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Por fin atada
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Paso a contarles que somos de Buenos Aires, una pareja de 50 y pico. Yo y 40 y pico, Ella (Judith), de contextura más bien delgada tan alta como yo con unas tetitas chicas muy sensuales y una cola de ensueño. Veníamos conversando diferentes ideas para incorporar a muestra vida sexual (que aprovecho a contarles es de mente abierta y siempre con ganas de mas).

Entre una de las ideas que Judith tiraba siempre era la de probar que se sentiría siendo Sumisa, Esclava y como podría comportarme yo como Dominante y de qué forma podría excitarla más allá de lo experimentado y de todo esto una noche de mucha lujuria surgió; atarla. Fue así que rápidamente me puse las pilas para seducirla, excitarla y entusiasmarla pero con la incertidumbre de como podría resultar esto en medio de la excitación el aporte de sogas para atarla (el lugar elegido: la mesa).

Llego el día, mejor dicho "La noche", salimos, Judith como es su costumbre esplendida, enfundada en unos pantalones engomados negros (sin tanga) y una blusa roja fuego sin corpiño que apenas permitía adivinar los pezones sensuales y eróticos marcando presencia con toda su actitud, fuimos de copas y ya empezamos a fantasear como disfrutaríamos.

Las horas pasaron volando y cuando quisimos pensar ya estábamos entrando a su casa, preparé un champagne y comenzamos a besarnos y a recorrernos con las manos. Yo particularmente disfruto mucho por lo visual, mirarla y recorrerla, fue así que decidí comenzar a desvestirla para re encontrarme con sus tatuajes ocultos, solo conocidos por privilegiados que conquistaron su cuerpo. Judith se puso frente a mí y comenzó a besarme y bajar hasta encontrar mi pija que ya explotaba de placer por toda la seducción de su boca, me comía y me comía la pija que yo no podía resistirme a tomarla de los pelos y comentarle como un susurro más, que siga porque yo ya le acabaría en la boca…

Ella me miro y consentí, se tragó todo mi ser y lo disfrutamos de una forma difícil de describir. Inmediatamente la tome de los pelos, la levante y la di vueltas quedando de frente a la mesa, tome las sogas mientras Ella sin pensarlos solo estiro sus brazos hacia adelante y yo tome sus manos por debajo de la mesa y até cada una de sus manos a las patas de forma tal que la obligaba a mantenerse con los zapatos rojos puestos dado a que de otra forma no podía hacer pie.

Esa postura fue tremenda me retire para observarla desde atrás, totalmente reclinada sobre la mesa con su culo en punta, calzada casi a la fuerza sobre sus tacos súper altos color rojos, haciendo juego con la luz de las velas que daban ambiente, la excitación de ambos era tal que ella me pedía que la penetre y yo solo atine a servirme una copa más de vino espumante y sentarme en el sillón solo a beber, mientras la miraba y la admiraba, Judith al darse cuenta de mi decisión solo pedía que la penetre, que no la deje así.

Yo solo disfrutaba de ella sin tocarla. Ella me pedía que la penetre y la coja porque no podía más de la excitación, en ese momento me di cuenta que con solo acercarme y susurrarle el oído que era mía los dos explotábamos de placer, ella entregada después de más de media hora de pedir que la re coja y le pegue. Solo atinó a quedarse quieta y pedirme que me acerque, fue en ese momento que me susurró al oído, ‘Disfruta "putito", soy toda tuya, porque me quemaste la cabeza, y créeme que cuando me liberes te voy a compensar comiéndote todo tu ser, te voy hacer gozar como nunca’.

Y así fue!!! Terminé de tomar mis copas, sin tocarla hasta que llegó el momento de soltarla, fue ahí que me pidió que le sirva una copa a ella mientras volvía en un momento comentándome que me siente y me ponga cómodo, y unos minutos después se apareció gateando con medias red color rojo (haciendo juego con sus zapatos) y antifaz, se convirtió en una "Diablita", tomo casi sin detenerse su copa de champagne y comenzó a recorrerme con su boca mientras me ordenaba que no la toque ya que yo tampoco la había tocado. Fue en ese momento que compartí con ella esa excitación que había gozado mientras estaba atada y sin ser tocada solo disfrutaba. Yo cumplí a raja tabla su orden y la seducción que esto me provocó de forma tal que solo acababa en su cuerpo sin penetrarlo.

La noche se fue alejando y nuestros cuerpos se daban cuenta de ello con la llegada de los primeros rayos de sol.

Una vez más disfrutamos como locos, cómplices de descubrir una forma más de seducción, lujuria y erotismo en nuestras noches de amor!!!

ICE69

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