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Súbete, Fanny y sus chaperones
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Apenas cumplida la mayoría de edad, Luna estaba ansiosa por salir de fiesta, pero sus pares no la dejaban ir por ahí sola. Incluso si sus amigas la invitaban, jamás le daban permiso de llegar más allá de la medianoche. Pero ahora las reglas se volvieron un poco más accesibles.

—El fin de semana es el cumpleaños de mi amiga, ¿puedo ir?

—¿En donde es?

—Es en un antro del centro.

—No!

—Pooor favor, puedo cuidarme.

—No es no…

—Papá!

—Si tu mamá dice que no, es no mijita.

—¡Los odio!

Se encerró en su habitación y media hora después escuchó que alguien tocaba.

—Mijita, ya convencí a tu mamá…

—¡EN SERIO!

—… solo hay una pequeña condición.

—¡¿CUÁL?!

—Que tu primo James te acompañe…

—¡Papá! Es bien aburridor raro…

—¿Aceptas o te quedas en casa a ver telenovelas?

—No pues ya que…

Su primo es parte del equipo de atletismo en la universidad, razón por la cual se distanciaron. Un día el estaba de decidiendo su vida y ella seguía con dramas de adolescente. Ahora James tiene 25 años, rara vez sale a divertirse y nunca toma alcohol.

—Hola prima!

—Hola, ¿Dime que traes auto?

—Yo no pero Oscar si…

—¿Y quien es Oscar?

—Mi amigo, está en el equipo de voleibol…

—¡Aburrido!

Ambos son altos y se les nota el cuerpo atlético, además tienen la espalda gruesa, su primo ya no tiene la cara llena de acné. En su lugar una leve baba le rodea la boca y su amigo tiene unas nalgas impresionantes.

—¿Te vas a ir asi?

—¿así como?

—Digo, ese vestido es de cuando tenias 15 años, ya tienes 18 Lunita, ese vestido apenas te tapa las…

—¿Me estas viendo el trasero?

—No no no, es solo que… olvidalo…

El vestido negro se lo compro para ocaciones especiales, le quedaba muy corto, pero eso se debía a que desde hace un par de años se entregó en cuerpo y alma al gimnasio. Adelgazo y su cuerpo se formó de manera espectacular. Tiene unas tetas pequeñas pero lindas, su ojos marrón y la cara coqueta con su pelo lacio y largo la hacen lucir elegante, pero sus piernas bien formadas y su trasero redondo y duro son motivo suficiente par que todos volteen su mirada cuando la miran pasar.

—¿está es tu primitive? Madre santa…

—Pues ya creció, pero tu cállate y respétala!

—Yo nada más digo.

—Pues no digas!

Llegaron a la fiesta y enseguida las cervezas llegaron a sus manos, aunque ellos se negaron al principio, la música y el ambiente los hicieron beber un par, Luna ya había bebido el doble, que para eso traía chaperones. Cuando sonó “súbete” de Larry over en la bocinas, Luna corrió y jalo a su primo hasta la pista.

—Está la bailas conmigo primo.

—Pero yo no se…

No pudo terminar la frase cuando estaba a media pista moviéndose como idiota, ella movía sus caderas de un lado para el otro y de repente sintió como sus nalgas chocaban contra el en un tremendo perreo. James odiaba ese tipo de baile… hasta hoy. De inmediato su verba se endureció y sentía como se frotaba entre las nalgas de su prima, estaba excitado y trato de abrazarla, pero sus movimientos torpes hicieron que sus manos quedara en sus tetas, ella ni se inmutó, está en un extasis cantando la letra, James bajo las manos casi de inmediato, solo para terminar agarrándole las nalgas. Su amigo estaba mirando boquiabierto. Luna se dio la vuelta y ahora sentía su aliento chocando con su cara, ella bajaba y subía embarrándole las tetas en su cuerpo.

—¡Hey es mi canción favorita!

Detrás de ella estaba Oscar, que de inmediato le embarró la verga en aquel suculento culito, ella respondía perreando sin parar, hasta que James puso distancia. Evidentemente Luna ya estaba borracha, ahora tocaba llevarla sana y salva hasta su casa. No sin antes bailar otro poco ponerse húmedos con aquella hermosa chica sexy.

Salieron pasadas las dos de la madrugada, abrazados. Debido a la euforia James y Oscar bebieron más de la cuenta, cuando llegaron a casa de Luna los recibió su mamá alarmada, Oscar frenó solo después de chocar contra los botes de basura de la entrada.

—¡No vas a manejar así! ¡Se quedan, ahorita se acomodan en tu cuarto!

—Estoy bien señoraaa!

—Se quedan dije!

Acomodo un par de colchonetas al lado de la cama y les puso suficientes cobijas. Hasta que los vio dormidos, salió y apago las luces. Unos minutos después James se levantó y subió a la cama, abrazo a Luna por la espalda hasta que su verga quedó Justo entre sus nalgas, aún tenía puesto el vestido. Sintió como otra mano lo tocaba, del otro lado había subido Oscar y sus manos levantaban el vestido hasta la espalda.

—¡Que bonita eres!

—En serio…?

—Siii además estas bien sabrosa!

