Me meto en la ducha, cuando escucho la puerta del aseo abrirse pareciendo tu tras ella, mientras me encañonó observó cómo te vas desnudando, te metes conmigo bajo el agua caliente envueltos en vapor nuestros cuerpos, buscas mis caricias, pero rehúso a dárselas, en mi mente tengo otros propósitos.
Me salgo de la ducha dejándote a ti dentro, protestas me miras con cara de enfado, mientras me dispongo a afeitarme a la vez que a través del espejo me recreó con la visión de tus manos enjabonando tu cuerpo, viendo como el agua escurre por tu piel arrastrando a su paso la espuma y resaltando su color canela y su brillo.
Tras sacarte nos dirigimos a la cama, vuelves a buscarme, me besas como tú sólo sabes, estas a punto de doblegarme, pero rédito, te giró y con mis manos comienzo a entenderte aceite corporal, intentado acariciarte tan suavemente, que te dé la sensación de que lo hiciera con las más suaves de las plumas, no dejando ni un sólo rincón de tu cuerpo sin que sienta el roce de mis dedos, aumentando la presión de estos sobre tu piel poco a poco, besando húmedamente tus hombros y respirando el aroma propio de tu cuerpo.
Te pido que te vuelvas, una vez boca arriba me vuelvo a quedar exhorto con la visión de tu cuerpo, nuestras miradas se cruzan, en ella se nota algo especial, mis mano se acercaban ru para continuar su trabajo, empezando por dibujar tu contorno, recreándome con tus senos. Acerco me cara a tu entrepierna, sin llegar a tocarla, aspiro como si llevará horas sin depurar, por mis fosas nasales entra el mejor de los perfumes, tu sexualidad tu excitación.
Ya no me puedo contener te abrazo con tal intensidad que temo hacerte daño, mis labios se apodaran de los tuyos y recogen la saliva de tu boca, se dirigen a tu cuello y hombros. Al mismo tiempo mis manos se apoderan de tu culo atrayéndote hacia mí, con la intención de fundirnos en un sólo cuerpo, como si estuviera programado tu sexo y el mío se acoplan y comenzamos a bailar la canción de amor más turba del mundo finalizando los dos al unísono, un orgasmo que me parece interminable como demostración del amor que sentimos el uno por el otro, alargando ese momento ten especial con los besos de tus labios húmedos, mientras mis manos acarician tu cara de ángel.