciativa, cogió a Nadia por la cabeza invitándola a arrodillarse, se puso a chupar de nuevo la polla de Luis, yo observaba como miraba a Luis a los ojos con su polla en la boca y una sonrisa pícara, Luis le dedicaba otra sonrisa y mientras los veía ahí a lo suyo mi polla iba creciendo más y más. Al cabo de unos segundos Nadia me miró, con un gesto con su mano me invitó a ayudarla y me arrodillé junto a ella. Nadia retomó la mamada y se dedicó a escupir en la polla de Luis y a llenársela de babas. Después de unos segundos se detuvo, agarró la polla de Luis toda llena de su saliva y apuntó con ella hacia mi, yo acepté la invitación, era la primera vez que iba a compartir una polla con alguien y la situación me excitaba muchísimo. Me puse a mamar y el sabor de su polla mezclado con la saliva de Nadia era delicioso, Nadia y yo nos dedicamos a chupar la polla de Luis con devoción, alternando la mamada entre ella y yo y mezclando nuestras salivas. Luis sólo se dejaba hacer y disfrutaba del momento hasta que después de un rato dijo algo que me sorprendió:
-Ufff, parad parad que estoy a punto de correrme. Seguid con mi culo por favor
Cuando paramos, Luis se dio la vuelta y se puso a 4 patas en la cama. Tengo que reconocer que me sorprendió; pero no era el primer culo que me comía. A Nadia se lo había follado varias veces y siempre empezaba comiéndoselo, así que ya sabía lo que había que hacer. Primero se puso Nadia, escupió en su ojete y metió la lengua dentro, Luis empezó a acelerar su respiración y a jadear. Nadia y yo estábamos pegados uno al otro y nos dedicamos a hacer lo mismo que hasta ese momento hacíamos con su polla, nos turnábamos y le metíamos la lengua dentro del culo, a veces le escupíamos y en ocasiones parábamos para besarnos. Mientras yo le comía el culo a Luis, Nadia me acariciaba el pelo, me daba besos en la mejilla y a veces jugaba con mi cuello, cuando era el turno de Nadia yo le hacía lo mismo hasta que Nadia en un arranque de iniciativa dijo:
-Que pasa, ¿vamos a estar chupándole el culo todo el rato? ¿No le vas a follar el culo a Luis o qué?
La verdad que me quedé sorprendido cuando me lo dijo, pero Luis corroboró sus palabras:
-Si vamos, tengo el culo preparado esperando para que me lo folles
Luis no se movió de su posición; pero Nadia se acercó a un cajón en un lateral de la cama mientras yo la observaba. Sacó un bote de lubricante, se echó un buen chorro en la mano y empezó a untármelo en la polla mientras me morreaba. Al cabo de un minuto más o menos se dedicó a trabajar el culo de Luis. Pero no le llevó mucho tiempo, Luis tenía ganas de que me pusiera al lío.
-Vamos por favooor, fóllame el culo ya tío…
Ahí seguía a 4 patas esperándome, me puse detrás de él y apoyé la punta a la entrada de su ojete. Hice un poco de presión y aquello entró como un cuchillo en la mantequilla, la fui metiendo muy lentamente hasta el fondo mientras Luis iba soltando un gemido al mismo ritmo que le iba penetrando.
-¡¡¡Aaahhhh!!! -Llegué al tope y mis caderas se quedaron pegadas a sus nalgas. Saqué la polla de nuevo lentamente hasta dejar la punta metida dentro, la volví a meter muy despacio y repetí el mete y saca cada vez más rápido. Nadia nos miraba sentada en una silla mientras se tocaba y nos animaba con sus palabras.
-Ufff, que cachonda me está poniendo veros, vamos, sigue, fóllale el culo
Al poco, el ritmo ya era normal, tenía a Luis cogido por las caderas y yo metía y sacaba la polla de su culo, Luis disfrutaba, y tengo que reconocer que yo también.
-¡¡¡Vamos… sigue, sigueee… jodeeer!!!
-Luisss… no aguanto más, ¡¡me voy a correr…!!
-¡¡Siii!! ¡¡Córrete, córreteee!!
