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Un trío con trampa (2)
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Bueno, acá va la segunda parte de este relato que espero les esté gustando.

En la primera parte les relaté como se fue gestando esto, tanto mi novio Carlos como yo ya estábamos de acuerdo en realizar la fantasía y ya teníamos un plan que lo comenté en la primera parte.

Como lo habíamos acordado nos preparamos ese día viernes y fuimos a un local nocturno, era un bar en donde luego de cierta hora se convertía en un local bailable. Yo fui con una ropa bastante liviana, un vestido corto, sin sostenes y con una pequeña tanga, nada vulgar pero muy insinuante, dejaba ver lo justo.

Nos ubicamos en la barra del bar y ahí tomamos algunas cervezas y conversamos sobre lo que podría pasar esa noche, estábamos decididos y tranquilos, y cuando el local comenzó a cargarse de gente Carlos se ubicó en una mesa y me dejo sola en el bar para que los hombres se vayan acercando y ver si surgía algún buen candidato. Nos comunicábamos con la mirada, él me estaba cuidando y conversábamos de tanto en tanto por WhatsApp.

Ya se pasó como una hora estando sola en la barra y solo llegue a cruzar un par de miradas con algunos muchachos, pero no paso de eso. Llegada la medianoche las luces se fueron apagando, el volumen de la música subió y comenzó la bailanta, entonces el ambiente ya estaba más propicio.

Llegó la una de la madrugada y solo un par de chicos se me acercaron a tratar de conversar e intentar sacarme a bailar, con ambos charlé muy poco, no me llamaron la atención, bailé una canción con cada pero no hubo conexión con ninguno. Luego seguí unos juegos de miradas con algunos, pero no pasó nada.

Ya cerca de las 3 de la madrugada noté a una pareja que me llamó la atención, él era un hombre de unos 30 años muy atractivo, contextura delgada, pero con un cuerpo notoriamente trabajado, piel clara y pelo castaño, barba bien marcada y una altura cercana a 1,80. Para mi gusto muy elegante ya que traía un estilo muy clásico, una camisa no ajustada pero que dejaba notar su físico trabajado, no era musculoso pero muy bien formado, un pantalón jeans que le marcaban sus atributos atléticos, un reloj de clásico y una pulsera color plata. Ella era muy parecida a mí, con la piel más clara que yo, pero con una cabellera rubia a gris, de corta altura como yo y con mis mismas características, piernas gruesas, nalgas grandes y poco busto.

Llegué a cruzar mirada con ellos, pero no me hice ilusión ya que, aunque él me gustaba estaba acompañado y ella seguro que notó el cruce de miradas y yo no quería problemas.

Conversamos por WhatsApp con Carlos y les hable de esa pareja y él también los había notado. Ya era tarde pero él me sugirió que esperemos un rato a ver qué pasaba a lo que en ese momento note que alguien se posiciono al lado mío y mirando mi copa de cerveza me pregunto si ya había las artesanales que ofrecen en este local, levante la mirada y note que era el muchacho que les comentaba, estaba solo, me sonrió y me pregunto si estaba sola, medio dubitativa le dije que si, pero que había notado que él estaba acompañado, me dijo que su acompañante había ido al sanitario y entonces el me tomo delicadamente del brazo y me dijo que le acompañe al lugar donde exhibían las cervezas artesanales y que le gustaría sugerirme una.

Sin pensar deje que me guiara y le dije que aceptaría la sugerencia pero que sea rápido ya que su novia podría vernos y yo no quería problemas. El soltó una tímida carcajada y me dijo que no me preocupara, que se trataba de una prima que estaba de visita en la ciudad y que de hecho ya había pedido un Uber para irse y que él estaba buscando un buen motivo para quedarse ya que estaría sin compañía.

Llegamos al exhibidor de cervezas y pidió una, me paso la copa y llega la chica, él la mira y le dice que el Uber ya estaba en la entrada y que él se quedaría con su nueva amiga, ella me sonríe, le da un beso al muchacho y se retira.

Regresamos a la barra y entonces me dice: “me llamo Fernando, si me permites quisiera acompañarte por un rato”, me sentí más tranquila y le dije que si, que acepto su compañía, que me llamo Mikaela.

Yo ya estaba un tantito borracha por la cantidad de cerveza que había tomado, él estaba tomando wiski pero se lo veía bastante sobrio, miro a Carlos que estaba en la mesa con su copa de vino que nos observaba.

Rápidamente nos conectamos, charlamos de todo y nos reíamos, me conto que era divorciado y que se había casado muy joven y que su matrimonio duro poco y que tenía un hijo que vivía con la madre.

Me pregunto porque yo estaba sola en ese lugar, ya que no era normal ver una chica de mi edad sola en un local como este, entonces quede dubitativa, no tenía preparada una respuesta para esta situación y me quede callada, entonces me pregunta si ese hombre que estaba sentado solo en una mesa y que no nos despegaba la mirada era mi amigo o algo mas ya que había notado que hace tiempo atrás lo vio conversando conmigo en la barra.

