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Vacaciones en Brasil (parte 3)
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Llegó la hora de encontrarnos para ir a cenar, me puse un vestidito corto, sin corpiño; salimos al patio y ellos todavía no estaban, nos sentamos y a los pocos minutos salen de su habitación. Bueno vamos a comer dice Marcia que tengo hambre y ganas de sexo, riéndose. Nos sentamos en el restaurante y apenas llega el mozo Cristiano pide 4 caipiriñas para brindar. Después cada uno pidió lo que quería para comer. Con el estómago con un nudo no tenía hambre, seguía nerviosa, ansiosa y caliente.

Como siempre tomamos otra y otras caipiriñas, me empecé a relajar y darme cuenta que estaba otra vez borracha, no solo yo sino los 4, porque no nos importaba nada. Cristiano no paraba a tocar a Marcia, ella me tocaba sin tapujos y José igual metía manos donde podía, sin importarnos nada.

Salimos para la Posada, yo igual que la otra vez, se me movía el piso, no podía caminar derecha solo que esta vez me tenía agarrada de Cristiano donde aprovechaba a tocarme todo lo que podía en plena calle, José traía a Marcia unos metros más atrás. Al llegar a la Posada con José vamos a nuestra habitación y ellos siguen, fuimos al baño. José me abrazo fuerte, me beso y metió sus manos en mi tanga que estaba empapada. Me dijo: no la vas a necesitar, así que me la saco y la tiro sobre la cama.

Golpeamos la habitación de ellos, grita Marcia pasen, al abrir la puerta, por supuesto que ya estaban desnudos, él preparando más caipiriña y Marcia tirada en la cama boca abajo, con un vibrador y consoladores a su lado dejando todo ese hermoso culo a la vista. José se arrima a ayudar con las caipiriñas y Marcia me dice ven vamos quiero empezar con vos, mientras me voy acercando a la cama me voy sacando el vestido, me tiro sobre ella a morder un cachete de ese carnoso culo, gira, me abrasa, me empieza a besar, nos vamos tocando, empieza a bajar a mis tetas, sigue hasta mi concha brillosa, con su lengua hace maravillas, empieza a girar para ponerme la suya en mi cara para que haga lo mismo.

No sé cuánto estuvimos así, pero me había olvidado de todo, lo disfrutaba con ganas, hasta que me pone uno de los consoladores. Ahí salta Cristiano y dice: esto me encanta, pero quiero tu cola Lau. Lo miro, tenía en una mano el vaso y en la otra su pedazo.

-No en la cola, no. pero dámela, vení.

Se corre Marcia y vino él sobre mí. Siento como me penetraba, me llenaba, como se me estiraba para que entre esa pija gruesa y dura, siempre insistiendo que quería mi cola. Le digo la tuya no, quiero la de José como la otra vez la tuvo Marcia, ahí giro conmigo, quedé arriba, empecé a moverme a mi gusto para sentirla bien, se acercó José y con gel me la apunto bien en el centro del orto, para penetrarme. Ahí noté que iba acabar rápido, empecé a gemir, gritar, sacudirme, a sentir como se movían dentro mío, me daban chirlos fuertes, me encantaba, hasta que llegó mi orgasmo, sentía las dos bien adentro, cubriéndome los dos agujeros. ¡Mis gritos y gemidos fueron épicos!!

Conmigo acaban ellos también, José llenándome el culo de leche y Cristiano en el preservativo. Nos habíamos olvidado de Marcia que estaba mirando con el consolador en la mano y el vibrador en la otra, pasándoselos por su empapada concha. Veo que no va a ver pija inmediatamente para mí; dice. Estoy caliente quiero que me hagan acabar ahora, dice.

Se acostó me dio el vibrador, José tomo el consolador tirándose entre sus piernas, se la empezó a chupar, yo a tocarla, Cristiano le arrimaba la pija en la cara para que la chupara, luego José hace lo mismo y con el juguete a penetrarla. Yo enciendo el vibrador y se lo arrimo al clítoris y veo como le chupaba la pija a los dos para que se le endurezcan lo más rápido posible.

