Dormimos toda la noche, a la mañana nuestra amiga se marchó, quedándonos mi mujer y yo solos, aprovechando para hablar de lo sucedido durante estos días, ambos no nos arrepentíamos de lo sucedido, pero estábamos algo contrariados, yo por mi parte le dije que lo sucedido no había sido premeditado y que me daba miedo que esto Noa llevara a pensar que lo ocurrido nos diera libertad para mantener relaciones con otras personas o que a ella le diera permiso para intentar hacer un trio con dos hombres.
Ella por su parte me confesó que ese sueño de mantener relaciones conmigo y otro hombre a la vez le había rondado por la cabeza en varias ocasiones, yo le dije que por mi parte no sé si sería capaz de verla tener relaciones con otro, pero que el tiempo lo diría.
Esa noche nos arreglamos para cenar fuera, estaba esperando Sara cuando la vi bajar la escalera, iba explosiva, con una falda ceñida por encima de las rodillas y una camisa súper escotada que dejaba ver parte de sus pechos y al moverse llegaba a verse hasta sus pezones ya que no llevaba ropa interior.
Durante la cena el camarero cada vez que nos servia no perdía detalle del escote de mi esposa, se estaba poniendo caliente, lo mismo que ella al sentirse observada y deseada. Se marchó al aseo, momento que aproveché para buscar por internet la ubicación de algún local liberal, quería aprovechar la calentura y excitación acumulada de estos días para poder realizar una de nuestras fantasías, mantener relaciones con público. Encontré uno a media hora de viaje de donde nos encontrábamos.
Al terminar la cena cogimos el coche y puse rumbo al local, en el trayecto le comente como había calentado al camarero y que seguro que al terminar la jornada laboral terminaría o haciéndose una paja con el recuerdo de tus pechos o follando con su mujer pero teniéndola a ella en su mente.
Aparcamos cerca del local, mi mujer ignoraba donde íbamos, ya en la puerta me pregunto dónde íbamos, y le conté que era un local liberal, que eso no nos comprometía a nada, podíamos nada más que tomarnos unas copas y observar, ella no estaba muy convencida pero accedió con la norma de que en cuanto dijera que nos marcháramos lo hiciéramos.
Llamamos a la puerta y nos abrió una mujer algo mayor que nosotros, estaría próxima a los 50 años, pero muy bien conservada y atractiva, se notaba que había recibido ayuda del bisturí. Al hacerla saber que era nuestra primera vez, nos enseñó todas las estancias del local, y nos explicó las normas del mismo. Nos sentamos en una mesa cerca de la entrada, y pedimos nuestras consumiciones, no llevábamos ni 10 minutos cuando varias parejas ya se nos habían insinuado y acercado, nosotros los rechazamos con las señas que la encargada del local nos había dicho. Estuvimos observando por más de una hora la llegada de parejas la mayoría mayores que nosotros, mientras tanto en la pista de baile se veía como se acariciaban y besaban varias parejas y se iban intercambiando entre ellos, para después salir de la pista y unos iban a la zona del jacuzzi, otros al cuarto oscuros y otros directamente a una mega cama.
El nerviosismo inicial de mi mujer fue disminuyendo, estaba ya más relajada, la bese y le acaricié el interior de sus muslos y subí para tocar su vagina, pero mi sorpresa es que bastante antes ya se notaba su húmeda bajando por sus piernas, estaba chorreando y caliente. La saque a bailar y se nos acercó una pareja de unos 35 años, ambos bien parecidos, se presentaron y nos saludamos con dos besos en las mejillas, les comentamos que era nuestra primera vez y que por hoy solo queríamos observar y ver como funcionaban estos locales, ellos nos comentaron que era su tercera vez pero que empezaron como nosotros, que era lo mejor empezar poco a poco, el muchacho se llamaba Andrés y ella Laura, Andrés me pidió permiso para bailar con Sara y yo con su mujer, bailamos una canción lenta en mitad de la canción estábamos bastante pegados, Andrés intento sobar el culo a mi mujer pero esta se lo impidió, yo en cambio mantuve mis manos en sus caderas, pero mi polla estaba dura y pegada a el vientre de mi acompañante, ella al notarla me sonrió y me susurró al oído que estaba alagada por provocar esa situación en mí. Termino la canción y ellas siguieron bailando juntas en la pista y nosotros fuimos a pedir a la barra, en el trayecto le comenté a Andrés que cual era el mejor sitio del local para mantener relaciones con mi esposa solos pero con espectadores, él me contestó que en una de las salas había una cama grande redonda, y una de sus paredes es de cristal detrás de la cual hay unos sillones para que las parejas que quieran puedan mirar.
