Después de ese tremendo día mi novio cayó en depresión por un par de días, pues a pesar de que no era su primera derrota, pero sí la más dolorosa por haber tenido la gran oportunidad de pasar a otro nivel, también porque sintió que realmente el triunfo lo tuvo y en un ataque final de su rival lo derribó de tal manera que fue presa fácil y recibió un castigo despiadado en el colchón de lucha por parte de su amigo y rival esa mañana, que definitivamente tuvo que aplicarse de esa manera tan intensa porque sabía que por puntaje estaba perdido por eso en realidad cuando lo tuvo a mi novio a su merced en el colchón, simplemente le aplicó una llave tan dolorosa que hizo que mi novio se rindiera.
Pasaron los días y la amistad de nosotros cuatro, de las dos parejas de novios que éramos, continuó siendo muy alegre y de mucha comunicación entre los cuatro. Sin embargo aquella confesión de mi amiga respecto al "tamaño del pene" de su novio me daba muchas vueltas en la cabeza y en verdad me excitaba mucho imaginar cómo le hacía el amor a mi amiga haciéndola gozar tanto y escuchar sus gritos cuando lo hacíamos cada pareja en su habitación, pero solo separadas por un muro, me excitaba mucho.
Pero el gran día se dio una noche en que mis papás salieron fuera de la cuidad y me dejaron sola en casa por tener todavía clases y que hacía imposible acompañarlos. Mi mamá sabía que yo mantenía una vida sexual activa con mi novio y al despedirse de mí sin que se diera cuenta mi papá me dijo:
-Hijita, sé que no vas a perder la oportunidad de que tu novio se pase la noche contigo y que la libertad que te da el dispositivo hace que ese muchacho te coja a cada rato, pero que el amor no se les acabe, prueba muchas posiciones para que no se aburran o no lo hagan tanto, en fin cuídate mucho amor.
Ambas sonreímos y le prometí hacerle caso, aunque no imaginaba lo que iba a suceder precisamente esa noche…
Nos reunimos como tantas veces los cuatro, platicamos, bailamos y terminamos los cuatro sentados en el platicando de todo, pero llegó el momento en que casi sin pensarlo nosotras estábamos sentadas en las piernas de nuestros novios besándonos apasionadamente y tanto mi amiga como yo llevábamos esa noche, pensando en lo que podría pasar, el vestido más cortito de todo nuestro guardarropa y dejando que nuestras piernas desnudas y ya desalojadas de nuestras sandalias éramos presa fácil de sus caricias.
Entonces me levanté y tomé de la mano a mi novio y le dije a mi amiga que en ese momento interrumpió sus apasionadas caricias que su novio le daba y me preguntó:
-¡Qué onda amiga! no me digas que se van a tu cuarto a hacer el amor y que nos dejan aquí en el sillón que me daría miedo "manchar" por los fluidos del amor que se nos ¡¡llegaran a escapar!!…
Y entonces mirando a mi novio le dije:
-Amiga mi cama es muy chica y ¡no cabemos los cuatro!…
A lo que después de unos segundos mi amiga respondió:
-Pero en la cama de tus papis ¡si cabemos!
Y al escuchar esa propuesta mi novio y yo regresamos al sillón y nos sentamos junto a ellos y entonces quise confirmar para que todos opináramos que había querido decir con estar los cuatro ¡en la cama!
Y pues sí después de muchas escapadas y aventuras con mucho sexo, pero siempre en habitaciones vecinas, cada quien con su pareja, que experimentar algo nuevo, siendo tan buenos amigos los cuatro, que esa posibilidad de estar juntos para hacer el amor era ¡excitante!
Pero entonces vino la propuesta más atrevida de mi vida y mi amiga la hizo:
-Los cuatro nos amamos y hoy nos podemos dar un gusto y probar algo muy íntimo los cuatro.
Entonces yo muy nerviosa le pregunté:
-A que te refieres amiga, porque yo estoy de acuerdo en que los cuatro nos queremos mucho.
Entonces mi amiga lo soltó:
-¿Han oído de las practicas swinger que se dan entre parejas que se tienen mucha confianza?
Era una realidad que quizá en mis fantasías yo había deseado y que ahora mi amiga lo proponía y al voltear a ver a nuestros respectivos novios buscando su opinión, entonces se dio la magia, después de unos segundos, como asimilando la situación el novio de mi amiga dijo muy convencido:
-Por mi gustoso creo se puede dar entre nosotros será una bella experiencia.
Y entonces mi novio, quizá no muy convencido, pero quizá movido por el reto de su antiguo rival deportivo, simplemente moviendo su rostro dio su aceptación.
Yo tratando de disimular mi emoción y nervios solo dije:
-¡Va! ¡todos a la cama!
