Me llamo José y tengo 24 años de edad. Nací en la Ciudad de México, pero mis padres se mudaron a Nueva York, cuando yo tenía solo unos meses de haber nacido. Allí me crie hasta los 18 años y volvimos a México a nuestro lugar de origen. Mi madre me contó que había una mujer que yo no conocía y que se trataba de mi madrina Ester. Ester una mujer del Puerto de Veracruz que fue vecina nuestra. Ester había enviudado muy joven y jamás se volvió a casar, también me contaron que tenía una hija llamada Estela.
Un día mis padres me dijeron que si quería ir a conocer a mi madrina y les dije que estaba bien, así me relajaba un poco de la estresante ciudad. A la semana siguiente tome rumbo a Veracruz, donde ya me esperaba mi madrina muy contenta. Llegue al puerto una mañana y me dirigí a su casa. Cuando llegue abrió una señora mayor y le pregunté que si ella era Ester, me dijo que no. pero que ya volvía. Le dije que era su ahijado y de inmediato me hizo pasar, pasaron unos cuantos minutos y Ester apareció…
Traía unas bolsas de supermercado y lentes de sol. Ester no debe medir más de 1.60 de estatura, por su apariencia tendría unos 40 años.
-hola José como te fue en el viaje?
– muy bien gracias, usted es la madrina de la que tanto me hablo mamá?
– sí y tú eres el ahijado más guapo que tengo.
Permítanme describirle a mi madrina Ester, es una mujer con un par de tetas enormes, pero lo que más llama la atención en ella es su enorme culo. Ella usa faldas pues su trasero lo requiere, me imagino a Ester caminando por allí y los hombres comiéndola con la mirada. Me sentí atraído por ella pues me gustaban las maduras y ella era perfecta.
– si quieres puedes bañarte mientras preparo el almuerzo con la compra que hice.
-Si claro, muchas gracias madrina.
Estaba en la ducha cuando escucho que me tocan la puerta era mi madrina que me pasa la toalla que había olvidado darme. Vi como en sus ojos se desprendía un destello de deseo. Pasó la tarde entre pláticas y risas. Ester ya estaba muy cansada igual que yo y me dijo que le siguiéramos al día siguiente con la plática. Está bien le dije y me fui a dormir.
Al día siguiente mientras me cepillaba los dientes dejé la puerta entreabierta, Ester paso por el pasillo rumbo a la cocina con un short que me dejo boquiabierto… de inmediato mi mente empezó a lujuriar, me imaginé a mi madrina en 4 y su enorme trasero todo para mí. Estaba en eso cuando escucho que me dice “ven a desayunar mi niño”.
De inmediato me termine de cepillar y salí hacia la cocina. Aquello que vi me dejo todavía más en asombro. Ester tenía puesto una blusa sin manga. Sus pechos estaban a punto de reventar aquella prenda que con dificultades podían con semejante busto.
-Oyes mi niño y tú tienes novia?
-no madrina no tengo pues creo que no he encontrado a la mujer indicada.
-Ahh como te gustan las mujeres mi niño?
-Normales me imagino.
-No te gustan tetonas y culonas?
Continuará!