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Sorpresa de cumpleaños hot
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Hola soy Gloria… 

En mayo estuve de cumpleaños, y mi esposo, Jaime, quiso regalarme algo especial, me dijo que me regalaría un rico masaje, yo estaba re feliz, pensé que sería en un spa o algo así.

Me dijo que no!! que vendrían a hacérmelo en casa, me pareció raro, pero igual me encantó, hacía mucho que quería un masaje.

Llegó el día y me di una ducha calentita, me depilé todos los pelitos del cuerpo, así se sentiría más rico el masaje, con la piel suavecita como bebé.

Salí con una bata de algodón, tenía un sostén y una bikini diminuta, al entrar al dormitorio me encuentro con un hombre grandote, moreno, parecía un ropero, me sorprendí, pues esperaba que sería una mujer, miro a mi esposo y me hace un OK.

Miro las manos del hombre y eran enormes, este me va a triturar con esas manos pensé, saludó apenas y me hizo señas para subir a la camilla, bueno dije para mis adentros, es serio y profesional pensé, me saqué la bata y me coloqué boca abajo en la camilla, de una me desabrocho el sostén y me lo quitó, después me colocó una toallita sobre los cachetes y me sacó el bikini, ok?? Que pasa aquí?? pensé. Yo no dije nada, el masajista tampoco y mi esposo menos.

Escucho que frota sus manos para calentarlas, me chorrea aceite en la espalda (olía riquísimo) y empieza a masajearme, a pesar de sus manazas lo hacía suave pero firme, delicioso por cierto, empezó por los hombros y lentamente iba bajando, llegó a la cintura y paró un poco, creo porque vio mi tatuaje en la parte baja de mi espalda y lo acarició un poco. Cuando creía que iría a mis cachetes, bajo a mis piernas, les tiro aceite y me las masajeó largamente, de a poco iba subiendo y ya sentía sus manazas en la parte baja de mis cachetes, subía y bajaba, cada vez más se acercaba a mis cachetes, hasta que de pronto deslizo toda la toallita tiro más aceite, que ya escurría hacia mi vagina, y me empezó a estrujar la cola, ya no eran suaves sus movimientos, alce un poco la cabeza para mirar a mi esposo y el muy degenerado estaba muy concentrado filmando todo, y además noté que estaba con una importante erección.

Los enormes dedos del masajista ya iban entre mis piernas, por mi culito, llegando a mí vagina y tocando deliciosamente mí clítoris, yo estaba en otro mundo, aquello era una tortura, de repente introdujo sus dedotes en mí vagina sin dejar de masajear mí clítoris, mis jugos se confundían con el aceite y al igual que mis gemidos se confundían con el golpe de sus dedos en mis partes húmedas, el placer era indescriptible, este masajista era todo un profesional, cuando estaba a punto de tener un gran orgasmo, me dice que me dé la vuelta, wtf!!!?? pero bueno, lo hice y me tiro aceite en las lolas, me las masajeó suave, poniendo mucho interés en mis pezones, bajó a mi vientre y volvió a mi clítoris, ahí me abrió los pliegues de los labios y para mi asombro me empezó a lamer la concha.

Eso fue de locos, sentir su lengua tibia girar alrededor de mi clítoris y meterla en mí vagina, yo ya no sé si gemía, gritaba o aullaba, intensificó más el contacto de su lengua con mí clítoris y no aguanté más, me vine como nunca en un orgasmo intenso y prolongado, cuando retiró su lengua yo me seguía moviendo como si tuviera convulsiones, involuntarias claro, fue increíble.

Cuando por fin me calme, veo que el hombre me miraba fijo y se estaba masturbando, tenía una pija enorme y gruesa, la cabeza era gorda y parecía a punto de explotar, miro a mi esposo como esperando su aprobación ya que el tipo estaba que no daba más, mi esposo me da el OK, entonces agarro su pija y la empiezo a chupar, comenzando por la puntita, lamiendo la cabeza y de a poco la voy introduciendo en mi boca, torturándolo como lo hizo conmigo, pero note que no iba a aguantar mucho, el tipo estaba re caliente, gruñía y jadeaba como un animal, apure las chupadas y en menos de un minuto, gritó como condenado y me llenó la boca de su leche, me la trague de una.

El masajista estaba bañado en sudor y con la cara toda contractura de placer, me incorpore y le di las gracias, fui al baño para ducharme y dejar que mi esposo despidiera al sabroso y fornido moreno.

Al volver abrace a mi esposo y le agradecí el regalo, en realidad no tenés que agradecerme me dijo, por qué?? le pregunte, porque el masajista no me quiso cobrar, me dijo que fue la mejor mamada que le dieron en años y era él el que debía pagarte, "sos un suertudo de tener una hembra tan rica" le dijo a mi Jaime, me mate de la risa.

Entonces le dije a mi esposo, ahora te lo voy a hacer a vos y te voy a cobrar lo del masajista.

Aceptó sin chistar.

FIN

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