Me llamo Ibon. Esa noche regresaba de una cena con baile en una chifa, había sido una reunión de reencuentro de promoción de mi colegio después de 10 años de haber terminado. Les cuento mi colegio es un colegio mixto y yo tuve un enamoradito cuando estaba en 5º de media, ahora yo tengo 27 años, casada con un hijita de dos años. Esa noche mi ex enamorado no dejó de tratar de sacarme plan.
La verdad es que si me gustaba, yo la verdad es que jugaba con él, él decía que estaba muy cambiada con un cuerpazo y mi pelo lacio negrito, se le iban los ojos, cuando ya estábamos todos medios picaditos por la cerveza, y después de la hora loca, me comencé a despedir de mis amigos, el sin más me dijo que me llevaba a mi casa, yo me reí y le acepté.
Todo fue bien hasta que llegamos a la puerta de mi casa, él estacionó su carro y me dijo que conversáramos un rato. Él me decía que debíamos ir a otro sitio a continuarla, yo nada que ver, en eso me dice ‘cierra los ojos y cuenta hasta tres’, yo tarada lo hice y antes de terminar él me dio un pico en los labios, yo abrí mis ojotes, quería decirle algo, pero me quedé paralizada cuando vi a mi compadre José que salía de mi casa, él se quedó mirando, me guiñó un ojo y volvió a entrar a mi casa cerrando la puerta.
Le dije a mi ex que era un tarado y salí del carro, al acercarme a la puerta podía escuchar música salsa, que era la preferida de mi esposo y también de mi compadre, abrí con llave y me di con la sorpresa de ver a mi esposo bien dormido en un sillón y mi compadre sonriente en el sofá.
– Hola comadrita, que tal su reunión del colegio -el compadre me conto que se reunían en un chifa- se ve que ha estado divertida, que le parece si lo despertamos al compadre para seguir tomando el vodka los tres y de pasada nos cuenta que tal su fiesta y seguimos el baile aquí que la música esta buena.
Me di cuenta que estaba bien mareado y los ojos le bailaban, pero de hecho me había visto afuera y si le contaba a mi esposo me iba a meter en un gran problema, entonces le dije:
– Pero no compadre, no lo despierte que estos días Luis ha trabajado duro, déjelo descansar, más bien conversemos nosotros, Ud. sabe cómo son esas reuniones, tragos van y vienen, la gente se acuerda del pasado de los antiguas enamoradas, y algunos no saben controlarse…
Mi compadre José era un amigo de mi esposo bastante mayor que nosotros, tenía 55 años, mi esposo siempre lo había visto como un segundo padre por eso es que lo escogió para padrino de nuestra hija, era bien flaco, blancon y con un gran bigote, la verdad es que a mi nunca me había gustado mucho, pues desde que lo conocí era muy confianzudo, así cada vez que me saludaba creo que me apretaba más de la cuenta, y soltaba cosas como, ‘compadre con el cuerpazo de la comadre tiene que cuidar que no le salgan cuernos’, y cuando me veía con una minifalda no vacilaba en decirme, ‘comadrita que tales piernazas tenga cuidado que se la vayan a secuestrar’. Y ahora me había visto cuando mi ex me estaba dando un pico. Me quede sorprendida cuando sin más se pegó a mí y pasando el brazo por mis hombros me dice:
– Pero comadrita Iboncita, no se preocupe, para que son los compadres sino para guardar secretos, yo soy una tumba -y sin más en ese momento bajo sus ojos para mirar fijamente mis piernas y seguía hablando- Y hay que entender a su ex, con ese cuerpazo y ese vestidito nadie podría controlarse, así que comadre tranqui y un brindis por los secretos.
Mi compadre sirvió dos vaso a la mitad de vodka y lo completo con Fanta, y sin preguntarme me dio un vaso, yo no quería pero pensándolo mejor era tomar ese vaso para que mi compadre que ya lo veía bastante borracho se terminara de dormir y no siguiera molestando con sus palabras y miradas descaradas, el levanto su vaso diciendo.
