Aquí vuelvo con otra historia de mis aventurillas. Mi pareja de entonces y yo llevábamos una vida sexual bastante activa. El gym y el deseo hicieron que cada día durante varios meses lo hagamos en donde se nos antoje, en su cocina que fue delicioso hacerla gritar de placer, en su depósito sobre una mesa que se descompuso por tanto meneo y en muchos otros lados que les iré contando.
Pero en esta historia les cuento sobre un día que estábamos relajando. Y ella me dijo
-vámonos a un motel y así me das duro porque quiero gritar sin control.
Y así fue como llegamos a un motel decente sin mucho detalle y simple con una buena cama y buen ambiente, entonces a la faena, ambos sabíamos que una vez dentro era nuestra la tarde.
Nos empezamos a besar muy apasionadamente, con mordeduras y lengua de por medio ella ya estaba bastante cachonda, le empecé a besar todo su cuerpo poco a poco, bajando y ella se sentía que ya quería mi pene adentro, la empujé a la cama y ella solita me dijo
– quiero que tu lengua juegue con mi choche
Entonces ella se abrió y la tanga le quedó pequeña ante tremenda panocha morena y con vello rebajadito, las panochas morenas me ponen a mil, entonces le saqué su tanguita que andaba mojadisima, y no esperé más y le metí toda mi boca para saborear ese elixir que tenía, le metía mi lengua y ella como se retorcía y me apretaba con sus piernas y su mano que no me dejaba respirar.
Estuvimos un buen rato así y entonces ella me dijo que le tocaba y me puso a la cama y ella me empezó a besar el cuello y mi pecho, mordía suavemente hasta que llegó a mi bóxer que no ocultaba para nada mi tremenda erección y ella de un jalón me sacó el pene que salió como una bestia enjaulado y ella me miro y miró mi pene con lujuria y deseo y se lo metió a su boca de una y sus labios me apretaban y lo chupaba como diosa.
A estas alturas ya le estuve enseñando como comerse mi macizo, ella seguía con su mamada celestial, y entonces vino y me dijo al oído que se la meta, y ella se paró y se puso a la pared con su culo empinado y entonces fui de volada y ella solo me dijo
– métemela como me gusta mi amor.
Apunté mi pene a la entrada de su jugosa y mojada vagina morena y se la metí de un solo empujón hasta que chocó mis bolas con su tremendo culo y ella dio un grito increíble:
-aaaahh sii mi amor, cógeme duro mi vida que estoy arrecha por ti!!!
No esperé a que su vagina se adecue a mi grosor y le empecé a dar duro a esa vagina, estuvimos así un buen rato hasta que la puse de cuatro y mientras le metía duro como ella quería me animé a meterle un dedo a su culito que me sonreía y ella empezó a gozar aún más y decía
– que rico mi amor, quieres mi culito? Quieres comerte mi culito? -yo sin dudar le dije que siii que quería abrirle ese hoyo que pedía a gritos mi pene.
Ella sacó vaselina de su bolso, algo me decía que ella estaba más que preparada para ese momento, agarró y puso vaselina en su mano y lo puso en mi pene para que no le doliera, y luego se posó en la cama con el culito al aire y empinado y ella me decía
– vamos amor que mi culito espera que me metas tu rico pene -entonces le puse la punta en su entrada y empujé suavemente ella decía- ay que grueso mi amor con calma -y se lo fui metiendo y ella empezó a moverse suavemente dios!! Que estaba apretadísimo ella lo sabía.
Sentía como centímetro a centímetro entraba en su culito y esa sensación de entrar por primera vez a su culo me ponía a mil, estaba más que excitado y al final entró todo hasta que faltó un poquito y quería que choque mis bolas y lo empujé más fuerte y ella pegó un grito único
– a aahhh mi amor me metiste todo tu pene, que rico, me estas rompiendo el culo, comete la que querías este culo es tuyo.
Y vaya que sí, lo tenía redondo, resultado de años de gym y vaya que era suculento, y no aguanté y le comencé a bombear más y más hasta que ella empujaba su culo y quería más, no lo dudé y le dijo duro como a su vagina le propiné para sus embestidas, ella gritaba entre dolor y placer, gozaba, no podía creer por fin su culo era mío y no iba a irme sin marcar ese culo y empujaba más a fondo y más duro y le dije que ya venía mi semen, ella sin dudar y con sorpresa me dijo
– vacíalo afuera en todo mi culo báñame de tu lechita mi amor
Obvio lo saqué y ella sintió mi glande hinchado y gritó de dolor y le terminé por bañar tooodo su culo y espalda, salió bastante leche, no esperó a más y se puso de 4 me dijo ‘métemela en mi choche’ y sin dudar le metí duro a su choche y ella empezó a empujar más y más y se empinó y se paró y gozaba con mi pene de espalda y me apretó durísimo que mi nacha ya sintió su garra que indicaba que daba su orgasmo celestial y dio su tremendo vuelvo de ojos y gritó al techo, un jadeo enorme y se desplomó en la cama y me sonrió y nos abrazamos y solo recuerdo sus palabras suaves
– jamás olvidaré que me partiste mi culito, solo tú te comerás mi culito mi amor.
Y así fue inicio de nuevas historias, espero les haya gustado, ya viene otra historia. Nos vemos.