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Mi madre, nunca lo hubiera imaginado (Final)
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Estaba avergonzado con lo que había sucedido, vi como mi madre volvía a tener su pijama puesto y se metía en la cama,

—Mama, si te sientes incomoda con lo sucedido, ¿Me voy a dormir a la otra habitación? me llevo unas mantas y ya está.

—No Raúl, no vamos hacer un drama de esto, no ha pasado nada ni va a pasar, además en ese colchón no hay quien duerma, un día me enfade con tu padre, dormí en esa cama y créeme desde aquel día no he vuelto a enfadarme por no dormir hay (se rio) hablare con papa y compraremos uno nuevo, vamos a dormir que estoy cansada.

Me acosté y no me podía dormir, me sentía fatal y creo que mi madre también por que no dejaba de moverse, me había venido abajo pensar que mi madre lo estaba pasando mal por culpa de mi mente calenturienta, mama lo veía como un juego divertido, pero se dio cuenta que yo lo veía de otra manera, tome la decisión de olvidar el tema, y no volver a tener fantasías con mi madre.

Sonó el reloj, me levante mi madre estaba completamente dormida, Salí al comedor para vestirme y no molestarla, antes de irme dude si tenía que elegirle la ropa que se tenía que poner, con lo que paso anoche no sabía que hacer me seguía sintiendo mal, lo mejor era seguir el juego pero con naturalidad y solo con la ropa de día, por la noche nada. Entre en la habitación abrí el armario y no me complique mucho, siempre llevaba pantalones por lo que opte por falda tejana, bragas y sujetador de los que ella se suele poner, una camisa un poco transparente y una chaqueta, se lo deje encima de la silla y me marche.

Acabada la jornada laboral, sonó el teléfono

—Hola cariño

—Hola mama

—Llegare un poco más tarde, si tienes hambre cena sin mi.

—No te preocupes mama, nos vemos luego

Llegue a casa y como siempre mi madre se levantaba justa de hora, la habitación patas arriba. Hice la cama recogí su pijama y como el día anterior sus bragas y sujetador y los lleve al cubo de la ropa, vi que había ropa tendida la recogí y allí estaban las bragas que me había llevado a esa situación, volví a la habitación y me di cuenta que no se había puesto ni la falda ni las bragas porque estaban encima de la silla (mala señal, quería evitar el juego y lo veía normal) doble su ropa seca, cuando cogí las bragas transparentes me dio la tentación de ponerlas las primeras, pero no lo hice, las puse en el medio para que no se vieran y deje todo ordenadito encima de la cama

Sobre las 9 llego mi madre, me saludo me dio un beso como siempre y la vi contenta.

—Hola hijo ya estoy en casa, pensaba que iba a llegar más tarde

—Mama veo que te has puesto la camisa y la chaqueta que te deje ¿la falda no te gusta?

—No Raúl no es eso, es que no estaba depilada y no me la he puesto, he llegado más tarde porque he ido a depilarme y me he comprado una cosita, preparas tú la mesa mientras yo me ducho y te la enseño.

—Si claro mama

Otra vez estaba igual, ¿Qué se habría comprado ¿Qué es lo que me iba a enseñar?

Cuando ya tenía preparada la mesa, salió mi madre de la ducha, la vi pasar al cuarto.

—Cariño eres un sol me has recogido la ropa

—Si mama la he dejado en la cama luego la pones tú en su sitio

Mama cerró la puerta y a los 5 minutos salió

—Que te parece?

Allí estaba mi madre, con un vestido negro impresionante

—Date la vuelta mama. Estas guapísima

—A que si, yo también me veo muy guapa

—Mama, ya no hace falta que te elija yo la ropa, creo que aprendes muy rápido

—No Raúl me has abierto los ojos y tienes razón tengo que cambiar, mientras estés aquí eliges tú la ropa me encanta tener la sorpresa por la mañana de que me habrás preparado, menos este vestido que es para cuando venga tu padre.

Entro en la habitación y salió con su pijama, cenamos, charlamos y nos fuimos a dormir.

