Esta es una historia real, nada raro si hablamos sobre cómo llegar a desfilar en las grandes pasarelas, tener tu gran oportunidad como modelo, subir escalones, triunfar y todo eso. Sobra decir que desde muy joven no he parado de ir de casting en casting, como modelo en pequeños desfiles e incluso he rodado algunos cortos para estudiantes de universidad.
Hay muchas chicas guapas… perfectas, dispuestas a todo. No hay más que ir a un casting de modelos. Tengo 19 años, mido 1,79 cm., 90 de pecho, soy delgada (talla 38-40), tengo un pelo bien cuidado y bonito (castaño claro, liso y largo) y un rostro aniñado con cierta picardía, sería el sueño de cualquier tío de la calle, pero en un casting de modelos soy una más… Hasta hoy yo no he querido seguir el juego de chupar para trabajar… pero después de 5 años de pasarela en pasarela creo que valgo lo suficiente para que se me tenga en cuenta, me lo merezco y si tengo que chupar un par de pollas para demostrarlo no voy a ser yo quien se haga la mojigata.
Y digo bien, sobre todo chupar, porque follar es más complicado, hay que encontrar un rato largo, el sitio adecuado… Chupar es aquí te pillo y aquí te mato. Si no eres tú será otra la que se meta la polla adecuada en la boca. Chupar es fácil, no implica más que meterse algo en la boca, todo el mundo lo hace al menos tres veces al día (comer, vamos), no hay que darle mayor importancia, chupar es sólo chupar. Lo malo es que mientras en la penetración el tío está pendiente de no pillar algo… cuando nos meten la polla en la boca les da igual ponerse condón… lo importante es que chupes, cuanto más mejor. Y luego, ¿cómo no tragar?, es inevitable, no les puedes decir, "eh, tío, sácala, que no quiero que la corrida me llegue al estómago". Es así, las mamadas a cambio de favores acaban corriéndose en tu boca y tragando, mientras el tipo agarra tu cabeza contra su polla. Y así uno tras otro… así es la vida, cualquier modelo que despunta un poco tiene unos cuantos litros de semen en su estómago, miente la que diga lo contrario, o no tiene ni puta idea de cómo funciona el negocio.
Al fin lo entendí después de innumerables castings a los que acudí sin que siquiera me recibieran. La fila de chicas siempre es eterna, y al final, pasado un cupo, dejan de recibir más modelos. Es frustrante, acudir casting tras casting sin que ni siquiera te vean. Así decidí entrar por la puerta trasera, es decir, tratar de colarme en alguna fiesta VIP, y hacerme ver por los diseñadores y la gente que mueve los hilos.
Cada tres meses se celebra una selecta fiesta VIP del mundillo de la pasarela en la Villa Pausell, en Barcelona. Allí están todos los que tienen algo que decir en la moda en España y parte de Europa. Todo el mundo sabe que es allí donde se hacen amigos y se cambian las agendas. Llegué en taxi y me acerqué a la entrada de la finca. La fila de gente que entraba era continua, dejaban sus coches a los aparcacoches e iban pasando. Había tres tíos que iban identificando a los invitados, tres moles con los que ni me planteé hablar. Mientras, entrando y saliendo había chicos del cátering, llevaban bandejas y cosas así, me acerqué a uno de ellos, un chico joven, no tendría más de 18.
– Oye chico, perdona (le dije con mi mejor sonrisa)
– ¿Si?
– He perdido la entrada… ¿me ayudas a entrar?
– ¿Como?
– Cuélame porfa, es que no encuentro mi entrada…
Entonces llamó la atención de otros dos camareros que estaban a escasos metros. Los tres tenían algo clónico, además del uniforme de camarero… todos con el pelo al cero, muy delgados…
– ¿Quieres entrar? (Dijo uno de ellos)
– Sí, claro… (Respondí)
– Ven por aquí.
