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Humillación total (Capítulo 2)
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Recuerdo ese beso muy bien fue tibio, agrio muy húmedo y espeso…

La cantidad de leche que había largado él, se rebalsaba de nuestras bocas.

Creo que nunca nos habíamos besado tan apasionadamente con mi mujer…

Mientras él me apuntaba con el revólver diciéndome:

“límpiala toda hijo de puta” y “límpiala hasta la última gota o te mato putito”

Y obviamente yo obedecí, le pasé mi lengua por las mejillas a mi mujer para limpiar la leche que le había quedado, luego también su cuello y sus tetas. Creo que nunca había visto tanta leche junta. Solo en algún que otro video porno. Moverme para poder limpiar la leche en mi señora me generaba mucho dolor por el plug anal que me había puesto.

No sé si por qué ya se había secado o no sé por qué ya me dolía mucho. Pero preferí no decir nada. Él jaló del cinturón que utilizo como correa con mi mujer, le apuntó con su revólver y dijo “ahora me van a decir AMO Carlos. Y van a gemir, y me van a agradecer la leche y me van a pedir más”.

Y sacó su celular para filmarnos, el primer y el segundo intento no le gusto, no le decíamos muy entusiasmados según él y me pateó dos veces mi pequeño miembro. Ya en el tercer intento parecíamos dos putas felices pidiendo más leche.

Él dijo “ahora pídanme por favor que le llene la cola de leche a las dos y díganme que son mis putitas”.

Y eso hicimos y la situación comenzó a hacer que mi miembro vaya despertando. Y él comenzó de nuevo a decirle a mi señora:

-Mira ves? El putito de tu esposo ya se está excitando de nuevo -y se rio de manera sarcástica.

Ella dijo “por favor amo Carlos ya basta”

Y yo dije “Si, por favor amo, ya basta”.

Nos bofeteó a los dos y nos escupió el rostro a ambos.

Él dijo “Vuélvanse a besar putas con mi saliva”.

Y eso hicimos.

Luego agarró a mi señora del pelo, la jaló, fuerte y la comenzó a ahorcar le susurraba cosas.

Y mi señora dijo “el amo Carlos pide que te pongas en cuatro sobre la cama. Obedécelo, en serio, hazlo, no puedo respirar”.

Y eso hice, al hacerlo automáticamente mi señora se puso tras de mí, me escupió la cola, y sacó el plug escupió y comenzó a meterlo y sacarlo. Al estar en cuatro no podía ver qué hacía ella atrás mío exactamente ni que hacía él atrás de ella y en entrar y salir del plug, el dolor, el miedo, la situación. Nuevamente comenzó a endurecerse mi miembro. De repente mi mujer gimió muy fuerte. Y ahí entendí que nuestro amo Carlos la estaba cogiendo.

Ya les conté como era su verga, pero la verdad jamás había visto algo igual. Era larga y ancha. Con un glande muy grande y ya nos había demostrado que podía largar leche a montones. Era muy recta y la verdad la dureza que tenía era notoria. Era venosa, era como de un semental. Y él era bien macho, su actitud era tan perversa, tan amenazante que esa combinación lo hacía más viril. Jamás había oído a mi mujer gemir tanto, mientras intentaba hacerme sexo oral anal, por momentos apenas podía mover su lengua.

Él no paraba de cogerla y ella no paraba de gemir

De pronto él empezó a cogerla tan tan tan fuerte que la cara de mi mujer solo se estrellaba con mi cola, la estaba destrozando, no sabía si por su vagina o por su cola, lo empecé a dudar cuando comenzó a llorar, no paraba de hacerlo, mi cola ya estaba moja del llanto de su rostro al estrellase conmigo.

Ella dijo “ya basta por favor”.

Él dijo… “como dijiste?”

Y mi mujer se corrigió “ya basta por favor amo Carlos”.

