Como había dicho anteriormente, en la mañana sentíamos, o más bien, mi novia sentía como que si la hubiesen atropellado pues le dolía todo el cuerpo, pero no había tiempo que perder pues era el día de la boda, sinceramente llegados a ese punto pensamos en que tal vez deberíamos de haber esperado estar con los vagabundos pues el cansancio era evidente, recuerdo que solo dormimos 3 o 4 horas, no recuerdo muy bien.
Bueno, avanzando en el tiempo diremos que a mi novia la empezaron a preparar, uno como hombre pues… no hay mucho misticismo en lo que uno se tiene que hacer. Es más, me vine a preparar hasta hora y media antes de la boda, hasta me dio tiempo de colaborar con los últimos detalles de la decoración, a todo esto, probablemente ya tenía 6 horas de no ver a mi novia.
Pero bueno, esperándola en el “altar” o especie de “altar”, era como una luz a lo lejos, un blanco despampanante, un blanco angelical de esos que solo te dan paz, tranquilidad, como abrazar algo suave, era mi novia quien venia con su vestido de novia caminando hacia mí acompañado de mi suegro. Un hermoso vestido blanco como la nieve, con escote discreto perfecto para la ocasión, con unas mangas transparentes con tattoo lace, seguido de un vuelo estilo princesa, pero no muy acampanado.
¡Es el momento más hermoso de mi vida!
Recitamos nuestros votos, jurando fidelidad, haciendo hincapié de una manera irónica, solo ambos sabíamos de que trataba.
Finalmente vino el ansiado momento del “Sí, acepto”
Y desde ese momento ante la ley éramos marido y mujer, exclamó el juez.
Ahora mi novia, pasaba a ser mi esposa en toda regla.
Nos casamos al filo de las 6 pm, la fiesta duró cerca de 6 horas, queríamos recortar gastos en ese aspecto pues teníamos un viaje pendiente cortesía de nuestros padres.
Bueno de hecho, fue un balde doble de sorpresa, pues no solo teníamos ese viaje, además se acercó la que fue nuestra docente en la universidad, además de un regalo físico, también nos dio un regalo, un regalo de esperanza pues nos informó que habíamos sido aceptados en la clínica.
Adelantando el tiempo, una vez finalizada la fiesta a eso de la 1 am probablemente, yo con unas cuantas copas, pero mi ahora esposa se mantenía sobria pues no quería tomar frente a sus padres, decidimos ir a nuestra casa a continuar la fiesta ahí, una fiesta más privada, es decir, mi esposa, su mejor amiga, mi mejor amigo y yo.
De camino nuestros amigos compraron bastante Ron pues era nuestra bebida favorita, llegamos a casa y pusimos música variada pues los gustos de cada quien era diferente, no es un problema, así que bastaba con un simple mix.
Ahora sí, mi ahora esposa podía dar rienda suelta y empezó a beber como albañil, tal vez tipo 2:30 am o quien sabe… ya el alcohol estaba al tope la primera en caer fue Sofi, por lo que se fue a una de las habitaciones y no se supo más de ella.
Al final nos fuimos a la alcoba y le dije que se pusiera ligera de ropa para estar más cómoda, una indicación que se tomó literal.
Pues se puso su dominguera una dichosa camisa sin mangas no se puso bra y se puso un encaje negro… Me quedé mudo.
-¿Qué? –dijo ella
-Vaya que si vas ligera –dije riendo
Después de eso caí en el ’20 pues recordé que David estaba abajo, pero no importaba con el todo era un circo.
Regresamos a la sala de estar, David pues al principio no se percató por estar en el celular, hasta que mi esposa pasó frente a él y vio directo a sus pechos, pero algo más le llamó la atención y bajó la mirada viéndole el culo a Erika.
¡Strike! La camisa de tirantes solo llegaba con las justas a cubrir hasta el inicio de nalgas, por lo que literalmente cualquier movimiento lo dejaba a la vista, aunque su encaje cubría, pero al tener partes transparentes aún se lograba ver.
