Llevaba 3 meses en un trabajo nuevo, repartía para Amazon y era un no parar de casa en casa llegando agotado. Empezada una semana nueva y fui al almacén para preparar el reparto, empiezo a meter los paquetes y veo que para una misma dirección hay muchos bultos y de un tamaño considerable hasta llegaba a mi tamaño por poco. Fue lo primero que metí en camión ya que era la última dirección a la que tenía que ir.
Estoy terminando ya la jornada, solo me quedaba dos direcciones por ir, llego a un piso sin ascensor que suerte la mía… al menos era un paquete del tamaño de una aspiradora así que no tenía que subir mucho peso, aunque era un 5º. Toco al timbre y me abre un chico pregunto por Ana Isabel y llama a su madre, tarda unos segundos en venir y le doy el paquete.
Me pregunta si tengo sed ya que me vio jaleando, tanto por subir andando tantas escaleras como por todo el día de trabajo que llevaba, le digo que si pero que no se preocupe que ya mismo acabo a lo que me responde que me espero un minuto. Me fije que llevaba solo una bata de seda bastante corta y se le veían unas piernas bien firmes para ser madre.
– Aquí tienes. Me dio un vaso de agua helada a lo que me lo bebo con ansia y se me derramó algo en el pecho de la camiseta, dejándome un surco por los pectorales y dejándome los pezones erectos.
Me percaté que se quedó con la mirada fija sobre mi pecho y mi paquete, llevaba unos pantalones de pitillo, se me marcaba bastante el pene sin estar erecto por lo que entiendo que se quedó embobada.
Gracias Ana por el agua, pero tengo que seguir el reparto a lo que se me acerca al oído y me dice esta noche sobre las 10 mi hijo no está y no tengo más cargas en esta casa seguido de un guiño y un beso en la mejilla. A lo que le contesto
– Esta noche nos vemos sin falta, lo estoy deseando Ana.
Arranco el camión y me pongo en marcha para acabar por fin, era una finca a las afueras de la ciudad a lo que voy mirando con lujo de detalle el chalet que tenía esta persona. Paro y voy bajando todos los paquetes parecía más una mudanza antes que una compra por internet.
Toco al timbre y me abre un hombre del servicio a lo que me dice que entre que la señora ahora viene que está en la planta de arriba. Meto todos los paquetes llenando casi la totalidad del recibidor y bajando las escaleras bajaba la señora de la casa, una mujer de unos 40 años con un tipo que no lo parecía, pelo castaño con rizos que le llegaban por debajo de los pechos y para complementarlo una cara de corte fino y unos labios gruesos de los que dan ganas de morder, bajando a un culo tambaleante con cada paso que daba incluso llegando a marcarse su vagina dando a notar que llevaba una lencería tan cara como la casa que tenía.
Me dice que se alegra por fin de que haya llegado que esperaba con ansia el pedido, me pregunta que si tengo prisa a lo que le digo no ya que ella era la última por entregar a lo que me pregunta que si no me importa ayudarla con los paquetes que a cambio me dará una propina ya que no dispone de herramientas y le hacía falta para estos días con urgencia. Al ver como vivía no me podía negar sabía que iba a darme una cantidad enorme de dinero y ya que tenía un maletín dentro del camión no podía decir que no.
-Soy Mirian, por cierto, encantado…
-Alex, me llamo Alex, encantado Mirian.
-Sube por favor es arriba donde va todo eso.
Voy subiendo todos los paquetes y los meto en una habitación bastante grande para un dormitorio normal. Voy abriendo todos los paquetes y mientras voy montando todas las piezas me voy llevando una sorpresa. Era una cama de hierro forjado con una argolla que va en el techo para mínimo poder sujetar a una persona adulta, me estaba haciendo a la idea de lo que había comprado Mirian, pero me hice el loco, una vez montada la cama empiezo con lo último era un armario de estilo japones con adornos de dos dragones entrelazados. De repente siento un grito de alegría.
-AY! ¡Por fin va cogiendo forma!
-Alex está terminado el armario?
-Me queda rematar unos detalles, pero si, ya está listo.
-Perfecto voy a traer cosas para llenarlo
Veo que trae una maleta y de ella va sacando unos grilletes para los pies y manos, varias fustas de distintos tipos, una correa para el cuello y una bola agujereada para ponerse en la boca. Entendí que era una mujer que en el sexo que gusta jugar de maneras muy peculiares.
-Alex espero que no te asustes por esto, pero vivo sola desde que me independice y me encanta disfrutar del sexo salvaje, supongo que a ti también te gusta el sexo duro o me equivoco?
-Siempre que puedo disfruto como si fuera el ultimo polvo que fuera hacer así que me encanta darle a la chica el máximo placer posible.
-Ah sí? Espero poder disfrutar de tu experiencia que seguro que no será poca. Ya que has acabado que te parece si te doy la propina y así ya puedes irte a tu casa a descansar que seguro que estarás cansado. No te quiero entretener más.
-No me entretienes Mirian y claro que un día podemos darnos ese placer que tanto deseas, por ejemplo, ¿ahora?
– Me parece genial Alex ya que tu propina la tengo aquí preparada.
Veo cómo se va acercando a la cama se sube al colchón y se va abriendo las piernas, llevaba una falda muy corta y debajo no llevaba nada. Entendí que cuando fue a por la maleta llena de sus juguetes fue al baño a quitarse la ropa interior. Se fue desabrochando la parte de arriba mientras los pechos se asomaban, tenía un pecho bastante grande, tenía que usar una 95 mínimo. Voy acercándome a ella cuando me dice.
-Shhh ahí quieto, ve a la maleta y abre la cremallera interior y trae lo que hay.