Pero los movimientos del consolador y el vibrador juntos, más lo caliente y borracha que estaba, y sus balanceos se notaba que llegaba su orgasmo, que no tardo. Ella no grita mucho, pero tiene unos gemidos muy profundos, con unos movimientos bruscos, empezó un squirt que mojo toda la cama. Nunca había visto uno en vivo, fue algo de locos ver como se movía, como salpicaba las sábanas y el piso.

Nos calmamos, aunque José ya tenía otra vez la pija dura, por las chupadas y por lo que vio en vivo. Me senté en la silla, Cristiano se acerca para que se la siga chupando y José hiso lo mismo. Las dos juntas no entraban en mi boca, así que mientras chupaba una a la otra la tomaba con la mano.

Cristiano quería que se la ponga dura para dármela por el culo, yo no quería más nada estaba exhausta, y satisfecha. Le digo a José: ayudamos a limpiar y vamos, ahí se para Marcia y con un trapo limpia el piso, no sé cómo hicieron para dormir, la cama estaba toda mojada. Nosotros nos fuimos a la nuestra.

Al día siguiente estábamos desayunando y llegan con cara de picaros y sonriendo, nos saludamos y planeamos el día. A la playa de la posada, almuerzo liviano y a la nudista. Le escribo a Sol nuestro plan, para ver qué onda ellos, me responde a la nudista. Genial no vemos ahí.

Llegamos, ellos ya estaban y nos arrimamos para estar juntos, pasamos la tarde entre mates, cervezas y unas pocas caipiriñas. La noche anterior nos dejó mal. Jajaja. Esteban pregunta: ¿Qué tal anoche? Y Marcia contó todo lo que pasó con lujos de detalles, mientras Cristiano le recordaba: -vieron lo que se perdieron por no venir… Se notaba que Esteban estaba muy caliente, que quería venir por lo menos a ver, a la que hay que convencer es Sol.

Pasó la tarde y mientras caminamos hacia el auto, Marcia preguntó: ¿Van a venir a cenar con nosotros? Después hagan lo que quieran. Esteban mirando a Sol, respondió si vamos. Lo que fue un festejo de todos.

Quedamos para las 9 en nuestra posada, de ahí al restaurant. Ellos llegaron, dejaron el auto dentro del estacionamiento y salimos a cenar. Se los notaba nerviosos, Sol a cada rato aclaraba que solo iban a ver, no participar en nada. Marcia siempre con chistes rompía el hielo. Nos sentamos, llega el mozo y como siempre Cristiano pide 6 caipiriñas. Yo enseguida le digo que traiga 5, a mi agua. La noche anterior me pego fuerte y durante todo el día estuve con dolor de cabeza.

Las rondas de caipiriña se repetían, Sol y Esteban se notaban más relajados, mas sueltos. La única que estaba fresca era yo. Ellos como siempre perdían la vergüenza, los gritos, risas y tocarse permanentemente en la mesa.

Salimos hacia la posada, hoy yo caminaba bien derecha no había tomado nada, mientras pensaba que no estaba caliente como las otras veces, que no estaba desinhibida. Vamos a nuestra habitación con José para ir al baño y acomodarnos. Los invitamos a Sol y Esteban, que seguían aclarando que ellos solo iban ver.

Golpeamos en la puerta de la habitación de Marcia, entramos, ellos por supuesto ya desnudos. José y Esteban se acercan a Cristiano para preparar caipiriñas, Sol se sienta en una silla y yo en la cama con Marcia. Se acerca y me ayuda a sacarme el vestido, va donde están los chicos y amaga a desabrochar el cinto de Esteban, que se corre y se niega. Lo hace con José que queda desnudo en un segundo. Pasa por mi lado y me tira en cama para sacarme la tanga y empezar a tocarme, y pide que yo la toque también a ella. No era como las otras veces, yo estaba muy fresca y ella muy borracha… jajaja.

