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Mis cuernos se convertirán en realidad
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Después de inventar tríos en la cama usando un consolador y de susurrarle al oído a mi esposa que se imaginara cómo se la cogían otros tipos, llegó el momento en donde una noche de diversión y copas me atreví a dejar que un desconocido se la cogiera aprovechando que ella había bebido demasiado y no se daría cuenta de la situación. O al menos eso es lo que ella me hizo creer hasta que una noche de esas tan calientes que tenemos en donde estábamos imaginándonos cómo se le estuviera cogiendo mi compadre me dijo:

-Papi te gustaría mirar como otro hombre me gozaría metiéndome su verga?

Yo creyendo que eran las pláticas calientes que siempre tenemos, empecé a cogerla más rápido y terminé en ella como siempre lo hago. Ya después relajados la plática no quedó ahí como siempre sucedía cuando hablábamos de cosas cachondas y después nos olvidábamos de eso hasta la siguiente noche, esta vez ella continuo y me dijo:

-Yo sé que si te gustaría verme coger con otro por eso dejaste que me cogiera aquel tipo en el estacionamiento de la discoteca.

Cuando escuché eso no supe qué decir yo pensé que esa noche estaba tan tomada que no se había dado cuenta de lo que pasó. En eso ella me abraza, toma mi verga y me dice:

-Lo disfruté muchísimo, ese tipo me dio una cogida maravillosa.

Yo con voz entrecortada y mi verga comenzando a pararse nuevamente por la forma en que ella me tocaba le dije:

-Cuéntame cómo te cogió -y ella empezó…

-Cuando tú fingiste regresar por los abrigos al club y le pediste que por favor se quedara conmigo, al principio sentí miedo no entendía porque habías dicho esa mentira de los abrigos y me dejabas sola con un desconocido. En cuanto partiste, él me tomó por la cintura y empezó a besarme y lamer mi cuello, lo hacía con muchísima lujuria, inmediatamente empecé a sentir como su paquete empezaba a crecer en su entrepierna y eso me hizo mojarme. Todo ese miedo que sentí al principio empezó a volverse excitación. Cómo recordarás mi vestido era muy pequeño y no tardó demasiado en bajarlo un poco y dejar al descubierto mis pechos para comenzar a besarlos y apretarlos con su manos. Ya estaba muy excitada que no me importó y empecé a sobar su bulto por encima de su pantalón a lo que él no tardó y poniendo una mano sobre mi cabeza empezó inclinarme yo entendí rápidamente lo que quería y me puse de rodillas desabroché su pantalón y salió un miembro enorme como siempre no lo hemos imaginado en nuestras noches de calentura no podía creer que todas esas pláticas cachondas que tú y yo teníamos se volverían realidad en ese momento el estar enfrente de un desconocido con un enorme miembro me tenía loca de excitación y lo único que quería era cogérmelo. Así que no perdí tiempo, tome su miembro con mis manos y lo metí en mi boca y cada vez que lo chupaba sentía que crecía más estuve unos minutos mamándole su enorme miembro después él me levanto me acostó sobre tu carro. Me quito mi tanga y empezó a guiar ese pedazo de carne hacia mí húmedo agujero y me la dejó de ir de un solo golpe al principio me dolió pues fue un poco brusco, pero después de unos cuantos empujones y con lo mojada que yo estaba empecé a gozar como loca de ese enorme trozo de carne que entraba y salía rápidamente de mi cuerpo. Él no perdía tiempo y sin dejar de cogerme se agachaba y mamaba mis pechos, me gustó tanto que sentí que iba a terminar en cualquier momento, a lo que le pedí que acelerará sus movimientos. En ese momento ya no pensaba en nada, sólo quería gozar esa verga y disfrutar ese momento. Siguió penetrándome por un momento hasta que empecé a sentir cómo se corría adentro, el sentir esos enormes chorros de semen calientitos de un desconocido provocó que yo me corriera en el mismo momento. Él rápidamente empezó a subirse el pantalón por el miedo a ser descubierto fue cuando llegaste tú al carro de nuevo.

Con esa plática que mi esposa acababa de contarme en este momento y el masaje que le daba mi miembro estaba a punto de correrme de nuevo y le dije entonces…

-te gustó mucho la enorme verga de ese tipo.

Ella dijo:

-sí mucho, pero me hubiera gustado mucho subirme encima de él y disfrutarlo más tiempo.

-Bueno ya que todo está claro te gustaría seguir siendo una putita y que yo te deje que te sigan cogiendo.

-Claro que sí, después de lo que sucedió ya siento la necesidad de hacerlo de nuevo, incluso hay un compañero nuevo en el trabajo que se me insinúa y siempre presume de tener un buen instrumento.

-bueno creo que es hora de planear cómo te vas a coger a tu nuevo compañero.

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