-Ya estoy lista – dije recuperada pero igual de caliente – quién va primero?
José que estaba entre mis piernas se enderezó y me la dejó ir hasta que topo su glande con mi útero. Tomé los miembros de Octavio y Manuel para masturbarlos; Mario se puso de rodillas y me lo metió en la boca. Ahí estaba yo, en esa cama de hotel con más hombres de los que alguna vez imagine.
José me dio duro y rápido por algunos minutos, sacó su verga y en su lugar Manuel entró y comenzó a embestir como un animal. Masturbe ahora a José quien traía la verga mojada debido a que al no haber usado condón quedó empapada de mis flujos. Manuel se salió y entró Octavio que duró algunos minutos hasta que cambió lugar con Mario. En total me dieron un poco más de 10 minutos, fue poco pero aprovecharon sus cambios para no eyacular y poder darme durísimo.
-Ponte en cuatro patas, mamacita – me ordenó Octavio
-Ay qué rico me están dando! Bien duro, que machos son- dije jadeante mientras adoptaba la nueva posición para ser penetrada – síganle así…!
-Y lo que falta putita – dijo Mario metiéndose hasta el fondo de mis entrañas
-Todavía no te hemos dados por tus dos hoyos- dijo Octavio
-Hagamos lo que quieran, soy suya! Su puta! – dije con mi cabello moviéndose al ritmo de las embestidas – yo vine a coger
-Uff! Que rica panocha tienes mamita – dijo ahora Manuel que había relevado a Mario
-Siento como te palpita la verga! Estás súper excitado! – le grite a Manuel que ya me estaba metiendo dedos en mi culo
Los otros tres se masturbaban lentamente mientras se admiraban mutuamente por sus capacidades de hacerme berrear como una cerda con ellos usándome. Manuel dijo que ya casi se venía y le pasó el lugar a Octavio
-Ay cabron, nunca te había sentido tan mojada – dijo tomando mis caderas y comenzó a darme golpes que hacían mucho ruido en cada metida – te resbala bien rico, ah!
-También es porque les sale a ustedes, me están dejando más húmeda- contesté gimiendo como una perra – todos están entrando sin ponerse condón
-Y quieres que nos lo pongamos?! – preguntó Mario
-Ay, no! Así está riquísimo- dije jadeando de gusto
El papá de mi ex novio pidió el lubricante para comenzar a preparar mi ano. Yo lo tenía listo, me había hecho un lavado para evitar sorpresas y solo hacía falta ponerlo bien lubricado. Mientras uno me penetraba los demás me agarraban lo que querían o me besaban para hacer más intenso el placer del momento.
Octavio se salió y le tocaba el turno a José. Se llenó el pene de lubricante y lo apuntó a mi ya bien curtido ano. Entró lentamente hasta que sus bolas fueron besadas por mis labios vaginales. Me dio una cogida intensa que duró varios minutos. Me decía que las chavas de ahora éramos más putas mientras que con su gruesa y venuda hombría ensanchaba mi recto.
Terminó esa segunda ronda con todos ya agarrándose los huevos, era mucha la leche que ya estaban produciendo y necesitaban eyacular antes de que les empezarán a doler. Yo estaba súper caliente viendo a esos cuatro hombres maduros, con sus vergas curtidas y expertas en el coito. Ya habían entrado en mi dos veces y querían más… mucho más.
-Ya quieren terminar? – les pregunté
-Primero te damos de dos en dos -dijo Manuel
-OK, me late… bastante – dije acercándome a José y masturbando su pene mientras nos besábamos.
Así pasé de uno en uno, disfrutando de sus besos y caricias. Manteniendo con mis manos sus penes duros y calientes.
-Quiénes quieren ir primero? – preguntó José – yo no tengo problema ir después
-Pues si quieren Mario y yo – dijo Octavio
Octavio se acostó y yo me subí en el para meterme su ya bien conocida verga. Me recosté sobre él y dejé que Mario tuviera espacio para maniobrar, sentí su mano en mis nalgas y poco a poco fue metiéndome el pitote que se carga. Cuando los dos entraron lo suficiente comenzaron a embestir como toros bravos, me sorprendió que para su edad tuvieran esa potencia sexual. Yo gritaba y me quejaba mientras mi cuerpo se estremecía. Acostarse con un hombre maduro es rico, con dos aún mejor, tener a los dos dentro al mismo tiempo era otro nivel, pero además, tener a dos viendo y esperando su turno era el cielo.
No sé cuánto tiempo duraron pero yo iba de orgasmo en orgasmo. Se notaba que los 20 años de edad que me sacaban los tenían bien aprovechados. Se movían como profesionales quemando y ensanchado mis paredes vaginales y anuales. Yo estaba en éxtasis.
-Ahhh -Octavio grito y besándome con ceño fruncido se comenzó a retorcer – ah!! Ah!! Me vengo!
-Sigue! Sigue! Sácalo todo! – le decía gimiendo
Al principio cada grito y espasmo de Octavio era un chorro de leche que iba directamente a mi matriz. Siguió así por tanto tiempo que supuse que ya había dejado de eyacular o si no lo que habría expulsado sería un litro. Mario seguía masturbándose con mi ano mientras Octavio se recuperaba de su orgasmo. Volteé la cara y nos comenzamos a besar
-Qué rico es coger con señores – dije llevando mi mano a su cabeza mientras nos besábamos al ritmo de la copulación
-Y qué rico es cogerse a morritas tan jóvenes y putas- contestó
-No quieres echarme tus mecos? – lo apuñale con mi cara de puta- ya dame chance de cogérmelos
Dije refiriéndome a José y Manuel que observaban nuestro espectáculo Porno gráfico. Me empujó con fuerza y comenzó a embestir con la furia de un semental que busca eyacular en su hembra.