David solo rio y dijo: -Entonces si te creo que salgas sin nada definitivamente.
Mi esposa solo lo vio, creo que más bien estaba ida del alcohol. Entonces con su dedo estiró la camisa y vio hacia abajo, y solo asintió con la cabeza.
Al final nos sentamos los tres en el sofá, mi esposa en medio de los dos.
No sé qué estábamos haciendo, creo que hablando mientras salía una serie en Paramount o tomando Ron, creo que ambas cosas…
Entonces mi novia recordó sobre cuba libre, por lo que fue a la cocina a prepararlos.
En esta parte ni mi esposa me puede ayudar y yo poco recuerdo.
Es como una laguna mental, no sé muy bien, pero que tuve una conversación con David la tuve y fue algo así:
-No esperaba que tu esposa saliera literalmente sin nada –me dijo él
-Confía en ti es todo –le respondí tratando de afianzar más la conversación
-Pero sus pechos andan casi de afuera –dijo riendo
-¿A poco sale así a la calle también? –me pregunto intrigado
-Si, de vez en cuando, o se pone mini faldas a veces se atreve a andar sin calzón –le recalqué
-Pero sé que es mía por mucho que le digan cosas –acentué de último
Solo sé que David dijo gracias porque en ese momento regresó mi esposa, entonces al momento de agacharse para poner las bebidas sus tetas quedaron al descubierto en frente de David.
David sé que dijo un comentario positivo sobre los pechos de ella, y sé que ella le agradeció.
Antes de sentarse mi novia reguló la lampara para evitar que sea demasiado fuerte y ayudarse con la luz del televisor, y continuamos viendo la serie, pero ya después de un rato mi esposa nuevamente se puso de pie, pero esta vez tardó en regresar, por lo que fui a ver.
Solamente estaba en el baño, pero había apagado la luz y se desorientó, por lo que la volví a encender y nomas vi en el suelo su encaje tirado.
-¿Qué pasó? –le pregunté
-¡Estorba esa! –dijo casi gritando
Por lo que solo salió del baño tambaleando y se fue al sofá otra vez.
Recuerdo que aproveché que estaba en el baño y oriné, luego me fui otra vez a la sala, cuando iba por la parte de atrás del sofá David volteó a verme y me dijo en señas que Erika estaba bien ebria.
Con el pasar de los minutos ya el efecto del alcohol se tornaba en pesadez, por lo que mi esposa se acostó sobre nosotros en el sofá, apoyó su cabeza en mi entrepierna y con los pies hacia David. Yo sé que intentó bajar mi calzoneta para hacerme una mamada, pero no la dejé, por lo que solo dio una palmada.
Luego solo recuerdo haber quedado dormido.
En la mañana sentí varias sacudidas hasta que casi eran golpes, medio abrí los ojos y vi hacia un lado y era David que intentaba despertarme, aun continuaba en el sofá sentado.
-¿Piensas despertar o te tiro agua helada? –dijo él en tono de broma
-Ya -le dije
-Ayuda a tu esposa que se quedó chulona dormida –dijo él
Eso me hizo aterrizar más en la realidad, cuando vi a mi esposa vi que estaba totalmente desnuda con su pierna caída del sofá, con la mirada busqué su camisa y vi que la tenía puesta en la cara, imagino fue para cubrirse de la claridad.
David tenía a la vista la vagina de mi esposa, pero el no hizo nada.
-Llévala al cuarto –dijo él
-Llévala tú, cabrón. Tengo dormidas las piernas –le dije
-A lo que hemos llegado… ¿Qué más quieres? ¿Qué te haga el desayuno? –dijo el tirándome el cojín.
-Por favor –le dije.
Al final hice el ánimo de incorporarme también, me dolían mucho las piernas era como tener un nudo de espinas, pero lo hice, me fui hasta el cuarto y vi que David no estaba, solo mi esposa acostada, al rato regresó y me dijo que había ido al baño.
Cerramos la puerta y justo cerramos la puerta aparece Sofia abriendo la puerta de su cuarto, tenía una cara de muerte total.
