Cris la recepcionista de la que ya les había hablado en algún relato anterior, nunca pensé que esta mujer tuviera un historial muy explícito, varias veces le había pintado los cuernos a su marido y el tipo siempre había reaccionado mal cada que la descubría o le daban el pitazo, ¡pero no me imagine que me tocaría a mí también!
Me había ido con Cris a bailar y tomar, obviamente después de la muy buena velada, fuimos directo a su casa, ya que ella me dijo que su marido estaba fuera, así que acepte, admito que ya no quise gastar más y decidí que lo mejor sería ir a su casa, ¡nada como la comodidad del hogar!
Llegamos y después de una copa más, mi querida recepcionista comenzó a hacerme un rico oral, mi verga era succionada muy rio, mis testículos eran mordidos fuerte y suave, ¡su lengua lamia la cabeza tan rica que me hacía gritar!
L: ¡Bebe que bien lo haces!
C: ¡Me fascina tu verga!
L: Es tuya, cómetela, ¡cómetela toda!
¡Saco sus tetas y comenzó a masturbarme con ellas, mientras subía y bajaba sus pechos apretando mi palo, su boca tragaba mi verga!
Saqué mi celular y comencé a filmar esa escena digan de cualquier película porno, ella mitraba la cámara desafiante y más me ponía dura la verga, con una mano la tome de la cabeza y la comencé a empujar fuerte a mi polla, se transformó inmediatamente en una garganta profunda, mi verga no salía ni para dejarla respirar, me constaba más trabajo grabarla y mis gemidos eran más fuertes!
L: ¡Así, chiquita, así, dios mío!
Mis testículos empezaron a ponerse rígidos, mi verga se puso más dura y sentí como comenzaba a cargarse de leche caliente, ella al sentir eso, comenzó a mamar más rápido, increíblemente mis 21 cm desaparecían en su boca, en ese momento no pude más y termine en su boca, ella miraba la cámara y mostraba como se comía mi leche, algunos residuos de ella caían sobre sus tetas, ¡haciendo el momento inolvidable!
C: ¡Eres muy lechoso, eso me encanta de ti!
L: ¡Guau! ¡Qué manera de hacerme llegar!
C: Quisiera ser la única que te haga esto, ¡pero no se puede!
L: ¡Jajá, sabes que somos casados, además tanto tu como yo, tenemos más detalles (amantes)!
Charlamos y reposamos unos minutos, no imagine que ese hubiese sido un tiempo que nos hubiera evitado mucho al final, pero platicábamos de varias cosas.
¡Nos fuimos a su cama, ella se acostó y fui directo a su vagina, su depilada concha húmeda y lista para ser devorada, enrollaba mi lengua para penétrala y rozar su clítoris, le acariciaba sus muslos y sus tetas, ella se movía para que mi lengua estimulara su clítoris!
C: ¡Ah, nene, así, uf!
L: ¡Sabes riquísimo nena!
Le hice sexo oral por unos 10 minutos, mi lengua ya estaba escalada, no tenía saliva y ella estaba empapada por mi saliva y sus fluidos, ¡fue entonces cuando se puso en cuatro y me pidió la penetrara!
¡La tomé de la cintura y con fiereza le metí mi verga, ella cerraba los ojos y se mordía la boca, sus movimientos acompañaban los miso para generar aún más placer, le apretaba las tetas y el daba de nalgadas!
L: ¡Que rico aprietas mi verga!
C: ¡Ah, papi, así, que rico!
Me acosté y ella subió a cabalgarme, se movía maravilloso, me comía sus tetas y me deleitaba acariciando su trasero, que maravilloso era tenerla encima mío, ¡moviendo su cuerpo y tragando toda mi verga!
L: ¡Me excitas mucho, coges deliciosos!
C: ¡Que dura y grande!
L: ¡Es tuya, devórala con tu concha!
C: ¡Agh, así, te gusta, uf!
L: ¡Sí, mucho!
Me puse de pie y la acomode a la orilla de la cama, la tome de sus pies y subí sus piernas, ella se abrió para mostrarme el camino a su concha, ¡la metí despacio mientras le besaba las piernas y sus pies!
Últimamente se me había hecho fetiche los pies de las mujeres y casi siempre me los comía, mientras mi verga les metía fuerte y con Cris no sería la excepción
C: ¡Agh, papi, que rico!
L: ¡Aprietas riquísimo, uf!
Volví a subir a la cama y esta vez le hice un “patitas al hombro”, le besaba las tetas y su cuello, ¡ella me apretaba las nalgas para sentirla más y más!
¡Me excitaba mucho el saber que estaba en la cama que compartía con su marido y que la llenaría de mis fluidos!
L: ¡Eres una malvada!
C: ¡jajá, soy joven y quiero gozar!
L: ¡Seria mi mujer perfecta, uf!
C: ¡Si, y tu mi hombre, dios!
Me senté en la cama y ella dándome la espalda empezó a darse sentones, yo le acariciaba el clítoris con mi mano, le besaba el cuello y ella se repujaba tan rico, que sentí como mi verga nuevamente se inflaba de semen, ella al notarlo se movía más y más, ¡se dejaba caer con fuerza y movía su cadera majestuosamente!
C: ¿Te vas a venir Luis?
L: ¡Creo que sí, uf!
C: ¡Termina dentro, termina dentro!
L: ¿En serio?
C: ¡Dame tu lechita caliente, dámela toda!
Empecé a venirme en su concha, ella se movía también y logro llegar al mismo tiempo, nuestros fluidos se mezclaban maravillosamente, gemíamos y gritábamos del placer, el momento era maravilloso, ¡su concha y mi verga se estremecían juntas!
C: ¡Luis, que rico, Luis!
L: ¡Bebe, eres fabulosa!
Estábamos reposando cuando de pronto el entro, un tipo con un arma nos apuntaba a ambos y comenzó a insultarnos.
-Hijos de puta, ¿así que con este me pones los cuernos?
C: ¡Raúl, que haces aquí!
R: ¡Estaba esperando el momento de cacharte en tu movida, maldita puta!
L: Relájate amigo, ¡no es su culpa solamente!
R: ¡Cállate imbécil!
¡El tipo disparo hacia el techo, Cristina empezó a llorar, yo estaba tenso, pero me mantenía firme, sin mostrar ninguna expresión, ¡el me miraba y apuntaba con su arma!
R: ¡Lárgate perro!
C: ¡No, no te vayas Luis!
R: ¡Tu cállate perra!
¡Le dio una cachetada, yo trate de detenerlo, pero me volvió apuntar con el arma, me aventó mi ropa y apuntándome me saco de la casa!
Me sentí un cobarde, por fuera escuchaba la golpiza que le daba a Cris, pero no podía hacer nada, cuando el dejo de gritar y ella de llorar, ¡prácticamente llorando salí del lugar!
Cristina ya no regreso a trabajar el lunes, me bloqueo y se perdió todo el contacto con ella, pasó un mes y la vi en un Wall mart, quise acercarme a ella, pero inmediatamente huyo, el verla me dio un poco de alivio, pero a veces me pregunto…
Sera correcto lo que hago?, ¿soy víctima o victimario? ¡No lo sé, solo sé que me detuve por un par de semanas antes de regresar a las andadas!
Sé que este relato termina algo turbio, pero no soy al primero que le sucede esto, si quieres intercambiar relatos o charlar, escríbenos.