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Reencontrándome con Daniela
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Con Daniela viví una relación amorosa-sexual por espacio de año y medio, (Ver relato ‘Daniela, mi primera mujer y primera madura’) ella tenía 36 años y yo 20, en junio del 98 nos separamos, a pesar de haber química habían factores que a Daniela no le cuadraban o no quería enrollarse, pero bueno, nos separamos en contra de mi voluntad. A pesar de no haberse ido ni de la provincia o el estado donde vivíamos, no la vi por espacio de casi 15 años, pero siempre la recordaba, bueno me había casado (no felizmente, jejeje).

El 16 de enero del año 2014 andaba, con la mamá de mis hijos finiquitando los detalles ya que al día siguiente saldríamos hacia la Isla de Margarita, en Venezuela para pasar el fin de semana y celebrar mi cumpleaños, no sé porqué entré a una ferretería y estaba ella, atendiendo, al verla sentí una inmensa alegría, disimulando para evitar problemas con mi esposa de entonces y con una excusa ante la mamá de mis hijos me quedé para preguntarle algo y entablar conversación con Daniela, quién muy disimuladamente preguntó por mi madre. Presente a Daniela con la madre de mis hijos, muy cortés, y sin que la mamá de mis hijos se diera cuenta intercambiamos números.

Salí ese viernes 17 de enero a Margarita a celebrar de mi regalo de cumpleaños que es el 14 de enero, la pasé bien a pesar de unos inconvenientes con el hotel donde nos hospedaríamos, apenas regresé el martes le envié un mensaje, empezamos chatear, me había comentado que desde hace años había intentado en vano contactarme, que le dio su número a un familiar mío (un cuñado) estuvimos chateando por espacio de 3 meses, hasta que concordamos en visitarla a su apartamento para comernos una pizza, pollo y unas cervezas.

Como trabajo por turnos rotativos, ese viernes 09 de mayo, tendría el tercero, o sea entraría a las 22 h de la noche. Ese viernes salí de la casa como si fuera a entrar a las 18 h, compré las pizzas el pollo y las cervezas, llegué a su apartamento casi a las 6 pm, ella se bañó, se vistió con un Short (bermuda) una franela de algodón, ya que hacía calor a pesar de que había llovido, unas sandalias deportivas, comimos, brindamos, luego me expresó que iba a vestirse más fresca, ya que a pesar de tener su aire acondicionado encendido tenía calor y aún estaba calurosa la noche, le dije que por mí no había problemas, ya que estaba en su casa, cuando regresó vestía una bata como de seda estampada y nos pusimos a hablar en el sofá de la sala, tomándonos las cervezas, cuando eran las 20:50 recibo el mensaje del amigo mío del taxi, recordándome que me venía a buscar a las 21:10.

Cuando me levanto para despedirme de Daniela, vi ese brillo en sus ojos, procedo a despedirme besándole la mejilla, Daniela velozmente dirige su mano a mi cara para que nuestros labios se toquen en un beso tierno, donde tuve que contenerme, y hacerme el inocente, ya que no quería que pensase que era una falta de respeto. Mientras nos besábamos exclamó que aún me extrañaba, poco a poco empecé por acariciarle sus nalgas por encima de la bata, ella dirigió una mano hacia mi miembro el cual ya estaba tieso, la senté en el sofá y saqué mi miembro, ella se lo llevo a la boca, dándome una señora mamada, luego, la acosté en el sofá y le levanté la bata, tenía su coño depiladito, me detuve un momento a contemplarlo y procedí a devorarlo, mientras con una mano masajeaba sus pechos pequeños que ya estaban tiesos.

Daniela empezó a respirar agitada y su coño a desbordar abundante líquidos, con una voz solicita, me expresa que le succione los pechos, "anda papi, bésame la teta, como tú sabes que me gusta" y acariciando mi cabello en señal de que fuera subiendo, lo fui haciendo, pasando mi lengua poco a poco, por su ombligo, ella se retorcía, suspiraba, me halaba el cabello, a medida que me dirigía a sus pequeños pechos el placer era mayor para ella, cuando llegué a su pecho izquierdo, sentí arquearse su cuerpo, señal de un orgasmo, suspiró, y yo empecé mi faena de lamer besar y succionar ese pequeño pecho, como si fuera la última vez, ya a esa altura ella me susurra al oído, "métemelo papi… por favor métemelo!".

