La primera vez que fui infiel
Apoyados contra la pared nos besamos como dos adolescentes, mi lengua saltaba desde su boca a sus orejas, para bajar por el cuello empapándola. Mis manos comenzaron a acariciar sus tetas, mientras distinguía por encima de la camiseta como crecían sus pezones y su aureola se hacía cada vez más dura. Besándola despacio por la cara, so...