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Nuestra amiga argentina con el bañero de la playa
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Tiempo de lectura: 5 minutos

La verdad es que me pasaron otras cosas, pero esto tengo ganas de contarlo antes que las otras.

La cosa es así: los viejos de una de mis amigas -las del cole- que para ellas soy re normal, no es que no lo sea, pero ni saben todo lo que hago y me dejo hacer, tienen una casa en Mardel, en Punta Mogotes y todos los años me dice de ir, y nunca fui.

Pero este año, el fin de semana pasada estaba sola y embolada, porque no venía nadie a Cariló, por el quilombo que iba a ser la ruta, así que le dije que iba a ir para el fin de semana de carnaval.

Como siempre, no me gusta hacerla muy larga, llego a la casa el viernes al mediodía, la verdad una casa re linda y grande, es más, tenía un cuarto para mi sola.

Ella es maniática de la playa y del mar, yo no tanto, así que cada vez que se quería meter en el mar, yo me quedaba como una boluda en la orilla esperándola, y obvio a la playa tuve que ir todos los días.

Ya el primer día, lo veo al bañero, ¡me QUERÍA MORIR! Un re lomo, depilado, todo quemado, alto, estaba RE FUERTE, pero yo ya sabía que no iba a poder pasar nada, menos si estaba “con mi amiga”.

La cosa es que ya el mismo viernes, la segunda vez que la acompaño a mi amiga a que se meta en el mar, me di cuenta como me miraba el bañero, yo me hacia la boluda, pero obvio, me gustaba que me mirara y como son ustedes, seguro también se calentaba y fantaseaba en cogerme, pero yo ni bola.

El sábado lo mismo, me miraba cada vez que iba a la orilla, pero esta vez se me acercó y me dice: “¿no te metes en el mar?”, le digo, que no, que no me gusta y el zarpado, me dice: “mira que si te metes yo te voy a cuidar” y como quería dejarlo bien caliente le digo: “no gracias, yo me cuido sola” y me voy caminando para otro lado.

Ya a la tardecita, mi amiga de nuevo se quería meter en el mar, y a propósito la acompaño, ya no había tanta gente.

El bañero se me acerca de nuevo, y se pone a hablarme, boludeces, pero esta vez yo también le hable, no lo saque cagando.

Domingo: otra vez lo mismo, fui varias veces a la orilla, y se me acercaba, hasta que me dice algo así:

Bañero: ¿no te queres meter linda?, te dije que te cuidaba

Yo: no nene, en esta agua asquerosa no me meto, ¿como te gusta insistir?

Bañero: si, soy de insistir, y muchas veces logro lo que quiero, ¿vos no?, estoy seguro que también logras ¡lo que queres!

Yo: (sin meterme en el agua ya me estaba mojando, el guacho ya me estaba diciendo que me quería coger, y lo peor es que yo quería que me cogiera, pero lo veía muy difícil de cumplir) la verdad que también jeje

Bañero: ¿y que te gustaría hacer y no quedarte con las ganas?

Ahí confirme que sí, me quería coger y me empecé a regalar, al pedo, porque sabía que no iba a pasar nada, pero son cosas que me gustan hacer.

Yo: ¿adivina? Jaja, pero no te zarpes nene (fue algo así)

Bañero: yo creo que te gustaría conocer el mar de noche.

Yo: puede ser (como si nunca hubiera ido a coger a la playa de noche jeje)

Bañero: bueno nena, mira a las 20,30 ya no queda nadie, podes entrar por la entrada publica, y me venís a buscar y te lo muestro, ¿te va?

Yo: no nene, ni en pedo, estoy con mi amiga (después me di cuenta que sola me regale, porque ni tendría que haber nombrado a mi amiga, si no hubiera querido le tendría que haber dicho que no).

Bañero: ah, la excusa es tu amiga, no es que no quieras.

Me quede callada como una boluda sin saber que contestar (a veces sé que soy muy boluda)

Bañero: no importa, yo voy a estar acá esperándote.

Llegamos a la casa de mi amiga, eran las 20, 30 hs, y pensaba que estaba con ella, sus viejos, sus hermanos, como una boluda, mientras me podían estar re cogiendo y en un lugar y con alguien que nunca lo hice, y sin quererme regalar del todo, empecé a pensar en mis planes mágicos, porque ya estaba decidida a que me cogiera en esas casillas de los bañeros.

Ah, mi amiga con los viejos ya el martes a la mañana se volvían, por lo que les dije que yo el lunes a la noche me volvía a Carilo.

El lunes vamos a la playa, acompaño a mi amiga hasta la orilla, no lo veo al bañero (¡me quería morir!)

A la tercera vez que la acompaño, aparece el bañero y me dice:

Bañero: te estuve esperando, pensé que eras distintas, pero sos como todas, ninguna se anima.

