Isabel Torres sintió la familiar presión en la vejiga cuando se despertó. Giró su cabeza y vio que el reloj del buró marcaba las 12:47 am, se deslizó de la cama muy lentamente para no despertar a su esposo. Descalza y en completo silencio inició su recorrido hacia el baño.
Hizo sus necesidades a media luz, saliendo del baño algo captó su atención, por el resplandor en las paredes de la sala de tv supo que ésta estaba encendida y por las ocasionales risitas supo que su hijo no estaba solo.
Isabel consideró las opciones en su mente. Por un lado, confiaba en su hijo, sabía que Rafa no sobrepasaría los limites, estaba segura de que Karla, su novia, se daría a respetar en casa de los padres de su novio; aparte imaginaba lo embarazoso que sería si era sorprendida espiándolos. Por otro lado, se puso a pensar, si realmente quería ver hasta donde llegarían allí en la sala. La curiosidad la estaba matando, casi salivaba por enterarse de los hechos. Lenta y cuidadosamente bajó escalón por escalón hacia donde se encontraba la tv.
Cuando Isabel finalmente pudo ver la silueta de la pareja, estaba claro que ninguno la había escuchado. A Karla y a Rafa los bañaba el brillo de la televisión, y desde donde estaba parada Isabel podía ver la parte superior de ambos, contemplo a Rafa algo estirado y con las piernas separadas.
Isabel captó cada detalle, la blusa de Karla estaba corrida hacia un costado y desabotonada hasta la mitad, quedando así uno de sus senos a la vista y siendo acariciado por Rafa; Karla estaba girada en dirección a su novio, ligeramente inclinada, también movía el brazo repetidamente, se dio cuenta que indudablemente a su hijo se la estaban jalando. Karla se mordía el labio y se le veía bastante concentrada en su labor, tenía algo de sudor en la frente mientras tanto Rafa mantenía su cabeza hacia atrás en el sillón soltando pequeños gemidos por su boca.
El corazón de Isabel latía rápidamente, sentía como si lo tuviera atascado en la garganta y quisiera salirle por la boca, sus pezones se endurecieron y chocaban contra la delgada tela de su bata; era incapaz de irse del lugar, sus dedos estaban aferrados a la esquina en la pared, desde donde se estaba asomando. Nunca había visto a su hijo en una situación como esta. Se comparó con Karla y vio que no eran tan diferentes; Isabel con el cabello negro y de huesos anchos, la novia con cabello castaño claro y con un cuerpo más delicado, pero en los demás aspectos eran casi iguales, estaban generosamente proporcionadas en caderas y pechos, un culo amplio y de nalgas grandes, ambas tenían labios carnosos que invitan a ser comidos, y tenían el mismo tipo de mirada.
La mamá de Rafa vio como la mano de su hijo pasaba de su pecho a la parte trasera del cuello de Karla, frotándolo después moviéndola hacia abajo, acariciando su espalda y posteriormente bajó aún más, perdiéndola de vista su madre.
Karla le sonrió apenada, el movimiento de su brazo siguió, “Hey, ¿qué haces?”
Rafa la miró a los ojos, “Mmm, amo estos pantalones de licra cielo, son de fácil acceso… para cogerrr.”
Karla movió sus caderas tratando de escapar del manoseo “Oye, sabes como me siento al respecto.”
“Si, es solo que…” Rafa sonó molesto, “Digo, ¡coño! Tienes un culo buenísimo, y sabes, solo quería sentirlo y…”
“Mira, ya te lo he dicho Rafael!” Karla apartó la mano de el con la que tenía libre y continuó calmada, “A ver, ¿cuál es el problema?, ya hemos tenido relaciones antes, ¿no? Solo deja que te masturbe hoy, y, en la primera oportunidad que tengamos, podremos tenerlas otra vez. Solo, amm, saca de tu mente lo del sexo anal, ¿ok? ¿a poco no estoy haciendo un buen trabajo con mi mano?” su brazo seguía moviéndose.
La pareja en el sillón se quedó en silencio una vez más, excepto por los gemidos que hacia Rafa. Karla se detuvo un momento, escupió sobre su palma, y prosiguió con su trabajo.
Después de algunos minutos Rafa dijo, “Entonces, cuándo cojamos otra vez, ¿no habrá nada de anal?, anda, que sea mi regalo de cumpleaños, solo faltan un par de semanas”
Ella lo miró fijamente a los ojos y negando con la cabeza, salió de su boca un “No.”
