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El tío y su sorpresa
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Tiempo de lectura: 13 minutos

Hola una disculpa por no escribir antes pero tuve algunos problemas que me impidieron hacerlo, hoy les contaré sobre mi segundo encuentro con el tío de mi amigo pero esta vez me daría una sorpresa que ni en mis más locos sueños hubiera crido vivir, esta vez iré más directo a lo sucedido esperando les agrade.

Después del encuentro con el tío como le diré para no repetir tanto que es el tío de mi amigo, no tenía ganas ni de salir, tanto así que no fui ni a mi cita ni a hacerme los exámenes que me ordenó hacerme el médico, pasaron tres días desde que me despedí del tío, fueron unos días muy largos para mí ya que no podía dejar de pensar en lo sucedido, fue muy placentero en verdad pero también muy peligroso y mi miedo más grande era que alguien lo supiera.

No quería salir porque también creía que alguien me diría algo ya que si bien recuerdan ya una vez me habían traicionado contando mi más grande secreto, pero una llamada me cambió los planes, era el tío que brevemente solo me dijo, te espero a las tres de la tarde en la salida del pueblo, sin darme tiempo de decir algo terminó la llamada lo cual me dejó muy indeciso y confundido ya que no sabía si ir o no, después de tanto pensar solo me dejé llevar tomando la decisión de ir.

Me arreglé según yo lo mejor que pude aunque mi ropa era toda muy parecida, pero sabía que para el si yo hubiera ido desnudo mucho mejor, así que solo me apuré para llegar a tiempo, todo el camino iba muy nervioso sintiendo que todos me miraban como sabiendo a donde iba, al llegar al lugar acordado tuve que esperar unos minutos a que el llegara, cuando vi su camioneta acercarse me sentí más nervioso aun.

Cuando se detuvo me subí de inmediato sin esperar a que cerrara la puerta aceleró provocando que mi corazón casi se me saliera del susto, después de un rato en la carretera llegamos al pueblo donde días antes se bajó aquel hombre del autobús que espero recuerden, después de unos minutos más llegamos a un rancho no muy grande pero era bonito a simple vista, nos bajamos de la camioneta y yo lo seguí hasta entrar a la casa.

Sin darme tiempo de observar me pidió que lo siguiera, subimos unas escaleras hasta llegar a una habitación no tan grande como la de su otra casa, sin darme tiempo de observar una vez más me sorprendió al ver que ya se estaba quitando la camisa, después de hacerlo me tomó de la mano haciéndome quedar frente a él, sin decir nada me sacó la playera que traía puesta para luego de un fuerte empujón hacerme caer en la cama.

Sin perder tiempo me quitó los zapatos casi a jalones para luego de igual manera bajarme el pantalón junto con la ropa interior, se alejó un poco mientras se desabotonaba el pantalón acercándose del lado derecho de la cama, me tomó de la mano para luego jalarme con fuerza hasta dejar mi cabeza colgando haciéndome quedar con mi boca a la altura de su pene y en mis ojos chocaban sus testículos haciéndome comprender lo que él quería.

Abrí poco a poco mi boca pero él no quería perder tiempo lo metió abriéndome la boca con su grosor, en unos segundos ya lo sentía como si estuviera en mi garganta provocándome arcadas, mi saliva era tanta que ya no la podía retener en mi boca cayendo por mis mejillas hasta llegar a mis ojos me ardían tanto que apenas y los podía abrir, al tiempo que él se apoderó de mis chichotas como él les decía mientras las apretaba con fuerza.

Era muy doloroso pero no podía detenerlo ya que estaba como loco metiendo luego sacando su pene, cada vez más rápido hasta que sin esperarlo se vino en mi boca haciendo que una gran cantidad al menos para lo que yo había visto terminara en mi boca, mientras otra cantidad salía por mi nariz haciendo que me ahogara al tiempo que el sacaba su pene, con mucho esfuerzo logré calmarme mientras el de rodillas en el piso me observaba.

