Diego a diferencia de Adrián era más tosco en todo, cuando me tomó de la mano y me llevó a su cuarto, sentí un poco de repugnancia, pero mi excitación y mis grados de alcohol me impedían detenerme.
D: ¡Mamacita que rica estas, dios mío que hembra!
Me tiro a su cama, y subió sobre mí, puso su verga en mi cara, la tenía gruesa, pero de unos 15, pero aun así no se veía tan mal, la ponía sobre mi cara mientras me tenía sometida con sus piernas, el olor era a fluido mezclados, al parecer no uso condón con Paula por eso olía así, me apretó el cabello violentamente y me dijo que abriera la boca, yo la abrí y comenzó a meterme su gruesa verga, con trabajos entro la cabeza, era gruesa pero cañón, yo no podía ni respirar, como el habrá hecho Paula? Me preguntaba mientras él me sometía y me la empujaba más y más.
D: Que rica puta eres, me fascinas que rico, trágatela, trágatela, ¿seguro tu marido no te coge rico? ¡Disfruta perra!
Sentía como mi piel se rasgaba y entonces decidí juguetear su cabeza con mi lengua, el gemía de la sensación que le daba, finalmente me la saco de la boca, tome un poco de aire y le pedí él se acostara, lo hizo e inmediatamente comencé a besar su verga, se la mame más suave más delicadamente, eso lo prendía más, el me miraba ay me decía una que otra peladez, pero mi trabajo oral lo tranquilizaba.
Yo: ¡Que gruesa nene, te gusta como la chupo eh!
D: Si amita que rica boca, ¡eres una diosa!
Yo: ¡Si lo soy! ¡Aprovecha tu oportunidad guapo!
Seguí devorándole su cosa hasta cansarme, después me dispuse a cabalgarlo, pero el de forma violenta me tomo de la cintura y me la dejo ir toda, ¡que dolor! Pero que rico al mismo tiempo, tarde solo unos segundos en acostúmbrame a su tranca y comencé a moverme, me movía como si estuviera bailando, el gemía y me apretaba las tetas, yo me mordía los labios y gemía también, que rico era esa verga gruesa, sentir como me arañaba por dentro me aceleraba más, el convencido de que me estaba gustando comenzó a jugar con mi ano, ¡yo lo permití estaba tan excitada que no le pude negar nada!
Yo: ¡Así Diego que rico, cógeme, cógeme!
D: Si mamacita te gusta, ¿te gusta mi verga?
Yo: ¡Sí! Es muy rica, dámela hasta venirme
D: ¿Y me prestas tu culito?
Yo: Es muy gruesa, me lastimaras, ¡además eso es de mi esposo!
D: Pobre cornudo, ¡pues ahora será mío perra quieras o no!
Me acostó salvajemente y me levanto las piernas hasta que mis rodillas chocaron con mi frente, ¡que patotas tienes nena y que culo más estrecho se te ve! Comenzó a ensalivarlo con su mano, esa acción me dio un poco de asco, pero igual ya era demasiado tarde para huir, poco a poco me la fue empujando, yo sentía como me rompía de atrás y es que Luis ya me la había hecho, pero no la tiene tan gruesa, yo casi lloro del dolor, ¡la tenía casi por completo dentro de mí!, y el sonriendo me besaba las pantorrillas y los pies!
D: ¡Que rico culo, aprieta maravilloso!
Yo: ¡Me duele, sácala ya!
D: ¡Ni madres! ¡Eso te pasa por infiel jajá!
¡Se movía salvajemente, poco a poco el dolor se convirtió en gozo, yo gemía de lo rico que la sentía, el con sus dedos jugaba mi clítoris, la sensación era magnifica, yo ya también me movía para sentir más rico la penetración, él me decía que era su puta! Y que siempre lo seria, me la saco de forma violenta y me jalo del cabello, él se puso de pie y me puso en cuatro a la orilla de la cama.
D: ¡Que nalgotas! ¡De verdad que eres de lujo Mony!
Yo: Métemela por favor, ¡me duele!
D: ¡Eso es puta! Pídemela, pídeme tu comida
Yo: Dámela, ¡métemela en mi culo!
Comenzó a penétrame suavemente, me acariciaba la espalda, yo estaba en la gloria, ¡mi ano estaba siendo lastimado por otra verga y no la de mi marido!, me empujaba ara atrás, el me tomo del cabello y se movía salvajemente, yo estaba ya toda extasiada y el placer era de lo mejor.
Yo: Así papi, así dámela ya, ¡dámela toda!
D: Eso Mony, ¡pídela pídemela!
Yo: Dámela toda papi, que rico
D: ¡Que piernas! Tómala toda en tu culo
Me olvide por completo de mi marido, esa verga era genial, me lastimaba y me daba mucho placer, yo mordía las almohadas arañaba las sabanas, ¡pero no lo dejaba que me la sacara!
Yo: ¡No la saques, aunque grite no lo hagas!
D: ¡Que perra dios me estás haciendo gozar de lo rico!
Yo: Gózame nene, ¡gózame!
El me la metía con todo, era de carrera larga ya llevábamos varios minutos en esa pose de pronto no resistí más y me comencé a chorrear, mi orgasmo era maravilloso, ¡con mis dedos me masajeaba mi vagina para aumentar la sensación!
Yo: ¡Que rico! me vine nene me vine!
D: Yo también me vengo, ¡la quieres puta! ¿La quieres en tu culo?
Yo: ¡Si, dámela, dámela ya!
Comenzó a llenarme el culo de leche, uf era tiquismo yo me retorcía como lombriz y gritaba, el me jalaba el cabello y gritaba también, nos quedamos pegados como perros por un rato, ¡ya más recuperada salimos de la habitación besándonos salvajemente!
De pronto Paula se acercó a mí y me empezó a besar, ¡ellos se sentaron en el sofá para disfrutar del siguiente show!
Saludos su amiga “Lety”.