Rafael se hundió en el sillón un momento, y repentinamente se levantó en un rápido movimiento. “Sabes algo, a la mierda con esto. Jódete, yo puedo jalármela mejor viendo porno.” Se paró, en un punto Isabel quedó atorada en la penumbra, esperando quedar oculta ante la vista de su hijo que se abrochaba el pantalón,
Isabel escucho las últimas palabras, “Te llevaré a tu casa Karla, siempre me dejas caliente, esto no me basta, yo creo que esto se terminó.”
Escondida en las sombras, Isabel escucho pequeños quejidos, convirtiéndose en llanto y después la puerta de la entrada cerrarse con fuerza, la mamá de Rafa optó por regresar a su habitación rápido, no fuera a ser que su hijo regresara por algo y la descubriera.
Un par de días después:
Rafa estaba fumando un cigarro afuera de su escuela cuando su celular sonó. Se disculpó con sus amigos y sacó su teléfono. Vio que era su madre quien le hablaba.
“hola, ¿qué pasó mamá? ¿Estás bien? Dijo Rafa.
“hola hijo, nada es solo que, mira platiqué con mi amiga Carmen, la mamá de Karla y me dijo que está destrozada, que Uds. Habían terminado y que ella lo está pasando muy mal, Carmita está muy preocupada porque su hija no quiere comer ni salir de su cuarto, ni le dice el motivo del rompimiento, y pues yo quería pedirte que si no había manera de que consideraras regresar con ella, que tan malo pudo haber pasado para que terminaran, aparte ella es una chica encantadora, es muy educada, respetuosa y decente y chicas así ya casi no hay, ahora la mayoría de las mujeres son unas fáciles y trepadoras, y tu sabes también cuanto cariño le tengo a ella, es mi ahijada y, su familia, nos conocemos de años, creo esto podría afectar nuestra relación de amistad.” Dijo Isabel, aunque claro está ella ya sabía el motivo de la ruptura.
“mira mamá, Karla es una chava joven, se repondrá, y lo de nosotros no tiene por qué afectarlos a ustedes, aparte mamá, nada de lo que hagas o digas, podrá hacer que vuelva con ella.” Rafa colgó la llamada molesto, sin darle tiempo de responder a su madre.
Pasaron algunos minutos y sonó el teléfono de Rafa nuevamente, solo que esta vez era un mensaje de texto y era de su madre.
“Yo creo saber que quieres Rafa y, se por qué rompiste con Karla.”
Rafa se quedó viendo el mensaje y enseguida contestó, “según tú ya sabes que es lo que quiero, que vas a hacer al respecto?”
Isabel leyó y respondió el mensaje “Se de algo que querías que Karla te diera para tu cumple, yo puedo dártelo cielo.”
Rafa se quedó pensando, dudando si su madre sabía realmente cual era el regalo que deseaba que Karla le diera. “mamá no se trata de un obsequio común, no es un iPod o algún videojuego, no creo que puedas darme este regalo.“ Contestó con un poco de ansiedad.
Su madre vio el mensaje y se quedó pensando un instante, sabía que lo que contestara a partir de ahora cambiaría la relación de ambos por siempre, pasaron un par de minutos y contestó. “Sé que es algo poco usual cariño, pero estoy dispuesta a darte ese obsequio.”
Rafa creyó que ya no le contestaría, y al escuchar su teléfono abrió el mensaje rápidamente, se le puso la boca seca, no sabía si de verdad su madre sabía lo que decía, ni si se imaginaba que era lo que tanto deseaba.
“Bueno, a ver ¿qué es lo que quiero? ¿Y seguro tú me lo vas a dar? jajaja” escribió nervioso. Pasó un minuto y llego la respuesta y a los cinco segundos llego otro mensaje.
A Rafa le empezaron a temblar las manos cuando leyó el mensaje.
“Si cariño, yo estoy dispuesta a dártelo, con la única condición de que regreses con Karla y la trates bien, como se merece.”
“y se, que lo que tanto deseas es…” “SEXO ANAL”
A Rafa le empezó a temblar el cuerpo, le sudaban las manos y sintió un latigazo en su pene, no se imaginaba que tanto cariño le tuviera su madre a Karla, tanto como para estar dispuesta a darle eso, y más aun siendo su propia sangre, se cuestionaba como se había enterado, y apuradamente contesto.
“¿cómo sabes eso?, ¿quién te dijo?”
Pasó un momento, le llegó la respuesta y leyó.
“olvida eso bebé, ¿no entiendes lo que te estoy ofreciendo? ¿Vas a dejar ir está oportunidad de tener lo que finalmente has deseado?
Rafa se quedó pasmando por un momento, nunca había pensado en su madre de ese modo, es cierto que tiene muy buen cuerpo de hecho se parece al de Karla solo que el culo de su mamá es mucho mejor y un poco más grande, después de pensarlo unos minutos contesto.