Sin saber que hacer o decir solo esperaba que el me dijera lo que seguía pero después de un rato solo dijo vístete ya nos vamos, no saben la frustración y la desilusión que sentí en ese momento, de nuevo me sentía usado pero no dije nada solo obedecí, me limpie salimos en silencio bajamos hasta la camioneta, al subirme vi la hora dándome cuenta que apena pasaba de una hora desde que llegamos hasta este momento, en mi cabeza habían muchas preguntas.

¿Dónde quedó el macho de la noche pasada? ¿Para qué fui? ¿Lo volveré a ver? Entre otras que no sabía cómo responder, todo el camino me la pase así hasta que llegamos donde pasó por mí y me dijo bájate es mejor que no nos vean juntos, mi decepción creció pero lo más inesperado fue cuando me dijo mañana te vas en un taxi y que te baje lo más cerca posible pero que no te lleve hasta mi rancho, ¡¡¿Qué?!! Dije en mi pensamiento.

Mientras que a él le dije que no podía que tenía cosas que hacer pero él me dijo, si vas te prometo que no te vas a arrepentir y que el día de mañana lo vas a recordar toda tu vida, sin dejarme decir nada se fue dejándome con tanto coraje que por todo el camino hasta mi casa lo maldije tantas veces que hasta perdí la cuenta, al llegar a mi casa tenia tanto coraje que me metí a mi cuarto para no volver a salir hasta el día siguiente.

Ya por la mañana me levanté aún muy molesto me di un buen baño sabiendo que no podía dar explicaciones de mi molestia me fui a la calle, comí algo por ahí mientras empecé a pensar en ir o no y sin querer mi mente regresó a aquellos momentos después de la fiesta excitándome de inmediato como pocas veces me pasa, mi respiración aumentó mientras yo sabía que ya no tenía mucho por hacer aunque más de una opción tenia.

O me iba a mi casa a masturbarme o buscaba a alguien por ahí o me iba tragándome mi orgullo y mi coraje al rancho del tío, pero la primera opción no me agradaba mucho, la segunda era muy arriesgada y la tercera era la mejor pero eso significaba entre otras cosas aceptar que el tío podía hacer conmigo a su antojo pero era más fácil aceptar eso para mí, sin pensarlo dos veces tomé el primer taxi que vi le dije a donde me llevara lo cual hizo de inmediato.

Unos kilómetros adelante cuando mi excitación iba pasando comencé a arrepentirme pero mi mente estaba dividida, si iba ya no había marcha atrás pero por otra parte podía obtener más de un beneficio, tanto rato estuve pensándolo que sin darme cuenta ya estábamos llegando al lugar, seguí pensando en que hacer sin tomar una decisión hasta que la voz del taxista me trajo a la realidad, ya llegamos dijo mientras yo aun con mi mente desconectada le contesté ok gracias.

Me bajé para luego pagarle e irme con dirección al racho, no estaba lejos de donde me bajé del taxi, en menos de diez minutos ya estaba en el rancho, al llegar vi al tío hablando con unos empleados así que no me acerqué hasta que el me miró pero siguió con sus empleados, después de unos minutos por fin se alejaron y él fue a donde lo esperaba yo diciéndome que bueno que viniste perdón por lo de ayer pero hoy te prometo que va a ser inolvidable para ti.

No dije nada solo lo mire mientras él veía como los trabajadores con los que estaba se iban en una camioneta, después me dijo vamos adentro a lo que no dije nada solo lo seguí hasta una sala, siéntate dijo mientras él iba por unas cosas que dejó en su camioneta, así lo hice pasaron unos minutos hasta que el regresó con unas bolsas con bebidas alcohólicas como para una fiesta, de inmediato entendí lo que él quería o al menos eso creí.

