Ese día ella se veía magnifica, su minifalda mostraba más arriba de su muslo que, aunque trataba de disimularlo no podía evitar mírala de pies a cabeza.
Citlalli es hermana de mi comadre y es mayor que ella, pero durante muchos años jamás la vi tan atractiva como ese día, se le veían unas tetas riquísimas marcadas en su blusa azul entallada, y sus zapatos abiertos, no podía controlar mi erección.
Bien, la fiesta transcurría normal, baile, música, bebidas y yo sacaba a bailar a Citlalli cada que podía, solo para ver de cerca su rico cuerpo.
Finalmente, la noche llego, la mayoría de los invitados estaba ya en estado de zombi, entre el baile y la bebida ya todos estaban en su mundo, pero yo estaba esperando la forma de quedarme a solas ya sea con mi comadre o su hermana.
C: ¿Puedo entrar a tu baño?
L: Claro nena, ¡por aquí!
Citlalli quería ir al baño y la guie al baño de visitas, aquel que estaba lejos del ruido y de la gente, ella agradecida y coqueta me besó la mejilla, yo sabía que ella ya le había bajado el novio unas cuantas veces a sus amigas e incluso a su hermana, yo creo que ese motivo fue el que me tenía idiota y queriendo meterle mi verga a esa rica güera!
Por mi cabeza pasaban muchas ideas, al ver que todos estaban en su mundo y nadie se percataba de mi ausencia decidí llevar a cabo algo arriesgado, pero que a la postre me ayudó esa noche.
Cerré el cuarto con seguro y espere a que ella saliera del baño, pero la espere ¡desnudo!, así es, me quite toda la ropa y mis 21 cm estaban endurecidos esperando a que Citlalli saliera del baño.
C: ¡Dios!!! Porque estas desnudo???
L: ¿Qué? ¿No te gusta lo que ves?
C: Luis, vístete, ¡no te pases!
L: ¡Habías visto una verga tan dura como la mía!
C: ¡Basta! Si es broma ya párala, ¡aquí están todos!
L: ¡No se darán cuenta de nada!
C: Ya párale a tu fiesta, ¡vístete cabrón!!
L: ¿Segura? no quieres ver lo que puedo hacer con este amigo!
Me acerqué a ella pegándola en la pared del cuarto, ella cerraba los ojos y me trataba de empujar, ¡yo tomaba sus manos con fuerza y las dirigía a mi verga!
L: ¡Acarícialo, toca, así me pusiste!!
C: ¡Dios, basta!
L: ¡Desde hace rato me tienes excitado, no me puedes dejar así!
C: ¿En serio yo te puse así?
L: Si, eres una mala amiga, vaya que excitarme y dejarme lleno de leche, ¡que nena más mala!
C: Dios, es grande y dura, pero no, ¡déjame ir!
L: ¿Segura? No quieres sentir un rico orgasmo, ¡nadie escuchar ni nos buscaran!
C: ¡Dios! ¡Pero Lety es mi amiga!
L: Y mi esposa, pero ella no se enterará, déjate llevar, ¡sé que lo quieres también!!
Nos empezamos a besar como locos, mis manos agarraban su par de ricas piernas, bajaba a besarle su cuello mientras ella apretaba mi verga la cual ya sacaba líquido pre seminal de lo excitado que estaba.
Le quité su blusa para ver unas tetas ricas, paradas y de un pezón claro y hermoso. Las devoraba con fragilidad mientras mis manos debajo de su falda quitaban su rico cachetero que ya estaba húmedo por su excitación.
La puse de rodillas y ella sin más preámbulos comenzó a lamer mi dura verga, lo hacía suave, su rica lengua bajaba y subía por todo mi tronco, succionaba mis ¡bolas y luego se clavaba dando lengüetazos sabrosos a la cabeza de mi verga!
L: ¡Ah, dios que rico lo mamas!
C: ¡Esta sabrosa!!
L: ¡Lo ves, sabía que no te ibas a resistir!!
C: Es que siempre me has gustado, además sé que eres un buen amante, ¡todo un semental!!
L: Jajá, ¡favor que me haces, pero hoy te lo demostrare!!
La música afuera era un buen aliado para tener a Citlalli devorando mi verga, la tomaba de su cabeza y le hundía mis 21 cm hasta su garganta, luego tomándola de sus orejas la follaba fuerte y suave al mismo tiempo, ¡ver como escurría su saliva y como hacía gestos de ahogarse me excitaba más y más!
¡La lleve a la cama y le abrí las piernas para ver una vagina húmeda que inmediatamente empecé a probar con mi lengua, le apretaba sus pezones a tiempo que mis dientes juagan su clítoris, ella gemía rico, y movía su pelvis, yo enrolle mi lengua y la meta con velocidad para después succionar su rico fluido vaginal!!