Me fui yo primero a la cama, y después mama.

—Mama

—Dime hijo

—Mañana es miércoles no vendré me voy a ver a los críos y a Marta

—Es verdad hijo, pues buenas noches y hasta el jueves.

Por la mañana le deje la ropa que más me gusto preparada y me marche.

Al terminar por la tarde me fui a casa, cenemos acostemos a los críos, y charlando con Marta le explique un poco lo de mis padres, lo de la ropa de mi madre todo un poco por encima.

—Si Raúl es que tu madre se tendría que arreglar un poco mas, mañana le voy a comprar unas cositas que tu padre no se podrá resistir, como estas…

Se quitó la camiseta se abalanzo sobre mi, y me dijo al oído “sígueme”, fuimos a la habitación abrió el armario cogió un consolador se tumbó en la cama y empezó a masturbarse para mi.

—Coge la crema del cajón que me la vas a meter por el culo mientras yo me follo…

Cogí la crema y se la unte haciéndole un buen masaje le encantaba, metiéndole un dedo “ohhhh siiiii dame más”, le puse la polla en el culo y ella sola se la iba metiendo yo solo hacia presión para no hacerle daño, hasta que no pude más y empecé a bombear la como un loco, las calenturas que había tenido pensando en el cuerpo de mi madre las estaba desahogando con el culo de mi mujer, Marta gritaba de placer y dolor a la vez.

—Tranquilo cariño, tranquilo más despacio me haces daño.

Yo no podía dejar de acelerar el ritmo, para no hacerle daño le quite el consolador del coño y le metí toda mi polla de un golpe en el coño “ohhhh siii aquí acelera todo lo que tú quieras”, me empecé a correr y Marta también, estaba tan excitado que me acababa de correr y seguía follándome a Marta.

—Tranquilo cariño ya está, no veas como has venido de la ciudad, hacía tiempo que no te veía tan cachondo.

—Perdona Marta, tenía muchas ganas

—Perdona no, ha sido fantástico rápido pero fantástico, eso si el culo me lo has dejado hecho polvo.

Al día siguiente me levante muy pronto para ir al trabajo se me hizo el día muy largo, llegue a casa recogí la habitación y cogí el portátil que me había traído, estaba chateando con marta y los niños cuando llego mama.

–Hola hijo, que tal ha ido?

—Hola mama, mira charlado con marta y los críos, habla con ellos.

Mama se puso en el ordenador y estuvo charlando un rato con ellos.

Luego lo normal de cada noche cenamos nos despedimos hasta el domingo ya que llegaba el fin de semana y a dormir.

El día siguiente le prepare la ropa a mama, como si fuera un juego. Me fui a trabajar y el fin de semana genial en casa con Marta y los niños.

El domingo cuando me marchaba, Marta me dio una bolsa para mi madre me despedí y cogí rumbo a la ciudad.

Llegue a casa sobre las 10 me abrió la puerta mi padre y que sorpresa, llevaba un pijama de seda con su bata y zapatillas a juego

—Qué te parece hijo.

—Papa no te conozco, estas guapísimo

—Pues ya verás cuando veas a tu madre

Entre y cuando vi a mi madre (llevaba un pijama también de seda rosa con botones, no llevaba sujetador porque se le marcaban los pezones sobre la fina seda con una bata abierta a juego y sus zapatillas “que morbo”)

–Mama que guapa, que guapos los dos quiero decir.

—Hijo no sé qué efecto has hecho en tu madre, que no veas el cambio que ha dado y me está haciendo dar a mí.

—No se papa, solo le dije que tenía que vestir más a la moda y si es para bien perfecto

—Si hijo y tanto.

Los veía muy contentos a los dos, estuvimos charlado y ya me iba a ir a la cama.