Pensé que él quería que tomáramos como en la fiesta para pasarla igual así que me entusiasmé un poco, de inmediato sacó varias botellas preguntándome que quería tomar a lo que contesté que lo que el tomara estaba bien, después de todo lo único que yo quería era emborracharme para pasar un buen rato con él, empezamos tomando tequila aunque he de aceptar que no me gusta beber pero si eso serviría para conseguir lo que quería lo haría.

Después de unos tragos me di cuenta que el apenas lo había probado mientras que yo ya empezaba a marearme, pero seguía tomando cuanto me sirviera, después de un rato mas ya me costaba hasta sostener el vaso pero él se veía como si nada, de pronto se escuchó el timbre de la puerta y el salió de prisa a abrir, yo me sorprendí un poco ya que no me agradaba la idea de que alguien nos interrumpiera o me vieran así pero ya no podía hacer nada.

De pronto volvió pero tras de él venían tres hombres más de los cuales dos me eran conocidos, uno de ellos era amigo de mi papá mientras que el otro fue mi profesor en la primaria, casi se me sale el corazón de la impresión de verlos ahí mientras empezaba a apoderarse de mí un gran miedo, el de inmediato nos presentó pero solo al tercero no lo conocía, nos dimos la mano y se sentaron para comenzar a beber con nosotros.

Yo estaba muy confundido sin saber que hacer pero ellos actuaban como si en verdad fuera una reunión de amigos, contaban chistes mientras seguían bebiendo, yo dejé de beber tan apresuradamente pero algo me tenía muy intrigado cuando el profesor preguntó ¿cómo iba la carne? el tío solo le dijo que ya se estaba marinando a lo cual todos se empezaron a reír, minutos después el desconocido como llamaré al tercero volvió a preguntar lo mismo.

Esta vez la respuesta fue que ya casi estaba pero yo seguía sin entender, donde estaban haciendo la carne sino había nadie o eso parecía, sus risas de nuevo me dejaron intrigado no lograba entender como una carne les hacía tanta gracia, pero no me gustaba la situación por lo que decidí irme pero oh sorpresa, al tratar de levantarme casi me caigo con lo ebrio que ya estaba, a donde vas me preguntó el tío le dije que ya me quería ir.

Pero él me dijo que no que ya en un rato nos íbamos pero yo insistí lo que a él no le pareció, diciendo nos vamos a tener que comer la carnita aun sin estar lista y me tomó por atrás lo cual me sorprendió mucho, intenté gritar pero él me tapó la boca mientras que el profesor se acercó para ayudarle, intenté soltarme pero con mi estado de ebriedad no tenía fuerza ni para intentarlo, el profesor me tomó de los pies y juntos me sacaron cargando.

Me subieron por las escaleras para luego llevarme a la habitación de un día antes, mientras los otros dos nos seguían, fue cuando entendí que yo era la carne que tanto esperaban y que esperaban que estuviera muy ebrio para hacerme lo que quisieran sin resistirme, también entendí que ya lo habían logrado pero mi miedo de dejar que el profesor y el amigo de papá supieran mi secreto me hacían resistirme hasta más no poder.

El profesor es un hombre delgado de 1,70 de estatura aproximadamente, en ese entonces tenía como 52 años, moreno, cabello negro corto, el amigo era el más alto de todos midiendo aproximadamente 1.78, moreno, como de 56 años, cabello negro con algunas canas y siempre usaba sombrero, el desconocido era el más viejo de todos con 65 años aproximadamente, gordo, moreno como de 1.64 de estatura además de que usaba un bastón todos con bigote.

Al entrar a la habitación me lanzaron sobre la cama, yo intenté levantarme pero antes de que lo hiciera el tío ya estaba sobre mi impidiendo que me moviera, me dijo que ya no me resistiera que al fin a eso había ido a disfrutar pero igual intenté resistirme, cuando estaba tratando de liberarme sentí como alguien se subía sobre mis pies para evitar que me moviera, yo pensaba que había sido el profesor pero él estaba a un lado de la cama.