Los tres me llevaron por un lateral de la finca, uno sacó una llave y abrió una puerta por la que entramos los cuatro… la puerta daba a un largo pasillo y al final se veía el trajín de la cocina, ¡ya estamos dentro!
– Jo, gracias tíos… (Les dije)
– Espera… (Uno de ellos, el que abrió la puerta, se bajó la cremallera y se sacó la polla, estaba flácida, bueno, más bien morcillona)… ¡chupa!
– Pero… oye, te agradezco que me dejéis entrar pero… (Les dije)
– O chupas, o estás fuera.
Miré a los otros dos, todos me miraban con auténtico deseo. Sólo me quedaba esperar que esos dos se contentaran con mirar como se la chupo a su compañero, porque empezar la noche con tres mamadas me parece muy gore… ¡Vaya espectáculo!, yo todo peripuesta con vestido de noche, jugando con las pollas de tres camareros.
– Vale… (Me agaché), pero sólo se la chupo a uno, vosotros dos mirad.
Me acerqué a su bragueta y cogí con mis manos la polla morcillona, erecta debía ser un monstruo.
– Jeje, la tienes… dormida (le dije medio en broma para quitarle hierro a la situación).
Me la metí en la boca y empecé a chupar, que remedio. Se le empezó a poner dura por segundos, tuve que sacármela poco a poco porque estaba cogiendo un tamaño considerable, hasta el punto en el que sólo pude tener el capullo dentro de la boca. Entonces el tío empezó a tirarme del pelo, me la saqué:
– ¡No seas bruto tío, no me jodas el peinado…! (le dije)
Cuando me quise dar cuenta los otros dos tenían las pollas al aire y se estaban pajeando a pocos centímetros de mi cara. Estaban muy excitados, ya las tenían pringosas.
– Venga, Javier, córrete de una vez que nos toca (dijo uno de ellos).
No supe que decir… supongo que es el precio de la entrada a la fiesta, tres mamadas… así que sólo podía dejarme llevar y chupar sin pensar más en ello. Agarré de nuevo la polla del tal Javier y seguí con mi chupe.
– Oye, avisa cuando te corras ¿eh? (le dije)
Nadie contestó. Al poco se corrió, apretó mi cabeza contra su polla y me tragué hasta la última gota. Apenas pude reponerme cuando ya tenía enchufada la polla del siguiente chaval, minutos después se corrió y así uno tras otro, se la chupé a los tres mocosos y me tragué sus tres corridas. Apenas había empezado la noche y yo ya había cenado tres raciones de semen.
No nos dijimos nada cuando terminó, los tres chavales se fueron por la puerta donde habíamos entrado, y yo seguí pasillo adelante. En cuanto empecé a cruzarme con personas dentro de la casa me di cuenta de que necesitaba urgentemente ir al baño, todos me miraban sorprendidos, tenía el maquillaje corrido por rebozarme entre pollas, saliva y semen. Está comprobado, el maquillaje aguanta una mamada, pero tres es demasiado.
Cuando entré al lavabo vi el estropicio que llevaba en la cara, tenía restos de semen por la barbilla y apenas quedaba pintalabios en mi boca… empecé a restaurarme, por suerte el peinado y el vestido no tenían rastros. Mientras que me afinaba el maquillaje escuché algo raro en una de las cabinas del WC, parecía una chica vomitando, no le di mayor importancia. Pero al rato me llamó la atención una respiración masculina dentro de la misma cabina… Me acerqué y miré por la rendijita que queda entre la puerta y la cabina, y pude ver claramente como no era una chica normal vomitando, sino la supermodelo Laia Verde haciéndole una comida de lo más bestia a un conocido director de cine, él le metía la polla tan fuerte y tan dentro que le acaba produciendo arcadas. Gruesos hilos de saliva resbalaban por los labios de Laia… era una escena increíble, digna de la más bestia película porno, salvo por quien era la chica… el rostro más repetido y codiciado de la publicidad y la moda en este país.