No aguanté más, agarré sus caderas con más fuerza y le volví a meter la polla hasta el fondo, mi cuerpo se tensó de golpe en un orgasmo tremendo llenando el culo de Luis. Me quedé con la polla ahí metida y, aún enganchado a su culo, Luis se incorporó, acercó su espalda a mi pecho y puso mi cabeza junto a la mía mientras me la acariciaba. Estuvimos así unos segundos hasta que Nadia terminó de tocarse. Me desacoplé y fuimos a lavarnos un poco. Cuando entramos de nuevo en la habitación me fijé que la polla de Luis seguía aún dura porque no se había corrido todavía. Luis se dio cuenta de cómo me fijaba y tuvo picardía para llevar la situación:
-Oye, yo aún tengo la polla dura, no iréis a dejarme así ¿no?
Nadia y Luis se miraron, yo ya me olía por donde iba a ir la situación y empecé a ponerme algo nervioso, la respuesta de Nadia confirmó mi sospecha:
-Sí, aquí hay un culo que todavía no se ha follado nadie y ya va siendo hora, jajajaja.
Mientras hablaba, Nadia se fue acercando lentamente a mi, empezó a besarme y siguió avanzando a mi, provocando que me cayera de espaldas en la cama, se puso encima y siguió besándome en la boca y en el cuello. Cuando se me puso morcillona empezó a pajearme lentamente hasta que me la puso dura de nuevo, me tuvo así un rato hasta que escuché la voz de Luis:
-Venga, ponte a 4 patas
-Pero… es que no lo hecho nunca -Me estaba poniendo algo nervioso con lo que veía que se avecinaba y no tenía muy claro si quería hacerlo
-Tranquilo, voy a ir con cuidado, tú confía
No las tenía todas conmigo, pero sin saber muy bien porqué, obedecí. Me puse en posición y Luis se puso delante de mí, me dio a chupar su polla y sentí como Nadia empezaba a chuparme el culo lentamente.
Estuvimos un buen tiempo así, yo a 4 patas, chupándole la polla a Luis y Nadia ocupándose de mi culo, jugaba con su boca, empezó metiendo un dedo lleno de lubricante, al cabo de un tiempo metió dos y los empezó a mover en círculos muy despacio mientras me lamía los huevos desde atrás, luego cambiaba y me volvía a comer el culo mientras me acariciaba los huevos. Poco a poco fue consiguiendo que me resultara agradable y yo seguía concentrado en la polla de Luis. Cuando Luis decidió que era suficiente me mando que dejara de chupar. Se puso detrás de mí, me escupió en el culo y empezó a jugar con la punta de su polla a la entrada de mi ojete
-Vete despacio por favor, es mi primera vez
-Tranquilo, ya te dije que tendré cuidado, tú relájate
Yo tenía el corazón a mil por hora, intenté relajarme todo lo posible, y sentí como la polla de Luis iba presionando mi culo y como entraba lentamente causándome algo de dolor
-¡¡Aahhh!! Ten cuidado ten cuidado… Nadia me acariciaba la cara y me daba besos en la mejilla con mucha delicadeza mientras Luis metía y sacaba la polla hacia la mitad más o menos haciendo que el dolor inicial se fuera, hasta que de repente decidió meterla entera provocando dolor nuevamente y haciendo que se me escapara un grito
-¡¡Ahhh, vete con cuidado jodeeer!! -El dolor inicial fue diluyéndose y Luis poco a poco y muy despacio empezó a meterla y a sacarla mientras me tenía cogido por las caderas. Nadia se puso debajo de mí y comenzó a chuparme la polla y los huevos a Luis. A partir de ese punto ya perdí el mundo de vista
-¡¡Aaahhh!! Ahora si joder… diooos… ¡¡Que me corrooo!! -Sentía como la polla de Luis entraba y salía y la boca de Nadia moverse por mi polla adelante y atrás. No aguanté mucho más, me fui por completo en la boca de Nadia y mientras me corría ella seguía moviendo su boca a lo largo de mi polla y Luis seguía metiendo y sacando, provocándome uno de los mayores orgasmos de mi vida. Luis no aguantó mucho más, sacó con cuidado la polla de mi ojete y comenzó a pajearse llenándome la espalda de leche.
Me quedé completamente fuera de combate, inmóvil en la postura que la que terminamos, con el culo dolorido pero muy relajado. Nadia me acariciaba la cara y me daba picos mientras Luis con unas toallitas me limpiaba el semen de la espalda. Mi primera enculada había sido una experiencia única, y por supuesto, no fue la última.
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A continuación os dejo aquí debajo los enlaces de los dos primeros capítulos de la serie, para el que no los haya leído sepa cómo hemos llegado hasta aquí: