Hace años, desde que lo conozco nos hemos venido satisfaciendo las fantasías y deseos más escondidos. Cualquiera podría creer que han sido suficientes, pero no, nunca he dejado que mis ganas se sacien hasta el tope, siempre dejo un poco, un poco más para la próxima vez.
Quisiera que con sus manos fuertes me tome un día sin siquiera sospecharlo, sin tener un segundo para reaccionar y corresponderle con mis insinuaciones que tanto conoce, y entonces, en ese pequeño momento en que duraría sin percatarme; penetre mi vagina siempre lista para él, que me llene con su pene siempre duro.
Quisiera sentir la impotencia de tener mi boca tapada sin poder tocar sus labios y sin tener su lengua dentro de mi como siempre lo hace, me gustaría que ate mis brazos y piernas de modo que solo pueda desear tocarlo y a medida que mi deseo aumente más y más regalarle los orgasmos que tanto disfruta, masajear su pene erecto dentro de mí con las contracciones que produce en mi vagina de solo verlo, pero claro… el plus, es que quisiera que fuera en un bar swinger, tal vez al que hemos frecuentado ya varias veces, o a ese último donde ya no recuerdo la cuenta de cuantos dedos estuvieron dentro de mi vagina.
Me gustaría que después de cogida de esa forma, atada e indefensa y después de un beso, vuelva a tapar mi boca y esta vez tape mis ojos, que me bese y ponga su lengua dentro de mí, que me penetre una última vez y después me dé permiso de ser cogida por quienes me hayan gustado; y después de eso, después de ser penetrada tanto como yo quiera, me voltee con fuerza, sin aviso, alce un poco mi cola, y penetre mi culo, quiero darle lo que tanto le gusta y disfrutarlo juntos, hasta llegar al orgasmo al mismo tiempo y sentir como derrama su semen caliente dentro, en todos mis vacíos…