Mi tía me deslechó
—¡Venga, fóllame de una vez! ¡Tengo la vagina ardiendo y empapada, a punto de explotar! —exclamó mi tía. Se quitó de un tirón la braguita blanca y me enseñó por primera vez su hermoso coño completamente depilado y con unos carnosos labios vaginales que chorreaba...