James ya estaba sobándole las nalgas, sintiendo cómo esa tanga se perdía entre sus hermosas nalgas, escuchaba como se besaba con su amigo, y por fin llegó hasta su panochita que estaba totalmente húmeda.

—Primo, ¿Me estas manoseando?

—Perdón…

—¡Que rico!

Sintió como la mano de su prima le tomó la verga, debajo de las sabanas estaba estimulándolos a ambos. Tenían sus verbas duras y dispuestas a lo que fuera. Las manos de ambos seguían encontrándose en diferentes zonas del cuerpo de Luna, Oscar estaba prendido a sus tetas lamiendo sus pezones como si de eso dependiera la vida. YJa, es ya tenía un par de dedos dentro de su vagina.

—Si que rico si siii

—que rica primitive tienes!

—Sigue siii siii

Oscar se quitó la ropa y se pegó a ella hasta que si tío que la pu ta de su verga rozaba con sus labios vaginales, entonces empujó y le hundió la verga sintiendo el calor de aquella muñequita, James sentía como se meneaban y se acercó, chocó su verga con la de su amigo, aún así siguió buscado hasta que encontró refugio en otro agujero.

—haaah! Haaaa! Despacito! Haaa!

—Que rica perrita tienes de prima.

Oscar quería reclamarle, que no le hablara así a su prima. Pero a él mis o no s le ocurría ningún otro calificativo, se acercó a su oído y le susurró.

—Que rica te pusiste mocosa!

—Te gusta tu primita puta!

—Me encanta, que rica cola tienes!

Empezaron a moverse, Luna era quien más énfasis ponía en mover las caderas para que ambas vergas entraran por igual, los gemidos estaban subiendo de tono, luego vieron como la luz de la sala se encendió y se quedaron inmóviles esperando a que todo volviera al perpetuo silencio.

—Ya no hagas tanto ruido.

—Se los prometo pero sigan cogiendome como una puta!

Ambos siguieron meneándose para entrar en sus orificios mientras le llenaban de besos. Hasta sintió como el semen caliente de James le llenaba el interior, luego fue Oscar, le jalaba el pelo mientras se retorcia y vaciaba su leche en la cola de su primita.

—¡que rico! Que rico! Siiii!

— shhhh! Cállate putita!

Fue el primer orgasmo que experimentaba Luna, y estar rellena y sudando entre aquello dos chicos atletas le gustaba. Se besaron hasta quedar dormidos, no supieron de si hasta el siguiente.

“TOC TOC”

—Niños, ya despiértense. Les preparé un caldo de pollo!

Abrieron los ojos y se descubrieron desnudos y abrasados.

—¡Ya vamos mamá! ¡GRACIAAS!

Beso a ambos y se enfiló al baño, ellos pudieron apreciar cada parte de aquel hermoso cuerpo. Y es que Luna estaba echa un verdadero monumento. El culo meneándose a cada paso logró que se les pusiera dura. Lugo salieron a desayunar, su madre se deshacía en regaños y recomendaciones.

—No tomen, miren como andan.

—Si, no lo volvemos a hacer.

Mientras su madre iba de la cocina al comedor, Luna aprovechaba para tocarles la verga bajo el mantel, aunque ellos trataban de detenerla, ella seguía, la ereccion era evidente. Su madre salió al patio y Luna aprovechó para deslizarse bajo la mesa.

—¿Que haces Luna? ¡sal de ahí!

—A mi no me molesta.

Óscar ya se estaba bajando el cierre, y ella lengüeteaba la punta de su verga. James seguía desconcertado y tratando de detenerla. Hasta que entró la mamá de Luna.

—¿Y no van a desayunar? ¿No tienen hambre?

—Si

—Si tía

—¡Luna donde andas!

Siguió su camino rumbo a la cocina, mientras ambos permanecía sin mover un solo músculo, Luna se turnaba entre verga y verga, no le importaba escuchar a su madre a unos metros.

—¿Donde se metió esta niña?

—Creo que fue a la tienda,

—Ya va a comer golosinas, ya le dije que primero desayuné.

James estaba por venirse y hacía gestos de placer. Mientras Oscar mantenía la calma y seguía platicando con la señora.

—Pero seguro regresa rápido.

—Y tu mijo, ¿La cruda verdad?

—siii tía mmm me trae mas café

—Les digo que no tomen, pero ahí van de necios.

Debajo de la mes Luna sonreía con el semen de su primo en la boca mientras se ponía el dedo índice sobre los labios para que James guardara silencio.

—¿Y tienes más primas putas?

—Cállate pendejo!

—Café y unas aspirinas mijo, te vas a sentir mejor.

—Ya está más relajado señora.

La boca de Luna recibía el semen de Óscar y succionaba hasta la última gota. Luego, aprovecho que su madre fue por las aspirinas para salir y sentarse como si nada hubiera pasado.

—Termina de desayunar niña, no te levantas hasta que acabes. ¿Quieres leche?

—No mamita, ya tome mucha.

—¿que? Estas loca… de veras.

—Mañana voy a ir al cine con ellos, si me dejas.

—Si va James si, para que te cuide.

El jueves, los tres en el auto de Óscar se despidieron de su madre. Luna llevaba una minifalda ajustada y ellos un buen número de condones. Óscar encendió el estero y puso la que ya también era su canción favorita.

 

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