Para empezar quiero decirles que soy de México, he tenido una vida bastante afortunada en lo sexual siempre logre lo que quise con mis queridas compañeras, parece que fue ayer cuando en mis amores juveniles derrochaba energía y placer.
Actualmente soy casado tengo 27 años y no me falta nada, sin embargo siendo honesto no puedo desprenderme de la mente la obsesión que representa volver a tener a mi suegra. Ella es delicada de piel blanca su nombre es "Susana" mide 1.72 m., con un trasero exquisito, el mejor que he visto en mi vida tiene 44 años y es una mujer súper cuidada donde vaya siempre llama la atención por su belleza y presencia.
Todo comenzó hace ya 8 años cuando conocí a mi mujer desde ese momento nunca pude apartarme de la mente poseer a mi suegra, por supuesto que esta obsesión fue creciendo con los años, recuerdo que siempre busque su boca cuando por alguna razón me despedía y mi suegro no estaba presente, ella comenzó a evitarme y alejarse de mí, supongo que se dio cuenta de mis intenciones y de mis miradas apasionadas siempre en la total discreción. Sin embargo su alejamiento me incitó a pensar que entonces ella podría llegar a sentir algo por mí por lo que hace como dos años le contare lo que sucedió.
Mi mujer tenía que viajar dos semanas porque visitaría a un hermano, así es que perturbado por mi deseo hacia Susana, decidí que me enfocaría y concentraría para aprovechar esta ausencia y de una vez por todas conocer lo que mi suegra sentía por mí. Les confieso que siempre tuve miedo de las consecuencias pero pudo más mi frustración de tanto años por poseer hasta el cansancio a la mujer que había en mis sueños dado tantos orgasmos y erecciones.
El día martes que me encontré solo, decidí llamar por teléfono a su casa para preguntarle cómo estaba y con el pretexto de hablar con mi cuñado le hice la plática, al final le pregunte si el jueves me podría acompañar a tomar un café como a las 4 pm y me contesto que no podría porque ese día tenía reunión con sus amigas como cada semana (por supuesto que esto yo lo sabía), pero insistí que dado que el café sería de una hora a lo más, me hiciera el favor de acompañarme y que luego podría irse con sus amigas y llegar a tiempo.
Finalmente dadas mis insistencias acepto sobre todo cuando le dije que si no ese día me tendría que ir con mis amigos y llegaría tarde a mi casa, todo porque ella no había aceptado un café y que mi día fuera un día más tranquilo.
En fin el jueves me puse mi mejor traje y por la tarde a las 3:30 quedamos de vernos en la calle de reforma que es una de las principales aquí en México. Debo reconocer que se vio sorprendida cuando yo me presente a pie argumentando que había dejado mi carro en el estacionamiento para irnos en un solo carro, medio sacada de onda, me abrió la puerta de su auto y me senté cómodamente en el asiento del copiloto, mi suegra venia vestida con una blusa negra y un pantalón de mezclilla negro, pero muy bien maquillada y sin ninguna sospecha de lo que le esperaría esa tarde que hoy me calienta la sangre cada vez que pienso en ella.
Con el pretexto de que yo no había comido le pregunte si tenía algún inconveniente en que nos tomáramos el café en un restaurant a lo que me dijo:
-mientras nos tardemos una hora no tengo problema.
-ok, suegrita -le dije- permítame manejar a mí para llegar más rápido al restaurant -hicimos el switch y maneje hasta una cantina que yo conocía y que sabía que para mis planes sería lo mejor.
Al llegar me pedí un tequila y a ella le pedí un café con amaretto, al mismo tiempo me pare al baño y le dije al mesero que era una tía y que le pusiera el café bien cargado porque así era como le gustaba. Cuando regrese del baño nos pusimos a platicar de varias cosas que para no hacer más largo el relato obviaré, cuando se terminó el café me dijo que estaba muy cargado y que hasta calor le había dado entonces le dije que le quitaría el calor por lo que le pedí un jugo de uva con vodka y adivinan bien otra vez muy cargado.
