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Lo que sucede en el metro en la CdMx
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Estas son algunas de las cosas que le platico a mi amo que me ocurren en el metro cuando me subo en el vagón de los hombres. Es de diferentes días y perdón si de repente no se comprenden bien.

22-06-2020. Me subí en el vagón de los hombres y aunque había lugares me quedé parada cerca de la puerta de espaldas a ella y pegada al baranda, al principio no pasó nada, hasta que llegué a Tacubaya y ahí subieron muchos, y quedé apretada, uno de ellos se quedó donde estaba yo a mi espalda y empezó con el movimiento a tallar, a la siguiente estación ya estaba dura su verga y no me quité, y de hecho hice como un movimiento con las caderas como acomodándome, cuando llegué a Polanco. Me bajé y antes de bajar giré para ver su cara.

24-06-2020. Al principio tranquilo.

Me subí en el vagón de los hombres.

Y me senté, cruce las piernas y saqué mi kíndle para leer.

Y así me fui “distraída” se sentó un muchacho de pantalón de mezclilla y playera polo negra, y durante el trayecto, ya no llevaba las piernas cruzadas y el vestido se levantó mal, con las piernas medio abiertas, como están de frente los asientos mi pierna rozaba la mía, no mucho al principio, pero después se acomodó para que fuera más y deje que lo hiciera ya casi al bajar, me levante y giré, supongo que el vestido se levantó más por el Vuelo y sentí como metió su mano y acarició mis piernas.

25-06-2020. Cuando hay mucha gente ahí caben hasta 6 en ese espacio.

Ahora aunque había mucha no estaban los 6, total que conforme fueron entrando, yo quede frente al que iba sentado y a espaldas de otro que se colocó atrás de mi poniéndome su paquete entre las nalgas, cómo era la única mujer en ese pedazo, arrimó mucho su cuerpo y pude sentir como poco a poco ponía su paquete en mis nalgas.

Aunque quedaba arriba de ellas un poco y se acomodaba según él por el vaivén del vagón.

Y así fue todo el camino, mientras el de enfrente no dejaba de ver de reojo mi blusa o más bien mis pezones que se dejaban ver, ya bastante erectos por sentir al sujeto de atrás, ya casi al bajar, pido permiso y siento al dar la vuelta que me agarra con su mano la nalga.

Ya no supe si fue el que iba parado o el que se pasó viendo las nenas.

Cuando en el metro sentí la verga del que iba atrás de mi y veía la mirada del que estaba observando mis pezones me imaginaba que el de atrás junto con el movimiento separaba poco a poco mis pies haciendo que mis piernas le permitieran meter su pierna entre las mías, y con su rodilla levantarla para que tocara mi panochita, despacio mientras el que estaba delante de forma discreta con su mano frotara mi clítoris dándome masaje circular, sintiendo como me voy mojando y excitando, tanto que no logrará contenerme por sentirme manoseada y ultrajada en el metro sin que quisiera gritar o juntar mis piernas, menos aún irme de ahí, solo disfrutar tal como me pide mi Amo que lo haga, y así contárselo.

26-06-2020. Al subirme me coloqué en la puerta de frente a ella y al irse llenando uno de puse atrás de mi, yo me iba sosteniendo con la mano derecha y no tardo mucho para empezar a pegarse y frotarse, lo veía por el espejo y se veía que me veía como esperando que me quitara, yo solo cambiaba de posición el pie con el que me apoyaba más y podía sentir cómo se encajaba más, al faltar una estación, me suelto y con la derecha bajo me mano hasta la parte en donde se sentía el paquete y moviendo mi mano de abajo había arriba se lo agarré y apreté, se abrieron las puertas del metro y me bajé.

27-06-2020. Me subí al vagón de los hombres, ya sabe, Y ahora si desde que subí había mucha gente y quede en la parte de en medio casi pegada en el pasamanos cerca de la puerta, primero sentí como me dio el arrimón uno aprovechando el movimiento del vagón, mientras que el de enfrente que estaba de constado tenía mis nenas puestas en él, por lo pegados que estábamos.

Mientras el de atrás seguía con su verga pegada en mis nalgadas (un poco más arriba de hecho)

Yo no hago nada por quitarme y supongo que eso hace que siga cada vez más aprovechando cada parada para darse un frotar más fuerte su verga en mi, el otro, poco a poco con mano que no se estaba sosteniendo sentía que tocaba mi blusa, de forma más discreta, pero fue subiendo y yo estaba con las piernas que me temblaban, porque sabía que querían tocarlas, me acomode un poco y el bajo la mano pero siguió y antes de llegar a Tacubaya entre un movimiento de freno uno se replegó más y el otro con su mano me apretó mis nenas, y se bajó en cuanto abrieron las puertas al igual que el de atrás, al cual de reojo vi que llevaba su pantalón abultado.

Ya no alcancé a verlo a los ojos, porque entraron de golpe más, y me senté en un lugar que había quedado vacío.

Ahorita tengo unas ganas intensas de atenderme mientras estoy escribiéndole.

29-06-2020. En el vagón de los hombres no pasó nada, casi vacío.

Cuando me bajé me sube por las escaleras normales, para que al dar el paso, el vestido se ondeara y pudiera verse más, ya casi al final.

Siento como me agarran la nalga por debajo del vestido dando un fuerte apretón, y al hacerlo saca su mano y me da una nalgada.

Y me dice que buenas nalgas, y se va. Me excité mucho.

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