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Mi primera vez como hotwife
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Mi nombre es Carolina y soy una hotwife, tengo sexo con diferentes hombres con el permiso de mi esposo mientras él se mantiene fiel.

Siempre me ha gustado escribir y cuando descubrí esta página me animé a crear este perfil como un pequeño rincón para relatar y contarles algunas experiencias y travesuras como hotwife, mías como de mis amigas involucradas es este excitante estiló de vida.

Lo primero que quiero dejar claro es que soy real, tengo 43 años, aunque soy mexicana llevó viviendo más de la mitad de mi vida en Estados Unidos y en vez de darles una aburrida descripción física mejor vean la foto de mi perfil.

Felizmente casada hace 23 años con Marcos mi esposo, madre de 3 hijos y desde hace 10 años una orgullosa hotwife.

Antes de que me convirtiera en una hotwife, mi esposo yo habíamos perdido totalmente la pasión, las obligaciones del trabajo, de los hijos nos hicieron caer en la rutina. Llegamos al punto en que no teníamos ningún contacto sexual, no teníamos vida marital.

Intentando recuperar nuestra chispa y pasión, mi marido y yo decidimos celebrar nuestro 13 aniversario con una cena romántica.

Al llegar al restaurante mi esposo me llamo para avisarme que llegaría un poco tarde, para matar el tiempo me acerque a la barra del restaurante, mientras esperaba a mi esposo el cantinero se acercó a mi con un Martini diciéndome que el caballero que estaba al fondo me invitaba el trago.

Al buscar quien me habían enviado el trago, un hombre tal vez de unos 40 años me guiñó el ojo, me quedé muy sorprendida, le dije al cantinero que gracias por el trago, pero que no lo podía aceptar, pero a los pocos minutos el hombre me abordo y me empezó a coquetear.

Le volví a rechazar el trago y le dije que estaba esperando a mi esposo pero él siguió insistiendo, incluso llego a atreverse a acariciarme las piernas, no fue hasta que llego mi marido que se retiró.

Al llegar mi esposo le conté lo que me había pasado y lejos de molestarse su reacción fue lo contrario, esa noche después de cenar mi marido me llevo a un motel y tuvimos sexo como locos, habían pasado años desde que mi marido me cogía así, me dijo que lo había excitado mucho que otro hombre me tocara.

Desde esa noche algo cambio en mi marido, cada vez que salíamos me pedía que me vistiera sexy, le gustaba que usada mini falda o blusas muy escotadas ya que mis pechos son bastante grandes, soy copa DD.

Mi marido se excitaba cuando los hombres me miraban y cuando teníamos relaciones fingía que era mi amante, me comenzó a hablar sobre el intercambio de parejas y las fiestas swinger y por último me confesó que tenía la fantasía de verme coger con otro hombre.

Lo que dijo me pareció una locura jamás había estado con otro hombre, con mi marido perdí mi virginidad y definitivamente le respondí que no, pero mi marido seguía empeñado en su fantasía y poco a poco me fue convenciendo hasta que acepte.

Mi marido me dijo que él se encargaría de arreglar todo y que no me preocupada, a los pocos días me dijo que ya tenía a un pretendiente, que era un compañero de trabajo, muy discreto y que su nombre era Derek.

Sin darme más detalles mi marido estaba muy entusiasmado, me compro ropa y lencería nueva y a los pocos días me dijo que ya tenía todo listo y el sábado por la noche sería la cita.

Ese día mi esposo me pidió que me pusiera lo más sexy que tenía, me vestí con un sujetador negro, una tanga negra, ligas negras y una minifalda negra con una blusa roja ajustada con un buen escote.

Quedamos de vernos en un bar algo alejado de nuestra casa para evitar que nos reconocieran, llegando al bar y después de unos minutos mi marido me presentó a Derek.

Derek era bastante alto como 1.85, bastante fornido, rubio, ojos azules y aproximadamente de 23 años, bastante atractivo.

