Comenzaré diciendo que soy una persona autagonista o sea que se excita mucho con el exhibicionismo y me gusta grabar y/o tomar fotos durante mis actos sexuales, me encanta la sensación del peligro al ser encontrado en el acto sexual, sobre todo si es practicando sexo oral o me practican sexo oral.
Mi relato es de hace un tiempo atrás en la universidad, iba de salida a un taller de fotografía que cursaba y una amiga a quien llamare Mer, trabajaba cerca del campus universitario, yo sabía que su ruta era cerca de donde estaba el taller y la llame para ver si podía darme el aventón hasta allá. Cuando logre contactarla su respuesta fue positiva pero con la condición de que debía esperarla pues tenía que pasar por un banco de camino para hacer un depósito, le dije que no tenía ningún problema y quedamos en que llegaría a su trabajo para irnos.
Ya en su auto comenzamos a hablar de cosas triviales de la vida, debo agregar que con Mer tenía mucha confianza y ya habíamos tenido chats calientes y era muy común el tema del sexo entre nosotros, aunque nunca había pasado nada entre ambos… al llegar al banco todos los estacionamientos estaban ocupados, y después de dos vueltas a ver si alguien salía no tuvo éxito en encontrar un lugar, le dije que me quedaría en el auto por si debía moverlo mientras hacia el deposito, ella se desmonto del vehículo y yo me pasé al asiento del conductor. Ya estando ahí algunos minutos me llegaron los pensamientos morbosos y se me ocurrió aventurar a ver si conseguía una buena mamada de parte de mi amiga y me desabroche el cinturón y el pantalón pero tape el área con mi playera, luego de unos 10 o 15 minutos Mer salió y al acercarse al vehículo le dije que yo podía seguir conduciendo sin problemas y ella acepto, luego de unos 3 o 4 minutos en el camino le dejo ver que mi pantalón esta desabrochado a lo que ella sonríe diciendo ”Ya sabía yo que algo traías entre manos”, a lo cual los dos reímos pero yo iba en serio y le dije “a ver si te animas a hacerme una de esas mamadas de las que hemos hablado tanto por chat” a lo que ella respondió “pero aquí, en mi carro?” y yo asenté con la cabeza, ella se puso nerviosa y observaba con una pícara sonrisa a los alrededores y me dijo “ok, pero más adelante donde no abunde la gente”.
Seguí conduciendo, tome su mano y la puse en mi pene diciéndole que fuera ocupada en algo hasta que cruzamos una calle con poca circulación de vehículos y peatones y ahí ella bajo su cabeza y se lo introdujo rápido en la boca y volvió a levantar la cabeza deprisa muy nerviosa, los dos reímos y le dije que yo quería una mamada de verdad y que se relajara un poco que yo estaría observando y le avisaría si algo pasaba (aunque por mis adentros lo que más deseaba era que alguien se percatara de la situación), ella acepto y comenzó a hacerme la mamada, al principio era algo ruda pero luego se acomodó en el auto y desde ahí todo fue placer, aunque no podía verla se sentía de lo mejor, el sube y baja era obvio si alguien miraba al interior del vehículo, entonces entramos a un embotellamiento y la gente cruzaba la calle incluso frente a nosotros pero nadie se percataba de la situación, decidí entonces sacar mi celular para grabar la situación y subir el morbo, al mover mi pierna para sacar el celular ella se asustó y me pregunto si algo pasaba, le dije que no y logre sacarlo, ella siguió con la deliciosa mamada y yo disimuladamente pose el celular en mi rodilla izquierda y puse la cámara frontal para verla mientras la grababa, ella tenía los ojos cerrados, se notaba como disfrutaba hacer la mamada muy pasionalmente diría yo, gozaba al mirar cómo posaba la lengua sobre mi glande y lamia para luego engullir mi pene una y otra vez, pero debía concentrarme en conducir.
Casi llegábamos donde yo me quedaría, parados en una luz roja y aun nadie había notado en todo el trayecto lo que acontecía dentro del vehículo, cuando cambio a luz verde dos chicas empezaban a cruzar desde la derecha de la calle yo les cedi el paso esperando que por lo menos ellas se dieran cuenta, una de ellas miró y su cara de sorpresa era justo lo que necesitaba para que esa mamada en lugar público estuviera completa y comencé a descargarme dentro de la boca de mi amiga sin avisar, Mer no paró y siguió con el sube y baja mientras me exprimía hasta la última gota de semen, como pude comencé a acelerar el vehículo, la chica y yo hicimos contacto visual, ella con su cara de sorpresa y sonrisa pícara y yo con mi cara de pervertido complacido, mi amiga se levantó, se percató de mi celular grabando y mientras tomaba una servilleta para limpiarse la comisura de su boca me dijo, “tonto, me envías ese video”… los dos reímos, le dije que sí y a unos 200 metros me dejó donde me quedaba.
En otras ocasiones mi amiga y yo hicimos algunas cosas más, pero eso será para otros relatos.