Mi nombre es Angie, tengo 28 años, soy morena clara, mido 1.65 m, de niña era muy delgada pero a raíz de que me casé y tuve a mi primera hija mi cuerpo cambió, durante y después de mi embarazo mis caderas se ancharon y con ellas también creció mi trasero y mis piernas se hicieron más gruesas dando eso un buen porte a mi figura. Me gustaba tanto como me había quedado mi cuerpo por lo cual decidí tonificarlo saliendo a correr y haciendo aerobics que veía por televisión mientras me ocupaba de las labores de mi hogar.
La rutina de casados nos atrapo a mi esposo y a mi, a pesar de que ya había logrado tener un bonito cuerpo, mi abdomen ya no estaba completamente plano como de más joven pero tampoco estaba gordita, al contrario tenía muy buena figura que se complementaba con mis caderas y mi trasero redondito que ambos ya mantenía tonificados con mis ejercicios diarios. Como les decía, la rutina de casados nos atrapo a mi esposo y a mi, de repente me encontraba sola en casa con mi hija, mi esposo llegaba tarde y a veces venía borracho del trabajo, él es maestro pero estaba en un consejo escolar que le demandaba asistir a reuniones y según él, tenía que convivir con sus compañeros para quedar bien con ellos y por eso se la pasaba bebiendo alcohol después de sus reuniones.
Eso me empezó a frustrar ya que eran muy constantes las peleas entre nosotros y yo me estaba hartando de estar encerrada con mi hija en casa, me esforzaba por mantener un buen cuerpo para su agrado pero él no se daba cuenta de eso y cuando quería que tengamos sexo era muy frio y se venía rápido dejándome insatisfecha. En mis ratos libres navegaba por el Face para pasar el rato y decidí abrir de nuevo mi cuenta de Skype que tenía mucho que no usaba, ese día recuerdo que era sábado y mi esposo salió a una reunión de trabajo y me comento que llegaría ya muy tarde, mi hija se la había llevado mi cuñada a su casa y estaría ahí jugando con su hija aprovechando que tenían la misma edad.
En ese entonces, yo tenía 23 años y me encontraba sola en casa, ya había terminado las labores de mi hogar, me encontraba descansando en el sillón de la sala con el celular en la mano, de pronto me llego un mensaje proveniente de mi cuenta de Skype, la cual había dejado abierta.
Era un mensaje de un joven dos años mayor que yo, soltero, que años atrás cuando estudiaba en el bachiller nos mensajeabamos diario con la intensión de conocernos pero nunca se dio la oportunidad, lo tenía agregado al Skype gracias a que un amigo que teníamos en común que le había pasado mi cuenta años atrás.
Ese sábado que me encontraba sola, me saludo y estuvimos hablando de muchas cosas y entre ellas que un día pudimos habernos conocido y por azares del destino no pudimos, me dijo que él consiguió un trabajo en la capital de estado donde yo vivo y sin más, quedamos de acuerdo de conocernos, yo le explique que tenía una hija y que me había casado. Él dijo que si por mi no habría problema pudiéramos conocernos y si las circunstancias lo permitían hasta podríamos ser buenos amigos, me emocione y le dije que sí. La verdad lo había visto en fotos y no estaba feo pero tampoco se veía que era un galán, fue más mi morbo por conocerlo en persona y la soledad que tenía de casada lo cual me ahorillaron a decidirme a verle.
Quedamos de vernos el domingo próximo ya que mi esposo se iría con su hermano a ayudarle con unas cosas y mi hermana menor vendría a mi casa, lo cual era la coartada perfecta ya que me hermanita me ayudaría a cuidar a mi hija en ese lapso, quedamos de vernos en la esquina del edificio postal en el centro de la ciudad ya que ahí pasaba la ruta que tomaría para llegar hasta ahí. Llego la hora y yo estaba nerviosa, me sentía como cuando vas a tu primera cita y sinceramente no sabía que pasaría de ese momento, me sentía segura de mi misma y más con el cuerpo definido que había logrado pero en ese momento tenía sentimientos encontrados, por un lado estaba el entusiasmo de conocer al chico que años atrás había sido mi confidente por mensajes y por otro lado la culpa que sentía de ver a otro hombre a espaldas de mi esposo.
La parada del camión se sitúa a pocos metros de la oficina postal y por la dirección del camión tendría que pasar primero por la oficina postal y luego hacer parada en la estación, el camión paso y esa fue la primera vez que vi a Elías – ese es su nombre del hombre al que le debo mis orgasmos y el hombre que se ha convertido en mi amante – parado como revisando su celular, ya me había avisado por msj que había llegado. Yo me baje del bus y camine hacía el, estaba seguro que él no me había visto más que en una foto que le había mandado por Skype, la cual era una foto de algunos años atrás mía de cuando era soltera y estaba súper delgada y con cara de niña.
