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Un trío por dos mil dólares
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Mariana, una mujer de mi edad, rondábamos los 35 años en ese entonces, ella era bisexual, teníamos una muy excelente relación de amistad.

Una ocasión mientras charlábamos por el celular, ella me hizo el comentario que tenía un amigo argentino de nombre Leonel, Leonel estaba en México y más que nada vino porque quería hacer un trio con dos mexicanas, ella me pregunto que, si conocía a alguien, que el hombre ofrecía 1000 dólares.

Le dije que les comentaría a algunas chicas, pero la verdad cuando medite las cosas, la idea de ser yo me rondo demasiado, 1000 dólares en ese momento equivalían a 20,000 pesos mexicanos, así que ya sin dar más vuelta le escribí a Mariana y le dije que ya había encontrado a la chica, que donde tendría que llegar, Mariana me paso la dirección de un restaurante en Chapultepec, la hora y la mesa asignada, sin decir más, le dije como iba a ir vestida la mujer y que estaría ahí en una hora.

Me puse mi minifalda negra, mi blusa rosa y tacones del mismo color, pedí un Uber y salí al lugar acordado.

Llegue 5 minutos después, Mariana ya estaba en el lugar y al verme casi se va para atrás.

M: ¿Cindy? ¿Tú eres la chica?

C: ¡Claro, será una experiencia nueva, jajá!

M: ¡Guau! ¡No sabía que te agradaran las mujeres!

C: Pues no me gustan, ¡pero 1000 dólares son 1000 dólares!

Mariana me miraba sonriente, no daba crédito y no creía que yo estuviera ahí, en el pasado ella me aventó la onda, yo la rechacé y en ese instante estábamos a momentos de ir juntas a un hotel.

Mariana me contaba lo agradable que era su amigo, que era divorciado y que venía a México solo a tener sexo ya que adoraba a las mexicanas, según él somos muy sucias y tal vez tenga razón.

Justo en ese momento apareció él, era de piel canela, ojos grandes y claros, un cuerpo atlético y una sonrisa encantadora, la verdad me gustó mucho.

L: Hola Mariana, ¡no me digas que esta hermosura es la chica que se animará a estar con nosotros!

M: Hola Leo, ¡te presento a Cindy!

C: ¡Hola, un gusto!

L: Espero que Mariana te haya dicho de lo que se trata esto.

C: Claro, por eso estoy aquí.

M: Pedí un vino, tomemos y vayamos al lugar.

Leonel era muy agradable, me encantó, de no ser que prácticamente me estaba prostituyendo sería una excelente cena.

Nos fuimos en su auto deportivo, se notaba que el hombre era adinerado, tal vez un empresario, no lo sé, solo sé que nos dirigimos a un hotel de lujo, no al típico motel u hotel de paso, Mariana reservó una habitación en un hotel de empresarios.

Antes de entrar a la habitación, el hombre sacó 2000 dólares y me dio 1000 a mí y 1000 a Mariana, vaya el dinero más rápido en mi vida, una sonrisa iluminó mi cara mientras guardaba el dinero en mi bolsa como toda una escort.

Él puso música de Jazz, nos dio una copa y nos pidió nos pusiéramos cómodas en lo que él se preparaba en el baño.

Con el dinero en mi bolsa tuve la oportunidad de salir corriendo, pero estaba excitada, además él me había gustado y Mariana no me desagradaba, era morena, de tetas grandes y buen trasero, además su vestido azul arriba del muslo la hacía ver muy interesante.

M: ¡Espero estés lista!

C: ¡No tienes idea!

Sin pensarlo dos veces comencé a besar a Mariana, la calentura me invadía, mis labios y los suyos se apretaban de forma suculenta, mis manos acariciaban sus piernas, lentamente sus manos me quitaron el saco que traía puesto, le comencé a bajar el cierre de su vestido, Mariana me despojo de la blusa y empezó a besarme el pecho a lamer mis tetas.

En lo que Leonel salía, nos fuimos a la cama, Mariana me acostó y me quitó la falda, su lengua lamía mis piernas, yo le quité su vestido, la morena no traía brasear, bajó y me puso sus tetas en la cara, yo besaba sus pezones oscuros y duros, ella me acariciaba la vagina con sus manos por encima de mi tanga.

En eso Leonel, desnudo salió del baño, traía una verga de unos 20 cm, gruesa, bonita, al vernos en la cama, inmediatamente se endureció más de lo que ya venía, miro atento como Mariana me chupaba las tetas.

Comenzó a acariciar las nalgas de Mariana. Subió a la cama y su boca fue directo a la mía, me besaba muy rico, mis tetas continuaban siendo comidas por Marian y mi lengua por Leonel.

Mariana me levantó y acostamos a Leonel, nos besamos frente a él, algo que aplaudió y festejó mientras sus manos apretaban nuestros tarseros.

L: ¡Chúpenme la pija!

M: ¡Esta buena, uhm!

C: ¡Que dura se ve!