Entonces subimos todos a la habitación, cambiamos las sabanas de mis papás por otras no tan importantes para retirarlas para evitar que nuestros fluidos nos pudieran revelar ante mis papas y entonces todo comenzó… nuestros respectivos novios se abalanzaron sobre nosotras y entre caricias y besos nos desnudamos y entonces nosotras tomamos la iniciativa y nos saboreamos cada una el pene de nuestras hasta entonces, nuestras parejas, pero comenzó lo inevitable…
Al ver por primera vez totalmente desnudo al novio de mi amiga tuve ya ante mi ese pene que en verdad era ¡hermoso! y descomunalmente ¡enorme! Largo, pero sobre todo muy ancho de tal manera que mi amiga jadeaba, se ahogaba al tragarlo apenas a la mitad y él lo movía tan rico dentro de la boca de mi amiga que yo hacía esfuerzos por dejar de mirar, lo hacía de reojo sin distraer mi mirada de la de mi novio, pero a partir de ahí aunque me entregaba a mi novio realmente me emocionaba por el novio de mi amiga.
Entonces después de que también sincronizadamente y sin pensarlo ellos se deleitaron con nuestras vaginas haciendo que ambas soltáramos gemidos y gritos excitantes pero llego un momento en que mi pie rozó el pene de mi amigo y sentir ese miembro tan rígido como un tubo me estremeció y fue justo cuando mi novio dejo de saborear mi clítoris para penetrarme de una manera tan tierna que aunque lo sentía rico me encendió el ver la manera en que mi amiga reflejaba el dolor que sentía al ser penetrada por ese descomunal miembro y como el ahogaba los gritos de mi amiga con sus besos.
Yo tenía también a mi novio encima de mi totalmente penetrada por el pero aunque disfrutaba me confundía mucho al querer mirar a la pareja que tenía junto y que al estar tan cerca nuestros cuerpos, nuestros pies, nuestras piernas, en momentos nuestras caderas quedaban juntas y sentir esas pieles de mi amiga y de su novio me excitaban muchísimo.
Y entonces cuando mi novio sintió que estaba en riesgo de terminar, se salió de mí y volteó a ver a mi amiga y sin decir palabra alguna vino el inevitable intercambio…
Mi novio tomó a mi amiga y sin mayor preámbulo comenzó a penetrarla teniéndola de espaldas y yo simplemente estaba muy nerviosa pues el novio de mi amiga se colocó encima de mi cara a cara, abrió mis piernas se colocó en medio y a pesar de ya estar totalmente húmeda mi vagina por haber sido ocupada por el pene de mi novio, él tomó mi rostro entre sus manos, colocó su pecho velludo sobre mis pechos y entonces poco a poco, pero doliéndome muchísimo comencé a sentir como ese miembro tan enorme y tan deseado por mí me iba llenando totalmente como jamás había sentido jamás, su roce era muy intenso presionaba toda mi vagina tan excitante y seguía sintiendo como avanzaba dentro de mí, abriéndome por dentro como nunca había sentido.
De manera instintiva sentí la necesidad de abrir más mis piernas buscando que mi cavidad vaginal se abriera más y permitir que todo ese descomunal pene entrara hasta el fondo. Me sentí llenísima y su dureza era riquísima me ¡llenaba toda!
Finalmente solté un grito como nunca había dado al sentir que tocaba el fondo de mi vagina y entonces el hábilmente se detuvo en su intensa penetración y como si fueran los dedos de sus manos movía la punta de su pene en forma tal que solo presionaba sutilmente no sé la entrada de mi útero o un punto tan excitante que sentía que mis gritos se ahogaban en suspiros jadeantes, mi respiración era entrecortada, sentía como mi me obligaba a dar como mil suspiros a la vez y luego sentir mi vagina completamente llena, presionada sintiendo hasta muy pesado ese pene dentro de mi, pero explosivamente ¡¡¡riquísimo!!!
Lo triste fue que yo realmente mientras sentía todo esto me desconecté totalmente del mundo y mi amiga después me contó que mi novio termino dentro de ella pero muy pronto y entonces ambos contemplaron lo que sentía pues mi rostro al principio reflejaba todo el dolor de esa penetración tan intensa para luego entre gritos, ahogados por la falta de respiración y que al sentir como "quemaba muy profundo desde el fondo de mi vagina" todo el "torrente" de semen con el que lleno mi vagina haciéndome sentir que chorreaba descomunalmente semen como nunca había sentido.
Quedé exhausta, acabada y enormemente satisfecha recibiendo finalmente sus besos tan profundos e intensos que aun tan acabada como estaba me seguía excitando.
Solo basta decir que cada pareja volvió a unirse con su respectivo novio y desnudos y extenuados ambas parejas amanecimos en la misma cama.
Finalmente mi novio no soportó la experiencia y comprendió que su amigo lo volvía a derrotar al ver cómo me devoró en la cama y que sabiendo que había mucho amor entre los dos nunca pudo superar en su pensamiento, que su amigo era muy superior a él…
Para mi el sexo solo lo había tenido por amor, pero a partir de esa noche, me convencí que un sexo intenso se puede experimentar solo por el deseo carnal y saciar un antojo sexual también da muchas satisfacciones, pero que al final sin amor queda un vacío…
Terminamos nuestro noviazgo y mi amiga me confesó que había descubierto que le excitó mucho ver como su novio me daba tanto placer y que saber que me dolía como a ella y que después eran tantos orgasmos como los que ella sentía con él que no sentía celos de mí sino una nueva satisfacción sexual al compartirme con ella a su novio.
Volvimos a repetir la experiencia en un fascinante trío.