Yo en medio de la calentura llamé a mi amigo el taxista para que me pasara buscando a las 21:40, ya una vez cuadrado todo, me quité el pantalón y el bóxer, y procedo a metérselo suavemente hasta el tope, sintiendo su vagina apretada como siempre, ella gime, respira agitada, comienzo el mete saca, pausado, ella me besa el cuello, la oreja, comienza susurrarme palabras al oído tales como: "así papi, te extrañé!, yo buscaba con dificultad sus pechos, y también le exclamaba lo rica que era, Daniela como pudo me puso sus piernas a la altura de mi cintura abriéndolas lo más que pudo, yo alternaba entre besarle sus pechos y besar sus gruesos labios.

Daniela parecía disfrutar ya que estaba como en éxtasis con los ojos cerrados, como pidiendo que el tiempo no pasase, como si fuera la última vez que fuera a tener sexo y quería disfrutarlo en toda la plenitud, recuerdo que en una de esas empecé a hacer círculos con mi cintura es decir cuando se lo enterraba hasta el fondo le apretaba las nalgas atrayéndola hacia mí y hacía círculos, besaba su cuello pechos y labios hasta que no pude contenerme y le expresé mi intención de correrme, ella me dijo: "vente papi, vente! así lo hice, y a pesar de lo incomodo de la posición, por el sofá y toda la cuestión de la emoción, seguía erecto, Daniela comentó; "ooohhh, que rico amor"! me levanté con mi pene aún erecto.

Daniela se sentó quedando con mi miembro a la altura de su cara, con restos de semen y sus fluidos vaginales, procedió a llevárselo a la boca y darme una rica mamada mientras desde abajo me miraba con cara de agradecimiento, yo por mi parte me producía morbo, le tomé por el cabello y simulaba cogerla por la boca le pasaba mi miembro por el cachete, se lo restregaba por la boca, era maravilloso, pero como las cosas buenas no duran demasiado, mi amigo el taxista llegó y me llamó, le pedí que me esperara un poquito más que ya bajaba del apartamento, ya que estábamos en el 7mo piso, y por la inseguridad en Venezuela, no es recomendable, estar a las 21 horas en ningún sitio alumbrando o estando solo, me coloqué rápidamente la ropa, bajé, despidiéndome de Daniela rápidamente para no perder más tiempo, al llegar a mi trabajo que en verdad estaba a 5 minutos del apartamento de Daniela, en lo que llegué a la fábrica donde laboro, llamé a Daniela, me comentó que me estaba haciendo el difícil, yo en verdad captaba las señas que me hacía, pero no quería parecer un falta de respeto o mejor dicho temía que se echara para atrás y arruinar lo que había avanzado, en fin le dije que me había gustado y que había quedado "picado" (es decir quería más de ella) habiendo quedado de acuerdo para dentro de 3 semanas cuando tuviera el turno de la noche para otra cita más, pero ésta vez disfrutaría mucho más, cena con postre… Jajaja.

Esas tres semanas Daniela y yo estuvimos chateando, me contaba sus cosas que estaba pasando un mal momento a nivel financiero, le brindé un poco de ayuda pero quería volver a cogérmela, ella sabía que quería desquitarme el tiempo que estuve sin disfrutar de su cuerpo y ahora que estaba esterelizada y con casi 53 años sería mucho más placentero coger con Daniela sin el stress de no acabar adentro, de cuidarse sí está ovulando.

Llegó el día ansiado, viernes 30 de mayo, nuevamente tenía esa semana el turno de la noche, salí como de costumbre a las 17:15 aproximadamente, mi amigo el taxista me abordó unas cuadras de la casa, compré unas pizzas, parrilla y cervezas, le escribí a Daniela, quién me respondió que estaba llegando a su apto que le diera unos minutos mientras se bañaba rápidamente, me tomé 2 cervezas mientras hacía el pedido de las bebidas para llevar, dando tiempo a recibir el mensaje de Daniela, efectivamente a los 15 minutos me informó por mensaje de texto que subiera, llegué a su edificio, le repico y baja a abrirme la puerta.

Andaba vestida con un short de tela, ceñido a su cuerpo, mostrando sus piernas parejas, a pesar de sus 53 años en ese entonces su culo estaba intacto, duro, una franela pegada a su abdomen plano, mi amigo no disimuló, corriéndole la baba por la boca, riéndose sabiendo que había sido capturado in fraganti me dijo que le avisara la hora para venirme a buscar, subimos al 7o. piso a su apartamento, preparamos la mesa, metimos las cervezas a la nevera, empezamos a comer, indicándome que tenía tiempo que no degustaba una suculenta parrilla, o degustaba el pollo a la brasa con la pizza y la cerveza.