– Salud iboncita por los secretos de los secretos de los compadres, seco y volteado. -y sin más nos tomamos todo el trago de un solo tirón, el solo se reía y me contaba que había estado tomando con Luis y que como es cabeza de pollo se había quedado dormido, que él se estaba por irse cuando abrió la puerta y me vio dándome un pico con mi ex, me abrazaba por la cintura y se reía, que no me preocupara que por el compadre nunca se iba a enterar, que eso pasaba siempre en esas reuniones y que no me sintiera mal, estábamos conversando varios minutos varios minutos, también me daba cuenta de que el vodka estaba haciendo su efecto en mi pues me sentía mucho más mareada de lo que había llegado, más bien a él lo veía igual, entonces le digo:
– Compadre yo creo que mejor me voy a dormir, que mañana tengo que trabajar ya es bien tarde… -el me sujeto por la cintura diciéndome.
– Pero comadrita como se va ir, bueno tomemos el último trago y yo me voy a mi casa -el no espero mi respuesta y volvió a llenar los vasos.- ahora si comadre por la despedida, por los compadres y por las comadres que son unas mamacitas… -diciéndome esto me apretaba más la cintura, la verdad es que ya no me importaba mucho, solo quería irme a dormir, pues los ojos se me cerraban, nos tomamos los vasos otra vez, entonces me pare con la poca fuerza que tenía, él también se paró y sin más me tomo de la cintura y de un brazo..
– Comadrita antes que se vaya vamos a aprovechar esta salsa, para bailar juntitos, además el compadre esta vigilándonos, era una broma pues Luis roncaba, estaba tocando IDILIO, que es una salsa bien romántica, el sin más me tomo por la cintura pegándome a su cuerpo, y yo la verdad es que con la cerveza de la reunión y los dos vasos de vodka no tenía mucha fuerza y todo me daba vueltas y también lo tenía que abrazar sobre todo para sostenerme, estoy segura que él se daba cuenta pues además me pegaba su cara a la mía y me decía al oído.
– Que suerte tiene mi compadre de poder comerse este cuerpito, quien pudiera ser el -y sin más él se movía frotando su cuerpo contra el mío, como les digo yo no tenía mucha fuerza, trataba de separarme pero él era muy fuerte.
– Ya compadre no se aproveche, mire que el compadre se puede despertar y que va a pensar -tenía que seguirle el juego.
– Ay comadre su esposo es un cadáver, no se despierta ni con una banda de música, además quien no va a caer en la tentación con el cuerpazo que tiene, uno no es de acero, además ojo que no ve corazón que no siente. – Yo sentía que todo me daba vueltas y sentía que tenía que hacer algo, así que me despegue un poco de él y le dije:
– Sabe compadre en este momento me voy a dormir a mi cuarto, buenas noches y sin más lo separe de mi e intente caminar hacia mi cuarto, dije intente pues apenas me separe de el sentí un vértigo, que si no es porque él me sostuvo con sus dos brazos abrazándome, me caía al suelo, el sin dejar de abrazarme me dice:
– Uy uy comadre creo que el vodka le cayó muy fuerte, así se va a caer, no se preocupe yo la voy a ayudar a llegar a su cuarto -y sin más sosteniéndome por la cintura comenzamos a caminar por el pasadizo de mi casa pues mi dormitorio estaba al fondo, la verdad es que no podía rechazar su ayuda pues sentía que no podía sostenerme sola, al llegar empujo con un pie la puerta, y me sosteniéndome me sentó en la cama.
– Comadre, todo su vestido huele a licor, parece que se le ha derramado sin que se dé cuenta, si mi compadre la encuentra así se va a molestar -y sin esperar mi respuesta me bajo el cierre del vestido, yo no podía creer lo que me pasaba pero tampoco me salían palabras para reaccionar, en unos segundo ya me había quedado el vestido y estaba tirada encima de la cama solo en ropa interior, lo mire y le digo que estaba haciendo.
– Iboncita la verdad es que soy como un padre para Uds. dos, pero la verdad ahora que te veo así uno puede dejar de pecar, con ese cuerpazo y esas tetasas, comadre esa conchita tiene que ser mía… -yo me sentía como hipnotizada, y mientras tanto miraba como él se sacaba la ropa en 5 segundos, no pude evitar abrir mis ojos de sorpresa cuando se bajó los calzoncillos, y dejo al aire un tremendo cilindro de carne totalmente erecto, más grande que el de mi marido y más grueso.