“ok ok, si quiero mamá, solo que no se, es irreal que seas tú la que me quiera dar eso, y de todas formas cuando sería o como estoy seguro de que no es una broma.”
Isabel se sentía rara, excitada y no supo cómo se atrevió a decirle eso a su hijo, no sabía en qué momento había decidido todo aquello, pero también pensó en el bienestar de todos, de su relación con su amiga, en la salud de su ahijada, en el futuro de Rafa y que lo mejor sería que se relacionaría con una buena chica, por lo menos por ahora, y que si tenía que hacer un sacrificio por que todo estuviera bien, lo iba a hacer.
Sonó el celular de Rafa una vez más, “mañana es sábado y tu papá y tu hermana van a ir a Villa al mediodía y no volverán hasta el domingo en la tarde, así que mañana después de mediodía, nos ocuparemos de tu regalo, mientras tanto, no se diga nada más sobre esto.”
Rafa estaba sin palabras, por su cabeza ya no pasaba nada, se limitó a contestar una breve respuesta confirmando y se dispuso a perderse en su mundo.
************************
Eran las 12:15 del sábado y Rafa regresaba a casa después de ir a realizar unos pendientes, entre ellos hizo una compra especial para la ocasión y la traía en su mochila, entró por la puerta al recibidor. “hola hola” grito al entrar, su madre le contestó desde la sala de tv, “acá estoy hijo, no hay nadie en casa, tu papá y tu hermana se fueron hace media hora.”
Rafa avanzó por el pasillo, estaba ansioso, nervioso y excitado a la vez, entró a la sala de tv y se encontró con su madre, vio que estaba vestida con unos zapatos bajitos, unos jeans holgados y un blusón negro. Su cabello negro y ondulado, le caía por los hombros, aunque el fleco le quedaba a la altura de los ojos.
Ella se incorporó y con los brazos cruzados miro fijamente a su hijo.
“¿Eso es lo que piensas usar?” dijo Rafa.
“Mmm, si.” Contestó algo confusa. “digo, no vamos a salir a ninguna parte, o si hijo?”
“No, pero esto no va a funcionar así. Empecemos por los zapatos, enséñame los tacones más altos que tengas, vamos a ver que escogemos.”
“Oh. Ok, supongo que tu eres el jefe hoy, ¿verdad?” Ella sonrió ligeramente.
Isabel giró y empezó a subir por las escaleras, a la mitad del camino volteo su cabeza y vio sobre sus hombros que su hijo la seguía. La mirada de él se perdía en el trasero de su madre. Las grandes y redondas nalgas se bamboleaban mientras ascendía por los escalones.
Ella lo introdujo en la habitación. Las paredes eran color crema, los muebles y decoración eran sencilla pero de muy buen gusto. Isabel se dirigió hacia el closet, lo abrió y le mostro el estante lleno de zapatos.
Rafa los examino detenidamente. Sacó un par de zapatos negros, abiertos, con tacón y se abrochaban alrededor de los tobillos, eran de 13 cm de alto. “¿estos son los más altos que tienes mamá?”
Isabel aclaro su garganta y dijo. “Ss-si.”
“Está bien, servirán perfectamente.”
Después se dirigieron a los cajones de ropa. Rafa sacó un par de shorts amarillos. “No he usado esos en años,” dijo ella, “Creo que ni si quiera me van a entrar.” Rafa los lanzo a lado de los zapatos, y continuaron con el cajón de la ropa interior, en donde escogió una tanga tipo hilo dental con un triángulo pequeñísimo al frente y dos hilos a los costados que se unían en la parte trasera con otro, era de color negra, era la pieza más sexy y atrevida que tenía Isabel, y que solo se la había puesto para probársela, más nunca había usado en realidad.
“Ahora, recoge todo mami” dijo el, “Vamos al cuarto de mi hermana”
Isabel recogió la ropa mientras miraba a su hijo sin comprender.
“Necesitamos un top para ti,” dijo Rafa.
En el cuarto de su hermana, Rafa buscó algo, como si supiera que buscar. Finalmente encontró una pequeña camiseta con el logo de Led Zeppelin al frente. Se le escapó una leve sonrisa a Isabel, “oh, tu hermana no se ha puesto eso en años, desde que estaba en su faceta de rock. Le quedaría apretada incluso a ella ¿no crees?”
Rafa colocó la camiseta sobre las cosas que su madre cargaba, “Eso es bueno, así no le importara que tus grandes tetas estiren la tela mami jejeje. Ponte todo esto y NADA más por favor. Sabes a lo que me refiero mami, sin bra.” Pasó a un lado de ella dirigiéndose a la salida y dijo, “estaré en el patio ma, cuando estés lista baja,”
La casa está construida a desnivel así que una parte de la sala de tv da hacia el patio trasero. Rafa se paró afuera, recargado sobre la pared a un lado de las ventanas corredizas de la sala de televisión, varios minutos después escuchó el característico taconeo y la voz vacilante de su mamá. “Estoy lista hijo.”
