Estaba acomodando la mesa para la comida que tendríamos. Hace tiempo que no nos reuníamos en familia por motivos normales, algunos problemas, asperezas, pero esta vez habíamos decidido dejar todo de lado o al menos así parecía. Mi esposo había ido por algunas botellas y yo preparaba la comida para tenerla lista cuando llegaran los invitados. En eso tocaron el timbre y era mi cuñada, hermana de mi marido Luis. Nos saludamos normal a pesar de ya casi cinco años que no nos veíamos, en eso veo a su hijo, mi sobrino Marco todo un hombrecito, morenito y bien parecido nada exagerado, sinceramente me sorprendí por esos pantalones ajustados que llevaba, se le notaban buena pierna y nalgas, y ni hablar de su bulto.
Todo fue rápido, un vistazo y nos abrazamos. Yo no soy una modelo, soy algo delgada, un poco caderona, y tetas normales, a pesar de eso no me causo morbo más que el te un jovencito guapo como cualquier otro que pude ver en la calle. Llegaron mis hermanos y otro cuñado. Afortunadamente todo paso normal, bailamos, cantamos, mis sobrinos (yo no tengo hijos) se divertían y bueno al final empezaron a irse y mi cuñada Clara (mamá de Marco) ya un poco tomada me empezó a contar en la cocina que estaba un poco preocupada, mientras lavábamos los trastes me hizo jurarle que no le contara a su marido, pero es que iban a terapias para Marco ya que temían que Marco fuera gay pues tenía problemas para exilarse, sonaba preocupada y ya con unas copas de más de compadecí.
Un joven a sus 18 años, no podía tener esos problemas, así que pensé que algo andaba mal. En fin, la escuche, preparamos café y me seguía contando que a veces es normal para algunos hombres cuando tienen su tamaño. Yo curiosa no pude evitar preguntarle a que se refería. Me comento que a veces hombres que pues la tienen grande les cuesta trabajo para bombear sangre a un trozo así. Le pregunte qué pues Marco de qué tamaño la tenía o por qué lo comentaba. Ella como decía tomada me dijo que 17cm, yo le dije que estaba bien que no tenía que tener esos problemas. Ella respondió que levantar 17cm no era algo fácil, me imagine en ese momento su pene flácido, hablaba de su pene flácido!! aún sin levantarse!
Eso me hizo cosquillas en mi vagina solo de imaginármela pues a mi marido le mide 12cm parada. Me quede muda y ya no pude decir nada más que fuéramos a servir el café. Al terminar fui a ver al cuarto que hacían los chicos y jugaban sus videojuegos pero ya tejan unas cervezas encima. No pude evitar mirar su bulto y en efecto se veía algo pero nada como lo que decía Clara, quizá exageraba. En fin me distraje y seguí en la fiesta, bailando y pasaron algunas horas cuando regrese al cuarto y los muchachos estaban ya muy ebrios, con botellas de cervezas que había robado de las hieleras que teníamos. El más perdido era Marco que estaba ya dormido en la cama. Como ya era tarde y sus papás estaban a punto de irse les comente que lo dejaran, se resistieron pero después de notar que si estaba muy dormido decidieron dejarlo. Mi Marido y sus hermanas estaban igual ya muy ebrios, se fueron retirando y me ayudaron a llevar a mi marido a la cama, le quite la ropa y lo acosté.
Después me fui al cuarto uno pequeño que tenemos para visitas en el cual ya estaba dormido Marco y le empecé a quitar los zapatos, recordé en ese momento las palabras de Clara, 17cm, dormido, me latió el corazón muy fuerte y por morbo, no se pude controlar y con el pretexto de quitarle la ropa le baje los pantalones y uff descubrí su tremendo trozo apretado en los bóxer, me calentó oye inmediato y me le quede mirando, me dije no puede ser que mida 17cm, debe ser menos, así que decidí acomodarlo y con estas ganas inmensas de tocarlo no evite pasar mi mano encima de su bulto en su bóxer bajarle por la entrepierna, sentí delicioso en mi palma me moje demasiado. Salí casi corriendo del cuarto y me encontré a mi marido en toda la cama desparramado, como pude lo moví y me intente saciar un poco con su polla pero no pude, estaba demasiado ebrio además de al sentir tremendo trozo no era lo mismo, seguía caliente y con las bragas mojadas me empecé a meter los dedos despacio y sentía como removían mis jugos, mis pezones se pusieron duros y empecé a retorcerme.