– No no compadre no no lo haga, no me haga daño, somos compadres, no, no… -el sin más se arrodillo y me saco de un tirón la tanguita negra con encaje, a él se le salían los ojos, y sin más enterró su cara en mi conchita, sentí que mi cuerpo se contraía cuando sentí su lengua que se metía por todos lados de mi cosita, tuve que morderme los labios para no gritar de placer. Era increíble lo estaba disfrutando con un viejo flaco, me daba temblor cuando sentía sus bigotes que frotaban toda esa zona…
– Comadre se ve que mi compadre no la tiene al día, esta mojadita, se ve que estaba arrechase, así que en vez de hacerlo con un extraño, mejor con su compadre que es familia -entonces sentí su gran cuerpo encima mío, sentía su cuerpo peludo que se acomodaba al mío y bruscamente separaba mis piernas…
– No no, no lo haga, no por favor, no no nooo… -sentí como tremenda carne entraba en mí, mi cuerpo temblaba y un fuego que partía de abajo se esparcía por toda mi piel, ya la tenía toda adentro con lo mojada que estaba y el comenzó a moverse bombeando su verga dentro de mi afuera y adentro, una y otra vez, mi cuerpo me traicionaba y podía sentir oleadas de placer, sentía que mi cuerpo contra mi voluntad se comenzaba a acoplar al macho que me estaba fornicando y trataba de agarrar su ritmo para movernos al mismo tiempo.
-Ah, ah, ah, que que rica conchita, comadrita ah ah, te gusta te gusta ah ah la verga, ah ah, ahora eres mi perrita, ah ah ah, que rico te mueves ah ah, que rico me la muerdes ah ah, mi compadre es un huevon por no darte como se debe, pero para eso eso eso está su compadre, ah, ah, ah, que riiico ah ah -y sin más me la seguía hundiendo, una y otra vez, me miraba calata y no podía creer que mi compadre me la estaba metiendo y yo lo estaba disfrutando como una puta y con mi marido dormido a 6 metros de nosotros. En eso sentí que flotaba y quemaba, era un tremendo orgasmo que hace muchos años que no sentía.
Cuando regresé, el compadre seguía metiéndola y bufando como un cerdo, en eso sentí que como que sujetándome por la cintura me ponía boca abajo, y luego levantándome por la cintura me ponía mis dos almohadas debajo lo que me dejaba como una perrita con el poto levantado, me horrorice regrese a mi decencia a mi una esposa y madre casi decentes, no podía ser, lo que el enfermo de mi compadre quería hacer…
– No compadre no por allí no, no todo pero por allí no, no no, nunca me lo han hecho, no, no. -Sin querer al decir eso, mi compadre reaccionó…
– Comadre ahora si sé que mi compadre es un huevón, como que nunca se la ha metido por atrás, ah ah ah, su rico culito me lo voy a comer, lo voy a inaugurar, siempre me va a recordar ah ah ah, como el hombre que le rompió el orto, el culo -mientras hablaba su lengua pasaba por mi anito, llenándolo de saliva… -Este culo es mío… -Sentí como un palo duro entraba en mí, era un dolor nunca sentido, él empujaba y empujaba…
– Aaay ay ayy, no no sa sa sáquelo, ay ay ay no sea malo ay aaay…
– Que rico culito, ah ah ah apre apre apretadito, mi coma coma drita linda, mi putita ah ah -sentí como entraba poco, era un dolor inmenso como sentía que esa verga dilataba mi potito, mi mente daba vueltas, mis sensaciones se mezclaban, el dolor el placer, no sabía si gritar de dolor o aullar de placer como una hembra arrecha que quería mas.
En eso como que me desmaye era un tremendo orgasmo. Cuando regrese tenía a mi compadre encima mío, y nos estábamos besando con lengua y yo le correspondía, quería mas, el seguía bombeando ahora otra vez en mi vagina, en eso sentí que se ponía rígido, y un chorro de líquido caliente inundo mi vagina el seguía bombeando como si quisiera que ese semen llegara y se quedara al fondo de mi vagina, era increíble como mi vagina se contraía de placer como tratando de comerse todo ese semen, sentí un segundo chorro, y entonces como que me desmaye, cuando me desperté estaba sentado en la ducha y el agua tibia me caía, mientras el compadre mi frotaba la espalda y lo pechos yo ya no decía nada me sentía relajada.
– Ya despertaste mi comadrita, acuérdate los secretos de los compadres son sagrados.
Me dio un beso y se fue.
FIN