Isabel asomo su cabeza fuera hacia el patio y busco a Rafa, él la miró y se asomó por la ventana, la escaneó de arriba abajo. Ella sintió los ojos de el recorriendo su cuerpo, retrocediendo unos pasos hacia adentro, su hijo la siguió.
Ahí estaba ella, su bien proporcionada madre, con un cuerpo voluptuoso, de piel un poco pálida pero suave e invitadora. Sus pies enfundados en unos tacones estilo suecos con abertura al frente, que se amarraban sensualmente por los tobillos, y muy altos, más de lo que acostumbraba a usar normalmente, después sus piernas desnudas con unas fuertes pantorrillas y muslos que llevan un poco más arriba hasta topar con su apretado short, que deja expuesto todos sus muslos, están tan apretados sobre su trasero, y le quedan tan cortos que ni siquiera cubren la parte baja de sus nalgas; incluso las tiras de la tanga sobresalen por la parte superior del short, incrustándose ligeramente en las caderas de Isabel, aún más arriba se encuentra su vientre descubierto, tiene un poquito de panza pero eso le da un toque más natural. Antes de llegar la apretada y negra camiseta de rock que parecía se había puesto a presión, el diseño del logo al frente se distorsionaba de una manera obscena debido a la forma de los sustanciosos senos, el material se adelgazo de lo estirado que estaba en algunas partes que su piel pálida y sus oscuros pezones eran claramente visibles. Su rostro tenía una mirada impaciente, y Rafa notó que ella se había retocado el maquillaje, y sus labios brillaban con un rojo intenso mientras la sombra de sus ojos era algo más cargada.
“Eres una mujer realmente hermosa y estás buenísima mamá.”
“Gracias hijo, pero creo que por hoy puedes llamarme Isabel.”
Él la miró un segundo, “Creo que me gusta más decirte mamá, me parece más excitante.” Isabel asintió con la cabeza y sonrió.
Rafa puso una mano en el vientre desnudo probando la suavidad de su piel, la deslizó lentamente hasta llegar a la altura de su vagina y la acaricio suavemente sobre el short, después la recorrió hacia arriba hasta llegar a posarla sobre un pecho, dándole un suave apretón mientras la miraba a los ojos. “oh sí, me gusta cómo se siente,” dijo él.
El situó ambas manos en los pechos de su madre, recorriéndolos, apretándolos, jalándolos con algo de rudeza. Isabel solo emitía pequeños gemidos, sus parpados se agitaron de sorpresa al sentir que sus rodillas se debilitaban.
Rafa posó sus manos sobre las caderas de Isabel y la empujo hacia un pequeño sillón que se encontraba en la sala de tv, “mami, súbete sobre el mueble.”
Isabel se subió y se sentó, quedando de frente a su hijo, sus muslos separados hacia fuera, sus pechos danzando al ritmo de su agitada respiración, mientras sus brillosos ojos lo miraban.
“no no no mamá,” dijo el, y la giro 180 grados de una manera gentil pero firme, Isabel quedó con las rodillas apoyadas en el cojín, esto la obligaba a tener el culo en pompa, y con las manos sujetó el respaldo para no irse de boca. “Quiero mirar esas nalgas colgando y de cerca.” Él puso sus manos en la espalda de su madre, “Arquéala y saca esas nalgotas, ahora reclínate en el respaldo, yeahhh.”
Isabel descansó sus antebrazos sobre el respaldo, se inclinó hacia delante, arqueo su espalda tanto como su maduro cuerpo le permitió, sintiendo su culo colgando en la orilla del sillón. Ella sintió las manos de Rafa recorrer su trasero, dándole unas pequeñas nalgadas. “De puta madre, este es un culo increíble.” Su voz se escuchó un poco grave. Isabel miró hacia atrás sobre su hombro y vio una nueva mirada en ellos, su vista estaba fija en su grande culo que se empinaba hacia fuera. Rafa dijo, “voy a disfrutar esto” y entonces bajo su cara al nivel de su trasero.
Isabel gimió y empezó a jadear al sentir la cara de su hijo haciendo presión en su culo a través de la delgada tela de su short. Su caliente hijo enterraba su rostro entre sus nalgotas, dentro de ese culo que muchas veces se había apenado ella de tener por su gran tamaño. Sintió su aliento cálido de su hijo en la raja, algo de saliva caía de la boca de Rafa hacia sus nalgas y muslos, y escuchó los sonidos guturales que estaba haciendo. Ella se sintió la reina del mundo, empujó su culo con fuerza hacia la cara de su hijo y lo sacudió rítmicamente.
