Mi hermano menor y yo
Vengo aquí a contar mi experiencia real con mi hermano. Eso pasó hace unos cuantos años cuando yo tenía 25 años y mi hermano tenía 18.
Voy a contar un poco como es mi contextura física. Mido 1,65, en ese momento pesaba unos 59 kilos y soy de tes blanca, pelo castaño y tetas y culo bastante bien. De mi hermano diré que para su edad estaba bastante bien también físicamente.
Para no hacerla tan larga voy a contar cómo empezó lo nuestro.
Era un sábado que yo había salido con unas amigas a un boliche, como siempre llegaba de madrugada a mi casa no había problemas. Ahora… ese día mi hermano que había venido de otra provincia se quedó en casa así que decidí volver cerca de las 2 de la madrugada. A él no le avisé nada porque según yo ya estaría durmiendo y además la fiesta estaba algo aburrida, así que me despedí de mis amigas y cogiendo un taxi me volví.
Entré por la puerta sin hacer ruido y para llegar a mi habitación primero debía pasar por la de mi hermano que era la primera.
Oh sorpresa cuando voy pasando y veo que la puerta no estaba del todo cerrada y se podía ver perfectamente para adentro. Lo que vi me dejó con la boca abierta.
Mi hermano estaba sentado frente a su computadora con auriculares puestos y en la pantalla se podía ver cómo dos mujeres estaban teniendo sexo. Mi hermano está de más decir que tenía su pija en la mano y se estaba masturbando con cierta velocidad.
Debo decir que la escena me puso bastante caliente ya que hacía unos días yo no tenía sexo así que ver eso, y ver el tamaño que se cargaba mi hermano me hizo mojar.
Por miedo a ser descubierta, me fui rápidamente a mi habitación y cerré con llave. Mi plan era dormir pero me era imposible sabiendo que a unos pasos mi hermano se estaba dando una rica paja.
Me levanté y poniéndome completamente en bolas me fui al baño y sentada en el inodoro con las piernas abiertas me toqué la conchita que ya estaba tan mojada que no hacía falta lubricarme.
El solo hecho de pensar en la pija de mi hermano hizo que tuviese el mejor orgasmo que recuerde.
Mi fantasía comenzó ahí. Ya no miraba a mi hermano de igual manera, cada vez que estaba cerca miraba su entrepierna y mi conchita comenzaba a mojarse. Traté de olvidarlo cogiendo con otros hombres pero era peor porque en cada uno de ellos lo veía a mi hermano y debo decir que tener orgasmos gracias a él eran de lo mejor.
Cómo él nunca se enteró que yo lo descubrí, seguido mentía que me iba de fiesta para después volver temprano y encontrarlo con la pija en la mano.
Fue sino hasta un sábado que había tomado unas copas de más cuando me envalentoné y al llegar temprano y otra vez encontrar a mi hermano masturbándose entré a su habitación como si no supiese lo que hacía. Cuando me vio Brian (mi hermano) se tapó de inmediato la pija y apagó la computadora.
Él se disculpó y yo le dije que todo estaba bien y que si quería seguir pajeandose que lo hiciera que era normal.
Brian sonrió tímidamente y yo me acerqué y besé su mejilla. Cuando llegué a mi habitación no hace falta decirles la tremenda paja que me hice, pero esta vez dejé un poco la puerta abierta y pude ver de reojo que mi hermano observaba desde la puerta.
Sin el mínimo pudor y ya que estaba algo borracha me levanté y abrí la puerta sorprendiendo a Brian que tenía la pija nuevamente en su mano en todo su esplendor.
Sin decirle ni una palabra y sin dejar que él diga nada, lo agarré del brazo y lo llevé a la cama haciendo que callera de espaldas.
En ese instante y sin pensarlo fui directo a su pija y le di la chupada de mi vida.
Ver qué mi hermano gozaba me ponía aún más puta y subiéndome a la cama me senté en su cara pidiéndole que me metiera su lengua adentro.
