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Los relatos de Alazar (I)
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Me llamo Brianna y esta es mi historia de cómo la zona roja de Ámsterdam me desvirgó.

Así es, mi primera vez fue con un chico escort masculino, a mis 18 años. Todo comenzó cuando me fui de viaje con mi hermana para celebrar mi cumpleaños, se podría decir que el viaje más excitante de mi vida.

Nosotras somos de una familia adinerada y veníamos de España y dominamos perfectamente el inglés, sabíamos que Ámsterdam era un lugar lleno de morbo, fiestas y diversión, así que decidimos escaparnos.

El mismísimo primer día dio inició a nuestra aventura más grande, después de visitar el museo del sexo y ver muchísimas esculturas de forma fálica, pasearnos por las vitrinas de la zona roja y ver todo tipo de trajes de cuero, látex inclusive disfraces e invitaciones que daban mucho a desear.

A mi hermana y a mi todos estos estímulos nos habían causado cierta euforia y emoción, decidimos entonces ir a divertirnos a un club.

Mi hermana es mayor que yo y decía que los tíos de Holanda eran especialmente altos y que le molaba el rollo que tenían, pasaríamos la semana ahí, pero no podíamos esperar a salir a la caza.

Regresamos al hotel y nos arreglamos, dos mujeres jóvenes, blancas, con vestidos pegados para fiesta, escotados, labiales, cabello bien arreglado y tacones.

Yo en específico me vestí descuidando mi ropa interior, era virgen así que esto bien podría ser una confesión, tomé ropa interior deportiva, mis mallas negras, me puse un vestido encima era ajustado de arriba, pero bastante bueno para bailar, algo suelto de la parte de las piernas, de una tela escocesa roja, mi pelo lo llevo a la altura de mi mandíbula así que lo adorné alaciándolo y salí.

La noche era increíble, mi hermana bailaba con un tío, mientras yo bebía, escuchaba la música y veía el espectáculo, hasta que por primera vez conocí a Alazar. Sentí que alguien me miraba y en cuanto giré mi cabeza era un chico/chica en ese momento no podía distinguir que bailaba y en cuanto nuestras miradas se cruzaron me incitaba a bailar con él…

De su cara recuerdo lo blanco que era, como es propio de alguien de Holanda aunque no era tan alto, era delgado y llevaba un rollo muy moderno, pero tenía una singularidad que no me dejaba distinguir si era un tío o una tía.

-Como sea ¿Qué puedo perder? Estamos de tranquileo…

Pensé para mí misma y comencé a bailar con él, no tardamos mucho en darnos cuenta que lo que empezamos a hacer era provocar entre él y yo al pibe que mi hermana estaba intentando ligar, eso a mi hermana le causó especial gracia y nos fuimos a sentar, con Alazar, mi hermana y el tío alto.

Tuvimos una conversación en inglés, algo torpe, pero resultó descubrimos que el nombre de "mi acompañante" ( o al menos así lo definió mi hermana) era Alazar.

Alazar… ese nombre me sigue provocando que me lata el corazón más rápido, y pensar que en ese entonces yo en el veía poco más que un atrevido, energético y atractivo chico/chica.

Me molaba no saber si era chico o una chica, y distinguir bien era imposible, cuando pudimos hacer que el tío holandés alto le preguntara, nos confesó ser hombre "effeminate" o "femboy", lo que vendría a ser afeminado o un chico que pensé sería gay hasta que él nos confiesa…

-Soy un escort, es por eso que soy así, me mola el sexo y hago de todo, es sólo mi trabajo…

-Eso es como lo que vimos en las vitrinas hoy, ¿trabajas ahí? Sin ánimo de ofender

Veía que el otro chico se reía un poco de mí.

-No, los chicos no podemos trabajar en las vitrinas, por cosas de leyes…

-Ya veo, y… ¿les pagan muy distinto a los tíos?

-Brianna! -interrumpía mi hermana.

-Tía! Déjame conocer, soy turista V.I.P

-Bueno, la verdad es que es muy distinto con cada cliente, por tiempo, fetiches, tipo de trabajo oral o algo más, vestido, ese tipo de cosas…

-Podríamos decir que es un "trabajo duro"? -Reíamos, quizá por el morbo o por el alcohol.

-Duro y rudo… -Decía mientras se giraba a ver mi rostro con una buena sonrisa, el chico me molaba y empezaba a caldear mi ánimo.

-Ooohhh, venga esperó que nos robes al cliente aquí -Desviaba la atención al alto holandés.

-No, no, parece que ya tiene una elección favorita -Decía mientras veíamos el tremendo morreo que mi hermana y el tenían, ciertamente era bastante cachondeo, los dos lo observamos por un momento en silencio.