David a tono de broma le dijo: -¡Eh! Sofi ya que despertaste ponte a hacer el desayuno, por lo que ella se volvió a encerrar.
Fue hasta el mediodía que mi esposa apareció, pero esta vez sí con ropa. Por lo que a eso de media tarde Sofia y David se despidieron de nosotros, no sin antes ayudarnos a limpiar todo el desastre.
Mi esposa comió un poco, luego de eso la acompañé a la ducha pues ya queríamos bañarnos. Estando ahí recapitulamos todo, desde la boda hasta lo último, fue una ducha muy larga. Entre medio de la conversación le comenté lo que había hecho, ella se puso roja.
-¿¡Que!? –exclamó ella
-Si amor mío, te desnudaste frente a David para dormir
-¿Y que dijo él? –dijo un poco exaltada
-Pues solo me dijo que estabas sin ropa, entonces le dije que te cargara hasta el cuarto porque yo no podía, ambas piernas las tenía dormida –dije.
-Qué pena –dijo ella
-Tranquila, de todas formas, es David ya sabes que confío mucho en él. –le respondí para hacerle entender que no había problema.
-Si yo sé que sí, solo me sorprendí, es decir, no lo esperaba –dijo ella
Al final terminamos de bañarnos, y fuimos al parque para despejarnos un rato y relajarnos, pues también teníamos a la vuelta de la esquina un pequeño viaje cortesía de nuestros padres, además que pronto comenzaríamos a trabajar.
Era viernes, el viaje lo teníamos previsto para el sábado en la tarde, regresando el martes en la noche, y teníamos que presentarnos en la clínica el viernes. Teníamos una agenda muy movida y en medio de todo eso nos recordamos de Héctor y Antonio que le habíamos prometido irlos a visitar.
Aun estábamos exhaustos, por lo que regresamos a casa a dormir hasta que sea noche pues planeábamos ir a visitarlos.
-¿Volverás a coger con ellos? –le pregunté a Erika
-Probablemente sí, pero quiero algo suave porque me saldrá demasiado cansado todo –dijo ella
-Será como tu gustes mi amor –le respondí
Cuando llegamos a casa antes ir a descansar otra vez fue a buscar un vestido blanco, pero no el mismo de la boda. Era otro solo para emular.
Por suerte tenia, era un vestido blanco de tubo fruncido, se iba a poner bra aunque omitió usar algo abajo. Entonces procedimos a dormir lo más posible, volvimos a despertar y nos pusimos rumbo a la exconstructora, al llegar ahí estaban los dos, pero estaban hablando con otro grupo de vagabundos que eran los “vecinos” de ellos, al vernos ambos dejaron en corto la conversación y nos fueron a saludar alegres, pero por ver a mi esposa claro está.
Ambos la saludaron con un beso en los labios, como que si en realidad fuera la esposa de ellos, a la vez vieron la tiara que traía.
-¿Finalmente te casaste? –dijo Héctor
-Así es –le respondió
Entonces ambos nos felicitaron por la boda.
Nos sentamos haciendo un círculo a hablar un poco de todo lo que había ocurrido, les comentamos sobre el viaje que teníamos planeado.
-¿Pero regresaran rápido? –preguntó Antonio
-Si, solo son un par de días –le respondió mi esposa
-Pero bueno hoy vienes el doble de hermosa –dijo Antonio
Ya nos estábamos animando mas entre pláticas y ellos tomando cerveza… al final Héctor tomo el mando.
-Bueno ven preciosa que ya nos hacías falta –dijo él
Mi esposa se levantó para sentarse en las piernas de él y fue ella quien comenzó a besarlo.
-Obvio que me hacían falta –le dijo después del beso
-Y que me coman el culo también- agregó ella.
Ese chispazo me gustaba siempre, que en un momento está tranquila, pero al otro explota, espero sea así siempre.
-Bueno ven para que no sufras más –dijo Antonio llevándola más alejado de orilla de calle, donde siempre hacíamos nuestras fechorías.