-Toma mi semen! Ahhh! – gritaba Mario un par de minutos después
-Ahhh!! – gritaba sintiendo un orgasmo – sácalo! Todo!
Octavio que estaba entre mis piernas me observaba atento, más relajado pero con su pene aún sin perder totalmente la erección. Descansamos un poco y salieron de mi interior por lo que su semen se empezó a escapar de mis orificios. Sin mucho que decir, José y Manuel me tomaron y en minutos ya me estaban queriendo sacar sus vergas por la boca debido a la fuerza con la que cogen. Yo me perdí entre orgasmos continuos hasta que sentí que se turnaron mi vagina para poder venirse dentro de ella los dos. Se levantaron y me dejaron con la vagina rebosando de semen.
-Ay qué rico me cogieron… son muy viriles – dije tratando de relajarme – sus esposas deben ser muy felices
-Todavía traigo leche en los huevos – me dijo Mario
-Pues mientras se te pare aquí estoy – contesté mirando a uno por uno- métemela bien adentro…
-Vamos a la piscina dijeron pero les pedí que se adelantarán. Necesitaba reponerme de aquella sesión que había durado más de una hora
Pasaron 20 minutos cuando Mario venía ya con la verga bien parada.
-Ya vienes a desecharte? – pregunté poniéndome en cuatro
-Ya, esta vez en tu vagina – Mario
Se la chupe unos minutos y después me empezó a coger en cuatro patas, como una perra. Me tomaba del cabello y me encendía más. Me cambió de posición a misionero y pude ver su palo lleno de la leche que me habían echado los otros tres.
-No te da asco tener semen de otro en la verga? – le pregunté
-No, resbala bien rico- Mario
Seguimos cogiendo cambiando varias veces de posición. Gemíamos, nos besamos y metimos mano sin descanso durante todo el acto. Mi vagina hacia mucho ruido debido a tan mojada que estaba, el semen me escurría de la vagina durante la penetración. 10 minutos después Mario comenzó a gritar y eyaculo en mi vagina. Ahora si tenía el semen de los 4 mezclándose en mi interior, tal aberración me hizo agachar la cabeza llena de placer y euforia. Mario salió de mi y en ese momento me volvió a meter su pene, pero había recuperado la erección en un segundo. Puje y volteé para encontrar a José cogiéndome en la misma posición en la que había terminado Mario. Mario se fue y me quedé gimiendo ahora con José. Estuvimos haciéndolo unos 15 minutos llenos de placer, él era más agresivo y me daba nalgadas con fuerza que me ponían más puta, sobre todo porque sabía que los demás estaban escuchando y alguno vendría después para masturbarse conmigo.
-Qué rica estás! Eres una perra – decía
-Ahhh! Estás enorme! Eres un semental! Ayyy! – gritaba y cuando lleve mi mano a mi clítoris note que tenía condón – por qué te lo pusiste?!
-Quiero que me pidas que me lo quite – dijo dándome yo cuenta de su juego
-Papi! Quítate el condón!
Con el no hice tantas posiciones y al final se vino en mi boca. Él de pie y yo de rodillas sobre la cama, para su edad me dio bastante y se lo agradecí con una chupada de huevos. Después de eso vinieron Octavio y Manuel para darme una sesión doble hasta que Octavio se vino en mis tetas y Manuel en mi vagina.
Yo estaba llena de fluidos, pues mucho semen, secreciones y sudor se derramaron en la cama y en cada cambio de postura me ensuciaba. A Octavio y Manuel no les importaba porque me seguían lamiendo y besando por todos lados aún en mi boca que antes había saboreado el semen de otro.
Son unos chingones, me han cogido increíble – les dije a Octavio y Manuel refiriéndome a todos
Los tres estábamos tirados en la enorme cama y ellos tenían sus penes flácidos descansando después de su eyaculación.
-Gracias a tu por dejarnos metértela todos
-Oigan, les tengo mucha confianza – dije – harían algo por mi?
-Claro, si! – dijeron
-Quiero un beso de tres con ustedes- dije
-Ay no que asco- dijo uno
-No esas son otras cosas – dijo Manuel
-Ya ven! Como yo si les aflojo para todo – dije – a denle, rápido!
-Noo!
Seguimos en eso y les empecé a acariciar los huevos con mi bien estudiada y aplicada técnica. Al final los convencí jaja. Fue algo muy rápido y cerraron los ojos pero era suficiente para mí. Bajamos a la piscina y estuvimos tomando y poniendo música un rato, con toda naturalidad conversábamos y me daba unos besos con alguno y mientras continuaba la charla. A veces me metían mano y yo o ellos seguían hablando normalmente. Obviamente seguimos desnudos durante toda nuestra estancia.
-Ahhh! Así! Qué rico! – gritaba yo una hora después
Octavio me cogia en el camastro mientras aún lado de nosotros ellos tomaban, veían y platicaban. Dentro de la piscina habían recuperado su vigor y se estuvieron turnando para cogerme. Ya afuera lo se volvían a esperar para ir de uno en uno. Entre el alcohol y las desechadas anteriores aguantaron muchísimo hasta que al fin uno a uno se vinieron por dónde les dio la gana o los sorprendió el orgasmo. Ya totalmente destruida me bañe y nos decidimos a irnos, salimos y ya era de noche, habíamos estado teniendo sexo durante horas y no supe como lo soporté pero estuvo riquísima esa experiencia que marcó un antes y un después en mi vida sexual.
Saliendo me fui con Octavio en su carro hacia su casa, llegando mi ex suegro me dio una última vez y caímos rendidos.