Note como a los cuarenta minutos que mi suegra se empezaba a marear tanto por el alcohol como por la plática que era aguda e incisiva acerca de cómo llevarse mejor en la pareja y que para esos tiempos ya entrabamos en la discusión de los temas relacionados con el sexo. Es así que mi suegra me comenzó a contar que ahora en los matrimonios todo era diferente que en sus tiempos la mujer debía dejarse llevar por las necesidades del marido y que debía ser sumisa y participar poco o nada a la hora de hacer el amor. A lo que le respondí que mala onda, que ahora los matrimonios jóvenes habíamos roto con toda clase de tabús y que yo en lo personal era un admirador del placer de la mujer y que me fascinaba hacerle el amor a las mujeres de una manera primero tierna y luego desenfrenada sin límites de ninguna índole. Note como se ruborizó, acto seguido le pedí otros dos jugos de uva. Eran las cinco y mi suegra empezaba a sufrir los efectos del alcohol, por lo que le pedí que se tomara un hidalgo (trago de todo el vaso) de lo que le quedaba del jugo y que nos retiráramos del lugar, eso hicimos. A la hora del valet parking me tomo por el brazo y note visiblemente la baja de defensas en sus sentidos. Situación que yo esperaba, subimos al coche y le comente que llevaría los vidrios abiertos para que le entrara el aire para que se sintiera mejor.
Le comente que adonde la llevaría a casa de quien de sus amigas a lo que me contesto que necesitaba un buen café “porque creo que estoy un poco mal”. Entonces le dije que no se preocupara me dirigí a un hotel donde siempre había hecho el amor con mi mujer; al llegar mi suegra protesto me dijo “que??” que estaba haciendo, le dije que en el restaurant del hotel nos harían el café y que eso sería todo, accedió a bajar del auto y por supuesto que tome una llave de un cuarto recuerdo el 811, esto cuando me pidió ir al tocador en el lobby, subimos por el elevador y al llegar a la puerta del cuarto me dijo que no entraría a lo que le respondí que era mejor que entrara para que se le pasara todo y que yo me quedaría afuera. Adivinaron, apenas entro en la habitación, me metí detrás de ella y la puse con la espalda en la pared y de frente mío.
La besé… tiernamente
-que estás haciendo que te pasa?
-que estoy haciendo de que Susana –respondí.
-me besaste que te pasa? –repitió.
-Mira Susana tranquilízate necesitas un buen masaje…
-estás loco que masaje ni que nada yo me voy.
La tome por el brazo y la volví a besar, note por fin, como a los pocos segundos de tiempo abrió la boca, relajo sus brazos y nos dimos un beso apasionado pero muy tierno, me dijo:
– eso será todo, me doy cuenta de que todo lo planeaste.
-Susana siéntate (en la cama) estas equivocada yo no planee nada -mentí.
La volví a besar y así algunas veces más hasta que en una vez mis manos se pusieron en sus senos y los empecé acariciar por fuera de su blusa, seguía protestando y yo la seguía besando yo creo que fueron como 11 minutos de besos, posteriormente levante su blusa quitando su brasiere y esta con delicadeza, comencé a mamarle los pezones eran, grandes como medias cerezas y por fin escuche al poco rato como empezó a gemir, trate de quitarle su pantalón ella se asió de el con ambas manos le comente:
-deja que te de un beso en tu ombliguito y nos vamos te parece?
-¡¡¡NO!!! Si me quito el pantalón vas a querer más que besarme.
-por lo que quieras te juro que no -le baje el pantalón y como demonio me fui a su vagina, que estaba toda húmeda y esplendorosa, señores que delicia poder estar en el lugar deseado por tanto tiempo, me la comí primero suavemente y luego rítmicamente y luego con mi lengua en sus entrañas, mi suegra a esas alturas se ahogaba del placer que le provocaba con mis mamadas, al mismo tiempo estando yo sobre su bellísimo agujero vaginal dándole con todo mi feeling me comencé a quitar mi pantalón sin que se diera cuenta.