-Hazme los honores –dijo Antonio sacándose la verga que ya estaba bien erecta.
-Espera –dije yo
Entonces bajé le quité el vestido a mi esposa, pues no quería que lo ensuciara al ser blanco. -Aquí la tienes le dije a Antonio.
Eso encendió a mi esposa sabiendo que la acaba de entregar a ellos.
-Dame una cerveza –dijo Antonio
Fui a la hielera, la saqué y se la di en la mano, la abrió tomo un sorbo y dijo:
-Bueno ponte en cuatro y mi esposa obedeció. Entonces Héctor procedió a besar y lamer su vagina, lamer su clítoris y a jugar con él. Mientras que Héctor se acostó debajo de ella, luego ella bajó su torso para que Héctor pudiera chupar los pezones de ella. Un poco rara la posición en la que estaban, pero excitante definitivamente.
Como había dicho anteriormente era como ver una niña con viejos.
Después de un rato ella tuvo un orgasmo en la boca de Antonio, siempre me gustaba tener buenas vistas y pude ver sus labios bien brillosos y sus piernas temblar, era esa señal.
Luego ellos se pusieron de pie y mi esposa quedó de rodillas, Antonio le puso su verga en los labios.
-Ya sabes que hacer putita –dijo él
Ella comenzó a hacer lo que pidió.
-A ver no me dejes fuera –dijo Héctor
Entonces Antonio se arrodilló para que mi esposa se pudiera poner en cuatro y el hizo un oral a mi esposa.
Llegados a este punto no comprendo como es que la cerveza pasó a ser el tema principal de esa noche, pero eso sí, esa noche estábamos fuera de juicio.
Héctor me pidió una cerveza, aunque ya solo me quedaban 2 pero eran de vidrio de las pequeñas. Se la di y le dije que tuviera cuidado.
-Si, si, es que me dio sed –dijo dando un trago
Cuando ya llevaba por mitad el envase de cerveza, él se detuvo y puso la boca de la botella en la entrada de vagina de mi esposa, mi novia al sentir eso se hizo un poco hacia adelante alejando su culo del envase.
-¡Oh oh espera mi amor! –dijo Héctor
Antonio le agarró al cabeza a mi esposa para que continuara con la mamada.
Nomás miraba que Héctor pasa de arriba abajo el envase, entonces puso nuevamente la boca de la botella en la entrada de la vagina. Yo vi a mi esposa y con los dedos me dijo que esperara.
Héctor continuó lamiendo el clítoris de ella, hasta que en un descuido metió la botella llenando todo el interior de mi esposa con cerveza, mi novia solo lanzó un suspiro y gemido.
-¡Espérate zorra! –le grito a la vez que le dio una fuerte nalgada
Entonces separó a mi esposa de la verga de Antonio y la dejo empinada para que no saliera la cerveza de su interior. Comenzó a lamer y a beber lo poco que salía.
Al final la puso en cuatro otra vez y la empezó a penetrar y vi como la cerveza espumosa salía por los lados, y Héctor continuaba penetrándola.
Mi esposa nomas le decía lo mucho que le gustaba como le metía la verga.
Héctor sacó su verga para tomar un poco de lo que salía de la vagina de ella, y luego volvió a meter su verga, Antonio estaba extasiado, los gemidos mi esposa ya se empezaban a escuchar más fuerte.
Luego cambiaron de posición a misionero, Antonio se estaba quedando atrás pues ya en esa posición le era incomodo seguir. La cerveza ya había empezado a salir del interior de mi esposa ya no quedaba mas para sacar, por lo que Héctor le cedió el puesto a Antonio.
-Casi que la dejas bien abierta –le dijo Antonio a Héctor
-Yo que culpa que esta puta este buena –le respondió él
-Ven que aún hay para que disfrutes de este culo –le dijo mi esposa
Lo que mas le encantaba a Antonio era las invitaciones de ella, eso lo encendía bastante.