Para tener 18 años el pendejo la chupaba como los dioses, chorro tras chorro iba acabando en su cara.
Yo le pedí que me cogiera en 4 y sin pensarlo dos veces Brian me llevó hasta la orilla de la cama y me ensartó toda su pija.
Era tanto lo que me cogía que me temblaban las piernas.
Cuando pude notar por su respiración y por cómo aceleraba sus embestidas, le pedí que me llenará de leche su cara y así lo hizo.
Desde ese momento mi hermano se volvió mi amante por qué a pesar que después yo hice mi vida y él tenía novia, nunca dejamos de vernos y recordar nuestra primera vez…
Mi mamá, que tentación.
Cómo explicar que a partir de coger con mi hermano mi mundo cambió. Ya no solo mi calentura estaba por él, sino incluso por mis padres. Especialmente por mi madre.
Uff pedazo de mujerón como para no calentarse. Hasta la más hetero se le mojaría la tanga y es que esas tetas y culo no lo tenía cualquiera y todo eso gracias a qué iba al gym y también de noche se ejercitaba con la barra de mi papi.
Sexo con el amigo de papá (1).
Esta historia que voy a contarles pasó cuando yo tenía 24 años y cuando Marcelo, el amigo de mi papá tenía 44 años.
Marcelo era amigo de mi papá hacía muchos años pero al vivir en otra provincia de Córdoba yo no lo conocía, así que cuando lo vi por primera vez lo ignoré un poco.
Estaba yo un día en Facebook viendo fotos e historias cuando me llega una solicitud de amistad. Cuando vi que era de Marcelo la acepté y me desconecté. Por la noche cuando volví a entrar a Facebook vi que tenía un mensaje privado y cuando entré a ver de quién era, ¿que creen? Ya se lo imaginarán. ¡Marcelo!
-hola Flor -me escribió.
-hola, todo bien? -le respondí yo.
No pasaron ni 5 minutos que estaba obteniendo una respuesta.
-sí, sí todo bien. Y vos? -me preguntó.
-yo bien, gracias. Disculpa, necesitas hablar con papá por lo que me escribis? -le pregunté yo.
-no, Flor, solo quería saludarte ya que no pude presentarme bien -me respondió – te molesto? Si es así no te escribo más.
-no hay problema -le dije yo- solo que no sabía si necesitabas nada.
Así comenzó nuestra conversación y de ese momento no paramos de hablar cada día. Primero por Facebook y después por Whatsapp.
Debo decir que era un hombre bastante simpático así que pegamos onda casi al instante. Marcelo cada mañana me escribía para preguntarme cómo estaba y desearme buenos días.
Yo al instante le respondía y cuando venía a casa nos echábamos unas miraditas y reíamos cuando papá y mamá no se daban cuenta.
Bueno para no hacerla larga, está de más decir que muchas veces hablamos de sexo e intercambiamos fotos y videos nuestros masturbándonos o hacíamos videollamada por la madrugada.
Si bien a mí me gustaba el sexo pero Marcelo me volvió adicta. Cada noche le pedía hacer video llamada para poder llegar a un rico orgasmo.
-abrí las piernas bebé que papi va a chuparte la conchita -me decía casi susurrando y yo obedecía al instante. Mientras él me pedía que cerrará los ojos y me frotara la conchita con mis dedos suavemente imaginando que era su lengua.
Yo solo cerraba la boca para aguantar mis gemidos para no ser descubierta.
Cuando abría los ojos para ver lo que Marcelo hacía, podía ver cómo miraba atento por la pantalla y como se la jalaba con una mano mientras que con la otra mojaba un dedo y se lo introducía en su culo.
Esa escena me prendía más y aceleraba el movimiento en mis manos hasta que veía como saltaban chorros de mis jugos y como Marcelo hacía lo mismo con su semen.
Así es como comenzó nuestra calentura con el amigo de mi papá.
En el próximo relato les contaré la primera vez que me cogió y la sorpresa que me dio, que para nada lo imaginaba pero que me encantó.