Acto seguido empecé a subir por su estómago delicadamente hacia sus senos, luego a su cuello fue ahí cuando puse mi glande entre sus piernas, ella reaccionó saltando con todo su cuerpo pero ya era demasiado tarde, mi glande estaba en las puertas del paraíso con ambas piernas mías entre sus piernas, comencé a empujar y ella a gritar,
-no por favor, no lo hagas por favor, te lo pido no…
– tranquila amor relájate… te voy a llevar al cielo.
-no lo hagas por favor no lo hagas, no no no.
Cada vez que se movía rechazándome yo con mi fuerza le ponía un poco más de mi verga dentro de ella, que delicia, que maravilla, estaba realizando mi sueño, serían unos dos minutos lo que me tarde en llegar a tres cuartos de mi verga dentro de su exquisita flor, cuando sentí como sus piernas se ablandaron y pude empujar hasta el fondo, que placer tan grande tener a mi suegra mordiéndose los labios, luchando internamente, era el bien versus el mal frente a mi ojos, pude claramente ver la transformación de su cara de dulce, elegante y tierna a esa cara de puta apasionada, tan jadeante y con sus ojos cafés oscuros brillando como dos flashes de luz con esa mirada perdida que permite ver hasta el fondo del ser, es cuando pude sentir que a partir de ese momento sería toda mía hasta cansarme.
Me salí de ella presintiendo que ella pronto tendría un orgasmo, ella me pidió…
– por favor no te salgas ahora por favor… -pero me salí, solo para ponerle mi pene en su boca, no podía dejar de pensar en esa cara de la persona que había pasado por mi hace dos horas y media tan inocente y elegante ahora dándome una mamada marca puta, creo que me dieron la mejor mamada de mi vida, caray como se prendía de mi glande con sus labios succionando suavemente y luego comiéndose toda mi verga, me mataba de placer la muy puta. Así pasaron como cuatro minutos, me quite mi camisa y la tome del cabello para que me besara en el pecho y en la boca, seguramente hubiera terminado en su boca con un minuto más. Me quite los zapatos y quede completamente desnudo, la monte sobre mí y comencé a mover su cintura rítmicamente, ella se prendió de nuevo y comenzó a darme la cogida de mi vida y yo con todas mis fuerzas a controlar el no venirme, cuanto trabajo me costó pero por fin, ella llegó!!!… como una loca retorciéndose y rasguñando mi pecho con sus uñas, en ese momento yo comencé a bombear de abajo hacia arriba haciendo que llegará de nuevo casi inmediatamente….me levante y la puse en cuatro patas, empecé a cogérmela como loco llegando con un orgasmo cabronsisimo (fuerte) y muy pero muy delicioso.
-Aaahhhh!!! Que rica estas amor, que culo tan lindo tienes -y acto seguido me la seguí bombeando esta vez más despacio y con más ritmo que fuerza, esto por la sensibilidad de mi pene por haber llegado y para no dejar que tomara flacidez, no tardó mucho, la escuche llegar “mmmm… aaarrrggg!!! Que delicioso coges… lindo!”. En ese momento intente meterle el dedo por el culo, pero no quiso… “heeeyyy!!!”. Comprendí que esa hembra era mía y sería cuestión de tiempo para hacerla mía por el ano.
Nos quedamos aletargados, al poco rato comencé de nuevo a bombearle así estuve llegando dos veces más, serían como las nueve de la noche, hora en que le hablo a mi suegro por el celular para avisarle que pronto llegaría a casa nos dimos un baño y me dejo en el estacionamiento de mi coche. Nos dimos un beso y señores solo dos veces más hemos vuelto a hacer el amor.