Fernanda es la hija mayor de una amiga de Lety, ella tiene 18 años, es modelo, ya que tiene un buen cuerpo, admito que desde hace tiempo me llamaba mucho la atención, siempre usaba sus escotes minifaldas y ropa entalladísima, su mama no le decía nada y así iba a las fiestas de la casa, en una de ellas ocurrió lo que menos me esperaba!
Ellas se quedaron a dormir, yo me levante por un vaso de agua, o tal vez para buscar lo que tanto deseaba y la suerte me sonrió, estaba Fernanda sentada en la mesa tomando algo, me miro me sonrió mientras yo me servía agua.
L: ¿No puedes dormir hija?
F: No, ¡la verdad no tengo sueño!
L: ¡Has crecido mucho, recuerdo cuando eras una peque
F: Jajá, gracias, ¡usted sigue igual de guapo!
L: Guapa tu nena, mírate nada más, ¡hecha un cuerazo!
F: ¡Me sonroja, gracias por su cumplido y por dejarnos estar aquí!
L: ¡Sabes que son familia, no hay que agradecer nada!
Me quede charlando con ella en la cocina de mi casa, la charla era muy amena, ella me contaba de su vida de modelo y de sus expectativas en ella, yo por mi parte no podía dejar de verle las tetas y acariciarle las piernas torneadas que tiene.
L: ¡Fernandita como has cambiado, que cuerpo tienes!
F: Gracias, ¡mi profesión lo aboga jajá!
L: Que rica profesión tienes, ¿oye y ya has tenido sexo?
F: ¡Pero que pregunta es esa!
L: Es que si tienes novio, ¡inevitablemente se morirá por llevarte a la cama!
F: Si tengo novios, pero no he tenido sexo con ninguno, siento que no sabrían que hacerme, ¡todos son jóvenes como yo!
L: Entonces, con todo el respeto que te tengo, ¡déjame mostrarte lo rico que es tener sexo!
F: Pero señor, porque me dices eso, no es correcto, si está muy bien y siempre me ha llamado la atención, pero mi mama es su amiga y de su esposa, que pena, ¡mejor me voy!
L: ¡No! Espera, tranquila, no quise ser tan brusco, ¡pero nena de verdad si me dejaras mostrarte como me tienes!
Me acerque a ella y sin pena me baje el pantalón de pijama, mi verga estaba muy dura, ella la miro sorprendida, yo me le acerque y se la puse lo más cerca posible, no lo dejaba de mirar, yo un poco gañan le tome de la mano y le dije ¿habías visto uno así?, ella no contesto solo lo miraba y movía sus piernas, entonces lleve su mano a mi verga dura, ¡ella la tomo con miedo mientras volteaba para ver si no la observaban!
L: ¿Te gusta nena?
F: ¡No lo sé! Esta dura y huele extraño, ¡además es grande!
L: Llévala a tu boca, ¡te gustara tenerla ahí!
F: Pero no está bien, ¡además no creo que me guste hacer eso!
L: ¡Tranquila nena, si quieres nos vamos al cuarto del sótano, ahí nadie nos vera!
Antes de que me dijera algo, la lleve al cuarto del sótano, un cuarto que teníamos para la persona encargada del aseo de la casa, me desnude completamente frente a ella, no soy de un cuerpazo, pero me mantengo en forma y además la tengo grande, ¡con eso es suficiente!
L: ¿Te gusta lo que ves?
F: ¡Guau! ¡Que cuerpo!
L: Tócalo bebe, ¡toca a un hombre!
F: No sé, ¡me da pena!
L: ¡Hazlo bebe, no te arrepentirás!
Ella comenzó a tocarme todo el cuerpo, la espalda, mis brazos, mis piernas, hasta que finalmente llego a mi verga que estaba durísima por ella, lo acaricio inocentemente, sus dos manos apretaban un poco brusco, yo observaba como curioseaba mi verga dura, comenzó a jalarla suavemente, me miro a los ojos y me dio un tremendo beso, sus tiernos labios daban un rico masaje a los míos, ¡esta nena estaba urgida de macho y ya tenía uno frente a ella!
La comencé a desnudar despacio, deleitándome con cada parte de su torneado cuerpo, mis manos acariciaban su cuello pasando por sus firmes tetas, tocando las muy torneadas piernas y llegando a sus pies.
¡La acosté en la cama y comencé a besarle su cuerpo, sus gemidos suaves me prendían más y más, mi lengua ya estaba en su entrepierna, lista para devorarme su conchita virgen! Empecé con suaves lamidas a sus labios vaginales, mi lengua los rosaba fuerte y los dejaba llenos de saliva, con mis dedos empecé a jugar su clítoris, le abría la vagina y veía su virginidad y como una rica capa de humedad la cubría.
L: ¡Creo que ya estas listas hermosas, te llevare al cielo!
F: ¿Te vas a poner condón?
L: ¡No te preocupes te cuidare, con condón no valdría la pena tu estreno!
Le abrí sus piernitas y empecé poniéndole la cabecita y empujarla suave, le besaba sus pezones y su cuello, me comencé a mover dándole solo con la puntita, aun no entraba toda, ella seguía siendo virgen, solo quería que se mojara más y más, fue entonces que tomándola de sus pies, comencé a penetrarla lentamente, mi verga comenzó a perforar su himen, mordía mi verga delicioso, su estrecho coño apretaba maravillosamente mi verga, comencé a moverme mientras la besaba con pasión, sus gemidos eran lo suficientemente fuertes para despertar a cualquiera en la casa, pero eso no me preocupo.