Me quedé sin saber que decir, no sabía que explicación darle, pero debido al alcohol y la confianza que tomamos muy rápido solo se me ocurrió contarle la verdad, le dije que era mi novio y que estábamos disfrutando la noche por separado.

Me pregunto si debía retirarse, que no quería causarme problemas, entonces no sé porque reaccione y le dije que no se preocupara, que tenía el permiso de mi novio para conocer a alguien más hoy. Me sonrió y me pregunto si éramos una pareja liberal. Tomé un trago de mi cerveza y le dije que no, pero que estábamos en plan de ser una pareja liberal y que hoy estábamos ahí en busca de una posibilidad.

Entonces Fernando pide más cerveza para mí y me dice que él conocía ese mundo, que él tenía experiencia en eso, y que estaría encantado en formar parte de ese ingreso de mi novio y yo a ese mundo. Y que si le parecía él estaba dispuesto a que vayamos a compartir la mesa con él. Yo estaba sin saber cómo manejar la situación, pero debido a la bebida me deje llevar y acepte la propuesta y nos fuimos a la mesa de Carlos, al llegar tome a Carlos de su mano, lo puse de pie y los presente, ellos se saludaron muy amablemente y Carlos invito a Fernando a que se sentara, yo quede en medio de ellos.

Fernando se disculpó con Carlos y le dijo que por favor no tomara mal el hecho que el este conversando conmigo, y Carlos actuaba con una normalidad única, dijo que estaba todo bien y rápidamente nos pusimos a conversar de cualquier cosa, corrían las bebidas y ya estábamos bien borrachos, ya la charla entre ellos fluía y yo ahí en el medio solo escuchando, entonces en un momento los detuve poniendo dos dedos en los labios de ambos y le dije a Carlos que yo ya le había contado a Fernando a que habíamos venido, y que Fernando es quien propuso que vengamos a la mesa, se miraron y entonces Carlos le dice a Fernando que era verdad y que podríamos conversar al respecto. Yo no sabía cómo manejar la situación entonces dije que iría al sanitario y que los dejaría un momento para que conversen.

Me puse de pie con un poco de dificultad y me dirigí al sanitario, estaba ya un poco borracha, pero al estar sola me puse a pensar en lo que estaba pasando, estaba con mi novio y con un hombre que me estaba gustando, era una mezcla de sentimientos, ya estaba excitada con la situación.

Estaba sentada en el inodoro y me imaginé la situación de estar en la cama con ambos, y sin darme cuenta ya me estaba masturbando, sentía como mi vagina se dilataba y se mojaba, tuve el orgasmo más rápido de mi vida en ese pequeño lugar. Rápidamente me recompuse y regresé a la mesa, ellos estaban charlando como si fueran viejos amigos.

Tome mi lugar y entonces Fernando me pregunta si aceptaría bailar un par de canciones con él, yo inmediatamente miro a Carlos y el me asiente con la cabeza y me dice que vaya. Fernando me toma de la mano y me dirige a la pista donde ya había poca gente debido a la hora por lo que Carlos podía observarnos claramente, a esa altura sonaba unas cumbias clásicas que se bailan con el cuerpo pegado, Fernando no era un gran bailarín pero me tomo de la cintura mí me guio muy bien, en ese momento sentí el peso de la realidad, sentí como sus manos me tomaban firmemente la cintura, mi cuerpo estaba pegado al suyo, su perfume era pura seducción y en menos de dos minutos ya tenía mis ojos cerrados, disfrutaba ese cuerpo pegado al mío, sentía como sus manos bajaban mi cintura pero sin llegar a mis nalgas, mis piernas se fueron separando permitiendo que una de sus piernas se ubicaran en medio de las mías.

Sentía como sus dedos que estaban entre mi cintura y mis nalgas dibujaban el diseño de mi ropa interior, y de repente noté lo más fuerte, pude sentir su erección contra mi pelvis, pude sentir su pene pegado a mi cuerpo y fue cundo sucedió lo que nunca sentí, un chorro caliente saliendo de mi vagina que mojo mi ropa interior y casi escurría por mis entrepiernas.

En eso ya anunciaban el final de la fiesta y regresamos a la mesa, estábamos borrachos, pero en esa última charla Carlos me pregunta sí que me parecía Fernando, si era la persona que buscábamos, entonces yo ya en esa mezcla de borrachera, excitación y descontrol le dije que Fernando me caía muy bien.

Entonces Carlos me dice que ya había conversado con Fernando, que ahora sería imposible hacer algo porque ya era casi de día, que ya no había tiempo pero que Fernando había invitado a ir a su casa el próximo domingo a pasar el día, que vivía solo y tenía espacio, privacidad y una piscina. Yo acepte rápidamente y entonces Carlos le dice a Fernando que ya estaba el acuerdo de ambos.