—Ah! Mama me ha dado esto Marta para ti

—Que es

—No se míralo

Lo llevo a la mesa y saco varias bolsas empezó abrirlas con mi padre y todo era lencería que le había comprado Marta. Mi padre con la boca abierta decía…

—Pero esto se puede poner, jaaaa Marta si que sabe comprar

A mi me daba vergüenza mirar con mi padre allí, además les vi muy a lo suyo a los dos, cogí una manta y me fui a dormir.

Al día siguiente hice lo de costumbre le prepare la ropa a mama y me fui.

Llegue a casa, recogí no toque la ropa no quería problemas ni crear una mala situación me duche y me puse con el ordenador hasta que viniera mama.

—Hola hijo

—Hola mama que tal todo.

—Bien hijo mira llevo tu ropa, preparas la cena mientras me ducho y luego hablamos

—Claro mama

Me fui a la cocina, iba a preparar la cena y vi tres cajas de vino que solía traer mi padre de Francia.

—Mama y estas cajas de vino

—Ah! Si hijo las ha traído tu padre una caja para tu hermana una para vosotros y la que está abierta para nosotros, si te apetece en la nevera hay una la sacas para cenar.

Puse la mesa con la botellita de vino

—Ya estoy lista que te parece el pijama, no es como el otro.

—Estas guapísima (se le marcaban perfectamente los pezones a través de ese pijama, no sabía lo que me estaba pasando pero mi madre me ponía a cien)

Serví el vino brindamos y empezamos a cenar.

—Que tal el fin de semana mama

—Pues (sonriendo) el mejor en muchos años y creo que gracias a ti

—Como es eso, mama

—Pues tu padre y yo nos habíamos acostumbrado a una vida monótona, en toda la semana no estamos juntos, y el fin de semana yo haciendo cosas de casa y luego en la tele sin hacer caso a tu padre. Y el al bar jugar sus partiditas y tirarse en el sofá a ver la tele hasta quedarse dormido. Pero tú me has abierto los ojos esta semana.

La cena estaba siendo muy amena y el vino haciendo su efecto mi madre hablaba yo la escuchaba pero no podía dejar de mirar sus pezones, como si quisieran salir del fino pijama.

—El sábado me puse el vestido negro con unas medias de rejilla cuando tu padre me vio le cambio la cara, fíjate como me vería que se vino de compras, fue cuando compremos los pijamas y bastantes cosas más, le tenía que atraer mucho ya que se metía en los probadores para meterme mano. Uhhhh Raúl no veas el vino que calor.

—Sigue mama, me tienes intrigado

—Me llevo a comer a un buen restaurante y luego a casa, nada más entrar en casa soltó las bolsas, me levanto el vestido me quito las bragas y…

—MAMA no sigas no hacen falta detalles ya me imagino.

—Uhhh es verdad perdona hijo el vino

—Ya veo que te has vuelto muy moderna, que no usas ni sujetador

—¿Cómo qué no? claro que llevo

—Si se te marca todo mama. (Esta conversión me estaba dando un morbo)

—Mira (se desabrocho un botón y con la mano tiro el sujetador hacia arriba para que lo viera) uy es verdad que se me marcan, no me había dado cuenta jaja (se levantó se subió la camisa un poco, se bajó el pantalón del pijama otro poco y me enseño la parte de arriba del tanga que llevaba puesto) este conjunto es regalo de marta no son como los que suelo usar, pero me siento bien con esta ropa.

—Estas muy guapa mama, quien lo iba a decir sí que has cambiado

—(se acercó me dio un beso en la cara) gracias a ti, (cogió la botella de vino repartió lo que había en los dos vasos) nos tomamos esto y no vamos a la cama que creo que el vino me está afectando. (Pero mama seguía con ganas de hablar y muy animada)

—Mama por casualidad no te pondrías el camión rosa jajaja

—Si entonces entendí el efecto que tiene ese camisón, hacía tiempo que no veía la polla de tu padre así.

—Mama córtate un poco

—Perdona hijo ya sabes que no hablo así es el efecto del vino, no bebo más vamos a la cama que no quiero decir más disparates.

Me fui rápido a la cama para estar preparado cuando se quitara el pijama.

