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Los socios de mi esposo (2): Don Ricardo
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Hola a todos, esta es la continuación de lo que sucedió con los socios de mi esposo.

Luego que don Marcos termina llenándome de su semen, mientras mi marido se encontraba borracho en la misma habitación el mismo y con ayuda de uno de sus escoltas me acompañaron a llevar mi esposo hasta el auto, nos despidió como si nada hubiera pasado, pero luego nos dijo.

-Yo le explicare a los demás el porqué de su marcha repentina, tranquila Danielita ya tendrás tiempo de hablar con las señoras, cuídame mucho a Carlitos que el lunes lo esperamos muy temprano en el consocio.

Se me acerco me dio un beso en la mejilla al mismo tiempo que palmoteaba mis nalgas sin que su escolta se diera cuenta.

Los días pasaron, yo trate de borrar de mi mente aquel episodio, y empecé a disfrutar de los nuevos beneficios económicos y sociales de ser la esposa de un socio de una compañía tan prestigiosa, también aproveche el medio en que ya me movía para impulsar mi empresa de diseño.

Todo marchaba bien, hice una gran relación con las esposas de los socios, eso sí evitando al máximo toparme con ellos. Todo iba de maravilla mi marido y yo nos amábamos cada día más, el continuaba ascendiendo y yo empezaba a adquirir más fama y prestigio con mis diseños.

Ya habían pasado dos meses desde el incidente, cuando saliendo del gym luego de hacer mi dura rutina recibí una llamada de un número desconocido, la cual conteste pensando que podría ser una nueva clienta, pero mi sorpresa fue tal al escuchar la voz de don Ricardo.

-Hola Daniela, hablas con Ricardo Andrade, el socio de Carlos, me tomo el atrevimiento de llamarte primero porque quiero pedirte una disculpa por el incidente tan bochornoso que te hice pasar la otra noche en el club, yo normalmente no actuó de esa forma y espero que me permitas resarcirme por lo sucedido. La segunda es porque te quiero invitar a un proyecto que estamos haciendo en el consorcio para el cambio de imagen de la compañía ¿Dime que piensas al respecto?

-Doon doon Ricardo ¿qué más como ha estado? Es algo complicado olvidar ese momento tan bochornoso, pero yo decidí hacer borrón y dejar eso atrás, en cuanto a lo de su propuesta, no veo en que les pueda colaborar, lo mío es el diseño de modas.

-Tranquila mujer entiendo que estés a la defensiva, y yo estoy muy apenado por lo que paso. Pero, permíteme mostrarte quien soy yo realmente, en cuanto a lo del proyecto. Tu esposo te explicara hoy en la noche de que se trata, él es quien me dio tu número.

-Está bien don Ricardo, siendo así, en cuanto mi esposo me explicare le daré una respuesta, que tenga buen día.

No se cómo hice para llenarme de valor y contestarle de esa forma pero estaba que moría de vergüenza y nervios de solo escuchar la voz de ese tipo. Llegue a mi casa, me duche y me puse a pensar en la llamada del señor ese ¿tal vez si estaba arrepentido, tal vez los tragos le jugaron una mala pasada como a mí? En fin tome la decisión de esperar a que mi espocito me explicara de qué se trataba la propuesta.

La noche llego junto con Carlos, lo recibí como siempre con todo mi amor, cenamos y el empezó a explicarme de que se trataba la propuesta. La cual era darle una nueva imagen a la empresa en cuanto a su tipo de ropa en las diferentes áreas, pues querían ser vanguardia en imagen.

La propuesta me pareció genial en cuanto a lo económico y lo profesional, y aconsejada por mi esposo la acepte.

-Bueno amor está bien me parece perfecto, acepto.

-Excelente amor, así estaré un poco más cerca de ti, por lo menos por unos día, mañana mismo vamos a la empresa y hacemos los tramites del contrato. Yo solo te puedo llevar hasta la oficina de Ricardo y acompañarles un rato, pues ya lo de la firma es con el que es el encargado de ese proyecto. Te amoo Daniela Duarte.

-Yo te amo mucho más.

Al día siguiente nos organizamos para irnos para el consorcio, yo me puse una camisa de botones de color blanco y un pantalón de lino, el cual me quedaba algo suelto pero, realzaba mi cintura y mi cola, me puse un sostén color blanco con una pequeña tanga también del mismo color. Aunque llevaba un poco de nervios, trate de no demostrarlos y solo pensé en la propuesta de trabajo y en las disculpas de don Ricardo.