-Necesito ir al baño -me dijo Alazar finalmente.

-¿Vas al de tías? ¿Podrías guiarme?

Lo veo pensativo así que decido insistirle.

-venga, seguro que puedes pasar eres idéntico a una mujer, sino sólo quédate afuera que tú eres el local aquí, dame un tour…

En ese momento me sentí ruborizada por lo que hacía, se me había olvidado toda vergüenza y sólo pensaba en que estaba cachonda y quería a Alazar conmigo en el baño.

-Venga -Me dijo llevándome de la mano a los baños de arriba \avisé a mi hermana con una leve señal, pero todo pasó muy rápido.

Una vez dentro del baño Alazar y yo nos veíamos al espejo.

-Alazar… Es un lindo nombre, tu cabello plateado me encanta…

-Oh gracias lo he cuidado muy bien para que quede así mi pelo.

Me acerqué a tocarlo, pasando mi mano por su mejilla y acomodando el pelo detrás de si oreja.

-Sí que sabes cuidar…

Él se dejaba tocar el cabello para atrás de su oreja dejando que su sonrisa apareciera.

Tenía que abrazarlo de la cadera y meterlo a un váter.

Así lo hice entre risas.

-Vaya, tiene un aroma delicioso sabes?

Le dije en un tono más íntimo.

-¿De verdad?

Me dijo acercándose a mi, pegándose y oliendo mi pelo muy cerca de mi cuello, ponía su boca lo bastante cerca para parecer que me iba a poder.

No podía aguantar más está tensión, quería a Alazar follándome…

Al sentir la respiración en mu cuello hacia que sienta placer en todo su cuerpo entonces decidí bajar su mano para levantarle una pierna y acariciarle para así permitir que su enorme bulto tocará contra mi mano delicada.

-Oh sí, de verdad.

Le dije mientras comenzaba a frotar su bulto lentamente.

Se sonrojaron sus mejillas, muy lindo

Tienes tus manos tan suaves.

Me decía mientras veía su pene por arriba del pantalón y lo ponía pegado haciendo contacto.

-Oh gracias, algo más que te guste de mi?

Cuando dije eso el decide mover un poco más su cadera frotando su pene contra del contra mis piernas abiertas hasta que al fin, se relame los labios lentamente…

-Veo que te gustan estas caricias

-Tu bulto también me gusta, sabes?

Le besé mientras me frotaba contra su pene.

Ese beso me hizo sentir especialmente caliente, no sólo me estaba frotando como una zorra, él era un escort y eso me hacía la zorra de un escort… algo muy sucio…

-Seguramente lo que tengo te gustará aún más.

Cuanto menciono eso decide responder su beso dejando que su lengua entrara adentro de la boca de el para comenzar jugar con la lengua lentamente.

Nuestras lenguas se juntan y está todo muy húmedo, esto me calienta, me ruboriza las mejillas y me hace mover más violentamente la cadera contra tu pene.

-hmmmf

Se me escapaba un gemido leve, la adrenalina de estar en un baño podía conmigo.

El movía su lengua más salvaje que antes permitiendo que su saliva se mezclara con la mía, al sentir esos movimientos me daba la señal de algo decidió así retirarse del beso para después ponerme en 4 contra la pared y empezar a subirme la falda.

-Oh! Me parece que deseas más que solo frotarnos eh.

Más húmeda no podía estar, aun así le dije que fuera con cuidado, no quería que me doliera.

Estaba a punto de descubrir que Alazar era un experto. Después de sentirle metiendo mano y masturbándome con pasión me rendí, puse mis manos en la pared y le mire a los ojos, arquee mu espalda como un gato, mostrándote el culo.

-Claro que quiero más de ti, enséñame.

-Entonces te daré más. -Me dijo.

Cuando dijo eso saco su enorme pene para apoyarlo entre mis nalgas frotándose entre ellas.

-Sientes eso duro y grande ¿verdad?… ¿Sabes que voy a hacer con esto?

Yo simplemente no sentía reparo alguno, estaba mojada y había perdido el control

-Está enorme Alazar y me encantaría tenerlo dentro… soy tu perrita hoy, penétrame, por favor se gentil. -Confieso decirle entre gimiendo y en voz baja.

-Así qué ¿solo por hoy serás mi perrita? entonces te daré todos los días para que lo seas siempre…

Cuando dijo eso tomaba su pene para comenzar a penetrarle por el ano, lubricando con su dedo mojado de mis fluidos y un condón que se puso pero nunca note cuándo, teniendo que moverse lentamente.

-Pero que haces? hhmf

Alazar me hacía para atrás empujados lento contra su pene, buscando que entre todo y toquen mis nalgas con sus testículos, sonrojado y gimiendo, mientras yo le miraba agresivamente.