Antonio continuó la labor que Héctor había dejado siguiendo así con la posición de misionero, mientras mi esposa gemía, vimos cómo los 4 vagabundos de antes se acercaban agarraron las sillas que le habíamos regalado a Antonio y Héctor y se sentaron cerca de nosotros, me quedé intrigado pues en otra Antonio o Héctor los hubiera sacado de ahí pero no fue así.
Antonio le dio varias nalgadas a Erika, y cambió de dirección a Erika quedando viendo hacia los cuatro vagabundos, procedió a meter su verga al principio lo hacía con calma, seguramente sintiendo el interior de mi esposa, pero después comenzó con las embestidas fuertes, a tal punto que mi esposa ya se sentía un poco rendida del cuerpo no solo por como la estaban cogiendo también por el poco descanso que habíamos tenido desde la boda.
Mi esposa poco a poco se iba hacia adelante por la fuerza que hacia Antonio al penetrarla, quedando ya cerca de los 4 vagabundos invitados, al final terminó apoyándose entre medio de las piernas de uno de ellos, mi esposa apoyaba la cabeza en la entrepierna de uno de esos vagabundo para poder descansar.
Después de eso los vagabundos no aguantaron mas y se sacaron las vergas, mi novia solo los empezó a masturbar a dos de ellos, irónicamente al que tenía en frente no le hacía caso, en el sentido que a pesar que la verga de ese vagabundo le bailaba al frente no le hacía mucho caso y eso que ya el líquido preseminal se asomaba bastante.
La escena era muy excitante y más aun sin saber que decisiones tomaría mi esposa.
Finalmente, Antonio estaba llegando a su clímax, mi esposa ya había tenido 3 orgasmos esa noche, pero algo cambió en vez de acabar adentro de mi esposa, ella se acostó boca abajo… Antonio empezó a masturbarse depositando toda su leche en las tetas de mi esposa… Para mi esto fue demasiado inesperado al ver como Héctor estaba haciendo exactamente lo mismo y roció su semen en las tetas de mi esposa.
¿Qué está pasando aquí? –pregunté en mi mente.
Hasta que los otros 4 vagabundo se pusieron de pie y mi esposa se arrodillo… quedo rodeada de esas 4 vergas… Para mi todo iba en cámara lenta ¿Qué harás? –me pregunté en mi mente.
Vi el primer chorro de semen de uno de ellos dirigidos también a las tetas de ella, y como si de una chispa se trataba poco a poco iban acabando en las tetas de mi esposa.
Ambos pechos quedaron cubiertos de una capa color blanquecino, sus pezones cubiertos como que si de dos donas glaseadas se trataban.
¿En qué momento mi esposa decidió esto? –me quedé pensando. Claro tampoco es que me haya molestado.
Recordé la conversación que tuvimos antes… Pero nunca lo planeamos tan pronto… ¿Mi esposa se estaba volviendo más autónoma en sus decisiones?
Me encantaba esa autonomía y que se volvió aún más “agresiva” sin importarle qué, aunque ¿Hasta qué punto querría llegar más adelante?
Quedé muy excitado, demasiado… por prestar atención ni me toqué, nomás ver a mi esposa con el glaseado de tetas que le hicieron. Ella solo me devolvió una sonrisa angelical entre su labial rojo ya disperso y su tiara de casada.
-Gracias preciosa –dijo uno de los vagabundos invitados
Uno a uno se fueron despidiendo de mi esposa con un beso en la mejilla. Al final volvimos a quedar mi esposa, Héctor, Antonio y yo.
Yo aun no salía de la impresión, era consciente de la situación, pero como repito aún estaba impresionado. Ellos continuaron conversando entre lo mas normal, sentía todo mi cuerpo con caliente de la excitación.
Como había mencionado antes, mi esposa aunque disfrutaba con ambos, le gustaba mucho la verga de Héctor por lo que a veces desviaba la mirada hacia el paquete de él hasta que vio que de su verga flácida salía restos de semen que se acumulaba en el borde de su prepucio por lo que ella se levantó y se puso en cuatro, con la punta de su lengua removió esa gota de semen y después con su mano hizo hacia atrás el prepucio para dejarlo reluciente con un ligera mamada.