Bajé primero y metí su cabecita en mi boca, a tiempo de recibir caricias de Mariana en mi vagina, la cual ya estaba súper húmeda.

Luego Marian bajó a mi lado y miró como me tragaba toda la pija de Leonel, él agarro su cabeza y la llevó a su dura verga la cual compartimos, una tragada ella y otra yo, él no cabía del placer, se sentía en la gloria, sus quejidos y exclamaciones a causa de nuestro oral.

Mariana se acostó y Leonel bajó a lamer su concha, miraba atenta como su larga y gruesa lengua jugueteaba el clítoris de mi amiga, en eso, Mariana me tomó de las nalgas y casi cargándome llevó mi concha a su boca, uf, el oral que me daba me tenía en la gloria, bajaba mi cuerpo hasta acomodarme para un 69, me besaba con Leonel y le chupaba su vagina a Mariana.

L: ¡Sos una caliente Cindy, que rica!

M: ¡Ah, chúpame más, uhm!

C: ¿Ya la vas a meter?

Leonel levantó las piernas de Mariana e introdujo lentamente su dura verga, mi amiga gemía al sentir el arma del argentino, yo que continuaba en la pose de 69 lamía la concha y el mástil del guapo sudamericano.

Él se movía fantástico, mi amiga gozaba su verga, yo lo besaba y él me mordía las tetas, me pidió me pusiera en cuatro mirando a mi amiga, yo lo obedecí, y con sus dedos empezó a meter y sacarlos de mi vagina, tenía una muy buena habilidad, mientras que Mariana y yo estimulábamos nuestras tetas chocándolas fuertemente.

Me encantaba morder el pezón perforado de Mariana, la estimulación en mi lengua me hacía mojarme más, Leonel continuaba dándole a Mariana y metiéndome los dedos a mí.

Después sin avisar, se al saco a mi amiga y me la metió de golpe. Eso me encantó, él me tomaba del cabello y me penetraba rápido, Mariana me lamía las tetas y me metía sus dedos en mi vagina, mientras Leonel palpaba a mi amiga.

C: ¡Ah, que duro, uhm!

M: ¡Ah, uhm, si!

L: ¡Que rica concha tenés!

M: ¡Dale fuerte papi!

C: ¡Agh, uhm!!

Leonel se acostó en la cama, ambas nos acomodamos en su pelvis y como un tren, nos movíamos, eso hacía que Leo, pudiera penetrarnos a las dos, una metida a Mariana y otra a mí, Mariana me apretaba las tetas y me besaba la espalda, luego Leo me detuvo apretando mi cadera y me la empujaba toda, Marian me tomaba de los hombros y me empujaba a Leonel, estaba gozando maravillosamente.

L: ¡Ah, que rica concha, uhm!

C: ¡Ah, más, así, uhm!

M: ¡Ah, que rico, que rico!

El trio estaba saliendo de lo mejor, pude haber cogido con ellos gratis.

Mariana estaba en cuatro, yo estaba en la cama recibiendo su lengua y dedos, Leonel la montaba como buen vaquero, la embestía fuerte y sus empujones hacían efecto domino y la lengua de Mariana entraba de forma riquísima.

Leonel era un gran semental, tenía fuerza para los dos, ni siquiera me importó estar cogiendo sin condón, solo quería seguir disfrutando el momento.

Leonel me la metía riquísimo mientras estaba encima de Mariana, nos la metía a las dos, de alguna forma nos acomodó para que sintiéramos su dureza.

L: ¡Ah que rico, uhm!

M: ¡Ah, más, danos más!

C: Uhm, ah, ¡esto es la gloria!!

Cogimos de muchas poses y maneras, hasta llegar a una rica tijera entre Mariana y yo, mientras chupábamos la polla de Leonel para que nos bañara con su rico semen.

M: Mmm! Cindy, muévete, muévete!

C: ¡Ah, Mariana!! Agh

L: ¡Uf, chúpenla, ahí viene, ahí viene!

Leonel nos llenó de semen, mi cara, mis tetas y mis piernas, toda me cubrió al igual que a Mariana, nosotras continuábamos con la tijera, movíamos nuestras caderas para llegar al orgasmo, que nos hizo gritar como locas.

C: ¡Ah, uf, dios mío!

M: ¡Cindy, uhm!!

L: Si, eso, así nenas córranse, ¡córranse!!

El trío salió de lo mejor, pero como si me tratara de una sexoservidora, me bañé, me alisté y dejé a mi amiga con el guapo argentino, me abrazó, me agradeció que le cumpliera su fantasía y me prometió venir nuevamente a eso y que esta vez serian 2000 dólares.

Solo sonreí, me despedí de Mariana y regresé a casa, ya que mi pareja me esperaba.

Nunca olvidé esa noche, la amistad con Marian dio un giro de 180 grados, ella me introdujo al mundo swinger y mis experiencias ahí se las contaré más adelante.

Con cariño su amiga Cindy.

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