Rafa finalmente sacó su rostro de ahí abajo, y miro hacia arriba, la sexy vista de su madre en el sillón con sus grandes nalgas sobresaliendo de este y colgando sobre su cara. Rápidamente se desabrocho los pantalones y se sacó la verga, empezando a estimularse mientras besaba la espalda de su madre, su mano libre la rodeo hasta llegar a una de sus tetas, tirando la camiseta hacia arriba y sintiendo completamente esos pechos.
“Eres tan sexy, lo sabías mami. Con un cuerpo maduro tan macizo, un grande y sabroso culo, unos fuertes muslos, y unas tetas por las cuales mataría.”
Ella solo gimió en respuesta, “Mmmmm.”
“Me vas a dejar entrar en tu hermoso culo, verdad mami? Déjame metértelo hasta el fondo, bombearte el ojete, tu anillo de carne, déjame reventarte el ano, abrirte el esfínter,” él estaba exhalando, cada vez más caliente, “… penetrarte analmente, déjame enculartee!!!”
Ella volteó a verlo, tomó su barbilla con la mano, beso sus labios, “encúlame mi niño, quiero sentir el pene de mi niño ahora.”
Rafa se levantó y la ayudo a pararse del mueble. Isabel vio el tamaño y el grosor del pito de su hijo y se sorprendió alegremente, “dios mío, tienes un pene hermoso mi amor.” Fue la primera vez que el joven se sintió intimidado por las palabras de su madre, se agachó rápidamente detrás de ella, desabotono el short de su madre y lo deslizó hacia el suelo, la tanga se quedó en su lugar, bien metida en la raja del culo.
Rápidamente se despojó de sus pantalones y su bóxer, estaba arrodillado detrás de ella otra vez, con la verga bien parada, dura y palpitante, mientras separaba las nalgotas de su madre con las manos, y con la lengua recorrió la raja trasera cubierta solo por la fina tira de tela unas cuantas veces, antes de jalar el delgado hilo hacia un lado y sumir su lengua en la hendidura maternal.
“Ahhh,” dijo ella y se inclinó una vez más, volteando hacia atrás para ver a su hijo, sus ojos bajaron hasta la juvenil verga. “déjame chuparte un poco el pito amor, déjame probarlo, dejarlo listo y húmedo para que me la metas.”
Isabel tenía a su hijo completamente desnudo y recostado sobre su espalda en el suelo. Rafa había planeado hacer todo esto en el sofá de la sala, o tal vez en el comedor, o incluso en la cama de sus padres, pero todo estaba sucediendo tan rápido que no querida detenerse ni un momento. La madura ama de casa se corrió la tanga hacia un lado, asegurándose que quedara bien sujeta por una de sus carnosas nalgas, la camiseta seguía levantada arriba de sus macizas tetas y después bajó y posó su sustancioso culo sobre la cara de su hijo, para después inclinarse y acariciar la dura verga.
“ohhhh mi amor, asíííí bebé!!!” gritó mientras sentía la cara de Rafa adentrarse entre sus nalgas, la lengua de su hijo se centraba en su agujero y comenzaba a penetrarlo con la lengua. “así mi cielo, vas a poder seguir bombeando mi culo siempre y cuando sigas saliendo con Karlita, no seas un patán con ella, trátala bien y seguirás disfrutando de mi apretado agujero.” Una parte de su ser estaba sorprendida por las palabrotas que había soltado, y después pensó que lo mejor sería hacerse para delante y colocar su boca sobre la joven verga.
Rafa gimió dentro del culo de su madre al sentir esos carnosos labios apretando su pito y empezar la mamada, ella continuó agrandando y humedeciéndola mientras sus manos bajaban a las bolas de su nene, sus cálidos y suaves tetas presionaban su torso. El alcanzó con su mano la mochila que había quedado cerca, y revoloteo dentro de ella hasta que encontró una botella pequeña.
“MMM,” aulló Isabel y comenzó a mamar con más fuerza al sentir como su hijo esparcía lubricante sobre su culo, metiéndolo dentro del esfínter con un dedo y después con dos. Aplicó más sobre las nalgas, dándole brillo a esos grandes y maduros globos. La madre se irguió y volteo hacia atrás tomando el lubricante para después ponerle un poco a la verga de Rafa. “no puedo aguantar más,” dijo la maciza madre, “te necesito dentro.”
Isabel se levantó y caminó contoneándose sensualmente, a cada paso firme que daba las inmensas posaderas maternas vibraban en un erótico compas, llegó a la parte más inmaculada de toda la casa… el bar, se acercó uno de los altos bancos de la barra y comenzó a subirse en él. Mientras Rafa había tomado de nuevo el lubricante y se colocó un poco más sobre su herramienta, al mirar hacia donde se encontraba su madre solo pudo decir, “dios mío, pero que buena estás mamasota!”