Saqué mi móvil, enfoqué el objetivo y empecé a grabar video… joder, este video valdría millones. El director de cine se la sacó de la boca, y se corrió en su cara, dejó su rostro completamente emborronado por grumos de semen. Grabé todo lo que pude. El salió raudo, ni se fijó en que yo estaba ahí (disimulando retocarme el maquillaje), ella salió con la cara hecha arroz con leche, se acercó al espejo y se miró. Yo no dije nada, como ignorando la situación. Ella se empezó a lavar la cara… yo aproveché para salir, tan contenta, tenía en mi móvil un video por el que alguien pagaría millones.
Llegué a un gran salón donde había decenas de personas, mucho de ellos famosos de primera línea, sobretodo del mundo de la moda, el cine y la televisión… Sentado en una mesa, rodeado de amigos estaba Carmelo Azorín, el diseñador que más me interesaba, hablando amigablemente con su círculo más cercano. No tenía ni idea de cómo atacarle… como acercarme a él y presentarle mis respetos para trabajar en para su firma. Estaba dispuesta a cualquier cosa… cualquier cosa. Entonces vi como el tipo que estaba sentado a su lado se levantaba de la mesa rumbo a la barra, le seguí.
– Hola, ¿eres amigo de Carmelo? (le dije)
– Sí… ¿por qué?
– Bueno, soy modelo, me gustaría hablar con él…
– Ahh, ya entiendo (me miró de arriba abajo), eres guapa, tienes buen cuerpo… ¿quieres que te lo presente?
– Claro, sería genial, creo que podría colaborar con él en el próximo desfile…
– Bien, te lo voy a presentar, pero antes acompáñame a ver si en otro sitio tienen zumo de piña, aquí se ha acabado.
– ¡Muy bien! (dije entusiasta)
Subimos unas escaleras hacia la planta de arriba, él intentó abrir alguna puerta, cualquiera… pero estaban cerradas. Estaba claro, no íbamos en búsqueda de ningún zumo de piña. Yo estaba casi segura de que se me querría follar, y no podría negarme, estaba a un paso de conocer a Carmelo. Al fin una puerta se abrió.
– ¿Cuántos años tienes?
– 19, llevo modelando desde los 14… hice un anuncio de Leche Pascual…
– Entiendo (no parecía interesarle)
– ¿Cuántos años tienes tú? (le pregunté para romper el hielo)
– 43 (dijo serio)
Se sentó en un sillón y yo me quedé mirándome como tonta. Entonces se bajó la cremallera y se sacó la polla. En fin, mi cuarta polla me esperaba. Me arrodillé sobre sus pies y empecé a pasar la lengua por su polla.
-Estás muy buena, y como no empieces a coger fama ahora… irás cogiendo años y nada de esto habrá servido de nada.
Me ofendió un poco que tratara de convencerme con esas palabras, joder, yo iba a chupársela de todas formas, no hacía falta que me recordara que los años pasan y que ya no tengo 14 años. Yo seguía con los preliminares, acariciándole la polla y pasándole la lengua.
– ¡Trágatela de una puta vez!
Obedecí, empecé a chupar. Así estuvimos 20 minutos. Estaba realmente cansada de la postura… no sabía qué hacer, quería que este tío se corriera cuanto antes para terminar. Entonces alguien abrió la puerta, yo paré de chupar, pero él me agarró la cabeza y no me dejó que me la sacara de la boca. Era un amigo suyo, sólo pude ver que era un tipo gordo, se sentó en el sillón de enfrente.
-Al fin te encuentro Oscar, joder… (Dijo el gordo)
-¿Qué pasa?, estoy relajándome un poco.
-Yo me quiero ir enseguida… no aguanto estas fiestas, ¿tienes lo mío?
-Lo siento, aun no lo tengo, espera a mañana, ¿vale?