La llama a Sol que venga, por supuesto se niega, toma el consolador y empezamos a jugar entre nosotras. Nos miraban asombrados, Esteban se notaba que explotaba de calentura. Se aproxima Cristiano la toma de la cintura poniéndola en cuatro y de un golpe le pone su trozo para bombearla fuerte. José hace lo mismo conmigo. Cara a cara en la cama con ella me besa, me acaricia, mirando a los chicos que estaban en la silla. Esteban empieza a desbrochar su bermuda, dejando su pija cubierta solo con la remera y sus manos moviéndose como para masturbarse. Sol se nota caliente, Esteban le sube el vestido quedando en tanga notándose todo lo mojada que estaba.

Cristiano quiere que cambiemos y se sienta en la cama, me pide que me suba sobre ese pedazo duro y grueso de pija. Marcia quiere la de José por el culo, mientras Sol saca su tanga se empieza a tocar, agarra la pija a Esteban, se sienta de espalda a él sobre su verga, y seguir mirando el espectáculo que dábamos nosotros 4 en la cama. Marcia toma el vibrador y se lo tira. – usaste alguna vez uno? Pregunta a Sol. Ella contesta, no, Esteban lo prende y ella moviéndose rítmicamente lo coloca en el clítoris, provocándole gemidos que intentaba contener, respiraciones profundas, rápidamente llega su orgasmo y el de Esteban juntos.

Yo al verlos me calenté mal, me empecé a moverme rápido y fuerte sobre Cristiano, él pone saliva en una mano y con un dedo me penetra el culo que tanto deseaba, eso hizo que mis gemidos y gritos empezaran a salir, con un orgasmo hermoso que me daba esa verga tan gruesa dentro mío. Me tiro en la cama, veo a Marcia con una sonrisa en 4 con José. Cristiano pasa acerca de Sol con su pija dura sin acabar todavía y la invita a tocársela, ella no acepta. Se acuesta en la cama y Marcia gira para subirse e invitar a Esteban que se arrime, no acepta.

Entonces le dice a José seguí vos en mi cola con doble penetración, e insiste a Esteban que la tenía media dormida por recién haber acabado, que se acerque. Él esta vez se acerca, ella lo toma de la mano y lo arrodilla delante para empezar a chuparla, miro a Sol, veo que se para de la silla acercándose.

Marcia con todos los agujeros tapados, atendiendo a los tres, se empieza a sacudir fuerte, José le pega chirlos cada vez más fuertes moviéndose más y más duro, en un ratito llega lo que todos queríamos, al unísono acaban, ella con gemidos profundos, Cristiano que se doblaba debajo con ruidos extraños y José que saca su pija del culo, tira el preservativo para desparramar su leche en el culo y espalda. Ella sigue con las manos masturbando a Esteban chupando hasta el fondo, logrando otra acabada de él, desparramando leche en su cara, boca, tetas y algunas gotas sobre Cristiano que todavía estaba debajo. Yo no podía creer lo que veía. Pero estaba calma, al estar fresca, sin alcohol.

Sol y Esteban enseguida se visten, quieren irse a su Hotel, lo hacen mientras nosotros nos quedamos un rato tirados en la cama.

Al día siguiente, que es domingo, Marcia y Cristiano se van a su pueblo. Desayunamos y vamos a la playa hasta la hora en que lo alcanzamos al bus con nuestro auto. Nos despedimos, con la promesa de volver a vernos pronto.

Le escribo a Sol un mensaje para ver dónde están y poder juntarnos lo que resta de la tarde. Me responde que están en Jurerê. Hacia ahí vamos, caminamos mientras los buscábamos, no los podíamos encontrar. Hasta que los vimos que estaban en el agua.

