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Disfrutando con mi esposa (Parte 3)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Después de pasar un hermoso fin de semana en Luján con Oscar nos propusimos tener más diversión y sin buscarla me encontré con una ex compañera de la secundaria que vive en Pinamar. Sandra, es profesora de gimnasia y trabaja como personal trainer fuera de temporada, también da clases y viaja permanentemente por la zona atlántica.

Sandra estaba con una ex alumna llamada Paola tomando algo en el patio de comidas de un shopping de zona norte, cuando la vi sentada en la mesa la reconocí enseguida porque estaba igual que hace 20 años cuando nos vimos la última vez.

Después de los saludos y las presentaciones de rutina quedamos en ir a tomar algo solas el viernes por la noche.

Sandra estaba parando en la casa de una tía en capital y me quedaba cómodo pasar a buscarla, así quedamos y fuimos a un bar el viernes por la noche.

Durante la charla me contó que estaba en pareja con un americano que se llama Paul y que tenía ganas de poner un negocio en Pinamar, con Paola habían venido hasta Buenos Aires para hacer compras y pasear un poco.

Hablamos de nuestras vidas y le comenté lo que habíamos hecho con Oscar, Ana y Carlos algunas semanas atrás en una quinta de Lujan y me pidió que le contara con lujo de detalles todo lo sucedido. Para mi asombro me dijo:

—Paola es la persona que comparto con Paul y tenemos sexo los tres casi todas las semanas, a veces pasamos noches increíbles entre los tres ¿te gustaría participar sola o con Oscar?

Me quedé muda por un instante y le contesté:

—Déjame hablarlo con Oscar.

Luego de unas copas llevé a Sandra hasta la casa de su tía prometiéndole una respuesta a su propuesta lo más rápido posible. Antes de bajar del auto nos despedimos con un beso y un abrazo que se convirtió en un fuerte y caliente beso de lengua que me perturbo muchísimo.

Apenas llegué a casa le comenté lo sucedido a Oscar y nos matamos sexualmente en nuestra cama.

Al día siguiente Oscar me dijo que podíamos participar, pero si quería podía participar ella sola ya que tenía que viajar por trabajo, pero la próxima seria para exclusivamente para él.

Hecho el acuerdo, Oscar la acompañó hasta la terminal de micros deseándole una sabrosa estadía y repitiéndole que la próxima será para mi.

En Pinamar, Paola llevó a Vanesa desde la terminal de micros hasta la casa de Sandra. Durante el viaje, Paola me decía cosas muy lindas acerca de mi figura y me contaba lo buen amante que era Paul.

Ya en la casa me recibieron como a una diosa, yo no conocía a Paul, pero al verlo me encantó. Paul es alto y musculoso (tiene aspecto de luchador) y además tiene 10 años menos que yo, Paola es de mediana estatura cuerpo muy trabajado y excelentes tetas la cual la transforman en una chica muy sexy y tiene 26 años. Sandra es delgada pero tiene una cola muy buena a pesar de sus 45 años.

Almorzamos los cuatro y luego Paul se tomó una siesta, nosotras caminamos un poco, tomamos café y luego descansamos en el living imaginándonos lo que pasaría la noche si se daba todo bien. Cenamos bien temprano y nos preparamos para la noche, nos vestimos con vestidos cortos y Paola se colocó una remera súper escotada que le quedaba súper sexy. Tomamos algo en un bar en el centro y luego volvimos a la casa con unas botellas de champagne.

Dentro del living Paul puso música lenta, Paola lo abrazó y comenzaron a bailar, Sandra y yo los imitamos, Paola bajo un poco la luz y siguió bailando abrazada con Paul, el cual le dio un beso de lengua muy fuerte que relajó bastante a Paola. Sandra me soltó y abrazó a Paul, Paola me abrazó y seguimos bailando hasta que me besó muy dulcemente y nos sentamos en el sillón mientras que Sandra bailaba con Paul.

En el sillón Paola me besaba y acariciaba mis piernas, yo me sentía seducida y caliente, de repente Paola me levantó el vestido y me abrió las piernas, Paul y Sandra se me acercaron y comenzaron a besarme y a tocarme mientras que Paola se quitaba la ropa.

Entre Sandra y Paul me acostaron en el sillín boca arriba, me quitaron la bombacha y Sandra comenzó a chuparme la vagina primero suavemente y luego cada vez más fuerte. Paola ya desnuda puso su vagina mojada en mi boca y con movimientos suaves de mi lengua la hice calentar hasta que acabó.

Paul comenzó a desnudarse y Sandra empezó a chuparle el pene hasta ponérselo bien erecto (era más grande que mi consolador personal). Paola se acostó sobre mí y comenzó a pasarme la lengua sobre mi boca bebiendo y compartiendo los fluidos de su acabada, esto me gustó muchísimo y aproveché a chuparle esas hermosas tetas que tenía, luego Paul introdujo su pene en la vagina de Paola haciéndola vibrar de placer, Sandra me tomó de la mano y me llevó hasta el dormitorio, Comenzamos a besarnos y sentimos el grito de placer de Paola lo cual nos calentó aún más a punto de casi acabar entre las dos sin que nos hubieran penetrado.

Al rato sentimos otra acacaba mas de Paola, una y otra vez. Luego Paul llego hasta el dormitorio con Paola totalmente mojada, la sentó en la cama y le dijo: “Chúpale la concha a Vanesa hasta que acabe que luego la penetro”. Mientras Paola me chupaba, Paul hacía un tremendo 69 con Sandra la que al cabo de algunos minutos acabó a los gritos mojándose toda sobre la cara de Paul. En ese instante me calenté aún más hasta que acabé sobre la boca de Paola.

Sin perder un minuto Paul me penetró por mi vagina a lo perrito, abrazando a Sandra mientras ella me besaba compartiendo mis besos también con Paola. Paul empezó a penetrarme despacio ya que su miembro era gigante para mí, luego mi vagina estaba súper dilatada y lubricada haciéndome acabar al menos tres veces, la última fue tremenda, creo que escucharon mis gritos hasta los vecinos.

Ya exhausto Paul comenzó a penetrar a Sandra mientras que Paola le chupaba los huevos y le introducía a Sandra un vibrador anal haciéndola acabar varias veces hasta que Paul quitó su pene de la vagina de Sandra y derramó su semen entre las tetas de Paola.

Mientras Paul descansaba, lamí las tetas de Paola, y compartí el semen con Sandra. Al rato, Paul con su miembro erecto comenzó a penetrar a Sandra por el ano, luego Paola se colocó un arnés con un consolador gigante y penetró a Sandra por la vagina haciéndola acabar varias veces, luego le tocó el turno a Paola y por ultimo a mi dejándome la vagina y el ano doloridos por largo rato sin antes haber acabado al menos 3 veces. Paul acabó por segunda vez sobre la cara de Sandra que a su vez era penetrada analmente por Paola con su consolador gigante haciéndola gritar de placer.

Terminamos los cuatro tendidos en la cama, Sandra me agradeció y me propuso devolverle el favor a Oscar, por supuesto en compañía Paola y yo.

Continuará.

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