El tío se bajó no sin antes sujetarme ambas manos, era muy fuerte mientras que yo no tenía la fuerza para liberarme en ese estado, el otro hizo lo mismo sujetando mis pies y entre los dos me acomodaron como un día antes, el profesor se acercó para desabotonarme el pantalón, les pedía que me soltaran que no quería pero el desconocido se acercó y me tapó la boca con su mano, entre todos me inmovilizaron sin darme oportunidad de intentar algo.

Con mis manos sujetadas sobre mi cabeza mis piernas sujetadas lo más fácil lo hizo el profesor al desabotonarme el pantalón para poco a poco bajarlo, intenté de nuevo liberarme pero nada resultó, mientras el cambiaron de posición el amigo con el profesor sujetándome este ultimo los pies mientras que el amigo me quitaba los zapatos luego los calcetines para luego sacarme el pantalón con mi ropa interior, al parecer ninguno notó antes mi entre pierna depilada.

Pero cuando lo hicieron el comentario del amigo fue que en verdad se veía que era una putita, al oír eso solo quería desaparecerme de ahí o que todo fuera una pesadilla pero todo era verdad, de pronto el profesor tomó mis pies pera levantarlos haciendo que mis rodillas casi llegaran a mi pecho, lo cual aprovechó el amigo para lanzarse con su boca sobre mis nalgas recorriendo entre ellas con su lengua de arriba abajo, al principio no sentía nada pero sabía que eso no duraría mucho.

Con sus manos separó mis nalgas para seguir recorriendo con su lengua entre ellas pero su bigote me provocaba una sensación rara, sin darme cuenta estaba dejando de luchar mientras que mi corazón empezaba a latir más fuerte de lo que ya lo hacía, mientras que sin dudas comenzaba a excitarme, aunque una parte de mi aun luchaba por no sentir, pero fue inútil mi pene comenzó a crecer mientras que esa corriente eléctrica me llegó antes de lo esperado.

Mientras que de nuevo intenté soltarme para no sentir más pero era imposible así que sin más remedio me vine lanzando una cantidad de mi leche que le llegó hasta al tío, fue cuando me soltaron todos fue para desnudarse antes de que yo reaccionara, fue así que el tío me tomó por ambas manos y de un jalón hacerme caer al piso lo que hizo que me diera un fuerte golpe en la cadera pero a él no le importó, me puso de rodillas frente a él.

Para luego quitarme la playera que aun llevaba puesta, sin perder tiempo metió su pene el cual ya estaba erecto en mi boca, lo metía y lo sacaba casi por completo de forma violenta, pensaba que de nuevo iba a terminar en mi boca pero esta vez no tardó mucho en detenerse, lo sacó para casi llevarme arrastrando frente a la cama donde ya estaba acostado el desconocido desnudo, era la primera vez que tenía a la vista sus penes.

El del desconocido era el más pequeño pero un poco grueso, el del amigo era un poco largo pero delgado mientras que el del profesor era aún más largo que el del tío pero parecía delgado, me puso frente al desconocido para luego de un empujón lanzarme sobre él, apenas y pude meter las manos para no caer sobre él mientras el tío me ordenó chupárselo al desconocido, yo dudaba en hacerlo ya que el amigo y el profesor me miraban riendo.

Pero el tío me dijo que no los mirara que su turno era más tarde, solo me agache en poco para quedar con mi boca sobre su pene mientras que sin notarlo mis nalgas quedaron totalmente expuestas al tío el cual aprovechó para tomarme de las caderas e intentar meter su pene en mi interior pero su estatura y la mía complicaban todo, yo ya tenía el del desconocido en mi boca mientras el tío seguía intentando acomodarse.