Y en automático cesó, sentía la cara de mi mujer en mi cola, estaba mojadisimo de la cantidad de llanto que inevitablemente me había empapado. Él la empujó de manera violenta a un costado haciendo que se caiga de la cama al piso. Jalo de mis pies y me llevo hacia él.

Primero pasó su cabeza por mi agujeraron, me escupió y lo volvió a hacer… Comenzó a nalguearme, fuerte, bastante fuerte cada vez más fuerte.

Me volvió a escupir y empezó a masturbar su enorme verga con mis nalgas, conmigo en cuatro y con toda la cola húmeda por el llanto de mi mujer y por los escupitajos de nuestro amo Carlos, como él pidió que lo llamemos. De repente dijo:

-Ahora vas a empezar a pedírmela y quiero que seas bien putita. Si no me llega a gustar lo que me decís o como me lo decís te vas arrepentir, te lo aseguro. -Y rio como tramando algo, también dijo- ey puta -llamando a mi mujer- ponle la correa.

Mi mujer seguía tirada en el suelo destruida por la cogida de él. Se acercó como pudo a mi, jamás vi su cara así, estaba literal toda violada. En fin… me puso la correa y me dijo “sé fuerte”. Su consejo me dio más miedo.

Él dijo. “Que te pedí que hagas putito”

Y yo empecé a decir:

“Amo Carlos amo su verga. Se siente tan rico como me la refriega por la cola. Espero que haya disfrutado de mi mujer”.

Él me empezó a pegar más fuerte y le ordenó a mi mujer que lo filmara.

Mi cola debía estar con la marca de su mano, o muy colorada. Ya me dolía tanto que le dije:

-por favor amo Carlos, ya no me pegue-

-entonces que quieres, pídelo.

-cójame amo, por favor.

-la quieres verdad putito?

-si por favor, desvírgueme.

-esto te va a doler…

El me escupió, mi mujer no dejaba de filmar. Y comenzó a penetrarme. Al principio fue muy doloroso, lo comenzó a meter muy lento. Me dolió mucho sentir la cabeza de su verga en mi cola. Y luego de un sopetón la metió toda. Yo exclamé: “Ay me duele”.

Y él dijo “eso no fue nada, prepárate para lo que se viene”.

Mire hacia el costado y ahí estaba mi mujer filmando.

Él dijo “la putita busca la cámara. Toda una estrella”. Y empezó a cogerme muy duro, era enorme, sentía como me taladraba la cola. Luego comenzó a meterla y sacarla y le pidió a mi mujer que filme mi cola. Estaba completamente abierta, llena de precum, saliva y llanto

Él dijo “no sé si me calientas tanto putito o la putita de tu mujer hizo un buen trabajo. Pide lo que será tuyo”.

Y yo comencé a decir “deme su leche amo Carlos. Lléneme de leche la cola. Quiero sentirla. Cójame más duro. No pare, por favor”.

Él me tomó con ambas manos de mis nalgas y empezó a cogerme violentamente. No tardé en sentir como me llenaba de leche mi cola. Se sentía muy caliente y mucha cantidad. Pero él no paraba seguía taladrándome. La sacó de golpe, tan de golpe que me dolió mucho. Jaló a mi mujer del cabello le quitó el celular y la obligó a lamerme la cola.

Con el revólver en la mano, su mochila al hombro y el celular filmando comenzó a dar pasos hacia atrás hasta acercarse a la puerta e irse.

Quedé tirado en la cama, completamente violado, con la cola completamente abierta, todo alrededor de mi boca con sequedad por los besos de mi señora en su primera acabada y con mi mujer que por miedo no dejaba de lamer la leche de él, de mi cola, a pesar de que él ya se había ido.

No fue por 1 mes que no supimos nada de él hasta que…

Hola bellos, si les gustó mi relato háganmelo saber enviándome un correo a:

[email protected] me interesa conocerlos. Es muy importante para mi platicar con mis lectores.

Saludos a todos.

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