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La que se empina (2)
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Tiempo de lectura: 2 minutos

El Rancio era un hombre nuevo, el parásito que se había depositado en su cimbrel hacía que cualquier mujer que se acercara quisiera tener sexo con el, el sueño de cualquier hombre.

Recien levantado y con su polla gorda y erecta, El Pescadero decidió darse una vuelta por el vecindario. No iba a desaprovechar su enorme poder, hoy además tenía un capricho, Raquel, deseaba follar y fecundar a la inquilina rubia. Raquel y Nines llevaban algún mes de retraso en el pago del alquiler, era la excusa perfecta para ir a hacer una visita a su sexi vecina.

Antonio se colocó bien su paquete y llamó al timbre, pero una sorpresa le esperaba, la puerta estaba entreabierta, de forma sigilosa entró en la vivienda y empieza a buscar lo que venía buscando, se dirigió hacia el comedor donde en su mesa había una botella de vino abierta y un tubo donde había los restos de un líquido, Antonio olió ese liquido y le resultó de un olor familiar, curioso se acercó a las habitaciones, en la primera no había nadie pero en la segunda, al abrirla, oh sorpresa, vio a Raquel, la diosa rubia tumbada en la cama completamente dormida y desnuda, a su lado había una copa de vino, ya vacía, pero la sorpresa no acabó allí, con la puerta entreabierta vio a un hombre desnudo, de cuerpo viejuno y arrugado, su pene era pequeño y peludo, se notaba de lejos que esa polla no era muy limpia.

La poca luz que entraba por la ventana descifró el enigma, se trataba de Maxi, quien con la ayuda de la burundanga logró dejar sumisa a la y le hizo coger la mujer más deseada de la comunidad. Antonio decidió no intervenir y ver que sucedía, Maxi, enfocó derecho su pequeña polla hacía la boca de Raquel y se la introdujo con fuerza, Raquel, como si fuera un biberón empezó a succionar fuertemente, Maxi no estaba acostumbrado a tener sexo con lo cual a la segunda succión soltó un semen acuoso y amarillento en las entrañas de la rubia.

Que pena, la intención de mente fría era fecundar a la vecina, pero tenía tiempo y se puso a ello, cogió la mano de la rubia y se la puso en su polla para lograr la erección y surtió efecto, Maxi, ahora si, introdujo su polla en el rasurado coño de Raquel y se propuso correrse y hacer un hijo a la vecina. Durante toda la noche estuvo en ello, se corrió 5 veces.

De aquí 9 meses veremos que pasó.

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