Entre tantos intentos lo logró, entró poco a poco provocándome un pequeño dolor pero nada que no pudiera soportar, con sus manos en mis caderas no tardó mucho en penetrar mi interior por completo quedándose quieto por unos segundos, cuando volvió a moverse provocó que el pene del desconocido entrara y saliera con cada embestida, el ritmo cada vez era más intenso lo que hiso que sin esperármelo el desconocido se viniera en mi boca.

La verdad no tardó mucho lo que hiso que mi boca quedara llena de su leche que tenía un sabor diferente a lo que muchas veces había probado, no sé cómo describirles el sabor que tenía pero era un poco desagradable pero no pude evitar tragármela toda, mientras el tío aumentó la velocidad lo que en la ocasión anterior significó que estaba por venirse, no tardó mucho en cumplirse la predicción, él se vino dentro de mi mientras que de su boca salían gruñidos más que gemidos.

Después de algunas embestidas más el sacó su pene sin provocarme más que irritación tanto en mi interior como en mi mente, con mucho esfuerzo me incorporé tratando de no caerme no sé si por el alcohol o por lo que estaba pasando pero tenía las piernas sin fuerza, el desconocido aprovechó para levantarse y yo para dejarme caer en la cama, sin perder tiempo el amigo se me acercó para tomarme de la cadera con fuerza.

Sin fuerza para nada solo me dejé hacer a su voluntad, me puso de rodillas con mis nalgas levantadas y mi cara en el colchón, se subió a la cama puso sus pies casi a la altura de mis rodillas para luego acomodar su pene en mi ano empujándolo con fuerza, casi de un golpe lo metió por completo a lo que ya no sé si sentí algo, con sus manos en mi espalda comenzó sus movimientos suaves pero poco a poco fue acelerando haciendo que se moviera hasta la cama.

La verdad no hubo sorpresas fue tan rápido que ni él se lo esperaba ya que empezó a decir algunas groserías mientras me daba un par de golpes en la espalda haciéndome dar un grito, de inmediato lo sacó para luego bajarse de la cama mientras que yo solo me acosté con mis nalgas expuestas, un silencio se apoderó de la habitación hasta que escuché la puerta cerrarse, de inmediato sentí que alguien se sentaba en la cama lo que me hiso recordar que aún faltaba el profesor.

Poco a poco giré la mirada para asegurarme que era el, mientras el me miraba sin hacer ni decir nada, hasta que se acostó de lado quedando su cara frente a la mía, la verdad me sentí muy avergonzado ya que yo le tenía un gran respeto pero con el tiempo entendí que él era igual a los demás, el comenzó a acariciarme la espalda con su mano izquierda, después bajó a hasta mi nalga derecha acariciándola para luego apretarla con fuerza.

Yo sentía muy caliente mi cara mientras notaba que su pene se movía como con vida propia, sentía ganas de llorar mientras no pude evitar que un par de lágrimas salieran, a lo que él respondió diciendo vete a bañar, lo que me dejó confundido ¿Qué? Solo atine a decir a lo que él me volvió a repetir vete a bañar en esa puerta está el baño señalándome una puerta dentro de la misma habitación, aun sin poder comprender así lo hice.

Me sentía muy confundido por cómo se había dado todo, tenía mucho miedo, no sabía que hacer sabía que esto me podía traer muchos problemas, de inmediato abrí la llave del agua, estaba helada pero no me importaba solo me preocupaba que alguien supiera lo que había pasado, no sé cuánto estuve en la regadera pero el agua fría me despertó por completo, cuando terminé me cubrí con una bata que estaba en el baño.

Al salir lo primero que vi fue al profesor masturbándose, la verdad no me esperaba eso ya que yo creía que me había pedido ducharme para irnos pero no era así obviamente, al verme se sentó a la orilla de la cama quedando frente a mí, me dijo ven mientras sonreía a lo que no supe que hacer, si bien ya tenía fuerza para irme de ahí verlo esperándome me confundió aún más, bajé la mirada y sin mirarlo a él ni pensarlo caminé hasta quedar delante de él.

