Este es mi primer relato y espero que no el ultimo, me presentaré soy un hombre casado de 43 años con una mujer alta con curvas 6 años menor que yo y por lo que fui descubriendo una viciosa de campeonato.
Todo comienza cuando empiezo a descubrir después de volver de su viaje de fin de carrera lo que paso en él y que ella no me cuenta pero descubro espiándola su móvil por lo que cuenta a sus amigas de la universidad, ella se llama gema y como he dicho es una mujer muy guapa rellenita con pecho pequeño pero gordito y pezones gordos, un culo grande y gordo y un coño muy caliente y grande que se pone chorreando cuando la ponen bien cachonda. Pues bien, en ese viaje me contó que había conocido un hombre mulato con el que había tenido una amistad muy grande, pero con el que no había pasado de ahí, y cuál es mi sorpresa cuando después espiándola el móvil descubro lo que realmente paso en ese viaje y con ese mulato con el que aún tiene relación, como después explicaré.
Lo contare en primera persona como si fuera ella la que lo contara:
Llegó el esperado día que yo y mis compañeras de facultad estábamos esperando con tantas ganas el viaje de fin de carrera a República Dominicana, nos esperaba playa, alcohol y muchos hombres morenos dispuestos a alegrarnos la estancia. Después de 12 horas de vuelo plagado de risas y anécdotas, llegamos a ese resort lleno de aventuras y diversión. Allí estaba el alto moreno y súper guapo un mulato de 1,90 llamado William, en cuanto le vi me quede enamorada de sus ojos su cuerpo su color su olor, todo vamos, y supe que iba a ser un viaje muy emocionante.
Esa noche fuimos a bailar a la disco del resort, yo me puse unos pantalones negros bien ceñidos que marcaban bien mis curvas y una blusa con los hombros al aire también negra, a los pocos minutos aprecio el con un grupo de amigos, me sonrió y en seguida vino hacia mí a saludarme.
-Hola guapísima, ¿lo estás pasando bien?, me dijo sonriente.
-Bien, aunque creo que ahora lo voy a pasar mejor -dije sonriéndole con mirada picara y morbosa.
Me cogió de la cintura y me llevo a la pista de baile, se pegó a mi cuerpo haciéndome notar su cuerpo duro y su miembro aún más grande y duro. Al notarlo mi coño se puso húmedo y caliente como hacía años no lo estaba. Estuvimos bailando durante horas, hasta que poco a poco me fue sacando de la pista y llevándome hacia las palmeras y una vez allí me beso apasionadamente clavando su enrome y duro miembro en mi vientre y volviéndome loca de deseo, me cogió de la mano y me llevo a una cabaña cerca de la playa donde comenzamos a besarnos y desnudarnos, al verle desnudo no pude si no arrodillarme ante aquel miembro y chuparlo con ansia y devoción, golosa como la que prueba un dulce exquisito, no dejaba de meterlo y sacarlo de mi boca produciéndome riquísimas arcadas y llenándolo de babas hasta que el me levanto y me puso sobre una mesa penetrándome furiosamente una y otra vez provocándome innumerables orgasmos y un estado de placer constante que a punto estuvo de hacerme desmayar, cuando el sintió que se derramaba dentro de mi soltó un grito de animal salvaje que hizo derrumbar la cabaña inundándome de su leche espesa y caliente que provoco en mí el mayor de los orgasmos hasta ese momento y adentrándome en unas vacaciones de lujuria y pasión desenfrenada.
Al día siguiente me desperté en mi cama con una sensación inmensa de haber disfrutado de una de las mejores noches de sexo y pasión de mi vida.
Continuará…