Llegamos al consorcio, mi esposo en su coche y yo en el mío, el me condujo a las oficinas me enseño la suya, eran espectaculares, me dio un pequeño tour por la compañía, para luego llevarme a la oficina de su socio, no quise entrar a las de los otros dos por miedo por lo cual me disculpe diciéndole a mi marido que quería cerrar ya el negocio.

Al fin entramos en la oficina de don Ricardo, y ahí estaba el sentado en su escritorio, el cual era enorme como su oficina por cierto muy bien decorada.

-Buenos días, Ricardo ¿cómo estás? Aquí te traigo a la futura diseñadora de imagen.

-Hombre Carlitos, pero, sigan, sigan. Danielita como haz estado.

-Muy bien don Ricardo ¿y usted?

-De maravilla mujer, de maravilla. Pero siéntense ¿desean tomar algo?

De inmediato llamo a su secretario por la línea y le pidió que trajera un café y a mí me pregunto que si quería tomar algo, yo por cortesía le pedí un té, Carlos dijo por su parte.

-Ricardo, yo vine a traerte a Dany pero, ya me voy. Tú sabes que debo solucionar lo del hotel en Cartagena, amor quedas en las mejores manos.

Se despidió del señor luego de mí con un beso y se marchó. Al momento que salía entraba la secretaria con las bebidas, yo tome asiento en una de las sillas, mientras don Ricardo organizaba unos documentos con la chica.

Estuvieron un momento así, y luego empezaron a explicarme de que se trataba el proyecto, yo entre más escuchaba, más encantada quedaba con mi futuro contrato. La secretaria me pasó unos documentos y un contrato, los cuales me pidió que leyera antes de firmar, yo por mi parte me dispuse a leerlo todo.

-Bueno Gabriela, ve y sigue con tus labores, mientras Daniela termina de leer el contrato, por favor que nadie nos interrumpa.

-Por supuesto doctor. -Dijo la chica mientras se retiraba.

Yo termine de leer todo y me pareció muy adecuado y justo. Por lo cual procedí a firmar.

-Muy bien Danielita ¿todo perfecto?

-Todo perfecto don Ricardo.

-Excelente, me alega mucho que hayas decidido unirte a nuestro proyecto, por otro lado y aprovechando que estamos a solas quiero de nuevo pedirte disculpas por lo sucedido la ves pasada eso nunca me había pasado antes, por eso quiero que me aceptes este pequeño obsequio y me permitas solucionar todo.

Yo, solo lo miraba, mientras el de uno de los cajones de su escritorio sacaba una pequeña caja y me la entregaba, vaya sorpresa la mía cundo al abrirla aparecía un hermoso collar de diamantes, el cual era precioso.

-Don Ricardo no debió ponerse en esa, temo que no lo podre aceptar, no sería bien visto ante los ojos de Carlos.

-No, Danielita no aceptare un no por respuesta, mira que se nota que te encanto, me lo dice el brillo de tus ojos, además solo di que lo compraste y ya. ¿Qué dices?

-Jaja, está bien, don Ricardo, muchas gracias esta precioso.

-Pero se te debe ver más precioso puesto mujer, permíteme te lo pongo.

De inmediato se paró de su silla y se dirigió a mí, tomo el collar, se paró tras de mí, corrió mi pelo a un lado y paso ambas manos con el collar por mi parte de adelante, lo abrocho poniendo sus manos con suavidad sobre mi cuello se acercó a mi oído y me susurro.

-Se te ve precioso, aunque no se compara con tu belleza, hoy al fin voy a resarcirme por lo que paso la otra noche en el club, como te decía nunca antes me había pasado algo igual con una mujer, es una verdadera lástima que esa ves no hubiera podido penetrarte como te lo merecías, pero para eso estamos aquí hoy, es triste que te hubiera dejado en bandeja de plata para Marcos, el sí se pudo deleitar contigo.

Yo quede muda y fría y empecé a temblar mientras el pasaba ya sus manos a mi busto y empezaba a zafar el primer botón de mi camisa para apoderarse de mis senos, sobre mi sostén. Instintivamente me pare y me aleje y mirándolo enojada y confundida le dije.

-¿no entiendo de que me habla, para eso me hizo venir?

-No te hagas la tonta Daniela, sé muy bien como el viejo Marcos te lo hizo delante de tu borracho esposo y tú lo disfrutaste. Por si no lo sabias en el club hay cámaras en todos lados, ¿quieres ver el video?

-Ustedes dos son unos cerdos.

-Tranquila Danielita solo yo se dé la existencia del video.

