Qué hotwife no ha tenido alguna vez esa fantasía de ser puta callejera aunque sea tan sólo por una noche?? Frida fantasea mucho con esa opción y yo como cornudo sumiso siempre le veo el lado negativo a todo por la prudencia ya que es un mundo demasiado peligroso para adentrarse en él, donde las mafias actúan indiscriminadamente y no se andan con rodeos ante cualquier intrusión.
Sirva esto como introducción al siguiente relato que no deja de ser ficticio pero con una posibilidad real que pudiera suceder, es así como intenté persuadir a Frida para que desistiera a intentarlo y a modo de relato os lo cuento a ustedes igualmente.
Esa noche Frida se dispuso a salir a hacer la calle para experimentar esa morbosa sensación para toda mujer caliente que es sentirse bien puta y ejercer de ello; para ese efecto, compró un vestido infartante, ajustado al milímetro a su curvoso cuerpo y dejarla salir así en mitad de la noche haciéndolo sola en una de esas calles conflictivas donde os puedo asegurar que nada bueno te puedes encontrar sencillamente era estar abocado al suicidio, puestos así, decidí ejercer entiéndame como su chulo para no dejarla sola del todo por si algo saliera mal y entre ambos, decidimos no meternos directamente donde se situaban habitualmente otras putas por aquello de no usurpar su terreno y entrar en problemas a las primeras de cambio, así que la dejé a la entrada de ese barrio conflictivo con una distancia prudente con las demás putas para estar más tranquila en ese sentido.
No sé a ciencia cierta si es que comparada con las demás putas, mi mujer Frida iba muy sensual o por la novedad, pero en unos 10 minutos el primer cliente paró a su altura y yo, desde mi auto a una distancia conveniente divisaba ese encuentro entre los celos y mi ataque de cuernos también disfrutaba de unas sensaciones raras, sentimientos encontrados entre el placer y la preocupación; después de una breve charla, no se dirigió muy lejos ya que es una zona industrial y en esa misma esquina había un callejón oscuro y sin salida ideal para un fugaz encuentro, a lo lejos se les escucha hablar a ambos ya que tenía las ventanas del coche bajadas, se veía un señor mayor, de unos 60 años y le llegué a escuchar.
“Zorrita, tan sólo quiero una mamada, no estoy para follar hoy pero ese cuerpo merece una buena follada”
Así al rato veía como la cabeza de mi mujer subía y bajaba a un ritmo cadente y constante entre las piernas de aquel viejo mientras este gozaba de lo lindo por lo que le escuchaba y aprovechaba para meter mano entre las enormes tetas de Frida y acariciar su redondo culo ya que esta se dispuso a cuatro patas en el asiento de al lado ante las delicias de su primer cliente como puta barata. No aguantó mucho tiempo, no creo que llegara incluso a los 5 minutos cuando de golpe le escuché decir…
“Guarra que bien lo haces, te pago el doble si me quito el condón y me corro en tu boca hasta la última gota“
Así Frida frenó en seco la mamada, y sin titubear levantó la cabeza un instante, intuyo que para quitar el condón y acto seguido se volvió a bajar al pilón ante el gozo de aquel viejo degenerado y aumentó la velocidad de la mamada donde ya el viejo dijo basta y con un grito tipo Tarzán, interpreté que vació sus huevos en la boca de Frida.
Pasado un tiempo, y toda vez que se despidieron ambos, el viejo insistió en pedir el teléfono de Frida pero ésta se negó por motivos obvios prometiéndole que ella iba a estar en esa misma esquina durante una temporada pues el viejo quería repetir otro encuentro, Frida se metió en nuestro coche por un momento y aunque se tragó obediente su leche caliente, vino a plantarme un apasionado beso con frenesí para compartir su cachondez conmigo, sencillamente le fascinó y cobró por su primera mamada 40 euros cifra nada desdeñable. Ella, ansiosa me pide volver de nuevo a la esquina de donde la dejé antes y yo le insisto en concluir e irnos para casa ya que experimentó esa sensación de ser puta callejera pero estaba obcecada en hacer la noche y sentirse como una verdadera zorra barata y yo sumiso tuve que aceptarlo y volvimos al mismo punto de antes.