C: ¡Ah, Luis, así, dios!
L: ¡Que rica vagina nena!
C: ¡Ah, me haces gozar, si, así!!
L: ¡Eso, pide más, pídeme más!
C: ¡Ya métemela wey, ya déjame caer tu verga dura!
L: ¡Me gusta tu vulgaridad, como gustes perra!!
La deje acostada y le levanté las piernas para empezar a empujarle mi verga, comencé suave mientras le mordía los dedos de los pies, para después dejarla en forma de letra L y moverme fuerte para estrujarla con todo!
C: ¡Ah, así, ah!
L: ¡Citlalli, aprietas rico, uf!
C: ¡Más, así, ah!
L: ¡Gimes sabroso, uf!
Ahora me encontraba en misionero, mis movimientos eran suaves. Ella se movía también y la combinación era perfecta, su estrecha vagina apretaba fenomenal mi verga, nos olvidamos de todo, nos olvidamos de mi mujer, su novio y su hermana y solo nos dedicamos a gozar el momento.
Me acosté en la cama y la güera subió a cabalgar, se movía maravilloso, se impulsaba con mis piernas para dejarse caer, ¡para luego como licuadora mover sus ricas nalgas y tragarse mis 21 cm de duro palo!!
L. Ah, así, que rico te mueves, ah!
C: ¡Ah, papi, que dura, ah!
L: ¿Te gusta? ¿Te gusta mi verga?
C: Me encanta, uf, ¡coges riquísimo!!
La hermana de mi comadre y amiga de mi mujer, cogía riquísimo, sabía como mover su cadera y cómo hacer que mi verga lo rozara todo pro dentro, ¡era una rica maniaca sexual!
Nos acomodamos en la pose de “cucharita”, así me encantaba subirle su falda a su cintura para penetrarla fuerte, ¡ella doblaba un poco su pierna para dejarme entrar mejor y mientras la estrujaba rico le hablaba al odio!
L: Dicen que te cogías al novio de tu hermana, ¿es verdad?
C: Ah, sí, pero no cogía, ¡así como tú!
L: Jajá, uf, ¡que rica!
C: También hace años, uf, me comí a un novio de tu mujer, ¡ella se enteró y lo voto!
L: Imagínate que hará conmigo, ¡jajá!
C: Tu eres diferente, ah, aunque nos cachara ahorita, seguirías con ella, ¡ah!
L. Uf, y porque lo dices?
C: ¡Sé que te cogiste a mi hermana, además sé que te parchas con Paula y Valeria, eres un patán, pero un patán que coge rico, ah!
L: Ah, me pones a mil, toma perra, ¡toma la verga de un patán!
¡La puse boca abajo y apoyándome de la cabecera ale empujaba con fuerza mi dura verga!
La güera movía rico su pelvis, me encantaba apretarle sus duras nalgas y arañarle las piernas, estaba haciendo mi perra a la amiga de mi mujer, de hecho, creo que era una de sus mejore s migas, ¡pero ahora también sería mi perra!
C: ¡Que rico, ah!
L. Muévete, muévete más!
C: Ah, ¿así?
L: ¡Si, uf, que rico lo haces, ah!
C: ¡Ah, dios, que rico, mmm, ah!!!
La puse en cuatro y la penetré con fuerza, parecía un loco sexual, ¡el ruido de sus nalgas chocando con mi pelvis me ponía más loco!
L. AH, toma, toma!
C: Si, ah, me sacas la comida, ¡ah!
L: ¡Ah, jajá, si, toma, toma!!
C: ¡Ah, dios, que rico, eres el mejor!!
Seguí embistiéndola con fuerza, ambos gritábamos, sabíamos que pronto terminaríamos, le apretaba su clítoris para aumentar su placer, ¡me empujaba duro jalándole su cabello rubio hasta que finalmente con un grito de placer ambos nos venimos juntos!
C: ¡Dios, así rey, dame tu semen, ah!
L: ¡Toma, uf, toma todo!!!
La llene de semen, inmediatamente aun agitado me vestí y le pedio hiciera lo mismo, ella aun con el orgasmo se vistió y se metió nuevamente al baño, la deje ahí y regrese a la fiesta, donde por fortuna nadie notó nuestra ausencia.
Ella regreso más relajada, continuamos en la fiesta, pero de vez en cuando nos lanzábamos miradas picaras.
Citlalli y yo cogimos un par de veces más, me estaba haciendo adicto a ella, pero esas historias se las contaré después.