-Maldito viejo.

De inmediato tome mi bolso y me dirigí a la puerta.

.Tienes dos opciones mujer, una es salir por esa puerta pero de inmediato yo enviare el video a tu esposo y vera la case de zorra con la que vive. Y la otra es que ya que estas ahí en la puerta le pongas seguro, té devuelvas a mí, te quites tu camisa y tu pantalón frente a mí, luego te arrodilles y me des la mejor mamada que has dado. ¿tú decides?

Yo medio abrí la puerta, pero mis lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, pare un momento, y lentamente cerré de nuevo la maldita puerta y puse el seguro. Me devolví, tire mi bolso a un costado y sin mediar palabra empecé a quitarme la camisa botón por botón.

-Eso esa mejor Danielita.

Me dijo mientras de desabrochaba su pantalón y lo dejaba caer para luego quitarse su saco y su camisa, sus bóxer y quedar totalmente desnudo, yo termine de quitarme la camisa, zafe mi correa, desaboce el botón, baje mi cremallera y cuando me disponía a bajar mi pantalón, me ordeno que lo hiciera de espaldas para deleitarse con mi culo. Me gire e hice lo que me pidió quedando solo con mi pequeña tanga blanca y mi sostén.

Sentí como se acercó a mi puso sus manos en mis nalgas y besándome el cuello me giro de nuevo, me miro de arriba a abajo, para luego poner sus manos en mis hombros y hacerme inclinar.

-Vamos mujer haz lo tuyo, chúpamela

Yo trague un poco de saliva y mire su verga, era enorme y estaba a punto de estallar. El me tomo del pelo y me guio a su pene.

-Vamos Danielita abre la boquita y trágatela toda, lo vas a disfrutar, dale y quiero que me mires mientras me lo mamas.

Puso su enorme verga en mis labios, yo la tome con una de mis manos y mientras lo miraba con lágrimas en mis ojos, abrí mi boca y la metí lentamente hasta la mitad, luego empecé a mover mi lengua sobre su glande y con la mano acariciar sus huevos y parte del tronco de su pene. El solo cerró sus ojos, y empezó a emitir pequeños quejidos de placer. Yo por mi parte solo quería que acabara rápido.

Luego lo saque de mi boca y baje hasta sus testículos y los chupe para subir por todo su tronco y meterlo de nuevo a mi boca, lo lamia jugaba con él, mientras lo miraba.

-Uffff, si si que rico la mamas mujer mmmm

Presiono su mano y me hiso tragar casi todo su pene mientras empezaba a mover su pelvis metiendo y sacando cada vez más rápido, de repente sentí como pego un quejido y dejo derramar todo su semen dentro de mi boca, yo intente retirarme, pero no lo permitió con sus manos.

-Ahhh siiii, que rico, trágatela todaaa.

Yo llena de asco, no tuve otra opción que trágame todo su esperma. Luego que descargo todo en mi boca me soltó yo solo puse mis manos en el piso y empecé a toser casi que a vomitar.

-¿Por qué hizo eso maldito?

-Jajaja, acaso no te gusto Daniela, jajaja.

-Obvio no, ¡qué le pasa?

-No te preocupes mujer, aún no hemos terminado. ¡Párate!

Yo lo mire con enojo y asombro, me puse de pie, esta vez con la cabeza agachada y limpiando mi boca. Él se me acerco, tomo mi mentón, alzo mi cara y me llevo hasta su escritorio, se retiró un poco y me miro de arriba abajo y dijo.

-Mira nada más que mujerona, que bien lo chupas, eres perfecta, que clase tienes verte así en tanguitas y sostén es suficiente para que se me pare de nuevo, ahora vas a saber lo que es un hombre.

Se acercó de nuevo, su pene ya estaba creciendo, me recostó contra el escritorio, puso sus manos en mis mejillas e intento besarme, yo no le correspondí, algo que no le importó, beso mi cuello lamio mi oreja mientras con una mano zafaba el broche de mi sostén con éxito. Lo quito dejándome solo con el collar y mis tangas y empezó a chupar y masajear mis senos, los lamia y mordía tan sube que hizo que se me pusieran duros.

Yo cerré mis ojos y mordí mis labios para no emitir sonidos de placer, él se deleitaba de placer con mis tetas, continuo besándome y chupeteándome y luego empezó a descender por mi vientre hasta llegar a mi ombligo, yo apoye mis manos sobre la mesa he incline mi cabeza hacia atrás, llego al borde de mi tanga, tomo las tiritas de los lados con sus manos y las fue bajando lentamente hasta mis tobillos yo solo alcé mis pies para que las sacara.