—Ufff Raúl como me ha subido el vino (no paraba de hablar encendió la luz de la mesita seguía hablando mientras se desabrochaba los botones se habría la camisa y dejaba ver sus dos pechos a través de un sujetador blanco podía ver sus grandes aureolas y pezones negros atravesando su fina tela como queriendo escapar, echó sus manos hacia tras desabrocho y libero esas preciosas tetas lo saco por la manga como siempre y lo tiro al suelo, cogió el pantalón y moviendo su cintura lo dejo caer al suelo, se abrocho la camisa y se metió en la cama sin parar de hablar, ajena a todo lo que yo había visto) Raúl hijo nunca caigas en la monotonía con Marta.

Estaba cachondo la respiración se me aceleraba apretándome la polla bajo las sabanas con la mano sin poderla mover, y con el vino que también me había quitado la vergüenza, le conté que Marta y yo éramos una pareja liberal y algunas de nuestras aventuras en el club y con otras parejas, mi madre se quedó sin palabras.

—Por eso mama no vamos a caer en la monotonía.

Con la tenue luz de mesita de noche, mama me miraba sin dar crédito a lo que le estaba contando.

—O sea que Marta y tu vais a ese sitio os desnudáis todos y a la unos con otros o sea una orgía, nunca lo hubiera imaginado.

—No mama así no es (no sé por qué pero me ponía a mil hablar de esto con mi madre y más viendo que me miraba y escuchaba atentamente, quería llevar la situación al límite, que se pusiera tan cachonda que solo pensara en ser follada y no le importara que fuera yo, su hijo) Imagínate que vamos tu y yo al club…

—Si yo jaaa tan mayor

—Mama he estado con mujeres mayores que tu

—Con lo que me estas contando me lo creo bueno sigue contando

—Entramos tomamos algo y ves las parejas y hombres solos que hay… otra forma nos vamos los dos a un reservado entramos te empiezo a besar el cuello

—Me besarías el cuello jaaa así empezarías (se estaba poniendo nerviosa y yo a dos mil, la mire y en plan broma me abalance sobre ella y le di un beso en el cuello)

—¿Quieres que siga mama?

—¿Con los besos en el cuello o con lo del club? jaaa (se le notaba una risa nerviosa) y ¿cómo estamos tumbados en una cama como ahora?

—No, sentados en un sillón inmenso tu encima de mis piernas yo besándote el cuello, desabrochando tu vestido y llevando mis manos a tus pechos (mama me miraba con la respiración muy agitada sin decir nada, notaba que se mordía los labios y podía ver como se apretaba las piernas dentro de las sabanas) apretando tus pezones entonces notas como unas manos suben suavemente por tus piernas y sientes que 4 manos te está tocando por todo tu cuerpo (notaba que mi madre estaba que no podía más escuchaba atentamente y yo tenía la polla que iba a reventar pero no me atrevía a dar ningún paso tenía miedo de que se acabara la magia.— Pues así funciona el club mama.

—Uffff no sé qué decir, estoy sin palabras

—Ya lo veo mama, una pregunta, hubieras seguido en la historia o no?

—Jajaja a ti te lo voy a decir. (Si hubiera dicho que si me hubiera lazado sobre ella)

—Espera mama te voy a enseñar una cosa en el ordenador (me levante y fui a por el ordenador).

—Raúl hijo queda vino, la copa que no te bebiste. Tráemela cariño, me hace falta

Le lleve la copa y encendí el ordenador

—Mira mama esta es nuestra página (mama apoyo la cabeza sobre mi hombro mirando la pantalla del ordenador) Marta está conectada

—No nos vera?

—No mama por aquí solo se puede escribir, ah si ves que escribe algo raro no hagas caso le gusta mucho el ciber

—No sé lo que es pero vale

—Hola Marta cariño

—Hola Raúl ¿no tienes sueño?