-Joder, ¿tú de que vas?, acordamos que me lo darías hoy… me estoy enfadando de veras, cojones.
-Tranquilo, mañana lo tendrás, relájate.
Entonces el tipo al que yo se la estaba chupando, el tal Oscar, me agarró la cabeza hacia arriba, sacando su polla de mi boca, y me hizo una señal para que se la chupara al gordo. Qué remedio, por lo menos Oscar no se había corrido…
-¿Quién es esta? (dijo el gordo)
-Una modelo de 16, deja que te relaje un poco, y mañana te doy lo que te debo.
Me halagó que me restara tres años. Me acerqué de rodillas a la bragueta del gordo, me daba bastante asco, tenía pinta de ser un gordo sudado, con dedos gordos y pelos salvajes en las cejas… Abrí su cremallera y le saqué la polla, la tenía gruesa, igual que él. Entonces se levantó, se bajó los pantalones, me cogió, me llevó hasta un mueble, me puso de espaldas, me bajó las bragas y me la intentó meter torpemente. Yo no daba crédito, estaba a punto de ser follada por aquel gordo sudoroso… vaya nochecita, espero que después de tanto sacrificio pase algo bueno.
Pero el gordo estaba demasiado enfadado con Oscar, y si no le consolaba una mamada, tampoco una simple penetración, empezó a metérmela por el culo, y de una enculada tuve toda su polla en los intestinos. Me dolía a rabiar… y así me folló durante un buen rato. Tardo tanto en estar satisfecho que mi culo empezó a estar perfectamente lubricado, y la polla a veces salía completamente y volvía a entrar como si fuera la vagina. De repente el gordo se cansó, o eso pensé yo, me la sacó, me puso de rodillas, me metió la polla en la boca y se la chupé. Su polla estaba asquerosa, llena flujos y algo de sangre… hasta que empezó a correrse, y como ya sabéis amiguitos, no era momento de andarme con escrúpulos, así que me tragué todo el semen del gordo.
El tipo se levantó los pantalones, y se fue sin mediar palabra. Oscar seguía en el sofá pajeándose alimentado por el morbo de la escena… se levantó y se acercó a mi, que seguía de rodillas.
– Abre la boca.
Le hice caso, abrí la boca de par en par mirándole a los ojos, y se corrió lanzando todo su semen sobre mi lengua. A estas alturas no me preocupaba tragar el semen de otro tío, ya eran cinco corridas en el estómago y yo aún no había probado ni un mísero canapé. No, yo no estaba molesta, aunque reconozco que el gordo me había hecho daño, casi nunca había hecho sexo anal porque si quieres ser modelo tienes que mimarte el cuerpo… el sexo anal es demasiado gore, luego no te puedes sentar a gusto en dos días…
– Estas hecha una piltrafa, así no te puedo presentar a Carmelo (dijo Oscar)
– Dame sólo unos minutos para que me retoque el maquillaje, ¿vale?
– Te espero en la mesa de Carmelo, acércate bien maquillada y os presento.
Oscar salió de la habitación. Me di la vuelta y me miré en el gran espejo que presidía la habitación. Madre mía… parecía una puta, tenía el vestido hecho un harapo, rasgado por las cornadas del gordo, y lleno de saliva, sangre y semen. Para arreglar este estropicio no bastaba con maquillarme un poco… no podía presentarme a Carmelo como un putón de orgía. Regresé al baño, y empecé a limpiarme un poco, apenas miré lo que me rodeaba, pero enseguida vi a dos modelos en similares condiciones.
– No puedo tragar ni una corrida más, de veras, voy a vomitar (dijo una de ellas)
– ¿Cuántas corridas llevas? (le respondió otra)
-Tres.
-Yo cinco (dije yo)
-Joder, ¿a quién persigues?
-A Carmelo Azorín, ¿y tú? (dije)
-A Raul Orventu (para los no entendidos, otro diseñador de altísimo nivel).