Me levante y salir del cuarto, no podía más, fui a la cocina y bebí un poco de agua. Al regresar un poco más tranquila decidí echar un vistazo al cuarto y vi ahí a mi sobrino con las piernas bien abiertas, entre prendí un poco la lámpara del muro y pude ver como se le asomaba su vergon, me calenté de nuevo al ver su cabeza grandecita, negrita y su pene grueso, no sé porque me pero lo gire y me acosté y me puse de espaldas arrimando mis nalgas a él, sentí ese pene presionarse contra mi, yo movía mis nalgas y ese pene se encajaba en mis nalgas y yo las abría un poco hasta que sentí que algo estaba pensado y es que su verga estaba creciendo! me puso como jodida perra en celo, no podía más, me gire y el seguir profundamente dormido, con un poco de quejidos es cierto, pero baje el bóxer, no me importaba mucho, o bueno si porque sentía miedo, pero aun así le baje el bóxer y salió ese trozo negro, ese palo, ese pepino negro ancho, y lo tome con mi mano y sentí su calidez, lo puse boca arriba pero seguía dormido, y ese pene duro empezó a crecer más y mas no sabría decir cuanto más pero si media amenos unos 24cm, ni con mis dos manos los cubría todo ni mi mano cerraba completamente, ya mojado su pene de líquido rico lo chupe, empecé a chuparlo lento mientras los masturbaba, estaba muy duro rico y en mi boca se sentía delicioso, sabia a una verga de verdad, intentaba tragarlo pero era mucho para mi, empecé a jalarlo mas fuerte, no se despertaba, estaba muy perdido, y yo seguía comiendo ese trozo de polla negra, seguí más y más hasta que sentí como se convulsionaba su pene y me acerque a él y empecé a sentir su leche a borbotones llenar mi boca, trague un par de veces pero el resto salió de mi boca y empecé a lamerle todo su palo, lo que escurría, por su entrepierna, en sus huevos, en su cabeza que goteaba y yo saboreaba esa delicia, espesa, un poco salada, deliciosa y con mi mano manchada, medio escurriendo decidí ponérmela en la cara.
No sé cómo me salió eso, me sentía una perra, caliente hasta mas no poder, me palpitaba durísimo mi vagina, mojada ya y me pase su pene por la cara, que delicia, sólo hasta ese momento me di cuenta de que seguía su polla dura y el perdido aún, esa verga en todo su esplendor, negra, gorda, brillos de semen, me saque las bragas y me monte, sentí como su verga se abría paso a medida que dejaba caer mi peso, estaba aún más caliente me ardía me quemaba su pene, entrando poco a poco hasta que como a la mitad me deje caer sentí a dentro ese palo, y me corrí, instintivamente me levante y salieron mis jugos, me corrí mojándolo, y me deje caer de nuevo al terminar, mis muslos temblaban. Mi alma descansaba, no sentía mis piernas y mi vagina aún se convulsionaba, abrazando su verga, recobrando un poco mis fuerzas me levante y empecé a montarlo, en círculos movía mis nalgas, de adelante a atrás, sentía su verga moverse dentro de mi, subía, bajaba, me dejaba caer del lado izquierdo, derecho, inclinado, quería que su pene recorriera todos los ángulos de dentro de mi, me enderecé sobre el montando ese palote, y me movía hacia enfrente y atrás y me removía todo los jugos, hasta que sentí como me corría de nuevo y mis jugos empezaban a salir y sentí un calor que me quemaba, y esa manguera negra escupiendo dentro de mi, hasta que me corrí de nuevo y me desvanecí sobre él, estaba perdida, orgasmeada, completamente mojada, y Marco perdido, sólo se quedó y se movió a un lado y yo me deje caer a un lado, seguía temblando de mis piernas hasta que me metí los dedos y empecé a sacar ese néctar delicioso y empecé a comerlo y me di cuenta que se había venido dentro de mi…