L: ¡Que rico nena, estas deliciosa!
F: ¡Ah, ah, que rico, se siente rico!
L: ¡Me la has llenado de sangre, pero ahora resbala mejor!
F: ¡No imagine que fuera tan rico!
Puse sus piernas en mis hombros y la cargué un poco para dejársela ir de tipo ¡campana! ¡Parecía un péndulo rebotando en mi verga, me daba gusto con la chamaca, no me importaba que Lety me descubriera, no sería la primera vez que le quitaba la virginidad a una chica!
¡Ahora la puse de pie y levantándole una pierna mirándome de frente la penetré ya más fuerte, ella me abrazaba mientras le sostenía una pierna y mi verga entraba duro, nos besábamos, nos mordíamos, poco a poco e fue soltando la nena, movía su pelvis y eso generaba un apretón tremendo a mi verga!
F: Señor, que rico, dios, ¡que rico!
L: ¡Dime Luis, no me digas señor!
F: ¡Luis, que rico, me lo metes muy rico!
L: ¡Te dije que no te ibas a arrepentir hermosa!
Me acosté en la cama y ella subió solita dejándose caer en mi verga y moviendo su cadera majestuosamente, le apretaba las tetas mientras sus movimientos me la ponían más dura, nos besábamos, ella ya cabalgaba delicioso, parecía una maestra en hacerlo y con lo apretado que estaba su coño, ¡la sensación era infinita!
La voltee para que me diera la espalda mientras se dejaba caer en mi palo, acariciaba sus nalgas firmes y blancas, duras por el ejercicio que hace, ¡sus muslos eran dinamita y al tocarlos más y más dura se ponía y me movía dejándose ir toda!
F: ¡Luis, que rico, que rico!
L: Nena hermosa, ¡eres fantástica!
F: Envidio a Lety, que rico te la coges y diario, ¡qué envidia!
L: ¡Ahora solo piensa en tu placer nena, dejemos afuera a los demás!
La puse en cuatro, mi verga entra completita y sus gemidos invaden prácticamente toda la casa, tomándola de su cadera la embisto fuerte, sentía como chocaba con sus entrañas, sus fluidos salían sin parar, ella se empino y por la misma fuerza la tumbe en la cama, yo estaba encima de ella besándole la espalda y mordiéndole su cuello, mientras la inyectaba deliciosamente, la nena gemía fuerte y fuerte, mi verga seguía entrando y saliendo y fue en ese momento que ella se corrió, sus líquidos y movimientos me excitaban demasiado, le apretaba la cabeza en la almohada para ahogar sus gritos y le daba tremendas nalgadas hasta dejárselas rojas como cereza!
F: ¡Papito, que rico, que rico!
L: ¡Eso nena, sigue, muévete, siente el orgasmo, el orgasmo de tu primera vez!
F: ¡Dios mío, eres el mejor amante que haya tenido!
¡Yo aún estaba durísimo, aproveche que la nena estaba calientísima y dispuesta a todo para llevarla a mi verga, ella abrió la boca y comenzó a besarla y darle lengüeteadas, su mano acariciaba mis bolas y yo le acariciaba sus nalgas, la metió un poco más y sus chupadas eran magistrales, por dentro de su boca su lengua le daba un rico trabajo a mi cabeza y sus labios llenos de saliva subían y bajaban dándome un muy rico oral!
L: ¡Si, así nena, cómetela, cómetela toda!
Ella ya más amaestrada la metió enterita en su boca, note como casi se ahogaba, 21 cm en su rica boca, la tome del cabello y la empecé a coger su boca, eran suaves mis movimientos, el roce de sus dientes con mi tronco, me aceleraban y daban tremendo placer, ella se dejaba fornicar la boca, comencé a hacerlo más y más fuerte, ella me acariciaba las nalgas y me sobaba el culo, eso me puso más loco, así que en un acto desenfrenado me comencé e amover tan brusco que le genere una segunda corrida, mis manos también jugaban su concha dándole su segundo orgasmo, yo estaba a punto de terminar y decidí que sería en su boca!
L: ¡Nena, que rico, me vas hacer venir, me vas hacer venir!
F: Que dura, uf, que rico, córrete como yo, vente, ¡vente Luis!
L: ¡Fernanda! ¡Dios mío!
F: ¡En mi boca no…!
Como manguera le comencé a llenar su boquita, ella los recibía y los escupía, pero no dejaba de mamármela, expulse demasiada leche que le embarre la cara, el cabello y las tetas, ¡ella acompaño mi orgasmo con ricas mamadas hasta que caímos juntos!
Me apresure a vestirme mientras ella dijo que se esperaría un rato más a pensar lo sucedido, al salir mi esposa estaba esperándome, me miro me sonrió y me pregunto ¿qué tal coge a nena? La miré y le dije, ¡para ser su primera vez, no estuvo tan mal!, ¡Lety me comenzó a besar desenfrenadamente diciendo que observo todo y que le había gustado verme con una nena virgen, ambos tuvimos sexo fuerte!
Mientras la tenía en cuatro no podía olvidar el rico y virgen cuerpo de Fernanda, con la cual vendrían más historias que les contare después.