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No hay como la familia (2)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

La semana después de esa noche yo apenas andaba por la casa, solo iba de la universidad a mi cuarto y me encerraba… Mi tío hacía como que nunca pasó nada, pero yo sabía que claro que recordaba, o si no al menos debió parecerle extraño despertar ese día con los pantalones bajados, el bóxer mal acomodado y todo húmedo, así que por eso no quería salir. Enfrentarlo era algo que no quería, quizá me corría de su casa o le decía a mi papá.

Pero pasando esa semana mi tío decidió hablar conmigo, estaba a punto de irse a trabajar cuando pasó por mi cuarto y me dijo desde la puerta:

-Alex ya déjate de tonterías

-perdón tío Rafa?

-tu y yo sabemos de a que nos referimos… Sé que debes estar apenado pero ya olvídalo, esa noche todo fue raro, pero nadie murió ni hizo algo malo. Tú eres mi muchacho, y el que seas gay no te quita nada así que ya vuelve… Además aquí ya huele feo jajaja.

Y se fue… Me dejó un poco sorprendido aunque también aliviado… Por fin todo volvía a la normalidad.

Pasaron otras semanas más, aunque todavía no podía quedarme en el mismo lugar que mi tío por mucho tiempo sin sentir pena ya volvía a hacer el desayuno, veía pelis en la sala, hacía el aseo de la casa y todo estaba tranquilo.

Llegó el fin de semana y mi tío salió a trabajar, el sábado solo trabajaba medio turno, al rato de que escuchase el carro irse me desperté por completo yo y me puse a leer relatos mientras me apretaba la verga, mi excitación subía, y quería otra cosa… Moría por una buena verga desde hace unos días, pero entre mis tareas y mi tío siempre en casa no había podido quedar con nadie así que aproveché mi soledad.

Corrí a mi closet, moví unos pantalones y hasta el fondo llegue a mi cajita, era una caja de madera vieja que contenía mis más valorados tesoros y también los más secretos… Había un cuaderno donde escribía todas mis contraseñas (si ya se muy tonto) una bolsita de tela donde tenía un pequeño ahorro, condones de las veces que había necesitado y me sobraban, un par de suspensorios y por último mi juguete de niño grande jajaja un consolador mediano color azul cielo, muy real, con todo y venas marcadas, como de 20 cm bastante grueso. Había sido regalo de mi último novio, me lo regaló porque le encantaba que le mandara videos usándolo, sacándome orgasmos.

Y ahí estaba yo 15 minutos más tarde, con las rodillas sobre el colchón y la cabeza contra la almohada, con mis nalguitas bien abiertas y mi culito lleno de lubricante, en una mano mi pene y en la otra mi juguete, brilloso y listo… Primero masajeé alrededor con los dedos, sentía cuando los pasaba justo en medio de mi hoyito como este se cerraba por impulso y eso me daba más placer… Al cabo de un par de minutos y ya muy relajado empecé con un dedo, el índice, iba y venía muy rico, después coloque más lubricante en mis dedos y entraron dos, me costó acostumbrarme pero al poco ya los pasaba como cuchillo en mantequilla, y por último apunte mi juguete.

El glande azul claro brillaba tanto que podía parecer dulce, daban ganas de comérselo y yo lo haría, pero por el culito jaja.

Empecé primero por la cabeza, sentía el impulso de sacarlo así que respirando hondo empuje el consolador y otra tercera parte se metió, dejé de presionar y respiré lo mejor posible, mis piernas temblaban, trataba de acostumbrarme lo más rápido posible y entonces decidí empezar, primero muy despacio sin meter más, ya se escapaban gemidos de mi boca y con los ojos cerrados acelere el ritmo.

Mi esfínter se resistía al movimiento, pero era ya mucho placer para preocuparme por eso, solo detenía el vaivén para cambiar de brazo y seguir llenándome de verga como necesitaba desde hace mucho.

-ahhh por dios que rico tío! -grité yo imaginando al hombre de mis sueños tomarme como suyo por fin… Pero justo en eso algo logró sacarme de mi sueño, una brisa de aire cerca de mis pompis.

Apoyándome de mi brazo levanté la cabeza y todo mi mundo tembló; el hombre que yo más deseaba estaba justo a un metro de mí, todavía con la chaqueta puesta, pero el pantalón abierto, la verga ya bastante erecta y un brazo extendido… Su cara era de puro vicio y nervios.

-yo… quería tocar pe-pero me arrepent… -susurró mi tío como excusa.