-Querías que fuera delicado y un viaje inolvidable, no es así? Tranquila, confía en mí… seré tu dominante…

Me relamía los labios mientras lo sentía comenzar a moverse un poco más rápido dándome embestidas fuertes causando que se escucharán aplausos por causa de su pelvis chocando contra las nalgas de él a la vez de sus testículos chocando contra mis jóvenes glúteos.

No podía moverme y sentía mucho placer.

-aaahhh… sí… así domíname fuerte hasta ser tu zorra…

Él tenía una fuerte manera de embestir, y yo respiraba desesperadamente contra la pared levanta una mano y poniéndola en pose de "7" agarrando su nuca y con la otra mano me empezaba a masturbar la vagina, ya no aguantaba más…

Al estar más cerca me dio besos en el cuello mientras continuaba moviéndose más y más salvaje dándome embestidas bien profundas.

-Mmm… oh me voy a asegurarme que seas bien zorra hasta vestirte como una.

Estaba segura que estaba desquitando algo personal y me encantaba.

Movía mi cadera de manera que sus embestidas se sintieran y se vieran más sexy… Pero lo saqué por un momento, cogí mi mano y la puse en su pene, arriba de su mano, él pone la suya y agarrados de la mano lo masturbé al ritmo de sus embestidas anteriores.

-Me vas a vestir tu a mi?

-Sí, voy a vestirte hasta obligarte a llevarlo puesto cuando salgas a fuera.

El jadeaba aún más del placer al sentir el cambio de ritmo entre mis caderas y la humedad de nuestras manos entonces su mano se movía junto con la mía en su pene para masturbarlo más rápido.

-Vas a ser la mejor zorra de todas.

-Shh oooghmf eso me excita tanto Nun… aaaah… Nunca nadie me lo ha hecho así…Quiero ser tu zorra, tu puta, tu jodida puta perra…

Jadeaba y me mojaba, mi boca se llenaba de saliva, sus labios hinchados de excitación y su pene mojado de líquido preseminal.

Pero entonces paramos un momento, cuando escuchamos el ruido de la puerta abriéndose, el baño había estado muy sólo y ahora había gente entrando, escuchamos su charla mientras Alazar puso su mano en mi boca y discretamente yo tome su pene, lo puse en la entrada de mi vagina y deje que el controlara, gemía en silencio para que no escucharan.

Supongo yo que escucharme de esa manera hacia que se excitara mucho teniendo que tomarme de las piernas con sus manos y levantarme en una pose vergonzosa, teniendo que bajarme y subirlo penetrando más profundo aún.

Una vez que salió la gente del baño.

-Ahhhmmm… Entonces a partir de ahora serás mi fuckfriend más puta de todas, te abusaré tanto hasta que seas toda una femenina.

La pose hacía que sus testículos se movieran de arriba a abajo, los sentía al golpear y yo el más que humillada sentía mucho placer de tenerle cogiéndome.

-Ammh espero que me avientes tu esperma como a una buena zorra, estás tan fuerte y tienes un pene tan grande…

Él se seguía moviéndolo hasta que comencé a sentir como su pene palpitaba adentro de mi yo algo perversa, me dejaba caer con fuerza haciendo que lo moviera aún más.

-Ahhhmm… Te encanta verdad que sea fuerte y tenga este pedazo de carne enorme… mmm… Te pienso colorear la espalda como un depósito de semen de zorra que serás.

-Por favor, por favor Alazar, quiero ser tu lienzo de semen… aaaah.

Apretaba mucho mi vagina y deja caer todo mi peso sobre su pene, mi cara tenía una leve sonrisa de esperar su eyaculación.

Al sentir todo el peso del trasero en su pene hacia bajo, él lo sacó e hizo que moviera mi cadera hacia arriba para comenzar a eyacular por toda mi espalda largando ese semen caliente y espeso.

-Ahhhmm… Recibe bien mi semen… Mi zorra -Me decía lleno de sudor.

No sabía cuántas veces me había venido ya para ese momento y sólo al pensar en su aliento, el ruido que habíamos hecho y las manchas que tenía, me entró mucha adrenalina y sólo pude decir.

-E… ees demasiado.

Sentía mi corazón latir y mi vagina palpitar.

-Cómo a ti te encanta mucho semen para ti.

Cuando dijo eso decidió prestarme su gran abrigo para tapar las manchas sentí sus manos en mis hombros y yo las mías las tenía en la pared.

Sería como temblaban mis piernas y volteaba a ver a Alazar mientras el buscaba si había gente en el baño.

-mmmm… Alazar me puedes llevar con mi hermana? -Decía, sin fuerzas para moverme del intenso orgasmo.

-por supuesto, sí salimos de aquí hasta te daré mi número…

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