Después de un buen rato esperando, se acercó un coche deportivo, con cristales tintados con lo cual no podía ver nada e igualmente con charla incluida, Frida se dispuso a subir y yo arranqué mi coche para seguirlos. Desde un principio no me dio buena sensación pero ya era demasiado tarde, los seguí y vi cómo se adentraron en el barrio conflictivo donde están el resto de las putas y el coche paró en un edificio de muy mal aspecto casi indigente diría yo, mis malas sensaciones iban en aumento y mis nervios también. Se bajaron del coche Frida y un tipo igualmente de mediana edad como nosotros, con muchos tatuajes y un aspecto desaliñado, la agarró fuerte del brazo y la metió en aquel edificio. Me temí lo peor y pese a que insistí en llamar su teléfono, ella no me contestaba. Pasó como una media hora allí dentro incomunicada y yo resguardado en mi coche cerca de la misma puerta del edificio donde metió a Frida ese tipo hasta que sonó mi teléfono y era su número, Cuando descolgué y pensando que era Frida quien llamaba le dije si se encontraba bien, la respuesta era lo que no me esperaba.
“Así que tú eres el maridito de esta linda putita que querían jugar a ser chulo y zorra por una noche??, veras huevón, una puta tan espectacular como tu mujer influye en mi negocio negativamente y esto no lo puedo tolerar en mi barrio. Si la quieres viva sube al tercer piso o en 5 minutos te vuelvo a llamar para que escuches como la matamos”.
Mis peores presagios se cumplieron y Frida había sido raptada por una mafia de prostitución y no me quedaba opción en presentarme allí si quería mantener a mi esposa viva. Me presté a subir y entré en esa pocilga que tenían por domicilio y estaba Frida sentada en una silla, aterrorizada, el tipo de los tatuajes que era el chulo y tres gorilas uno de ellos un negro descomunal que me sacaba casi tres cabezas, un gordo que era como una muralla y el otro tenía aspecto de ser árabe por sus barbas pero igualmente muy fornido y con un denominador común, mal aspecto de todos y no muy buenas intenciones con nosotros. Tomó la palabra el chulo y me hizo sentar junto a mi mujer, muy cortés, me llenó un vaso con whisky y me dijo:
“A ver huevón, si queríais jugar a las putas, hubieras venido a buscarme, me muestras a tu mujer, te hubiera puesto unas condiciones de mercado y viendo cómo está de buena la zorra seguro hubiéramos llegado a un acuerdo para que todos hubiéramos salido ganando, pero… os habéis equivocado y esto trae sus consecuencias; primero habrá que probar el material para ponerle precio no creéis chicos, y después ya se verá que es lo que pasa”
Resignados a nuestra suerte, teníamos que estar a merced de esos tipos y mi esposa debía de prestarse a sus vejaciones. El chulo se dirige al árabe y le dice:
“Farid, tú que recién saliste del penal y llevas tiempo sin probar bocado haz los honores”
Así Farid, despojó del ajustado vestido a mi mujer y ya en lencería y tacones sólo puesto, agarró con violencia del cuello a Frida y la besó como un poseso intentando meter su lengua en la boca a lo que Frida le puso cierta resistencia y el chulo le recordó que sería conveniente que colaborara si quería que toda esa pesadilla tuviera un final feliz para nosotros. Mientras la besaba ya sin resistencia, las nalgadas a su culo firme y a sus muslos prietos retumbaban en esa fría habitación y poco iluminada lo suficiente para no perder detalle de todo lo que iba a suceder a partir de ese momento. Los otros dos gorilas, no les faltó tiempo para sacar sus miembros de sus pantalones para empezar a despertar sus pollas de su letargo y se la meneaban. Lo del negro era de otra galaxia, era un pollón lleno de venas y solo su capullo daba pavor por lo grande que era, la del gordo, no se quedaba atrás, pero por ser tan orondo probablemente el impacto visual no era lo mismo que lo del negro pero insisto… ya la quisiera tener así yo. El árabe se despojó de su pantalón con una dotación un poco más asequible, puso de rodillas a Frida y comenzó a violar su boca metiendo su polla por la mejilla haciéndola ésta sacar un bulto de su cara cada vez que le metía una embestida dura a su boca, mientras el chulo me espetaba que él no solía probar el material que para eso estaban sus gorilas y que era un tipo fiel a su esposa, sentándose a mi lado para observar la escena e invitándome a seguir tomando tragos de whisky para pasar un “Buen rato”. Ya con las hostilidades sexuales iniciadas, los otros dos tipos se acercaron pues tenían ambas pollas listas para el combate y pusieron a Frida en una cutre cama que tenían allí y Raúl, el gordo se dirigió a mi diciéndome:
“No suelo comer coño de las putas, por precaución de pillar una enfermedad, pero con la tuya haremos una salvedad, al fin y al cabo la estamos estrenando nosotros y el sabor de un coño limpio es de los mejores bocados que puede comer uno… Y te lo dice alguien que de comer tiene mucha experiencia jajajaja”.