Yo no sabía qué hacer, tenerlo ahí significaba mucho, le había gustado encontrarme así y lo que es más, estuvo a punto de animarse… Y entonces decidí ayudarle, le sonreí con ternura y tomando el consolador que seguía dentro de mi desde la base lo saqué, estaba lleno de lubricante, y se lo di en la mano. Regresé en la posición en que antes me encontraba y arqueando más la espalda le moví mi trasero de lado a lado, sentía como mi agujero se abría y cerraba sin nadie que lo llenara aunque eso duró poco. Mi tío que seguía congelado, miró el consolador pegajoso en su mano, temblando un poco y lleno de lujuria apuntó a mi culo y me lo dejó ir.

-wow… aghhh mierda -dije retorciéndome un poco del dolor, mi tío no tuvo cuidado y me empujó casi todo el consolador, demasiado para mi culito.

El algo apenado retiró lentamente lo que había metido y de a poco empezó otra vez… Empezamos un vaivén rico, él empujaba un poco y yo le movía mis nalgas de lado a lado sintiendo mucho placer.

Mi macho, en cuclillas y con una mano ocupada empezó a quitarse la ropa con la mano que le quedaba libre, todo lo tiraba a su alrededor, primero su chamarra, después su camisa, sus zapatos y al final su pantalón con todo y bóxer. Quedó desnudo por completo y ahí empezó a calentarse más, ya me metía la verga de plástico lo más rápido que podía y sentía como rugía a mi espalda de la excitación y yo solo podía tomar las sábanas de mi cama y apretarlas, ya gemía casi a gritos y sentía como mi pene ya algo caído sacaba chorros de líquido preseminal. Era muy intensa la sensación de sentirme tan lleno por dentro… Y en eso todo paró, mi tío sacó el consolador rápidamente y me dejó desconcertado…

Estuve a punto de voltear cuando sentí la felicidad misma jajaja, la polla deliciosa de mi tío, el hermano de mi padre, el padre de mis primos y el macho más perfecto que tenía el placer de conocer me estaba metiendo centímetro a centímetro su rica verga, desde el jugoso glande hasta la base, donde sentía como sus pelos me rozaban las nalgas.

-ahhh no puede seeer -grité cuando sentí que sus buenos par de huevos tocaban los míos desde abajo.

-shhh cállate puto! Querías verga de hombre? Querías la verga de tu tío? Cómetela sin llorar -me susurró al oído mi cogedor mientras sentía como me llenaba todo y luego iniciaba un mete y saca de lo más rico, sacaba casi toda la mitad de toda su polla y luego se venía hasta que sus huevos se estrellaban en mis nalgas.

Y así empezó esto… Yo gritaba mientras mi tío jalaba de mi cabello para que yo arqueara más la espalda, él hacía sonidos desde adentro de su garganta como si de un salvaje se tratase y seguía embistiendo de lo más rico…

Ya sentía mucho placer, todo mi cuerpo pedía un orgasmo pero no quería que esto terminará así que no me masturbaba. El calor subía mientras mi tío aumentaba la fuerza con que sus piernas y caderas empujaban su verga. Y en eso empecé a sentir que su cuerpo se tensaba más que antes, que su verga se había puesto más dura que nunca y que su orgasmo estaba cerca…

Así que enderezándome un poco tome mi verga con la mano derecha y en rápidos movimientos libere lo que había acumulado, varios chorros de leche salieron a presión por mi polla a medio erectar y yo di el gemido más delicioso que he podido ofrecer, mis fuerzas empezaron a irse muy rápido y apenas lograba parar el trasero y por su parte mi tío me regalo las tres más duras embestidas del día, cada una sacándome un quejido y al final solo lo sentí caer encima de mi, gimiendo como siempre había soñado, cubriéndome con su impresionante cuerpo y dejándome todo su semen dentro. Sentía como algo muy caliente me llenaba muy muy adentro de mi. Y así nos quedamos unos segundos que yo ame muchísimo.

Los dos sudados, gimiendo con la respiración entre cortada, quería girarme y besarlo todo, lamerle el cuerpo entero y agradecerle por ese orgasmo tan rico. Nunca me importo más que fuera mi tío, que fuera mi familia, ya solo me importaba que no sacara la verga de mi culito hinchado.

Y eso pasó enseguida jaja el hombretón se movió hacia un lado y su verga ya floja pero muy hinchada por la acción salió de mi y terminó descansando en su panza llena de vellos.

En eso mi mente puerca me impulso a bajarme hasta su altura, tomar esa polla llena de jugos y metérmela a la boca…

-Aghhh no mames Alex… -dijo mi tío volteando abajo sintiendo como recorría con mi lengua toda su verga dejándosela limpia- sí que eres el mejor putito para tu tío favorito.

-mmmm si tío… Tengo que hacer que quiera volver todas las noches a mi cama -le respondí mientras tomaba su par de huevos y los besaba.

Volví a subir y me acosté en el pecho de mi tío, oliendo su axila y cerrando los ojos. Mi tío me tomó de la cabeza y me dio un beso en la frente.

-durmamos un poco cabrón.

Algún activo de gdl favor de darme leche.

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