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Abogado que tiene sexo con su secretaria
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Les quiero contar las cosas que ocurrieron luego de contratar a una secretaria.

Llevaba años trabajando para un estudio jurídico importante y ganando buena pasta. Pero sentía que ya era hora de tener mi propio estudio y empezar a trabajar por mi cuenta. Así que renuncié y con el dinero que tenía ahorrado me alquilé un local para tener mi propio estudio.

No podía trabajar solo, iba a necesitar a una secretaria que me ayude. Así que publiqué un aviso en internet que contenía lo siguiente "se solicita joven entre los 20 y 30 años para trabajar como secretaria en estudio jurídico, se requiere contar con estudios universitarios".

Se presentaron muchas chicas para el día de la entrevista pero entre todas ellas había una que me llamaba mucho la atención. Era una chica de 21 años muy bonita de ojos verdes y de cabello oscuro que se encontraba actualmente estudiando abogacía y ya estaba en tercer año. Me pareció la mujer perfecta para el puesto así que la contraté.

Antes de seguir con el relato les cuento que tengo 45 años y soy un hombre casado con dos hijos. También les digo que durante estos años tuve algún que otro "desliz" con alguna secretaría pero sólo fue sexo y mi mujer nunca se enteró.

Continuando con el relato les comento que la joven aparte de ser hermosa trabajaba de mil maravillas y entendía el lenguaje judicial con el que yo me manejaba. No le tenía que explicar casi nada y me hizo pensar que había contratado a la mujer ideal pero luego me terminó decepcionando.

Gracias a esta profesión aprendí a ser una persona bastante desconfiada, no confió en casi nadie. Así que un fin de semana hice instalar varias cámaras y un sistema que me permitía ver lo que sucedía en mi teléfono. No le comenté nada a mi secretaria porque quería ver lo que hacía cuando yo debía salir.

Lo que ocurrió fue que el martes de esa semana pase varias horas afuera de mi estudio. Ya en mi casa me puse a ver la grabación del día y me encontré con algo desagradable.

Primero en el vídeo se ve como yo salgo y luego de un rato se ve como ella coloca sus piernas sobre la silla, se levanta la pollera que traía puesta y empieza a masturbarse. Eso no me molesto porque quien no se hizo alguna vez una paja en el trabajo, lo que me molesto fue lo que hizo a continuación. Mientras se masturbaba agarró el teléfono y se puso hablar con alguien. Luego cortó y continuó masturbándose hasta que después de 15 minutos se levantó de la silla para abrirle la puerta a alguien. Hizo ingresar a un hombre que yo no conocía y que aparentemente era su novio porque apenas cerró la puerta se arrodillo en el piso y de forma desesperada le bajó el pantalón y se puso a chuparle la polla. Estuvo así un buen rato chupándole la pija hasta que se levantó del piso y se dio vuelta para que el hombre se la folle de parado. Luego hizo que el la subiera al escritorio y siguieron follando. Después el hombre se sentó en la silla de mi secretaria y se la follo en esa posición. Ese encuentro sexual termino con ella de nuevo arrodillada en el piso haciéndole una paja para luego metérsela en la boca y tragar toda su leche.

Yo después de ver ese video estaba furioso porque me indignaba que haya metido a un desconocido a mi estudio y que además haya tenido sexo con él. Así que al día siguiente espere a que viniera y cuando lo hizo le dije de todo.

Yo: te gustó tener sexo con tu novio ayer.

Ella: de que estas hablando?

Yo: mira eso, es una cámara.

Ella: no sabía que habían puesto cámaras y porque no me avisaste?

Yo: esa no es la cuestión, la cuestión es que metiste a un desconocido en mi estudio y tuviste sexo con él.

Ella: lo siento, no volverá a pasar.

Yo: te puedo echar por lo que hiciste.

Ella: por favor no lo haga, necesito el trabajo y estoy aprendiendo mucho con usted.

Yo: debiste pensarlo antes de hacerlo.

Ella: lo lamento mucho y le juro que no va a volver a suceder.

Yo: sos buena trabajando y que hagas estas cosas no me gusta.

Ella ya estaba a punto de llorar y me dio pena así que decidí no echarla.

Yo: no te voy a echar pero quiero que esto no vuelva a suceder.

Ella: gracias señor y le prometo que no va a volver a ocurrir.

Lo que sucedió después de esto fue que ella intentaba hacer buena letra trabajando muy duro y comprándome el desayuno, cosa que antes no hacía. Además la empecé a sentir bastante cariñosa conmigo debido a la forma que tenia de hablarme y de mirarme. También cuando me traía algún documento me empezó a pedir permiso para sentarse en mis piernas porque quería explicarme de la mejor manera lo que contenía esos papeles.

Un día ella sentada en mi pierna hizo un chiste y empezamos a reírnos. Esa situación la aprovechó para hacerme una pregunta.

Ella: le puedo hacer una pregunta?

Yo: sobre qué.

Ella: cuantas veces vio el vídeo.

Yo: que video?

Ella: en el que estoy yo teniendo sexo con mi pareja.

Yo: ehhh sólo una.

Ella: no me mienta.

Yo: te lo juro que sólo fue una vez.

Era mentira, lo tenía en el teléfono y lo veía cuando tenía ganas de hacerme una paja.

Ella: y que parte del vídeo le gustó?

Yo: ya me olvide de eso.

Ella: le gusta como chupo vergas?

Mi pija se me estaba poniendo dura al escuchar lo que estaba diciendo mi joven secretaría.

Ella: le gustaría que le muestre lo bien que lo hago?

Yo: no hace falta.

Ella no me hizo caso y de estar sentada en mi pierna pasó a estar arrodillada entre mis piernas. Entonces me desajusto el cinturón y me bajo el cierre del pantalón. Yo no la detuve sino que le dije que no hacía falta que lo haga pero ella no me hizo caso y metió su mano para agarrar mi pija. Ya con mi pene entre sus manos me empezó a pajear y se me escucho decir "ahhhh" cuando sentí su lengua recorrer mi pija. Creo que se escuchó otro "ahhh" de mi parte cuando se la metió en la boca y empezó a chupármela y a masturbarme a la vez.

Después de chupármela se levantó un poco la pollera, se dio vuelta y con ayuda de sus manos acomodo mi pija en su concha y de un movimiento se la enterró todita. Puso sus codos sobre el escritorio y empezó a mover su culo hacia arriba y hacia abajo. Ahora no era yo quien decía "ahhh" sino ella pero en reiteradas ocasiones. Sentía que me haría acabar cuando por momentos se movía de forma rápida pero se frenaba a tiempo antes de que acabe dentro de ella.

Después supongo que se cansó de mover su culo y se volvió a poner entre mis piernas para chuparme la pija y tragarse hasta la última gota de mi leche.

Yo: porque lo hiciste.

Ella: esta fue mi forma de decirle gracias por no haberme echado aquella vez.

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