-Oye, ¿me podéis cambiar el vestido? Sólo será un momento… es que estoy a punto de llegar hasta Carmelo, pero mi vestido está rasgado y lleno de semen.
-¿De qué es la sangre?
-Me la han metido por el culo, a lo bestia… no veas que daño.
-Joder, eso duele.
-Entonces que, ¿me lo cambias un rato?
-¿Qué me das a cambio? (dijo una de ellas, la más decidida)
-Es que… aquí no tengo nada.
-Pues como comprenderás…
-Espera, tengo un video que he grabado antes, lo tengo en el móvil, sale Laia Verde comiendo una polla en plan heavy. Te paso el video si me dejas tu vestido.
-A ver, enséñamelo.
Puse el video en mi móvil, no se lo ponían creer, era de lo más gore.
-Pásamelo por Bluetooth!! (Dijo una de ellas)
-No, mejor a tu amiga, es que yo tengo una 90, y tú apenas tienes pecho.
No pareció ofenderse, la otra chica se quitó el vestido e hicimos el cambio.
– ¿Cuántos años tenéis?
– Yo 18 (dijo la que antes se había tragado tres corridas).
– Yo también
– ¿Y tú no has tragado nada hoy?
– No, a mi sólo se me han corrido en la cara, tengo suerte…
– ¿Cuántas corridas en la cara?
– Sólo 2, de los puertas… si no… no entro.
La chica que me dejó el vestido se quedó en bragas y sujetador, no estaba dispuesta a ponerse mi vestido. Yo me dirigí al gran salón para que Oscar me presentara a Carmelo, pero cuando llegué ya no estaban, ni en la mesa… ni en ningún otro lugar. Me senté en la barra, parecía que el mundo se me venía encima. Entonces apareció Oscar, ¡pensé que ya no venías!, corre, ven… me agarró del brazo y me subió de nuevo al piso de arriba, hasta una nueva habitación. Cuando abrió me quedé sorprendida, ¿un casting?
En la habitación estaba Carmelo y otros 15 tíos más, sentadas frente a ellos había 2 modelos con las que me he cruzado mil veces en castings. Oscar tomó la palabra.
– Bueno, ya podemos empezar, os recuerdo las reglas, esto es un bukkake, nada de penetración, somos 17 tíos contra 3 tías. Vosotras tenéis que pajear y mamar como mejor sepáis hasta que los 17 nos corramos, tenéis que guardar el semen en vuestras botellitas, aunque nos corramos en la boca tenéis que escupir todo el semen en vuestra botellita. Al final, la que más semen haya recolectado deberá beberse las 3 botellas, y habrá ganado.
Me preció una tontería de pregunta pero tuve que hacerla…
– ¿Qué habremos ganado?
– Jajaja (rio Carmelo), 10.000 euros.
– Yo preferiría desfilar en Gaudí con tus diseños (le respondí)
Los 17 tíos se descojonaron al unísono.
– Tranquila, si ganas hablaremos…
Oscar me dio una botella de litro vacía, las otras dos chicas ya tenían las suyas. Allí todo el mundo parecía que sabía lo que tenía que hacer, todos los tíos se quitaron la ropa, los 17. Y nosotras hicimos lo mismo, una vez todos desnudos las chicas nos mezclamos entre los tíos. Nuestra posición natural fue tener dos pollas agarradas con las manos y una en a boca… Así sólo nos llegaba para 9 tíos, los otros 8 se iban contentando con tocarnos mientras se pajeaban a nuestro lado… era muy difícil mantener el equilibrio con tanta polla golpeándote por todos los lados, de hecho el único apoyo que me ayudaba a no caer era la polla que tenía en la boca.