Y no era para menos, su madre se había sentado sobre el banco, una pierna a cada lado, descansando los tacones sobre los pedestales, sus muslos se posaban en el asiento, haciendo que el culo le quedara colgando, sus hermosas tetas quedaban sobre la barra del bar, tenía la espalda arqueada y los brazos hacía atrás, ya que con sus dedos incrustados en la piel se abría y cerraba las rollizas y vibrantes nalgas, poniendo al límite de la excitación a su hijo.
“Mira mi amor lo que va a ser tuyo” decía Isabel mientras separaba sus montañas traseras, Rafael se apresuró a acercarse y colocó una de sus manos en el coño de su madre, frotándolo lentamente, sintiendo la humedad y calidez, y con su otra mano se acariciaba la verga. “mamá tu sabes que este bar, es el orgullo de papá.”
Isabel soltó una risilla picara y dijo, “si, lo sé” y volvió a reír.
Rafa nalgueo a su madre con el pito un par de veces y dijo, “¿no te gustaría que te cogiera el coño primero?”
“puedes cogerte el coño de Karlita cuando quieras hijo, así que ponla en mi pinche culo ya… o no será que te estas retractando cielo?”
“Cállate zorra!,” Rafa gruñó al comenzar a empujar su gordo glande contra el lubricado ano de su madre. La cabeza entró, después tomó a su mamá por las caderas y empezó a penetrar el fibroso túnel rectal.
Ninguno de los dos dijo nada por un rato, solo se limitaban a gemir y jadear mientras la gruesa cabeza se desplazaba dentro y fuera, abriendo y estirando el esfínter más y más, su mamá empujaba hacia atrás su grande culo al igual que el empujaba dentro de ella.
Rafael hizo su cabeza hacia delante, descansando su frente en la espalda de su madre, tenía los ojos cerrados y gemía, mientras su verga seguía bombeando el apretado agujero materno, “ohhh dios mío, estas buenísima mami.”
La cabeza de Isabel estaba algo inclinada, ella bufaba y su cabello caía hacia el frente cubriendo su rostro, solo se concentraba en las sensaciones, de vez en cuando se pellizcaba sus pezones. “Siii, mi vida, sigue enculandomee, sigue ensartándome el culo, por favor quiero que seas sucio conmigo, por favor mi amor.”
Siguieron culeando, Rafa algunas veces se estiraba para agarrar sus tetas, después se hacía para atrás y le azotaba el culo. Ella seguía pidiéndole que se la cogiera más duro y más profundo, Isabel agarraba la barra con sus manos, mientras el lugar estaba lleno del sonido del trance sexual, plas! plas! plas! Se escuchaba al chocar las nalgas de la madre con el vientre de su hijo.
“ohhh mami, tu culo es demasiado bueno, vas a hacerme derramar toda mi leche.”
Se quitó el cabello de la cara y mirándolo sobre su hombro le preguntó su mami, “ohh ¿yo haré eso? Y seguido de esto empezó a mover el culo contra su verga con más intensidad, las sudadas y ricas nalgas seguían sonando con cada embestida. “ohh, ¿voy a hacer que mi niño se venga?”
Rafa se tensó, estaba tratando de aguantar lo máximo pero no pudo más, hundió su verga hasta el fondo y explotó, sintió el orificio apretar su pito mientras bombeaba chorro tras chorro en ella. Isabel lo observó hacia atrás y tomo su mano mientras se vaciaba en su culo. Ella notó gotas de sudor en su rostro que comenzaban a resbalar hacia abajo.
Se quedaron quietos por un rato, en lo que el pito de Rafa se ponía flojo dentro del recto materno. Después de algunos minutos la juvenil verga se endureció otra vez y el hijo comenzó a realizar movimientos copulatorios.
Su madre lo miró con una sonrisa, y dijo, “mi espalda me está doliendo un poco cariño.”
“ohhh perdón ma!” respondió el, y sacó su verga del culo de su madre. Rafa miro su esfínter abrirse y cerrarse un poco, la abertura estaba llena se semen. El la ayudo a bajarse del banco. “perdón mamá, tal vez debimos haber ido a la cama, solo que no podía aguantar tanto.”
Ella se paró a un lado de él, lo tomó de la barbilla y lo besó, “no te preocupes corazón, estuviste maravilloso.” Se besaron una vez más, su húmeda verga presionaba contra el costado de su nalga, mientras sus manos sobaban las tetas a conciencia. “Tal vez debamos ir al piso de arriba, como dijiste antes.” Isabel tomó un trapo de la barra y se limpió los restos de los fluidos. Después comenzó a andar hacia las escaleras, su hijo la seguía por detrás, dejando sus ropas pero tomando su mochila.