Regresamos a la pista y me puse a bailar con Sara, le comencé a besar el cuello, a mordisquearle el lóbulo de la oreja y a decirle al oído lo caliente que me tenía, a la vez le fui metiendo mano, le acaricié sus pechos, le apreté el culo con mis manos, al final le día la mano y nos dirigimos a la sala que me comentó Andrés, por el camino seguí besando a mi mujer, no quería darle tiempo a pensar, una vez en la sala, nuestros acompañante nos pidieron permiso para quedarse dentro con nosotros y follar ellos también pero sin tocarnos entre nosotros, miré a mi mujer para saber que decía ella y en su mirada vi que estaba súper caliente, les dije que sí.
En el interior poco a poco empecé a desnudar a mi mujer y ella a mí, ya completamente desnudos comencé a besar sus pechos para ir bajando por su abdomen, y meter la cabeza entre sus piernas, más que lamer se podía decir que estaba bebiendo, ya que estaba chorreando, le pasaba la lengua de abajo a arriba, comenzando rozando su ano y terminando en su clítoris, por el camino le introducía la punta de mi lengua en su vagina, ella se acariciaba las tetas y se pellizcaba los pezones, yo estaba a lo mío no sabía lo que estaba haciendo la otra pareja solo escuchaba algún gemido que otro y algún suspiro. Al final cambiamos de posición yo semi sentado apoyado en la pared y mi mujer comiéndome la polla con ansia, comiéndome los huevos, subiendo despacio por mi tronco, lamiéndome el capullo, para introducírsela entera en la boca hasta su garganta, en esta posición vi a la otra pareja, ella cabalgaba sobre su marido, las tetas eran más grandes de lo que aparentaba vestida, pero las tenía algo caídas, botaba encima de Andrés de forma brusca, como si quisiera meterse dentro hasta sus huevos, él tenía la polla un poco más corta que la mía, pero algo más gruesa.
Sara paró de mamármela, estaba a punto de correrme y ello lo noto, se puso de perrito mirando a nuestros acompañantes, yo detrás de ella de rodillas y de un solo empujón se la metí, comenzando un mete saca profundo, con el espectáculo que teníamos delante no tardaría mucho en terminar y mi mujer tampoco, André pegó un bufido en señal que ya había terminado ñero por lo que se ve Laura No, esta se descabalgo de su marido para sentarse sobre su vara mirando hacia nosotros, por su cara se ve que Andrés le hacía un buen trabajo con su lengua, mientras ella se masajeaba las tetas y no quitaba su mirada de mi mujer.
Nosotros estábamos ya por terminar, me había olvidado de la pared de cristal, cuando giro la cabeza observo en los sillones que estaban al otro lado varias parejas mirando, algunos paseándose, otros mirando mientras su pareja se la mamaban y una mujer masturbándose con un gran consolador negro, agarre del pelo a mi mujer y le giré la cabeza para que viera lo que yo, se quedó helada al ver que teníamos tantos espectadores, pero debió calentarse más, en v arias embestida más que le di, llego al orgasmo, comenzando soltar gran cantidad de líquidos que mojaban mis piernas, jadeo y grito, cayendo en la cama desplomada, yo al no haber terminado se la acerque a la boca y tras metérsela ella chupaba como poseída, en pocos segundos me hizo terminar, soltando en su boca los dos primeros chorros y en su cara lo que quedaba, quedando yo también exhausto, estábamos recuperándonos cuando vimos a nuestros acompañante ya vistiéndose, Laura se acerca a mi mujer y sin previo aviso le limpia el resto de mi leche de la cara con la lengua y se la entrega a mi mujer con un beso en la boca, a mí me da un beso en la mejilla y con su mano le da un breve apretón a mi polla, Andrés también se acerca a mí me da la mano y a mi mujer dos besos en la mejilla , pero una de sus manos pellizca uno de los pezones de mi mujer, al salir de la sala se gira y nos dice que espera volver a vernos. Nosotros nos vestimos tras despedirnos de la mujer que nos recibió nos marchamos, en la calle le pregunte a Sara que le apetecía que todavía temprano, ella me dijo que ir a la casa, que estaba todavía muy caliente y con ganas de más, y así lo hicimos.