Yo: yo me animo hacer todo lo que quiero nene, aparte te dije que no iba a venir.

Bañero: ¿cuando te volves?

Yo: hoy a la noche

Bañero: bueno, como te dije siempre consigo lo que quiero hoy también te voy a esperar.

Justo sale mi amiga del mar y nos vamos a la carpa. Al rato a la casa y tipo 20,15 hs, me voy.

Obvio, es como si la camioneta de mi vieja, me llevara sola al balneario, la verdad es que ¡no sabía qué hacer!, me agarró esa adrenalina putezca que no me deja pensar, y me digo a mi misma “Caro, no seas forra, de ultima si no hay onda te vas, violar, no te va a violar”

Estaciono la camioneta, empiezo a caminar por ese pasillo, donde entra el público en general, llego a la playa, y estaba ahí el, debajo de la casilla, me ve, me saluda (me dije cagaste Caro, ya no te podes volver), aunque no lo crean estaba re nerviosa, caliente, ansiosa ante lo desconocido, sin saber cómo iba a ser la cosa.

Llego a la casilla, y el bañero me dice: “antes de salir a caminar, ¿queres subir y tomamos algo?”

Yo ya sabía que el tomar algo era “cogerme” pero ya estaba jugada, le dije que si.

Entramos en la casilla, y nada, antes de darme algo para tomar, me agarra con mucha dulzura la cara y me da un beso suave, se lo respondo, hasta que nos metimos la lengua ¡hasta en la garganta!

Me alza, me dejo, me cuelgo de su cuello, el me sostiene poniendo sus manos en mi cola (yo estaba con una mini), hasta que me las empieza a poner debajo de la bombachita, se dio cuenta que estaba re mojada ¡y caliente!, me calienta que me cojan en lugares así y más un tipo como este que estaba re fuerte, obvio estábamos sin luz para que nadie se diera cuenta, solo la luz de la luna que iluminaba ¡bastante!

Bueno la cosa, es que me tuvo así un rato, hasta que como siempre mis gemidos, mis movimientos, empezaron hablar ¡por mi!

Me baja, me hace sentar en una silla que tiene, me saca la pollerita, la bombachita, yo me saco la blusa, y me empieza de a poco a besar la conchita, el Hijo De Puta, sabia como hacerlo, me estaba haciéndolo desear, porque me la besaba, yo re caliente, pero no me metía un dedo ni la lengua, hasta que me empieza a meter los dedos la lengua, yo con mis piernas sobre sus hombros, ya nada me importaba.

Hasta que en un momento le digo esa palabra mágica que a ustedes les encanta: “cógeme forro, cógeme”, se saca el traje de baño, se sienta en la silla, y me dice: “veni nena” pero cuando veo esa hermosa pija, no pude dejar de chupársela, y de a poco como me gusta a mi se la empecé a chupar, hasta que me la metí toda en la boca y el me empujaba la cabeza para metérmela más en la boca.

Hasta que me senté arriba de el, y me clave esa pija en la concha, empecé a saltar sobre esa pija, el también me la ponía lo mejor que podía, hasta que terminamos ¡los dos!

Se saca el forro, se la empiezo a chupar de nuevo hasta dejársela bien limpita, pero se la seguí chupando porque veía que se le iba a parar ¡de nuevo! Y así fue, se le paro ¡de nuevo!

Se levanta, me dice que me quede parada, apoyándome sobre la silla, sin preguntarle para que, le hice caso, me empieza a chupar, besar la cola, la concha todo junto, me prueba, me mete un dedo, humedecido con mis jugos en la cola, no solo no le digo nada, sino que empiezo a gemir de nuevo, me lo sigue metiendo todo y me empieza a meter ¡otro!

Como siempre yo ya estaba re caliente, le digo: “segui forro, me estas poniendo loca”, y me dice: “te gusta esto putita” (me pone loca que en esos momentos me digan putita), le digo; “siii, soy tu puta, haceme ¡lo que quieras!”

Y así de parada siento que saca los dedos y de a poco me mete la pija, de a poco, porque ¡me dolía!, pero no me importaba, me dejé igual, hasta que me la mete toda, creo que mis gritos se oyeron en toda la costa, me empieza a bombear, ya no me podía sostener de pie, me agarra la cintura, mientras me sigue cogiendo hasta que estallo en un orgasmo y después ¡acabó el!

Ya estaba, me había sacado la calentura, fui solo a que me cogiera, le digo me voy, me dice: “¿no queres ir a tomar algo?” le digo que no, que yo también consigo lo que quiero. Se cago de risa, me dice: “putita hermosa”, nos besamos, me fui.

Una cosa re loca, una fantasía que se me ocurrió en el momento, pero como saben nunca me quedo con las ganas de nada.

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