La mamá de rafa aun vestía sus altos tacones, el top y la tanga. El aprovechaba para mirar su fabulosas nalgazas mientras caminaba, ella hacia los movimientos más exagerados, su cuerpo se sentía lleno de erotismo.
Cuando su madre empezó a subir por las escaleras, con ese caliente y recién cogido culo frente a su rostro, tuvo un ataque de lujuria. A medio camino en las escaleras, posó sus manos en las caderas maternas. “Mierda, detente ahí mamá, y empínate.”
Ella empezó a gemir al sentir la cara de su hijo incrustada entre sus húmedas y sudadas nalgas otra vez, sentía la lengua hurgar en su estirado esfínter. Isabel empujaba el culo hacia atrás mientras con una mano tomaba a su hijo por el cabello jalándolo hacia delante. “Así mi amor, dame lengua duro, si papi. Niño sucio y cachondo. Me encanta.” Sacudió las húmedas posaderas sobre el rostro de su hijo mientras Rafa penetraba su culo con la lengua.
Él estuvo haciendo esto unos cuantos minutos y después se deshizo de esa posición. Su cara sudada miraba a su madre. “Ya mamá, podemos continuar, disculpa, pero tenía que hacerlo. Espero no pienses que soy demasiado raro. O ¿sí?”
Isabel se le quedó mirando por un momento y después soltó un sonoro “jajaja! Tienes mucho que aprender amor.” Ella caminó el resto de las escaleras para después entrar en la sala de estar. “¿quieres ver algo de tv? Se subió a uno de los grandes sofás, recostada sobre su costado con su enrojecido culo colgando de lado, justo en donde Rafa se terminó de sentar. Ella alzó una ceja y preguntó. ¿Qué tienes en esa mochila amor? No la sueltas casi, para nada.”
“Ahh, tengo unas pelis porno, con mis escenas favoritas, obviamente todas anales. Pensé que podríamos ver unas mientras ANALizamos jejeje.”
“Pon la película.” Dijo Isabel apuntando hacia la pantalla que estaba empotrada en la pared.
Rafa colocó el DVD y se volvió a ubicar en el sofá, acto seguido le puso play con el control remoto. En unos instantes la pantalla estaba llena de imágenes de hermosas jóvenes siendo culeadas analmente, de una manera dura y salvaje, por grandes y gruesas vergas, tanto blancas como negras. Miraron silenciosamente mientras los grandes miembros las enculaban fuertemente, sacando las vergas únicamente para que fueran chupadas un momento, estirando y desbordando los esfínteres de las actrices lo suficientemente hermosas como para ser modelos, hasta que expandían sus culos para la cámara. Algunas veces introduciendo dos de esos masivos penes en un hoyo al mismo tiempo.
Isabel se sentó cerca de su hijo y se inclinó hasta acariciarle los testículos. “Así que, fue suficiente nuestra sesión anal para que salgas algunas veces con Karlita? O ¿deberíamos hacerlo nuevamente? Solo para estar seguros.” Su mano se movía a lo largo de la verga de su hijo, apretándola suavemente.
“Ummm…” Rafa sintió como miembro se endurecía más y más. “Me parece una fantástica idea mamá.”
Ella puso su mano libre en la nuca de Rafa y jaló su cabeza hasta que estuvo sobre una de sus tetas, mientras seguía masturbándolo con la otra mano. Isabel gimió al sentir la húmeda y cálida boca succionando. “Ohh, si. Hijo, te encantan estas grandes y calientes tetas verdad?” el gimió afirmando. “Sabes, la mamá de Karla también tiene unas tetas grandes como las mías.”
Rafa siguió chupando y de repente despego sus labios del pezón, y miró a su madre hacia arriba un momento. Isabel sintió como la verga de su hijo se endurecía más en su mano. “oh mamá!, eres tan cerda y caliente!”
Isabel lo empujo contra el respaldo del sillón, después se situó en el suelo entre sus rodillas. Ella le sonrió, “Wow, estoy sorprendida cielo,” la madre soltó una carcajada, para después abrazar con los pechos la verga de su hijo, y empezar un movimiento de arriba hacia abajo. Al asomarse el gordo glande por arriba, la mamá aprovechaba para pasarle la húmeda y ardiente lengua, llenándolo de saliva. “Alguna vez te has fijado en la mamá de Karla amor? Preguntó ella mientras seguía el movimiento de pechos.
“¿Qué? Ah, mmm…” Rafa miro a su madre hacia abajo viendo lo que le estaba haciendo.