Voy a la maleta y veo algo largo dentro, cuando abro la cremallera era un consolador de unos 17cm a lo que me dice que vaya a los pies de la cama y vaya arrastrándome sobre ella hasta llegar debajo de sus muslos. Empieza a metérmela poco a poco mientras con tus dedos juegas con mi culo y me los vas metiendo, quiero sentir como me vas penetrando por ambos lados. Con un poco de saliva me la echo en la palma de la mano y se la voy dejando por encima de los labios mientras con el consolador se lo voy restregando por encima del clítoris cuando siento un pequeño gemido y se quiere cruzar de piernas, pero se lo impido.
-No dejes que me cierre, ábreme entera…
Mientas con mi dedo índice se lo voy metiendo en el interior de su culo con el consolador se lo voy introduciendo en su vagina de una manera lenta al par de su respiración, no quería desconcentrarla mientras con mi lengua se la pasaba por sus labios e iba recogiendo el flujo que se le estaba saliendo, cada vez que le sacaba el consolador para volver a introducirlo de nuevo se llenaba entero.
-Conmigo no hace falta lubricante como puedes comprobar. Alex bájate los pantalones y ve tumbándote que voy a preparar unas cosas.
Mientras me lo decía parecía que le faltaba el aire de lo excitada que estaba, me desnudo completamente y me quedo boca arriba en la cama a lo que mientras ella llega caminando veía como sus pechos se movían de un lado a otro, con un coño depilado completamente y una cadera que solo tenía en mente de agarrar y no soltar mientras está botando encima de mí.
-Cierra los ojos Alex, ahora no podrás ver nada durante unos minutos, confía en mí.
Cierro los ojos y noto como se va poniendo encima de mí, mi pene rozó sus pechos, barriga y note como estaba justamente encima de el ya que notaba el calor que desprendía su vagina recién corrida. Me pone un antifaz con mucha delicadeza y me coge ambas manos una a cada esquina del cabecero y noto como un grillete se cierra, eran las esposas metálicas que guardo en el armario, no podía moverme de ninguna manera, por mucho que hiciera fuerza las esposas me hacía daño a más fuerza hacia así que desistí, que pasara lo que tuviera que pasar.
Sus labios empezaron a morder mi cuello hasta bajar a mi pecho de ahí besos por la barriga hasta que llegó a mi pene, no estaba erecto así que empezó a pasar su lengua por el mientras con una mano me masajeaba los huevos y la otra me estaba arañando todo el pecho, el pene se me iba poniendo erecto dentro de su boca y pasó de masturbarme con la boca a empezar con la mano ya que no le cabía dentro de su garganta. Después de unos minutos masturbándome tenía toda la boca llena de saliva y liquido preseminal, no la podía ver, pero escuchaba como estaba ya medio ahogada.
-Alex quieres volver a ver o disfrutas mejor a ciegas?
-Prefiero ver todo lo que me haces, quiero aprender con lujo de detalle lo que eres capaz de hacer. ¿Eres capaz de sorprenderme más?
– Follame bien fuerte y hazme chillar como la puta que soy y prometo sorprenderte con una cosa.
La pongo boca bajo con fuerza y le levanto el culo, me acerco y le escupo dentro de su vagina cayendo en la cama de toda la saliva que había expulsado. Me echo la mano al pene y mientras lo voy poniendo duro se lo voy metiendo poco a poco son suavidad, era una mujer con experiencia, pero tenía una vagina muy estrecha y daba la sensación de que era virgen y solo de pensar eso quería darle más fuerte aún. Después de unos minutos empiezo a subir el ritmo, mis huevos rebotaban tanto que en la habitación solo se le escuchaba sus gritos de placer gritándome MAS FUERTE, CORRETE DENTRO una y otra vez. Después de estar así me corrí y con voz de niña me dijo lléname la boquita por favor con mirada triste queriendo tenerla llena de mi semen. Empecé a masturbarme de nuevo y ella con su boca abierta y su lengua sacada como cuando esperas beber con ansias. Empecé a correrme dentro de su boca a lo que de seguido cogió mi pene y fue ella la que termino de masturbarme hasta sacar las ultimas gotas de semen.
-Alex como te dije antes te iba a sorprender y espero que me digas cuando acabe si fue así. Coge tu taladro y el consolador mientras se reía pícaramente.
No sé cómo tenía esa imaginación, pero no era para sorprenderse después de lo que es capaz de hacer con un desconocido como yo.
-Ahora mételo dentro de mí y haz que vaya girando a poca velocidad y ve subiendo y luego de unos segundos cambias la dirección de giro.
Se puso en posición a cuatro con la espalda encorvada para sentirlo aún más. Empiezo a poca velocidad de giro y ya estaba temblando sus piernas, iba cambiando el sentido de giro cada 10 segundos y empezaba a gritar de manera muy baja hasta que me ya me dijo dale caña. Sin pensarlo sube la velocidad, si ya gritaba cuando la estaba follando ahora los gritos eran aún más fuertes, pero me decía que no lo sacase que no fuera capaz si no quería arrepentirme. Después de unos minutos empezó a echar su flujo de una manera descomunal, manchó las sábanas, el taladro y ahí fue cuando lo saqué y le metí mi polla y le estaba dando tan fuerte como podía, me puso muy cachondo, de todas las mujeres con las que me había acostado ninguna llegó a ese punto de clímax. Empecé a besarla mientras la cogía del pelo solo quería poseerla entera no quería que acabase la tarde. Al final de un largo tiempo acabamos los dos de corrernos mutuamente y lo mejor era que fue al mismo tiempo teniendo esa conexión que ninguno había tenido antes. Estuvimos abrazados y después de una ducha me acordé de Ana, había quedado con ella en su casa en pocas horas así que le propuse a Mirian una cosa a lo que no se lo pensó dos veces y me dijo que sí.