Raquel era tía de una novia que tuve, era una señora 15 años mayor que yo, fue la oveja negra de la familia, al decir de la que fue mi suegra en aquel entonces, le gustaba vestir sexy, con ropa ajustada, minifaldas y vestidos cortos, la conocí en un reunión familiar donde acudí invitado por Sara, mi novia, desde el momento en que nos presentaron nos caímos bien y congeniamos, era la tía preferida de mi novia, por su forma de ser, no era del agrado de mi suegra, Raquel disfrutaba la fiesta y el alcohol, le gustaba tomar y fumar a sus 37 años.
Ya llevaba dos divorcios y al decir de mi suegra, no podía tener hijos ya que en su juventud había tenido dos abortos, a Raquel eso no parecía importarle, cuando queríamos coger, mi novia y yo nos íbamos a casa de Raquel y ella nos dejaba solos para que hiciéramos cositas ricas, nos decía, durante nuestro noviazgo muchas veces nos dio oportunidad de coger en su casa.
Yo la veía y cada vez me llamaba más la atención, le empecé a poner atención a su cuerpo y tenía unas tetas medianas y un culo bien formado. Ella tenía varias parejas sexuales, señores ya grandes de buena posición que le costeaban su vida.
Cierta vez que estábamos en su casa, al terminar de coger con su sobrina, salí desnudo de la recámara, yo pensé que no estaba, ella estaba en su recámara con la puerta entreabierta, al pasar yo, me vio, me cerró un ojo y sonrió. Yo la verdad no tengo un miembro grande, lo mío es normal, sin embargo desde que estuve con una dama madura me acostumbré a traer esa parte depilada. A mí me dio vergüenza y casi corrí al baño, cuando salí me puse una toalla y corrí al cuarto.
Yo no le comenté nada a mi novia y la llevé a su casa. Después de eso, mi suegra sospechó que su hija y yo teníamos relaciones y nos restringió las salidas, solo la podía ver en su casa y en la universidad.
Cierto día, al llegar a casa de mi novia, nos encontramos a Raquel, estaba ahí porque necesitaba ayuda con unos muebles que quería cambiar de cuarto, a mi suegro no lo dejó ir la mama de mi novia, sin embargo le dijo que yo podía ayudarla, yo accedí de inmediato. Ella solo me dijo “te espero mañana después de que salgas de la uni”.
Al siguiente día llegué a su casa y ella estaba en ropa cómoda, muy cómoda por cierto, pantalón corto, camiseta sin brasier, empezamos a mover los muebles, en los movimientos nuestros cuerpos los rozábamos a propósito, ella solo volteaba y me veía con una sonrisa. Al terminar, sacó unas cervezas y empezamos a tomar, ella me veía sin hablar y me dice:
-te gusta la cama?
-Muy bonita y grande -le contesté.
-me la regaló uno de mis patrocinadores -me dijo. Me senté en la cama y ella se dejó caer y viendo fijamente a mis ojos, me dice- quieres estrenarla??
Volteo la veo y le contesto:
-pero no está Karina, mi novia.
-pero estoy yo -me dice.
Sin pensarlo, me acosté a su lado y empecé a besarla, mientras la besaba le agarraba sus nalgas y ella solo gemía, con voz entrecortada me dice “quiero verte la verga”, “sacarla” le dije, ella se lanzó y desabrochó mi pantalón. Al sacarla, la veía y la tocaba de una manera especial, me dice “jamás había visto una así”.
La punta de mi verga ya brillaba con las gotas que le salían, mientras me la chupaba, le bajé su short y metí uno de mis dedos en su ya húmeda panocha, se subió a mí y mientras ella chupaba mi verga yo le mamaba su clítoris, enorme por cierto, y dedeaba su panocha, ella solo gemía y meneaba su cadera. De repente pega un pequeño grito y se viene mojando mi cara con un chorro que salió de ella, se voltea y sin decir nada, se sienta sobre mi verga y empieza a clavarse en mí, eso provocó en ella otro orgasmo que esta vez hizo que ella gritara más fuerte.
Al sentir como escurría en mis piernas ese líquido que a ella le salía de su panocha, empecé a venirme de una manera que jamás me había pasado con mi novia. Al terminar de venirme se baja y empieza a chuparme la verga hasta dejarla seca, se recuesta a mi lado y me dice “jamás me había tocado ver una verga sin pelos, desde que te vi en el pasillo, me propuse cogerte y sentir tu verga en mí”.
Seguimos platicando y de repente ella se baja y empieza a mamarla de nuevo, mi verga reacciona y se pone dura de nuevo, yo la volteo y la pongo en 4 así admirando su culo, la empiezo a clavar de nuevo, ella movía sus caderas de manera deliciosa, así estuvimos por un rato, de repente me quita, y me pide que me acueste, ella se sube a mi verga dándome la espalda y empieza un movimiento frenético, que hace que ella se venga y suelte un chorro que moja toda la cama y mis huevos, sigue moviéndose gritando y gimiendo, cuando me pide que me venga al sentir que yo me venía, se la saca y empieza a chuparla, cuando me vine, ella la chupaba y tragaba toda mi leche, pidiendo más y más.
No sé si sería la excitación o el momento, pero mi verga no se bajó, ella solo volteó y sin decir nada se sienta de nuevo en mi verga y siguió moviéndose sobre mí, cuando no pudo más, la acosté, le abrí las piernas y seguí cogiéndola, ella solo gemía y pedía más.
Así estuvimos por un rato cuando de repente le dije que me venía, me aprieta con sus piernas y al sentir mi chorro de leche, ella termina en un maravilloso squirt, que nos bañó a los dos.
Nos quedamos recostados sobre la cama toda mojada y ella solo voltea me besa y me dice “creo que ahora te compartiré con mi sobrina”.
Nos levantamos, nos bañamos y me quedé a dormir en su casa, lo que paso al día siguiente se los contaré otro día.