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Sorprendido por el doctor (II)
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Ya llevábamos varios meses de relación, todo iba muy bien. Las dinámicas ya estaban establecidas y no había mucho que hablar solo actuar y disfrutar.

Cada sesión era intensa, divertida, sin complejos. Él era el completo dominador y yo el sumiso. Es lo que me gusta y donde me estimulo.

Como les había contado la vez anterior había aún otra fantasía que Marcos quería cumplir y luego de conversar una que otra vez sobre eso le dije que simplemente lo hiciéramos en sus términos, como a él le gustaría, pero no quería perder la sorpresa así que le dije que no me diera mayores detalles, que a estas alturas de la relación ya el tema de las confianzas estaba más que sentado.

Me dijo entonces que lo fuera a ver a su consulta particular un determinado día durante la tarde, nada más.

Así lo hice, llegué y espere un momento a que terminara con el paciente anterior, luego entré. Lo note algo ansioso, le dije que calma que como me había dicho antes había tiempo. Entonces me pregunto su había venido como lo acordamos y así había sido. Bajo mi ropa estaba con la lencería que le gusta a él y a mi.

Me quedé solo con el corset y las ligas, me pidió me tendiera sobre la camilla. Había puesto un plástico sobre la misma, no entendí porque hasta mas tarde. Después me dijo que me pusiera en posición fetal y que no me preocupara mayormente ya que no vendrían mas pacientes a verlo.

Seguí las instrucciones del doctor y sentí algo viscoso con que me acarició el ano. Era lubricante y me preguntó su sabia lo que era un enema. Había escuchado de eso pero no tenía mayores detalles. Luego de masajearme unos momentos me dijo que mirara hacía atras y lo vi. También vi como lo podía manipular para que saliera líquido o parara. Me dijo que me relaje y le lo introdujo gentilmente. Luego me pidió que respirara hondo y comenzaría a entrar el líquido. Así fue, una sensación diferente, extraña pero emocionante. Siguió masajeando mi culo hasta que dijo que ya había terminado. Después me dijo que aguantara lo más que pudiera. Me ato las manos a la espalda con unas vendas, hizo lo mismo con mis pies. Después me vendo y me volvió a preguntar si podía aguantar unos momentos más a lo que me dije que si.

Esta vez también ató mis bolas y mi pene, de manera que el podía tirar de la atadura cuando quisiera y a su merced.

Sentí algo que entraba en mi culo, era un tapón. Después sentí me tomo la cara y me dijo que ya no aguantaba más y que se la mamara. Ya estaba completamente sometido así que lo hice. Primero la punta con mi lengua, después mis labios y así fui bajando de a poco hasta que me tomo de la cabeza y empezó a llevarme el ritmo. Le intente decir que parara, se detuvo y me dijo que sí pasaba algo, le dije que sí, que me dolía el culo porque no podía expulsar el líquido y ya no aguantaba pero estaba tapado.

Me pidió que aguantara más y siguiera mamandosela. Después sacó su pene de mi boca porque me dijo que casi acabó. Introdujo algo en mi boca y luego me amordazo con otras vendas.

Caminó alrededor de la camilla y se detuvo, dijo que no quería olvidar nunca esto y se iba a quedar mirando unos momentos. Después me dijo que me prepare porque iba a quitar el tapón, tenía todo listo para este procedimiento así que ahí entedi porque el plástico sobre la camilla, para mantener siempre todo limpio. Me quito el tapón, o aguante mas y solté todo, después me paso un paño, dejo todo "como nuevo" y me dijo que ahora era tiempo de la inauguración después de una limpieza profunda.

Me empezó a lamer el ano y a morder las nalgas. Tuve una gran ereccion y pensé que iba a acabar pero el lo noto y tiro mis bolas atadas. No me iba a estar permitido acabar hasta que el lo decidiera.

Después me penetró lentamente, diciendo que era muy agradable entrar asi y que se iba tomar su tiempo. Yo no podía hacer nada, tampoco quería hacerlo. Cuando finalmente entró todo lo que pudo me dijo que se iba a dar el gustazo de su vida y que cada que me escuchará gemir que iba a acabar mis bolas tendrían un castigo.

La verdad no sé cuando tiempo duro todo, ni me importa. Lo cierto es que fue una experiencia nueva, distinta y emocionante. Si bien el hecho de estar atado, vendado y amordazado en posición fetal no era nuevo, el hecho de haber tenido previamente esa experiencia y estar en una camilla si que fue algo diferente y muy estimulante.

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