Ella apretó los suaves y cálidos pechos más duro sobre su verga. “Dime cielo, di la verdad.”
“Siii… maaaa… lo he hecho. Por favor no pares!”
Ella le sonrió con mucha malicia, “Quizá, un día, podamos juntarnos, tu, Carmen y yo. Veamos una de tus películas porno y… practiquemos algunas escenas A… NA… LES…” Lo último lo dijo con la mayor lujuria posible.
Isabel se rio escandalosamente al ver la expresión de su hijo y se paró, apretando el miembro de Rafa con su mano, “ok, creo que estás listo, un poco más y te hubieras venido. También necesito algo de placer.”
La madre giró dándole la espalda a su hijo y de cara a la tv, quedó bien situada entre las piernas de Rafa, sostuvo la verga mientras flexionaba sus rodillas, descendía los muslos y sentaba las tremendas nalgas sobre él.
Rafa solo miraba hacia el frente y gemía tratando de no venirse mientras veía como, el grande, redondo, maduro y maternal culo bajaba sobre su erecta verga. Esas sudadas y carnosas nalgas se partían por el medio mientras la gruesa verga se mantenía firme y comenzaba a introducirse en el esfínter de su madre una vez más. Gracias al trabajo con la lengua que había hecho Isabel, el enorme glande se abrió paso con facilidad y resbaló dentro el apretado y húmedo agujero.
Isabel se concentraba en simplemente bajar y subir el culo sobre la vergota de su niño, usando sus muslos y pantorrillas para esto. Se podía escuchar hasta la entrada el escandaloso ruido que producían las tremendas nalgas al rebotar. Cada vez que descendía con fuerza sobre el duro pito de su hijo, y a la vez novio de su ahijada. –plas! plas! plas!- Rafa solo contemplaba como las nalgas vibraban después de cada rebote y sentía como el anillo de carne le ordeñaba la verga cada vez más. Ella puso una mano sobre su coño y empezó a frotarlo salvajemente mientras observaba en la tv como un negro le perforaba el culo a una latina, mientras una rubia agachada sobre sus rodillas le comía el coño a la morena. “mmm deliciosamente obsceno!” Isabel gruñó y frotó aún más duro los labios vaginales, mientras ella misma se empalaba rápida y salvajemente por el culo, cuando la verga tocaba fondo, Isabel contraía rápidamente el ano.
Rafa estaba extasiado, recostado con la espalda en el respaldo del sillón, con los ojos entreabiertos, jalándose el cabello y haciendo cuanta cosa para no venirse tan rápido, a la vez que las húmedas, sudadas y brillosas nalgotas de su madre temblaban. Era toda una sensación prohibida que el estrecho y caliente culo de su mamá le apretara la verga. Rafa miro los costados de los grandes pechos de su madre bamboleando de un lado a otro mientras ella subía y bajaba. También se percató de que su madura madre iba a hacerlo venirse más rápido que cualquier chica anteriormente, de verdad estaba teniendo problemas para manejar tal cantidad de culo y tetas en una mujer. El comenzó teniendo el control de la situación, pero en algún punto fue ella la que se convirtió en la agresora. De repente se le vino un pensamiento a Rafa, al ver la pasión y el salvajismo con que su madre se empalaba, se imaginó que ella sería del tipo, que estarían tocando en su habitación a media noche demandando una sesión brutal de sexo.
“Oh mierdaaa!!” Isabel se estrujó el coño como queriendo arrancárselo y azotó el culo hacia abajo furiosamente sobre la gruesa verga de su hijo, manteniéndolo allí, con las nalgas aplastadas sobre los muslos de Rafa, y haciendo pequeños círculos con las caderas mientras un increíble orgasmo la invadía, para después comprimir y relajar el recto, luego siguió con un movimiento frenético hacia delante y atrás. Rafa sintió las paredes de la cavidad anal contraerse alrededor de su verga y ya no pudo aguantar más. Comenzó a expulsar chorro tras chorro de caliente semen dentro de ella.
Mientras el orgasmo de Isabel se desvanecía, recargo su espalda sobre su hijo, aun sentía su verga escupiendo esperma en su recto, las manos de rafa la rodearon, apretando sus pechos mientras los transpirados cuerpos se frotaban uno contra otro, se buscaron con la boca, y la tv aun reproducía una escena anal tras otra.
Pasaron unos minutos en esa posición, la verga de Rafa estaba endureciéndose otra vez y su mamá comenzaba a hacer ligeros movimientos con la cadera. Estaban comenzando una nueva sesión de duro sexo anal y el celular de Rafa sonó de repente.
Rafa lo tomó y se quedó sorprendido. “Mamá, es Carmen.”
Continuará?…