Lo mas probable es que entre la plática, la cogida a mi esposa y otra platica ya era casi 1 de la madrugada, por lo que decidimos retirarnos, mi novia se puso su vestido, pero les dejó su bra a ellos, el semen en sus tetas ya estaba secos y partimos a casa.
Encendí el a/c del auto, el olor de mi esposa era a sexo en definitiva, saliendo de la zona me pidió pasar por el 24/7 quería comprar unas cosas para llevar a casa, pero esta vez se bajó ella, los dependientes la reconocieron inmediatamente, los ojos de ellos directo a sus tetas y a su culo, pero cuando se lo vieron, ellos se miraron entre sí, pues ni ella ni yo nos habíamos percatado que se había roto por atrás aunque no mucho y dejaba ver el cachete de su culo lo cual evidenciaba que no andaba nada abajo.
Cuando finalmente ella llego al mostrador uno se le acercó por atrás y le dijo algo al oído, ella giró su vista hacia atrás girando su cuerpo y notando la abertura de su vestido, ella le dijo algo, y el que estaba atrás agarró la tela del vestido y le dijo algo más, ella solo sonrió diciendo no con el rostro. Después de eso ella pagó y salió de la tienda directo a mi auto.
-¿Qué pasó? –pregunté intrigado.
-No me había fijado que tenía roto el vestido del culo! –dijo sorprendida
-Seguramente fue cuando estaba de espalda a la columna –le dije
-Tienes razón –dijo ella.
-Por cierto, ¿Qué fue lo que te dijeron? Vi que te agarraron el vestido
Ella riendo dijo que le habían hecho saber sobre el vestido, me alagaron el culo el de la caja y el otro de atrás se lo que quería, pero sugerente me dijo que él podía coser mi vestido en la bodega en ese momento.
Cuando me dijo eso empecé a procesar en mi cerebro toda una partida de ajedrez para saber que contestar, justo como al inicio antes de meterse de lleno con esos vagabundos.
-Bueno al menos hubiese sido gratis la reparada –le dije
-¡Amoor! Iba a quedar desnuda ante ellos –dijo
-Pero si hace momentos atrás lo estabas y en la calle, en cambio al menos ahí era una bodega –le dije bloqueando cualquier pretexto.
Al final terminé respondiendo de una manera escueta, pero con la esperanza que aceptara la luz verde y dejarse de ellos dos también. Arranqué el auto y nos fuimos a casa.
Al llegar me dijo: -Bueno el vestido ya no me sirve quitándoselo y bajando desnuda para entrar a casa…
Bueno hasta contaremos nuestra velada con los vagabundos, omitiremos la parte en la que viajamos de luna de miel porque realmente nos dedicamos a disfrutar y relajarnos, entonces no alargaremos. Habrá nuevas publicaciones cuando uno de los dos tenga tiempo para escribir.
Uuufff una mujerón, siempre espero tus relatos para poder imaginar a esa gran mujer
Gracias a ustedes Román!!!!
Traté de buscar, pero no encontré las edades de Antonio y Héctor. ¿Alguien sabe? Creo haberlas leído…
Básicamente, las primeras metidas de verga después de oficialmente ser tu esposa, fueron de dos vagabundos que le doblaban la edad a Erika. Y recibió 6 descargas de semen de vagabundos antes de hacerla tuya como esposa, no? Que relato tan bueno.
Hizo gracia el último párrafo, para que los ansiosos se calmen un poco y no presionen por los siguientes relatos (si es que los hay).
Gracias por el relato, Román.
Gracias por tu constante apoyo Barlovento.
Lo que sucedió fue que estábamos en semana de examen de una maestría que llevamos y eso nos absorbió demasiado tiempo.
Wow Román tremendo, esperamos por más!!!
Gracias Maxi.
Toda la semana espere tu relato, y que buena espera mejor de lo que esperaba, delicioso relato saludos