Pasamos la tarde entre caminatas por la playa, mates y cervezas. Al terminar la tarde nos vamos a comer a un bar, al finalizar los invitamos a nuestra posada, ellos no accedieron y se fueron derecho a su hotel con su auto. Previamente nos pusimos de acuerdo para mañana, los chicos querían ir a la nudista y nosotras a recorrer otras playas. Ganamos nosotras y encargamos una excursión a Campeche.

Al día siguiente es nuestro último día de vacaciones, desayunamos temprano y pasamos a buscar a los chicos para embarcarnos en la excursión. Tuvimos un día hermoso, Esteban no me sacaba la vista en ningún momento, lo que me dio pie para provocarlo durante toda la excursión, rosándole mi cola por su pija cuando podía, clavándole la pierna, la espalda con mis uñas, preguntándole si tenía la pija dura, si le gustaba esta noche tocarme el culo. Notaba que eso lo calentaba, hasta que me dice que le encantaría cogerme esta noche, genial la vamos a pasar le digo. Mientras José me incitaba a que lo siga provocando, él se quería coger a Sol.

Termina la excursión y todavía quedaba un rato de sol, así que José dice vamos a la nudista un rato, porque mañana se no termina y no sé cuándo vamos a poder venir otra vez. Caminamos hasta la playa una vez que dejamos el auto. Con José no desnudamos enseguida, Esteban me comía con la mirada, ellos demoraron un rato hasta que se sacó su malla y vi su pija dura, no perdí el tiempo y le digo así la vas a tener esta noche. Nos provocó risas… jajaja.

Emprendemos la retirada de la playa, proponiendo ir a comer cerca de su hotel, para no ir hasta nuestra posada y volver a juntarnos. Comemos, tomamos varias caipiriñas, las que me subieron rápidamente a la cabeza y alborotaron mis entrepiernas. Les digo: ¿nos invitan a su habitación? Se miran y Sol aclara: – vamos, pero cada uno con su pareja, no quiero ningún intercambio. Ok, no hay problema, la vamos a pasar bomba. Cuando me levanto de la silla me doy cuenta que otra vez todo se mueve. Jajaja. Me agarro de Sol para caminar hasta llegar a su habitación.

Ni bien llegamos José pide a Sol permiso para bañarnos para sacarnos la mugre del día. Nos desnudamos dejando tirada nuestras mallas sobre una silla, se la chupo delante de ellos un ratito, estaba saladita por el agua de mar. Nos duchamos, nos tiramos en la cama de ellos, mientras ellos se bañan juego con la pija. Sale Esteban primero y le digo que se acueste a nuestro lado, primero me dice que no, que no era el trato, pero no se puede resistir a mi boca y lengua sobre su pija. Cuando sale Sol la miro, con cara de asombrada, le digo ven seguí vos.

Me subo a José, empiezo a moverme fuerte, estaba caliente aparte de borracha, si bien me había hecho bien la ducha. Acariciando a Esteban por el pecho le digo: Sol vení monta que mira como la tiene, sino me subo yo. Jajaja. Ella se acerca subiéndose sobre él, ahí me dieron unas ganas locas al sentirla tan cerca de tocarla, estiro la mano, la toco en su parte húmeda junto con la pija que la penetraba. Eso lo hizo calentar mal a Esteban, notando que empezaba a acabar dentro de ella. Gritando, no, no. Ella se levanta hacia el baño, como avergonzada, queda tirado a nuestro lado. Sigo cabalgando y le digo ponela dura que Sol no acabo mientras yo se la frotaba con una mano para que tome dureza otra vez.

Sol sale del baño y nos pide por favor que nos vayamos. Que, si bien le gustó compartir la experiencia, no se sentía cómoda. Al verla me bajo de José, tomo mi ropa y voy al baño. José seguía con su pija dura y Esteban ya casi dura. Sol suéltate, disfruta de la noche… Ella vuelve a pedir que no vayamos. Así que José también toma su ropa. Nos despedimos proponiéndole volver a vernos en Argentina.

Al día siguiente nos volvimos a casa.

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