Para Elías era la primera vez que me veía en persona y también con los atributos físicos que había mantenido gracias el ejercicio. Camine hacía el y no se dio cuenta de que llegue hasta él, justo cuando estuve frente a él,
El me pregunto – ¿Angie? – asentí con un sí – hasta que se nos hizo conocernos -le dije y nos saludamos de mano y con un beso en la mejilla. El me pregunto por mi hija y se le notaba nervioso y la conversación transcurrió
E: Ya comiste, podemos ir a comer si gustas
Yo: No he comido (era la 1 pm de la tarde y con las prisas no habría tenido oportunidad de comer)
Quedamos de acuerdo de comer comida china, ya que había un lugar a la vuelta de donde estábamos, caminamos hacía ahí, el detrás de mi, yo llevaba un jeans con sandalias bajas y una blusa floreada sin mangas con un escote que dejaba ver mis senos al inclinarme, yo no quise ir arreglada como siempre me ha gustado ponerme, ya que sospecharían en mi casa y no quise dar explicaciones, sin embargo el toque de maquillaje y mi outfit me hacían lucir bien. Como él iba detrás de mi, podía sentir su mirada enfocada en mi trasero. Antes de ese momento, yo no lo conocía en persona pero al verle me gusto que era un hombre muy limpio y muy cuidado en su aspecto personal, no era delgado pero tampoco gordito, medía poco menos que yo, tenía una barba bien rasurada y en el instante que lo ví eso me gusto de él, me llaman los hombres con barba siempre y cuando lo sepan cuidar y lo luzcan bien y Elías era uno de ellos.
Durante la comida no separaba sus ojos de mi escote y aprovechaba cualquier instante para decirme lo bien que me veía y que le había dado mucho gusto que coincidiéramos, comimos y seguimos platicando, el me confeso que le guste desde que aparecí y yo bromeaba que tenía apenas una hora de verme que como podía ser eso posible y por momento pensé que solo lo decía por quedar bien, terminamos de comer y salimos a caminar, estábamos cerca del parque principal y nos sentamos a platicar yo le conté de mi situación con mi esposo, me salieron algunas lágrimas y cuando vi Elías ya me tenía en sus brazos consolándome, por estar en la plaza tuve miedo de que alguien nos viera juntos y el me sugirió entrar a un café que está cruzando la calle, ya ahí pedimos un café, un postre y nos fuimos a un rincón en la parte de atrás de la cafetería, estábamos solos, salvo por unas muchachas que estaban al otro extremo. Elías me dijo que sentía mucho mi situación con mi esposo y que era una mujer atractiva, joven y hermosa que no entendía por qué mi esposo teniendo una mujer con tal cualidades me había dejado desatendida, en eso Elías me tomo de las manos y en seguida se disculpó por hacerlo, yo como reacción a esto estire mis manos poniéndolas en su cuello y enseguida lo abrace, cuando me di cuenta de que lo tenía abrazado, el junto sus labios con los míos y nos dimos un beso torpemente, nos reímos y enseguida ese beso paso a un beso pasional que duro un poco más de 1 minuto que para mi paso muy rápido pero lo disfrute. En eso sonó mi celular, era mi hermanita que me llamaba para decir que me regrese porque había tardado.
Había pasado una tarde maravillosa con Elías, era muy lindo, amable y me gustaba su plática muy amena. Me había gustado también a mí, al igual que yo a él y la falta de cariño de mi esposo habría hecho que yo lo besará y que nos hayamos fajado ambos en el sillón de la cafetería, le dije que me tenía que ir (quería quedarme más tiempo con él, quizás hasta ir con él y saciar mis ganas de tener sexo con él, que me empezaba a atraer sexualmente). Me acompaño hasta la avenida donde tome un taxi, él se acercó al conductor y pago la tarifa y nos despedimos con un beso y un abrazo
Desde ese día hablábamos mas por whatsapp, Elías tenía un trabajo en una empresa de telecomunicaciones por lo cual tuvo que viajar a una ciudad vecina por trabajo. Me empezaba a gustar y ya solo me moría de ganas de estar con él, que me hiciera el amor, sentirlo dentro de mi, estar en su cama desnudos y yo se lo hacía saber que me moría de ganas de estar con él.
Yo, desde hace dos meses antes de salir y conocer a Elías por primera vez, me inscribí a un curso de belleza en una escuela en el centro de la ciudad, por lo cual asistía los sábados en la mañana, le comente que cuando regresara de su viaje me gustaría verlo y me dijo que me invitaría a desayunar el sábado sabiendo que iría a la escuela. Ese días nos vimos en un restaurant cerca de la escuela, él ya me esperaba, ese día me pidió que faltará a clases que se moría por tenerme en su casa. Yo moría por ir con él, sin embargo le dije que ese día ya lo había dispuesto para estar con él el resto de la tarde cuando saliera de la escuela.
Lo que paso esa tarde, lo relataré en otro momento, y así es como empieza mi vida al lado de mi amante con cual goce mucho y aprendí a disfrutar cosas del sexo que desconocía.
MI correo es [email protected], seguiré subiendo más relatos y por supuesto la continuación de este…