Entonces Fernando ofrece a que tomemos su número de teléfono y que vayamos a conversar y que si luego de conversar estando sobrios le avisemos para que el prepare la cita en su casa. Carlos me dice que había entregado su celular al mesero para que le cargue la batería, que yo anotara el número de Fernando para contactar con él en la semana para concretar todo.

Pedimos una ronda más de bebidas y luego nos dispusimos a retirarnos. Fernando ya estaba solicitando un Uber y entonces le dije a Carlos que también solicitáramos Uber ya que ambos estábamos muy borrachos y además habíamos dejado el auto aparcado en un shopping a dos cuadras de donde estábamos.

Carlos como siempre dijo que él iba conducir, pero pidió a Fernando que nos lleve en el Uber hasta donde estaba aparcado nuestro automóvil, entonces nos dirigimos a la salida del local, Carlos ya estaba totalmente borracho y se apoyaba en nosotros, subimos al Uber y fuimos al aparcadero del shopping, cuando llegamos Carlos ya estaba casi dormido, pedimos al conductor que nos llevara hasta nuestro automóvil, llegamos y estacionamos alado de nuestro auto, Carlos ya ni se podía parar, le pedí las llaves y abrí la puerta de copiloto y lo subimos, lo acomodamos y me dispuse a conducir.

Fernando me dijo que nos acompañaría con el Uber para asegurar que vayamos bien, me pareció bien y cuando salía del aparcadero Carlos me dice que se había olvidado pedir al mesero su celular que había dejado cargando en el bar y entonces fuimos hasta el local para recuperar su celular, Fernando nos seguía en el Uber, al llegar baje del auto y Fernando me pregunto qué pasaba y le comenté lo del celular de Carlos.

El local ya estaba cerrado entonces Fernando me dijo que podríamos entrada por la entrada posterior, el me acompaño y fuimos por el angosto callejón del costado.

Eran como 30 metros de un pasillo obscuro y entonces él me toma de la cintura para sostenerme y de la nada mi cabeza se apoya en su hombro, él se detiene y me pregunta si estoy bien, le dije que si pero que estaba mareada, él se detiene y se para frente mío, apoye mi cabeza en su pecho y mis piernas se desvanecieron, el me tomo de la cintura para que no caiga, y en ese momento sentí nuevamente su erección contra mi cuerpo, eso hizo que retomara mi compostura y entonces él me dice que noto que sentí su erección y que lo disculpara ya que él estaba muy excitado y que no era su intención apoyarse así.

Yo solo sonreí y le dije que no había problema y que en verdad yo sabía lo que era esa cosa dura y no sé porque lleve mi mano y agarre su pene y lo apreté con las manos. Me dijo que me sentara en una barra que había en ese pasillo y que el iría a traer el celular de Carlos.

Quedé ahí sentada, estaba borracha y excitada, él se marchó y entonces sentí algo caliente entre mis piernas, entonces al poner mi mano sobre mi vagina sentí mi ropa interior empapada, casi goteando, y en ese descontrol comencé a masturbarme, ahí en ese pasillo oscuro, y ya recordando ese pene erecto que acababa de tocar, y que notoriamente era bastante grande.

Cuando estaba en pleno manoseo de mi vagina me di cuenta que Fernando estaba hi, a mi lado y observándome, lo mire, vi que se aproximó, sus manos entraron bajo mi corto vestido y con un movimiento brusco rasgo parte de mi ropa interior, separo mis piernas y se apoyó, sentí que desabrocho su pantalón y entre borrachera y calentura sentí que algo caliente iba invadiendo mi vagina, era una mezcla de placer y dolor, sentía que era penetrada lentamente pero sentía como una puntadas de dolor, note que su pene estaba forzando la entrada de mi vagina.

Cuando de repente sentí un dolor agudo y trate de detenerlo me sujeto con fuerza y en ese momento pude sentir la profundidad de su penetración, me pidió que me relajara y yo completamente entregada a ese macho pude sentir como ese pene caliente, erecto y viril iba tocando lo más profundo de mi intimidad. Fueron un par de minutos de ida y venida, suficientes para sentir el orgasmo las intenso de mi vida.

Nos relajamos en un minuto. Acomodamos nuestra ropa y fuimos de regreso. Fernando me entrego el celular de Carlos y abordo su Uber, yo tome el mando de nuestro automóvil y coloque el celular sobre las piernas de Carlos que dormía profundamente. Conduje hasta mi casa y con gran dificultad ingresé a Carlos a nuestra habitación.

Fui a tomar una ducha, y pude ver mi vagina inflamada, tenía un volumen como nunca vi, sentía que me ardía y pequeñas manchas de sangre. Había sido ultrajada, sentí que de verdad había dejado de ser virgen. Me cubrí con mi toalla y fui a la cama, Carlos dormía, ya era de día, y yo ahí tratando de asimilar lo que había pasado y pensando si le contaba o no a mi novio lo que acababa de suceder.

Y pasaron muchas cosas más el siguiente domingo en casa de Fernando, pero eso queda para la parte 3.

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