Ese comentario provoca las risas de todos los allí presentes salvo las nuestras, Raúl se puso boca arriba en la cama y Frida que estaba a cuatro patas se orientó hacia la boca de este y mientras el gordo se la seguía jalando, comenzó a saborear el dulce néctar del coño de Frida mientras que ésta andaba con la boca ocupada dando cuenta de las pollas del negro y de Farid los cuales estaban hieráticos, casi sin inmutarse y mirando fríamente la cara de Frida como chupaba con celo ambas vergas, dando una sensación cómo de no ser la primera vez que sometían a una mujer a esas vejaciones. El gordo debía estar haciendo muy bien su trabajo pues los primeros gemidos de Frida empezaban a aparecer y el contoneo de su cintura acompañando las lamidas del gordo eran delatadores y todos allí nos dimos cuenta.
“Veo que te está empezando a gustar el trato de mis hombres contigo putita, te estás portando muy bien y eso me gusta, soy un hombre de palabra y si me prometes no entrometerte en mis negocios podréis salir de esta pues hasta el cornudo de tu marido me está cayendo bien”
“Si chulazo, si que me está gustando como se están portando conmigo, esa lengua de este gordo vale millones, sigue cabronazo sigue dando lengua a mi coño”
Ese comentario de Frida quise interpretarlo como una muestra de empatía hacía ellos y afianzar un poco el “buen rollo” para salir bien de ese envite que nos vimos encauzados por el capricho de ejercer como puta callejera de Frida e incluso disfrutar del escarmiento que ella estaba recibiendo. La cosa fue a más y esos gorilas no se andaban con chiquitas y desde el primer instante, comenzaron con una doble penetración antológica que hasta a mí me hizo empalmar pues ya no aguantaba más esa cachondez que me hervía por dentro y tal era mi gozo de ver disfrutar a mi mujer que le pedí permiso al chulo en pajearme ante ese espectáculo de follada que estábamos presenciando a lo que éste con sorna me dijo:
“Definitivamente cornudo, me habéis ganado, tal como Frida termine de recibir su merecido os podéis ir o si queréis os podéis quedar según el gusto de ella, a ver si ahora después de probar estas tres pollas no va a querer volver a casa contigo jajaja, claro que sí amigo, jala tu polla si así lo deseas”
Me bajé la bragueta del pantalón y comencé un suave meneo viendo esa doble penetración inicial, la pusieron en posición fetal justo al borde de la cama y tanto Farid como el negro, ambos de rodillas apuntaron sus vergas hacia los boquetes de Frida que para esa altura andaban chorreando ambos de la buena cuenta que les regaló la lengua del gordo. Para llevar a buen puerto esa difícil postura, la descomunal polla del negro, calculo que unos 22 cm., se la clavó por su coño dejando a Farid la puerta trasera que por la posición era más cómoda de clavar y con menos talle que la del negro y los jadeos de Frida se veían intercalados por las mamadas a la no menos grande verga del gordo que aún estaba virgen de su boca y éste de rodillas en la cama miraba al techo de la habitación en actitud placentera.