De inmediato desamarró la bata dejándola caer, yo seguía sin levantar la mirada no quería verlo a los ojos mientras que lo único que veía era su pene que era aún más grande de lo que creí, el sin decir más me jaló para luego empezar a besar desde mi ombligo subiendo a mis tetas, lo hacía suave y lento sacando su lengua de vez en cuando, mientras yo intentaba no mirar, poco a poco sus manos fueron bajando hasta llegar a mis nalgas acariciándolas para luego sorpresivamente apretarlas, después bajó hasta mis piernas para luego volver a mis nalgas, sin dejar de besar, lamer y succionar mis tetas.

Sin esperarlo mi cuerpo comenzó a reaccionar, mis latidos aumentaron mientras mi respiración era más agitada, dando se cuenta de inmediato el profesor deteniendo su accionar se puso de pie para empujarme a la cama y tras observarme unos segundos me tomó por ambas pantorrillas para luego levantar mis pies para luego meter los dedos de mi pie derecho a su boca lamiéndolos de una manera que nadie lo ha vuelto hacer hasta hoy.

Después lo sacó para lamer la planta de ese mismo pie provocándome cosquillas, después hiso lo mismo con el pie izquierdo lo cual me gustó mucho, después de unos minutos puso mis pies en sus costados para seguir besando mis tetas, quedando mis piernas en sus caderas, yo estaba casi perdido en ese momento ya no me importaba nada solo quería que el siguiera y así fue siguió para después de un rato subir hasta mi cuello yo sentí muchas sensaciones nuevas.

Estaba totalmente metido en lo que él me hacía solo sintiendo sus manos en mis piernas, sus labios en mi cuello pero lo que aún me sorprendió más fue cuando sin esperarlo me besó en la boca y yo no me resistí como tantas veces lo había hecho con otros, nuestras lenguas se unieron por varios minutos hasta que el poco a poco se levantó mientras yo lo veía con gran dificultad para enfocarlo, tomó un tubo de lubricante que usó para masturbarse.

Se puso gran cantidad en su mano para luego impregnar su pene totalmente, separó lo más que pudo mis piernas pidiéndome que las sostuviera con mis manos, acomodó su pene en mi ano empujando despacio pero era tanto el lubricante que se fue hasta el fondo sin resistencia, sin sacarlo volvió a besarme los labios mientras se movía lento sin sacarlo mucho, mientras yo trataba de abrir más mis piernas, poco a poco se fue moviendo más rápido.

Aunque estábamos frente a frente mi mirada estaba perdida hasta que esa sensación de corriente eléctrica nació en mi interior recorriendo hasta llegar a mi cabeza, mis dedos de pies y manos, fue así que ya no pude más viniéndome sin control, mientras el aumentaba la velocidad para luego de unos segundos venirse también dentro de mí, unas embestidas más y terminó vencido sobre mí, poco a poco sentí como su pene iba saliendo de mí.

Después de un rato se levantó y yo me acosté a lo largo de la cama para darle un poco de espacio para acostarse a mi derecha, al ver su pene noté que tenía un poco de sangre así que solo se me ocurrió limpiarlo con mi boca lo que él aceptó sin decir nada, al terminar me recosté sobre su pecho quedándonos dormidos mientras él me abrazaba, pero… a la mañana siguiente un grito muy fuerte nos despertó, era la empleada que entró a hacer la limpieza y nos vio desnudos.

De inmediato nos levantamos mientras ella salió corriendo nos vestimos y justo en ese instante llegó el tío a ver qué pasaba, después el profesor le contó lo que pasó a lo que él respondió que no pasaba nada que el hablaría con ella pero para colmo la conocía y era la chismosa del pueblo así que mi miedo aumentó al grado de que tomé la decisión de irme de nuevo y al lugar menos pensado pero eso se los cuento en el siguiente.

Gracias por leerme hasta pronto.

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