Habiendo terminado de cenar fregamos los platos, tomándola con el corazón a mil por la cintura, haciéndola notar mi pene semi erecto, se voltea y me corresponde con un beso, le empiezo a acariciar sus pequeños senos, los cuales ya se estaban empezando a poner duros, puntiagudos, me pide nos vayamos a su habitación, para no seguir forzando el aire acondicionado, ya que el calor era implacable, al entrar en su recamara, se dirige a su PC y procede a colocar su canción favorita "Cóncavo y Convexo" pero interpretada por José Feliciano, me dice al oído que con este interprete le fascina, empezamos nuevamente a besarnos, le beso el cuello, bajando lentamente a sus pechos, quitándole su franela, brassiere, empiezo a devorar esas pequeñas masas de carne, ella comienza a desabotonar la cremallera de mi pantalón, me quito mis zapatos y franela, quedando temporalmente en jeans y bóxer, le quito su short y blumer, quedando a mi vista una vagina rasurada, su olor singular, sin perder tiempo me sumerjo en la delicia de su cuca degustando su sabor agridulce, Daniela comienza a gemir:

Daniela: "si papi ahi ah ah que rico…"

Yo seguía lamiéndole su vagina, suavemente capture su clítoris con mis dientes y muy sutilmente lo templé, sintiendo Daniela un corrientazo por toda su espalda, me halo fuertemente por mis orejas, dejando escapar un gemido fuerte…

Daniela: "aaahhh ummm que rico coño e tu madre así me gusta…"

Y largando un potente chorro cristalino signo de un soberbio orgasmo dejando relajar su cuerpo quedando con la respiración agitada…

Posteriormente a esto me terminé de desvestir, nos ubicamos para un sensacional 69, intenté penetrarle con mi dedo medio en su ano pero me dijo rotundamente que no! le acariciaba sus nalgas que al igual que sus piernas no tenían ninguna señal de celulitis, logrado haberle premiado con el tercer orgasmo de la noche Daniela me pide que la penetre, de rodillas, con ella frente a mí, con las piernas abiertas, tomo mi pene y se lo restregó como 3-4 veces en la entrada de su vagina, procedo a introducirlo lentamente, sintiendo su cuca caliente, lubricada, estrecha, una verdadera delicia, empiezo con el mete saca, Daniela a mover su cadera en círculos, le besaba sus pechos, su vagina era un río desbordado de líquidos, me tenía cubierto con sus piernas a la altura de mi cintura, su vagina era un volcán ardiendo cuando ya no aguantaba más le participé que me venía logrando venirme junto con ella, sudorosos con respiración agitada, buscamos otra cerveza, platicamos de cosas triviales, su día a día, su mamá, mis problemas, me notó tenso en el cuello, procediendo a recostarme boca abajo, untándome crema y comenzando un rico masaje que no tardó en ponerme en guardia nuevamente, me voltea quedando boca arriba y la posiciono sentada sobre mí, lentamente se introduce con ayuda de su mano izquierda mi pene erecto comenzando un frenético movimiento de caderas, le amaso sus nalgas, ella me muerde la oreja diciéndome cosas como lo rico que se siente, la coloqué de perrito le mordí esas nalgas, metiéndole mi lengua en su ano, posteriormente le introduje mi pene para llegar nuevamente ambos al orgasmo.

Nos metimos a bañar dándonos una tanda de besos y caricias, no quería ir a trabajar, pero si faltaba esa noche me descontarían casi la mitad de la semana de trabajo, Daniela me estaba pidiendo algo de dinero, el cual me comprometí a ayudarle la semana entrante.

Daniela tenía muy mal carácter, en nuestro primer encuentro en su apartamento ese 9 de mayo le había expresado que ya no era ese muchacho inmaduro que ella había abandonado hace 15 años atrás, ella pensaba que aún la amaba al punto de desvivirme por ella, cosa que no era mentira, aún estaba latente ese amor, mi matrimonio estaba en un punto de no retorno, pero no iba a dejar que me pisotearan nuevamente ni Daniela ni ninguna otra mujer.

Nos seguimos viendo como 3 meses más pero ella volvió con sus aires de niña malcriada y en una de sus arranques ella confirmó lo de no tolerar desplantes y la relación con la misma rapidez con que surgió así murió, aparte que conocí a Yoly, con quién pasé momentos inolvidables…

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