—Pues no, estoy en la cama mi madre está dormida

—Y no te puedes dormir porque estas cachondo

—Más o menos (mama me dio un golpe en el hombro riéndose)

—Pues hazte una paja y veras que bien duermes

—Si aquí con mi madre

—Verdad que está dormida? Más morbo tu sabes que yo lo haria

—Pero que guarra que es tu mujer jaaa nunca lo hubiera pensado

—porque no te coges la polla y te haces una buena paja junto a tu madre así te relajas

—Ohhhh pero que guarra es tu mujer (con una risa nerviosa) mama me miraba con cara de asombro

—No seas burra Marta

—Estoy cachonda Raúl, me estoy haciendo un dedito jugamos a un juego

—A qué?

—Que lleva puesto tu madre (mama me miro, como es tu mujer que mala necesito otro sorbo de vino esto es muy fuerte para mi)

—Mama si quieres lo apago

—No, no estoy intrigada

—Un pijama rosa, Marta

—Con botones

—Si

—Desabróchaselo

Mama me miraba, yo no podía más y mi mano empezó a desabrochar el fino pijama, mama respiraba muy fuerte excitada y no decía nada llegue al último botón y con la parte de atrás de mi mano la apoye en el colchón justo en su entrepierna note su coño, mama se estremeció no decía palabra solo miraba mis manos y note como muy levemente apretaba su coño contra mi mano, no podía más cuando vi que mama abría las piernas muy lentamente le di la vuelta a mi mano cogiendo todo su coño y llegando mis dedos por detrás hasta su culo los introduje por el lado de su fino tanga. Mama se estremeció doblándose para que mi mano pudiera sentir todo su coño, baje mi boca y comencé a lamerle los pezones su tanga estaba empapado y la sabana bajo su precioso culo también fue cundo me di cuenta que hacía rato que estaba deseando lo mismo que yo subí mi mano apretando su coño para introducirla por debajo de su tanga le masajee el clítoris uffffff siiiiiiii disfrutaba como una perra le metí uno, dos tres y cuatro dedos y el gordo se lo puse en el clítoris masturbándola frenéticamente mientras le mordía los pezones y le comía las tetas con un deseo incontrolable siiiiii siiiii no pares no pares me corrooo

Llenando todas las sabanas y mi brazo de sus jugos.

Quedo desplomada en la cama. Me eche a un lado para poder respirar me faltaba el aire de la excitación que había tenido.

Estuvimos callados unos minutos, ya se había acabado, ella no me había tocado pero había sido más de lo que hubiera imaginado.

Mama sin hablar se acercó a mi me beso en la boca el cuello el pecho, note como su mano cogía mi polla y me hacia una paja con muchos cambios de ritmo mientras me besaba. “Siiii mama no pares” estaba a punto de correrme cuando paro, me acaricio se subió encima de mi cogió la polla y se la introdujo en su coño, la sensación que tuve al notar como entraba dentro de ella era inimaginable entonces fue cuando oí sus primeras palabras “tranquilo déjame a mi”, me estuvo cabalgando hasta que se sacó la polla del coño empezó a subir por mi cuerpo, cogió con sus manos el cabezal de la cama se incorporó y me puso su coño en la boca recorría con mi lengua todo su coño empezó a moverse y entonces era mama quien se follaba mi boca, nunca imagine que pudiera ser tan guarra me caía liquido por toda la cara estaba empapado, bruscamente saco su coño de mi boca se dio la vuelta cogió mi polla y se la metió en la boca no podía más estaba viendo a mi madre comiéndome la polla, “mama mamaaa… No puedo más”. Se sacó la polla de la boca sin dejar la paja se llevó la polla a sus tetas haciéndome la paja contra su pezón saliendo chorros de leche sobre sus tetas me temblaba el cuerpo pero cuando vi que mama se agachaba introduciéndose toda la polla llena de leche en la boca grite de placer creo que me volví a correr, fue mágico.

Mama se limpió con las sabanas, estuvimos un rato sin hablar yo no sabía que decir.

—Raúl hijo

—Si mama

—Despídete de Marta, vamos a ducharnos y cambiamos las sabanas, y quiero que sepas una cosa. Me podrías haber follado antes.

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