Empezaron a pasar los minutos y allí nadie se corría. No tengo ni idea de cuánto tiempo pasó hasta que el primero se corrió, fue con otra chica, ella aguantó toda la corrida en la boca (sin apenas respirar, para no tragar nada), y en cuanto el tipo le sacó la polla de la boca ella escupió todo el semen a la botella. Yo empecé a pensar ¿para qué hago esto? ¿realmente quiero ganar?… pues sí, no tengo ni idea si Carmelo hablará conmigo después de esto, pero si puedo ganar 10.000 euros… mejor será aplicarse. Los míos empezaron a correrse. Uno, otro… Así pasaron casi dos horas, yo ya tenía 7 corridas en mi botella, y dos de ellas fueron gigantes… casi pensé que no podría aguantar todo el semen en la boca… ¡iba a ganar!
Entonces me tocó la polla Carmelo, que hasta ese momento se había limitado a mirar desde un sillón. Me halagaba que me eligiera a mi para correrse… Pero fue muy lento, tanto que cuando todos se habían corrido, yo aún seguía chupándosela. Todo el mundo miraba. Por fin se corrió Carmelo… ni mucho ni poco, lo normal, escupí el semen en la botella. Agghh, la botella olía tanto a semen que me daban arcadas, no podía más… como envidiaba a aquella chica del baño que se quejaba porque sólo había comido 3 pollas…
– Tenemos una clara ganadora, con casi un litro de semen en su botella… ¿cómo te llamas? (me dijo a mi).
-Nayeli (le dije).
Entonces miré las botellas… la mía estaba casi llena, y las de mis compañeras estaban por la mitad. Entonces entendí que me tendría que beber 2 litros de semen, un litro de mi botella y dos medios litros de mis compañeras…. saldría de esa habitación haciendo la digestión del semen de 24 tíos (5 de antes y 17 de ahora).
Echaron los dos litros de semen en una gran botella, y le añadieron algo de leche para que no pareciera puré de semen… Me pusieron en medio de la habitación y empezaron a corearme. Empecé a beber… me costó mucho, el semen se me resbalaba por las comisuras de mis labios. Tenía todo el cuerpo pringoso, me salía el semen hasta de la nariz. Jamás nadie puede imaginar lo que se siente al beber un litro de semen de seguido… pero para mi desgracia yo debería beber 2 litros. Ya es difícil beber 2 litros de agua de un tirón… imagina 2 litros de semen. Cuando terminé todos aplaudieron. Oscar me tiró un sobre abultado (con 10.000 euros en billetes de 500).
A las chicas nos sacaron a rastras de la habitación, mientras que los tíos se vestían tranquilamente. Nos llevaron a un baño limpiáramos todo el pringue, las tres en una bañera normalita, y teníamos que lavarnos deprisa… querían zanjar este tema cuanto antes y que nos fuéramos de allí.
– Vaya cutres de bañera (dijo una de las chicas), otras veces nos dejan jacuzzis
– ¿No es la primera vez que haces algo así? (le dije)
– Que va, esta es la cuarta. Desde que cumplí los 18 no paro de mamar en bukkakes, así llevo casi un año.
– ¿Has ganado alguna vez?
– Jajajaja, ¡ganar dice!… a nosotras también nos pagan 10.000 €. Cada vez meten en el grupo a una pardilla para que trague. Seguro que te llaman para más bukkakes, y tal vez sin tragar… siempre hay una prima que llega de nuevas y traga.
– Vaya… Pero esto es una forma de que te conozcan, Carmelo me ha visto de cerca. (Dije, intentando sacar la parte positiva del tema).
– si pero cuando te ponen a tragar en bukkakes significa que con el tiempo te van a ir descatalogado. Yo también quería ser modelo… hice mis pinitos, mejor será que consigas hacer bukkakes, se gana más que malviviendo de modelo aficionada.
Entonces entendí que llegaba algo tarde a esto de tragar semen. Si antes hubiera empezado a chupar tal vez ahora tendría una oportunidad, pero con 18 el bukkake ya es legal, y sólo te queda tragar litros y litros de semen, sólo trabajo escupiendo corridas en botellas.
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