“Amigo, si es bien puta tu mujer, si alguna vez os lo replanteáis, aquí hay buen negocio y podríamos sacar buena tajada ambas partes pues es una viciosa de campeonato y buena no está… directamente es un cañón de mujer”
Yo sonreía mientras me hacía una de las pajas más placenteras que me había hecho en mi vida y en cierta forma la relajación de sentir de cómo una situación muy traumática se volvió a nuestro favor. Después de un buen rato, hubo un contratiempo por problemas de espacio y volumen; el gordo, aún no se había clavado y ardía en deseos de estar dentro de Frida, se empecinó en hacerlo en la postura del misionero, Frida se quería negar, eran aproximadamente 160 k de hombre barrigón encima de ella y los otros dos gorilas se reían de él y con la intervención incluso del chulo, éste se dirigió a Frida comentándole:
“Amor, Raúl es quien te ha hecho gozar con su lengua, que menos que le des su capricho, es como un niño… gigante jajajaja”
Así que Frida tuvo que obedecer a regañadientes y allí estaba abierta de piernas para que el gordo le clavara su estocada que precisamente tampoco era pequeña y la imagen era impactante, las dos piernas de Frida levantadas con sus tacones aún puestos, y un luchador de sumo encima de ella clavando su enorme verga al peso y notaba como el gordo apretaba sus glúteos en cada embestida que le daba a Frida, ella jadeaba y chillaba, no sé si de placer o de dolor, Raúl, le pasaba su lengua por el cuello y chupaba sus enormes tetas ante su delirio, mientras, todos reían y los otros dos gorilas se jalaban sus pollas para no que no perdieran comba instándole al poco tiempo a cambiar de postura si no quería que Frida terminara aplastada por semejante mastodonte. A pesar de todo, el gordo, se retiró de encima de ella y Frida queriendo escapar de él no lo consigue al agarrarla del brazo y le dice el tipo…
“Tú no te escapas todavía… ahora voltéate y ponte al filo de la cama a cuatro que ese ano lo tengo que calibrar yo antes de que lo haga el negro si no se nos termina la fiesta ya”
En cierta forma, Frida no le hizo asco a esa postura toda vez que quedó liberada del peso de ese gorila de encima suyo y se conformó, que no era poco, con unas violentas sacudidas por el culo retumbando de nuevo en la habitación el choque de esas citadas sacudidas con la barriga y los glúteos de Frida mientras ésta soltaba improperios al gordo haciendo este caso omiso por la dureza de las embestidas a lo que los otros dos rebajaron metiendo sus pollas en la boca de mi esposa. Yo estaba a punto de caramelo y me incorporé para eyacular a gusto en el suelo de esa pocilga mientras lo celebraba el chulo pero esos tres gorilas tenían un aguante sobrehumano a lo que Frida respondió con creces sacando toda la cachondez que lleva en sus venas y uno a uno fue acabando con ellos en un repaso exprés al Kama Sutra con infinidad de posturas haciéndolo el gordo en sus tetas y Farid en su boca dejando el plato fuerte para el final; el bombeo de polla del negro a Frida era mecanizado, casi ni abría la boca y con diferencia era el que con menos palabras se cruzó, taladraba y taladraba su coño y no paraba de follar, Frida lo incitaba y le decía de todo para intentar que el negro se corriera de una vez pero era inútil… de repente, frenó en seco e hizo lo que todos estábamos allí esperando menos Frida… le sacó la polla del coño dejándoselo bien abierto y sus labios vaginales parecían tener vida propia por como ese coño se abría y cerraba para de una manera eso si sutil ir abriendo aún más el culo de Frida después de que Farid y el gordo se lo dejaran en bandeja para que el negro culminara en él. Frida, boca arriba se dedeaba el coño mientras el negro perforaba su culo de la misma manera conque violó su coño, movimientos que iban cada vez a más y mecanizados, el negro seguía sin inmutarse, Frida explosionó con un orgasmo de otro planeta mientras le decía al negro…
“Córrete puto negro de mierda, córrete dentro de mi culo y que me lo limpie el cornudo de mi marido”
El negro comenzaba a flaquear, la frenó y la puso a cuatro patas para seguir bombeando su venosa y gorda polla negra, pero ya fue diferente, el negro comenzó a arquearse, jadear y con un enorme grito eyaculó hasta la última gota que tenía en sus huevos hasta el fondo de las entrañas de Frida dando unas últimas embestidas realmente duras casi sacando su polla del culo y devolviéndolo a él con violencia y dureza viendo como entre el saca y mete se le escapaban chorros de un espeso y caliente semen.
Toda vez repuesta Frida de ese combate de pollas que se dio esa noche, el chulo, del que nunca me dijo su nombre, nos liberó y me sugirió tomarme en serio su propuesta de convertir a Frida en una puta callejera más de la noche sabiendo yo ya donde encontrarlo si lo teníamos en cuenta.