Yo seguía un poco nerviosa pero mi marido estaba muy emocionado, Derek y yo comenzamos a hablar y con unos cuantos tragos de más me saco a bailar y nos divertimos bastante.

Después de un tiempo mi esposo sugirió que nos fuéramos del Bar y fuéramos al Motel y estar más relajados. Durante el camino al Motel Derek se sentó a mi lado y comenzó a besarme y a pasar sus manos por mi culo y tetas, mientras yo le devolví los besos caliente por sus manos y el alcohol, baje mi mano hacía su verga frotándola.

En cuanto llegamos al Motel Derek me arranco la blusa y mi brasier chupando mi pezón y frotando mi otra teta con sus manos fuertes, me aparte un poco para ver a mi esposo mientras Derek me quitaba mi falda y tiraba mi tanga al suelo.

Me quedé sólo con el ligero, Derek comenzó a desnudarse mientras mi marido de 13 años estaba muy erecto, Derek tenía un cuerpo musculoso y suave, ningún pelo en ninguna parte excepto una delgada tira sobre verga. Su verga era de unos 20 cm bastante gorda, completamente dura y erguida.

Yo ya estaba tan caliente que me puse de rodillas frente a él y tomé su verga en mi mano y la apreté y acaricié con fuerza llevándola a mis labios introduciéndola medio camino en mi boca y mientras le chupaba la verga con mi mano jugaba con sus bolas afeitadas.

Era algo salvaje, tener otra verga en mi boca, tan dura y suave, como un delicioso manjar comencé a mamar como loca, dure alrededor de 10 minutos chupando su verga hasta que Derek me detuvo levantándome del suelo colocándome sobre la cama separando mis piernas dejando expuesto mi coño.

Derek se acomodó entre mis piernas con su verga listo para penetrarme, sentí como la cabeza de su miembro entraba lentamente a mi coño hasta que toda su cabeza desapareció dentro de mí.

Con algo de dolor Derek esperó un minuto para que mi coño se ajustara a él y luego empujó de nuevo. Me encantó cada segundo que sentí su verga abriendo camino en mi coño. Su gran verga se sentía tan rico en mi coño moviéndose hacia dentro y hacia fuera.

Aumentando lentamente su ritmo comenzó a cogerme más duro, su verga llegó a lugares dentro de mi coño que mi esposo nunca toco.

Por un momento pensé que me dividiría por la mitad y otras veces que estaba en el cielo. Derek estaba marcando en mi coño un recuerdo por el resto de mi vida, estaba gritando tan fuerte que pensé que la gente de seguridad del motel aparecería.

Tenía mis piernas alrededor de su cintura y mis pies unidos. Mis brazos estaban alrededor de él sintiendo como apretaba sus músculos con cada embestida y sintiendo su verga palpitar me aviso que estaba por correrse.

Sacando su miembro de mi coño, apuntó a mi cara a un metro de distancia y acarició su carne de hombre disparó. La primera ráfaga golpeó mi cara y mi boca abierta, el segundo y tercer disparos cayeron en mis tetas y los últimos dos en mi coño.

Su semen estaba muy caliente. Se sentía marcando mis tetas y coño. Mantuve mi boca abierta para que mi esposo lo viera y luego lentamente me lo tragué. Era dulce pero picante. Casi nunca me trago el semen de mi marido pero las mujeres sólo lo hacemos cuando estamos tratando de impresionar al hombre. De todos modos lo hice y mi esposo estaba muy feliz y emocionado.

Derek se acostó al lado de mí mientras recuperaba su aliento, con mi coño totalmente abierto, estirado, temblando y mi cuerpo bañado en sudor y semen. Mi esposo se acercó a darme un largo y pasional beso dándome las gracias por cumplir su fantasía.

Esta experiencia fue sólo el inicio de mi nueva vida como hotwife, salvo mi matrimonio y en estos 10 años me ha permitido disfrutar al máximo de mi sexualidad, de mi feminidad y por supuesto que se los voy a contar a ustedes.

Les envío un beso.

Carolina.

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