-¡Qué cosa más hermosa y bien cuidada mujer! Y mira estas empapadita ya.

Beso mis pantorrillas y ascendió por mis muslos, con sus manos fue abriendo mis pierna, mientras lamia mi entrepierna, para luego clavar su lengua en mi vagina se parando mis labios de un lengüetazo que llego hasta mi clítoris, empezó a chupármela, hasta hacerme acostar sobre el escritorio, algo que causo que yo instintivamente abriera mis piernas, con lo cual pudo meter cada vez más profunda su lengua, yo solo suspiraba.

Yo ya estaba a punto de estallar con un orgasmo y movía mi cadera al compás de sus lengüetazos, saco su lengua de mi vagina, la llevo a mi ombligo, subió a mi estómago, beso mis tetas las estrujo con sus manos, me chupeteo el cuello y me beso la boca, esa ves correspondido. Luego metió uno de sus dedos en mi boca, y llevo la otra mano hasta mi clítoris. Yo me incline un poco para ver que iba a hacer y vi su pene totalmente erecto cerca de mi cosita ya muy lubricada, lo mire a los ojos esperando su siguiente paso.

El me miro, sonrió, y me halo de las caderas hacia él, yo solo abrí más mis piernas. Tomo su pene con una de sus manos y lo guio hasta la entrada de mi vagina, allí empezó a rozar mis labio con su glande, puso su otra mano en uno de mis seno y me pregunto en forma burlona.

-¿Quieres que te lo meta hasta el fondo Danielita?

Yo lo mire llena de morbo, tome la mano que tenía en mis tetas, para ayudarme a sentar, con mis piernas rodee su cintura, acerque mi boca a su oído y le dije.

-Obvio siii.

Luego con una de mis manos tome su pene y lo guie lentamente hasta la entrada de mi vagina he hice que fuera entrando poco a poco, sentí como su enorme pene se abría paso por mis paredes vaginales, y con cada centímetro que avanzaba sentía la gloria.

-Ufff, siiii obvio siiii, eres un maldito Ricardo.

El me acostó de nuevo en el escritorio, se inclinó sobre me beso al mismo tiempo saco su pene y luego me lo metió de un solo tajo, yo con mis uñas arañe su espalda y gemía de placer.

-Ahhh, ahhh siiii siiii

-Ves de lo que te estabas perdiendo mi zorrita perfecta

Sus embestidas eran cada vez más fuetes tanto que la mesa empezó a correrse con nosotros. Así estuvo por unos minutos para luego ordenarme que me pusiera en cuatro, yo me acomode con mis pies en el piso i mis codos sobre el escritorio, él se paró tras de mi puso sus manos en mis nalgas las masajeo, yo pare mi colita para que me lo metiera con facilidad.

-Mamacita ese culo se merece una estatua

Sentí como empezó a besarlo y lo abrió lentamente con ambas mano y me dio un lengüetazo que me hizo escaramuzar jugo con su lengua des de mi vagina hasta mi culito, luego sentí como se paró acomodo su tronco en mi vagina y me lo indio de nuevo esta vez despacio y luego rápido con sus manos manoseaba mis tetas y las apretaba con cada embestida.

-Mmmm mmmm mamacita, zorra deliciosa

Todo iba en la gloria la verdad, yo estaba hecha nuevamente una perra con otro de los socios de mi esposo. Pero, la dicha acabo cuando sentí como el sujeto con uno de sus dedos empezó a intentar penetrar mi ano, yo lo apreté instintiva mente, ya que nunca me lo habían metido por ahí a pesar de las ganas que le tenía mi marido.

Empecé a mover mi cadera para que se viniera en mi vagina a paso que yo tenía un orgasmo, él puso su mano en mi cabeza me apoyo contra la mesa y metió su dedo a la mala en mi culo.

-¡Ayyyy nooo por favor Ricardo por el culo no!

-Te lo voy a partir Danielita.

Y con un de sus manos me dio un azote en mis nalgas que me dolió y dejo marcados sus dedos saco su pene de mi vagina y seria tanta sus ganas de metérmelo por el culo, que cuando lo puso en la entada de mi huequito, se vino a chorros de semen,

-Mierda puta madre ves lo que causas con tu culazo.

Dejo mis nalgas llenas de semen y s retiro algo ofuscado. Yo aproveche para recoger mi ropa, vestirme y salir de ese lugar.

Continuará…

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